( Impreso en castellano en Mensajes de Sathya Sai, Tomo 01 cap. 27 ) Las verdades fundamentales 10 de Julio de 1959 Bangalore Akhandabhajana Esta vida que comienza con gemidos debe acabar con una sonrisa. Cuando pequeños, todos a su alrededor sonreían mientras ustedes seguían llorando. Pero cuando mueren, todos a su alrededor lloran por la pérdida, pero ustedes deben sonreír en paz y con tranquila resignación. El bhoganandam debe finalmente convertirse en yoganandam; los placeres de los sentidos deben gradualmente dejarse atrás y debe desarrollarse el gusto por el placer más elevado y más duradero que se puede derivar de las fuentes de su propia personalidad. Para el yoga, la devoción es lo principal, la cabeza y la corona. La paz y la felicidad (shanti y santhosham) son los otros ingredientes esenciales. El fuego del dolor y de la alegría arde cuando el combustible de las pasiones (vasanas) es metido en el horno de la mente. Saquen el combustible y el fuego muere. Eliminen las pasiones, la fuerza de los impulsos, incitaciones e instintos y se volverán sus propios maestros. Esto se hace en el yoga por medio de varios ejercicios fisiológicos y psicológicos. Pero la devoción es el medio más fácil para este fin. La repetición del nombre es suficiente. Se dice que el nombre de Sitarama era suficiente en el Tretayuga, el nombre de Radhesyama era suficiente en el Dwaparayuga, y en el Kaliyuga; yo les digo que todos los nombres tienen esa capacidad. Cuando repiten el nombre de Radhesyama, deben contemplar el significado del nombre; deben tener delante del ojo de la mente los misterios más profundos de la palabra; entonces, el namasmarana producirá resultados más rápidos. Radha no es un individuo. Simboliza a dhara, que significa la tierra o prakriti, el jada, la creación. Krishna o Syama es el creador, el principio activo, el chith, el purusha. Sakthi es el Paramatma o poder supremo; el vyakti o apariencia es el jivatma o alma individual; el océano es sakthi y la ola el jiva. Todo el sabor y toda la fuerza y rugido de la ola se derivan del océano y desaparecen en el océano mismo. La desaparición de la ola-forma y del nombre ola se llama moksha, liberación, o sea la fusión de la ola en el océano del cual parecía diferenciarse. La desindividualización es, en otras palabras, moksha, liberación. Cuando cantan bhajans y entonan el nombre de Dios, deben contemplar esas verdades fundamentales. El namavali de Hare Rama, Hare Rama, Rama Rama, Hare Hare; Hare Krishna, Hare Krishna, Krishna Krishna, Hare Hare tiene dieciséis palabras y cada una de las dieciséis significa una virtud que debe cultivarse junto con ese bhajan (aquí Baba recitó un canto en télugu que Él improvisó en el momento que indicaba las dieciséis cualidades). Él debe estar pleno de devoción, preparado para disfrutar del sufrimiento, libre del apego a lo transitorio, ansioso de servir al Señor; de conducta correcta, caritativo, de reputación intachable, sin mancha en su carácter, pleno de contento, provisto de todas las virtudes, equipado con los frutos del conocimiento, de madura sabiduría, controlado, adornado de loables rasgos sociales, movido por la humildad y totalmente dedicado a Dios… O por lo menos debe orar, con la repetición verbal de cada palabra, por el crecimiento dentro de sí de cada uno de esos logros que lo llevarán más cerca de la meta. Si él tiene estas virtudes (aquí Baba citó la última línea del canto que acababa de componer), vade neo noudu, nene vadoudu, «Él es yo, yo soy Él». Sí, deben luchar por ello. No pueden llegar a la cima sin esfuerzo. Tengan fe en la victoria final; reúnan valor y fe de donde puedan conseguirlos; no tengan contactos con quienes siembran semillas de temor o de duda. Atesoren toda la confianza que obtienen aquí, foméntenla y cuídenla bien. No la dejen escapar de sus manos en el momento en que salgan de esta reja. Las plantas jóvenes deben cuidarse muy bien, regarse, abonarse y protegerse de los insectos. ¿Pueden ustedes pasar un examen sin estudiar los textos? ¡Ah, pero esto es lo que esperan hacer! Deben liberarse del apego a las cosas pasajeras y fortalecerse y estar más allá de la tentación. Los peces son felices porque se encuentran en el agua; si se les saca de ésta, luchan y sufren mortalmente. Así también, el hombre se siente feliz cuando está inmerso en prema, shanti y sathya; esos son los elementos del agua que le da vida; cuando se le saca de ella, él también sufre y se siente terriblemente miserable. La vida mundana es que lo saquen a uno del agua. El sadhana es la lucha para volver al elemento vital. Para triunfar en esta lucha, no dependan de otro; dependan de ustedes mismos y de la gracia de Dios. Recuerden que Rama y Kama (amor sexual) no pueden estar juntos; donde está Rama, Kama, no puede progresar; donde está Kama ¿cómo puede entrar Rama? Cada persona debe tener, como corriente única (dhara), a la adoración (aradh) en calidad de base (adhara); ese es el modo más fácil de ganar a Syama. Al llevar ustedes a cabo un esfuerzo semejante sin interrupción, el Señor mismo vendrá para ser su guía. Cuando Madhurakavi estaba practicando el ascetismo (tapas) vio delante de sí un gran pilar de luz que llegaba hasta el cielo y vio a la Dakshinamurti (forma tántrica de Shiva) en esa luz. Luego el pilar se movió y siguió moviéndose de manera que él podía seguirlo, y, por fin, la luz lo llevó a Nammalwar, quien convino en su gurú. El gurú luego le hizo darse cuenta de la realidad. Vemana y Thyagaraja alcanzaron las alturas de la experiencia espiritual a través de la gracia del Señor y el aliento que derivaban de sus apariciones. Órenle y Él se revelará. Él es el hilo en la tela, el oro en esta aparente variedad de joyas; Él es el barro de todas estas vasijas; Él es el agua que sostiene todas estas olas. Una vez que hayan realizado esto, estarán llenos de amor y respeto para todos, pues todos son de la misma forma que el Señor mismo. No hablen con cinismo de los sadhakas o practicantes. ¿Qué saben del ánimo del devoto para juzgarlo tan fácilmente y tildarlo de loco o fuera de sí? Nunca discutan las normas espirituales alcanzadas por otros; perseveren en su propio camino. Sean moderados en el habla, en el sueño, en su comida. Nunca sientan vergüenza de cantar el nombre de Dios o de cantar himnos devocionales. Siéntanse orgullosos de tener la oportunidad, siéntanse felices de que su lengua sea utilizada para el mejor de los usos. Cuando el artista ve una piedra, inmediatamente ve la bella forma que está oculta en esa piedra, aprisionada en ella; y no tendrá paz mental hasta que no haya liberado de la piedra esa forma. No vean la piedra como una piedra, vean a Dios que está en ella, a la realidad básica que está en ella. Durante mucho tiempo Vemana no visitó ningún templo; él se reía de aquellos que consideraban que la imagen era un símbolo de la divinidad. Pero cuando murió su hija, un día tenía el retrato de ella en su mano y lloraba por la pérdida. Entonces, de repente le vino la idea de que si el retrato podía causarle dolor y hacerlo llorar, la imagen también puede evocar alegría y traer las lágrimas a los ojos de aquellos que conocen la belleza y la gloria del Señor. La imagen era sólo un recordatorio de la presencia del Señor en todas partes y en todo. El Señor es el sol y si sus rayos caen en su corazón sin que lo impidan las nubes del egoísmo, el botón de loto florece y los pétalos se abren. Recuerden, sólo los botones que están listos florecerán; los demás tendrán que esperar pacientemente. Mientras tanto, sigan en la compañía del nombre del Señor; la recordación del nombre es el mejor antídoto para todos los males. Bangalore, Akhandabhajana, 10-07-1959. |