Discursos dados por Sai Baba
{SB 09} (30 de 35 discursos 1969)
Habla Sathya Sai
¿HABLA SATHYA SAI?
Sathya Sai Habla:
¿Habla Sai estas palabras para oídos ávidos y áridos corazones?
¡No!… Es nuestra Madre quien nos habla, acariciando, persuadiendo;
susurrando canciones de cuna para aliviar el dolor,
bendiciendo con bienaventuranza. «No lloren», nos dice arrullándonos.
Nos conduce suavemente por el camino, entre piedras y espinas.
Cuando el camino es amargo, empinado, difícil, nos canta:
Yogaksheman vahamyaham
«Yo me hago cargo del bienestar de tos que se entregan a mí».
Así habla nuestra Madre.
Sathya Sai Habla:
¿Habla Sai estas palabras en oídos que zumban y en palpitantes corazones?
¡No!… Es nuestro Padre quien nos habla, perfeccionándonos,
revelándonos y recordándonos nuestro nombre,
¡años ha olvidado, años ha engendrado!
«No teman», nos fortalece.
Hacia arriba, adelante; hacia el bien, hacia Dios, nos guía, nos cuida.
Cuando el camino es tortuoso y dificil, nos ayuda a salir adelante.
Na Sukhal Labhyathe sukham
«La felicidad real y duradera no se obtiene por medio de la satisfacción material»
nos dice nuestro Padre.
Sathya Sai Habla:
¿Habla Sai estas palabras en oídos laberínticos y alocados corazones?
¡No!… Es nuestro Maestro que habla, aconsejando,
aleccionando, calentándonos en el crisol, tratándonos severamente
y conduciéndonos al Dios interno.
«¡Ishavasyam idam sarvam!»
No hay ningún otro;
Él abre 1a tapa del Cofre Divino
con un tesoro encerrado en las cinco envolturas, y dice:
«El eterno Brahman es Verdad y Conocímiento»…
así habla el Maestro.
Sathya Sai Habla:
¿Habla Sai estas palabras en nuestros anhelantes oídos y ansiosos corazones?
¡No! Es Dios quien habla, calmando la inquietud de la mente.
«El que conoce a Brahman se vuelve Brahman».
«Devengan y sean», nos despierta.
«¡Amada ola, emergiendo, fúndete! Amado rayo, corre de vuelta», llama Él.
Amada chispa, vuelve a entrar al fuego; tú eres yo, yo soy tú.
Soham pierde so y ham, y queda sólo el Om que es Él y nosotros,
Brahman… Ser… Om. Así nos habla Sai.
N. Kasturi