Discursos dados por Sai Baba
{SB 11} (27 de 54 discursos 1971 a 72)
45. 31/08/72 El remedio más sencillo
( Impreso en castellano en Mensajes de Sathya Sai, Tomo 08 cap. 22 ) El remedio más sencillo 31 de Agosto de 1972 Prashanti Nilayam EL HOMBRE SE HA convertido en esclavo de sus bajos instintos y deseos. Es incapaz de establecer diferencias entre la degradante lujuria y el elevado sentimiento del amor. El amor es el primer paso en el camino que conduce a la gracia divina, pero el hombre se revuelca en el anhelo vehemente de la comodidad y el placer físico y es perseguido por la nefasta compañía de la lujuria, llamada ira. Cuando se frustra la lujuria, la ira lo invade y se vuelve bestial e incluso demoníaco. Cuando la lujuria envuelve al corazón del hombre, la verdad, la justicia, la compasión y la paz se alejan de él. El mundo degenera en un nido de vboras; y Dios viene a rescatar a la humanidad de la ruina. El avatar viene a revelar al hombre su propio ser, a restaurarle su derecho de nacimiento a la bienaventuranza átmica. Él no viene a establecer un nuevo credo, una nueva secta, a inculcar un nuevo Dios. Si tales actos suceden, son consecuencia del mal en el hombre. El avatar viene como hombre para demostrar que éste es divino, y para estar al alcance del mismo. La mente no puede entender el Principio absoluto y sin atributos, pues es abstracto y está más allá del alcance de la palabra, la mente y el intelecto. El fuego es inherente al cerillo, pero sólo cuando éste se fricciona y surge la llama podemos beneficiarnos de él. El Nirguna tiene que manifestarse como Saguna; el Nirakara tiene que aparecer con forma. Sólo entonces puede el hombre escuchar, aprender, comprender, seguir y ser salvado por medio de la bienaventuranza de esa experiencia. Él enciende la llama de la realización en cada uno, y la ignorancia de eras se disipa en un instante. Cuando los rectos Pandavas fueron asolados por los malvados Kauravas, Krishna apareció y los salvó. El Señor nunca planea la violencia y el derramamiento de sangre. El amor es su instrumento, la no violencia es su mensaje. Él logra la salvación del malvado mediante la educación y el ejemplo. Pero se puede preguntar, ¿por qué tuvo lugar la batalla de Kurukshetra? Fue como una operación quirúrgica y por lo tanto no puede ser calificada como un acto de violencia. El cirujano salva la vida por medio dei uso benéfico de su bisturí. Consideren el nombre Krishna que llevó el avatar, ¡qué nombre tan significativo! Krishna viene de la raíz krish, que significa atraer, y también arar y cultivar; y Krishna, como todos los avatares, atrae no sólo a los buscadores, santos y sabios, sino al humilde, al inocente y al bueno. También atrae al curioso, a los críticos, a los escépticos y a los ateos. Él los atrae hacia sí mediante el irresistible encanto de su persona, por su invencible mirada, su voz, su flauta, su consejo y su denodado heroísmo. El siempre está en un estado de bienaventuranza, derramando armonía, melodía y belleza a su alrededor. Él canta en cualquier parte, en los tranquilos pastizales de Brindavan y en el ensangrentado campo de batalla de Kurukshetra. Toma la flauta en un lugar y empuña el látigo en otro. Pero lo que surge es música conmovedora y plena de sentido, ¡ya sea Venugana o Bhagavad Gita! iGanam y Gita, ambos significan Canto! ¿Para qué atrae a todos a su presencia? Para arar el corazón, prepararlo para recibir la lluvia de gracia, para cultivar las semillas de amor, desbrozarlo de los malos pensamientos que ahogan las cosechas de alegría y permitirle levantar la cosecha de sabiduría. Esa sabiduría alcanza su plenitud en el propio Krishna, porque Krishna también significa la esencia pura, el principio supremo, el Sat Chit Ananda (Ser Conciencia Bienaventuranza). Las gopis de Brindavan estaban entrañablemente absortas en el avatar. Ellas lo tenían indeleblemente impreso en sus corazones; él era el único; lo demás también era él. Cuando Radha, la más ardiente devota, sufría lamentándose lo que sentía como «separación» de Krishna, las gopis que se reunieron alrededor de ella para alejar de su mente esta obsesión sólo pudieron consolarla con las palabras ¡Govinda, Damodara, Madhava!, palabras que aumentaron el dolor de la pérdida en el corazón de Radha. Cuando las gopis llevaban leche, yogur y mantequilla para vender y los ofrecían por la calle, gritaban e! nombre de los productos que vendían, pero las palabras que brotaban eran las que habían desplazado a todas las demás: ¡Govinda, Damodara, Madhava!, los amorosos nombres de Krishna, al que adoraban. Cuando Akrura, el mensajero del malvado tío de Krishna, se llevó consigo al Señor fuera de Brindavan, las gopis corrieron para interponerse y detenerlo, pero hasta para protestar, ¡no pudieron decir ninguna otra palabra excepto Govinda, Damodara, Madhava! Dios es el azúcar que puede convertir la insípida bebida de la vida en una dulce poción. Mezclen bien el azúcar para que cada molécula del agua quede saturada con su sabor. Las gopis son su guía en este sadhana. Ellas tenían, así como ustedes lo tienen, al avatar entre ellas y por ello, su salvación estuvo asegurada cuando lograron pureza y adquirieron fe. Los avatares se manifestaron en el Krita yuga para conservar la tradición védica; en el Threta yuga, para la protección del dharma y en el Dwapara yuga para promulgar el derecho de propiedad. En el Krita yuga el avatar rescató a los Vedas del abandono, en el Threta yuga salvó a la mujer de la deshonra, y en el Dwapara yuga salvó a la propiedad de !a injusticia. Ahora, en esta cuarta era, el Kali yuga, estos tres están en lamentable peligro. Los Vedas son ridiculizados, la mujer es obligada a llevar una vida indigna y la propiedad está siendo condenada como un robo. Así pues, el avatar tiene una triple tarea. El hombre no tiene pureza en el corazón, santidad en sus emociones, amor en sus actos ni a Dios en sus plegarias. Aunque la maldad priva con más fuerza en esta era de Kali, el remedio es el más sencillo. En el Krita yuga, el sadhana (la disciplina espiritual) para escapar de la ruina era difícil; años de austeridad y abstinencia frecuentemente resultaban inútiles. Dhruva, a la edad de seis años, tuvo que hacer penitencia durante varios años en las profundidades de inhóspitos bosques donde Dios le dio su gracia. Y el adolescente Prahlada soportó torturas inenarrables, inconsciente del dolor y sólo consciente del Dios dentro de él. Lo que hoy se requiere para salvarse de la ansiedad y el temor, aquí y en el más allá, es consagrarse a Dios. Si se hace esto, los dolores físicos y la congoja de los sentidos no afectarán a la mente. La meditación es ese viaje hacia adentro, lejos del mundo objetivo y de los sentidos que corren tras él. Las Upanishads declaran: «El Alma no puede ser alcanzada por alguien carente de fortaleza». La fortaleza significa resistencia física, vital, moral, intelectual y espiritual, porque todas éstas son esenciales para establecer dominio sobre los sentidos. Pueden meditar, pero sus sentidos están tan activos que un diminuto mosquito enciende su ira ¡y lanzan el brazo para matarlo! Hace mucho tiempo vivía una familia muy piadosa a las orillas del río Krishna, dueña de vastas fincas. Los padres tenían un solo hijo, quien estaba bien versado en las escrituras, era obediente y de buena conducta, pero cuando el padre murió y las propiedades pasaron a sus manos, el hijo se volvió derrochador y libertino, con una pandilla de vagos siempre a su alrededor. Intimó con una mujer pública y así quedó tan cegado con sus ardides que cruzó un río desbordado, asiéndose al cadáver de su esposa, que se había suicidado por desesperación. Confundió al cadáver con un tronco de madera flotando en la corriente. De pronto, se dio cuenta de su aprieto; culpó a las ojos de haberlo desviado hacia el pecado y se sacó los ojos como castigo y anduvo recorriendo 7 la tierra sagrada as Dios no es un déspota de corazón de piedra, Él es compasión, Él es gracia personificada. Una vez que se han purificado con lágrimas, Él los acerca y les confiere consuelo y valentía. Sin un corazón puro, la realización es imposible, la sabiduría sólo puede penetrar en una mente purificada. El sadhana lento y firme puede purificarlo. La victoria es de ustedes si toman como ejemplo a Arjuna y su anhelo. Bhagavantam acaba de citar la última estrofa del Gita, que dice: «Donde está Krishna, el supremo yogui, y también está Arjuna blandiendo su arco, la victoria por la verdad y la justicia está asegurada». Este versó asegura la victoria no sólo cuando el Arjuna del Mahabharata blande el arca en presencia de Krishna. Cada uno de ustedes puede ser Arjuna y blandir el arco y lograr la victoria, porque el arco no es sino el símbolo del valor y la fe, de elevada determinación e intrépida capacidad. ¿Y cómo se pueden convertir en Arjunas? Arjuna significa blanco, puro, sin mancha. Al momento en que se vuelven puros y blanden el arco (las Upanishads declaran que el Pranava u Orn es la flecha y Dios es el blanco), Krishna está listo con su presencia, porque Él está en todas partes en todo momento. No hay necesidad de invitarlo o instalarlo. Él contestará desde el corazón de ustedes. Prashanti Nilayam 31 VIII 72 |