Discursos dados por Sai Baba
{SB 29} (53 discursos 1996)
41. 05/09/96 El poder que atrae a los devotos
( Impreso en castellano en Mensajes de Sathya Sai, Tomo 29 cap. 41 )
El poder que atrae a los devotos
5 de Setiembre de 1996
El hombre necio piensa en el mundo externo; el hombre sabio contempla a Vishnu; el primero se convierte en un hombre mundano; el otro realiza a lo Divino.
¡Escuchen! ¡Oh valerosos hijos de Bharat! ¡Encarnaciones de Amor! El hombre, aunque es inherentemente la encarnación de Sath-Chith-Anandha (Ser-Conciencia-Bienaventuranza), al no ser consciente de esta verdad, busca la bienaventuranza en el mundo fenoménico. Esto se debe a que él considera al mundo físico como la realidad última y olvida su propia naturaleza Divina. Ésta es una señal de su Ajnana (ignorancia). Cuando uno vuelve su visión hacia Dios, esta ignorancia desaparece.
Muchas personas anhelan a Dios, adoran a Dios o contemplan a Dios. No se puede realizar a Dios por ninguno de estos medios.
Todas estas actividades se basan en la separación de Dios. Lo que se necesita es un sentido de unidad. ¿Cómo ha de obtenerse esto? Cuando cultiven el sentimiento: “Yo y tú somos Uno”. Esta unidad está más allá del alcance de la mente y los sentidos. Sólo el Buddhi (Intelecto) puede experimentar lo que está más allá de los sentidos.
El mensaje del Vedanta No se necesita penitencia ni japa ni otras austeridades para realizar la unidad con lo Divino. Sólo el amor basta. Éste es el mensaje del Vedanta.
Cuando Adhi Shankara emprendió un viaje alrededor del país para propagar el Adhvaitha, conoció a Mandana Mishra, un gran erudito Védico . Ambos quisieron tener un debate filosófico. Tenían que elegir un juez que declarara quién había vencido en el debate.
Adhi Shankara, quien era un thrikala jnani (alguien que conocía el pasado, el presente y el futuro), eligió a la esposa de Mandana Mishra, Ubhaya-Bharati, como juez. Ella era una dama que podía elevarse por encima de los apegos personales. El debate tuvo lugar y Ubhaya-Bharati falló a favor de Shankara. Ella declaró en términos contundentes que Mandana Mishra había perdido en el debate. Inmediatamente después de declarado el veredicto, Mandana Mishra se convirtió en Sanyasa. A partir de ese momento, también Ubhaya-Bharati, como esposa de Mandana Mishra, siguió su ejemplo y se convirtió en renunciante.
Ubhaya-Bharati estableció un Ashram propio en el cual sólo se admitían mujeres como discípulas. Un día, ella se dirigió al río Ganges junto con sus discípulas para darse un baño. En el camino vio a un Sadhu de túnica ocre, descansando bajo un árbol, con la cabeza sobre un Kamandalam (una vasija utilizada para guardar agua). Éste no era un renunciante sincero, sólo lo era en apariencia externa. Guardaba el recipiente de agua hecho de un calabacín debajo de su cabeza por si alguien intentaba llevárselo cuando él se dormía.
Una lección para el Sadhu Para enseñarle al Sadhu una lección sobre la renuncia genuina, Ubhaya-Bharati les habló en voz alta a sus discípulas:
“¡Damas! ¡Observen la renuncia del hombre! No ha abandonado su apego a este Kamandalam sin valor y le preocupa su seguridad”.
Al oír sus palabras, el Byragi (renunciante) se enfureció. Cuando Ubhaya-bharthi regresaba del río, él arrojó ostentosamente la vasija de calabacín. Entonces Ubhaya-Bharati exclamó: “¡Qué pena! Pensé que el sadhu sólo era víctima de Abhimana (apego). Veo que también está lleno de Ahamkara (egoísmo). Si no fuera tan egoísta, ¿me habría arrojado su Kamandalam?”. Se detuvo frente al Saddhu y le dijo: “Tu egoísmo está creciendo junto con tu apego.
Esto no es propio de la túnica que vistes. No puedes ser un verdadero renunciante mientras estés lleno de apego y egoísmo.
Abandona el apego al cuerpo y desarrolla apego al Atma”. Ella enseñó esta lección de un modo sereno y convincente.
En la esfera de la sabiduría, no hay distinciones de sexo o credo. Al oír las palabras de Ubhaya-Bharati, el Sadhu corrió hacia ella, cayó a sus pies, le pidió perdón y dijo: “¡Oh, Madre! Como no tuve a nadie que me enseñara la verdad de esta manera, estaba llevando esta doble vida. A partir de ahora, tú eres mi Gurú ”.
La Gracia del Señor En la vida humana, muchos practican diferentes formas de ejercicios espirituales.
Sin importar qué clase de túnica ocre vistan o qué guirnalda sagrada lleven, sin importar lo rápido que puedan pasar las cuentas del rosario, finalmente tendrán que venir a Baba.
Esta Gracia es esencial para todos, cualquiera que sea su eminencia.
Sólo Su Gracia podrá redimirlos.
(Poema Telugu) Hay numerosas personas dedicadas a las prácticas espirituales formales de diversos tipos. Pero ¿de qué sirven éstas para ganar la Gracia de lo Divino? ¿Están buscando la senda que los ayudará a obtener el amor de Dios? Cuando busquen intensamente en su interior, obtendrán la respuesta.
De las nueve formas de devoción, la principal es el cultivo de Sakhya, la amistad de Dios. A la amistad le sigue la entrega total a lo Divino.
Un gran devoto se lamentó una vez de que todos sus miembros y órganos eran completamente inútiles a menos de que cada uno de ellos fuera utilizado para servir a lo Divino, para ver a lo Divino o para escuchar las glorias de lo Divino. El santo Suurdhas expresó el mismo sentimiento cuando dijo que el don de la vista carecía de valor si el ojo no veía la bella forma de lo Divino. Quienes tenían orejas que no estaban dispuestas a escuchar las canciones en alabanza al Señor eran como sordos. (Swami cantó una serie de canciones que deploraban la situación lamentable de aquellos que no utilizaban los órganos que Dios les había dado para experimentar lo Divino). La verdadera condición humana consiste en usar todos los sentidos y los miembros para propósitos sagrados y no en utilizarlos mal de diversas formas.
El hombre de fe no necesita preocuparse por quién lo cuidará si dedica todo su tiempo a pensar en lo Divino. El Señor, que es el proveedor universal, cuidará a sus devotos. En sus canciones, Purandharadhasa proclamó enfáticamente la fe en el Señor.
Reconozcan los poderes milagrosos de lo Divino ¿Cuántos toman conciencia de las maravillas en la creación de Dios? Hay un polluelo dentro de un huevo. Un árbol inmenso surge de una pequeña semilla. Un ser humano nace de un ser humano.
¿Quién es responsable de todo esto? Sólo la voluntad Divina. Sin reconocer estos poderes milagrosos de lo Divino, las personas dan gran importancia a los logros humanos.
Observen lo que está ocurriendo aquí. ¿Qué es lo que hace que las personas vengan aquí desde Australia, la Argentina y otros países?
¿Qué poder los está atrayendo hacia aquí? Thyagaraja glorificó el poder de Rama en una canción en la que exaltaba cómo el poder Divino de Rama le permitió a Hanuman saltar sobre el océano y cómo indujo a Lakshmana y a Bharata a adorarlo.
El mismo poder magnético Divino está atrayendo a personas de todo el mundo hacia Bhagavan.
Una vez Rama deseó instalar un Lingam de Shiva mientras se dirigía al sur para recuperar a Seetha. Le había pedido a Hanuman que trajera un Lingam desde los Himalayas en un tiempo estipulado para realizar la instalación. Como Hanuman no llegó a tiempo, Rama creó un Lingam y llevó a cabo la ceremonia Prathishta.
Hanuman, quien adoraba a Rama más que a cualquier otra deidad, arrojó el Lingam con indiferencia.
Más tarde, mientras caminaba, Rama golpeó su pie contra una piedra en el suelo. Dio la impresión de que Rama había perdido el equilibrio. Lakshmana le preguntó a Rama qué había ocurrido.
Rama dijo que era una pequeña piedra. Hanuman se adelantó y dijo que quitaría la piedra para que nadie más tropezara con ella.
Rama procuraba internamente poner a prueba a Hanuman y enseñarle una lección.
Exclamó: “¡Hanuman! Tú eres capaz de levantar montañas. ¿Por qué te preocupas por este peque
ño guijarro? Caminaré con más cuidado.
La culpa no la tiene el guijarro”. Sin embargo, Hanuman estaba decidido a sacarlo. Era un rasgo de su naturaleza simiesca. Trató de quitar el guijarro con su mano izquierda. No pudo hacerlo. Más tarde empleó toda su fuerza, pero el guijarro no pudo ser removido.
Sorprendido, le preguntó a Rama: “¡Señor! ¿Cuál es el misterio?”.
Rama observó: “¡Oh! No es nada”. Dio un paso adelante, levantó el guijarro con un dedo del pie y lo arrojó lejos. Ese guijarro era, de hecho, el Lingam que Hanuman había tirado.
Una refulgencia emergió del Lingam y se fundió en Rama. Y una refulgencia que surgió de Rama entró en el Lingam. De este modo, Rama quiso demostrarle a Hanuman que no había diferencias entre Él y Shiva. Le enseñó que tanto Vishnu como Shiva debían ser adorados por igual.
Hoy las personas tienen sus propias preferencias con respecto a las deidades que adoran: Rama, Krishna, Shiva, Sai y demás.
¿Por qué albergar tales diferencias? Dios es uno. Los nombres y las formas difieren de acuerdo con los distintos gustos. Pero lo Divino es uno solo. Cuando desarrollen el sentimiento de la unidad espiritual de todos los seres, se volverán uno con lo Divino.
¡Estudiantes! No consideren a Dios distante de ustedes.
Tampoco alberguen la absurda noción de que si lo adoran, Él aparecerá ante ustedes. Ofrézcanse a Él y en un instante lo experimentarán en su interior. No hay necesidad de ninguna otra penitencia severa.
La Verdad es Dios. La Sabiduría es Dios. Todo es Dios.
Discurso pronunciado el 5-9-1996.
El Jnani dice: “Sarvam Brahma mayam” (Dios lo es Todo); otra persona, un Yogui, dice que todo es Energía; una tercera persona, un Bhaktha, dice que todo es el juego de Bhagavan. Cada uno lo hace de acuerdo con su gusto y de acuerdo con su progreso en el sadhana espiritual. No los culpen ni los ridiculicen, porque todos son peregrinos que avanzan con dificultad por el mismo camino.
—BABA