Discursos dados por Sai Baba
{SB 11} (27 de 54 discursos 1971 a 72)
40. 29/03/72 La armadura más resistente
( Impreso en castellano en Mensajes de Sathya Sai, Tomo 08 cap. 17 ) La armadura más resistente 29 de Marzo de 1972 Auditorio Kamani, Nueva Delhi LA INDIA TIENE HOY en día una gran responsabilidad. Debe preservar en su prístina pureza la cultura que ha heredado del pasado antiguo. Éste es un deber que tiene con el mundo. Esa cultura atesora los más elevados valores humanos y la más valiosa clave para entender el destino humano. La India debe también esparcir estas enseñanzas entre la humanidad para que la causa de la verdad y la armonía y paz universales sea promovida. Y las enseñanzas tienen que ser vividas y practicadas y experimentadas por cada hindú, para que puedan ser escuchadas con fe por aquellos a quienes se dirijan. La mera prédica, sin la prueba palpable de la aplicación práctica, no dará fruto alguno. Por eso, todos deben estudiar los elementos de esta cultura y vivir los ideales que en ella se establecen; ésa es la mejor manera de difundir esta cultura. En otros países existe una cultura mixta, cierta uniformidad de credos y sólo unas pocas religiones de naturaleza afín que reclaman la obediencia de la gente, pero en la India podemos ver la coexistencia e incluso la cooperación de muchas creencias, muchas tradiciones y muchas características culturales. La India es un bello jardín donde coloridos cuadros de flores confieren encanto y fragancia a la vida. Cada ciudadano de la India tiene el privilegio y el placer de resguardar y cuidar este bello jardín de verdad, rectitud, paz y amor. ¿Cómo llegó este país a ser la fuente de este gran mensaje de verdad? Una larga sucesión de héroes y mártires lucharon por dar el ejemplo y sostener el ideal; ellos sufrieron incontables miserias y frecuentemente tuvieron que sacrificarlo todo, incluyendo sus vidas, en su lucha. Pero al final, ganaron; y es ese legado y recuerdo el que deben ustedes apreciar y cuidar. E! rey Harischandra enfrentó voluntariamente una serie de tribulaciones y torturas en su búsqueda decidida de la Verdad. Los Pandavas fueron exiliados durante trece años en el bosque y soportaron extrema penuria y deshonra en su determinación de apegarse a la verdad. Sr¡ Rama fue la encarnación misma de la verdad y la moralidad. Desde tiempos inmemoriales este país ha hecho de la verdad y de la conducta recta los cimientos de su cultura. Toda acción y movimiento material, moral, administrativo y espiritual ha sido probado y evaluado con el criterio de verdad y moralidad. Aquí, ninguna persona merece ser respetada a menos que también sea buena. La verdad y la rectitud constituyen nuestra más efectiva armadura. Otros países confían en bombas atómicas y de hidrógeno; para nosotros, estas dos armaduras son suficientes. Algunos de ustedes conocen, creo yo, la historia de los Pandavas. Dharmaraja (nacido del dharma) era el hermano mayor. Tenía a uno y otro lado a los hermanos Bhima y Arjuna. Al lado de Bhima y Arjuna estaban los otros dos hermanos, Nakula y Sahadeva. Arjuna era la encarnación del intelecto claro y agudo y Bhima era el símbolo de la fuerza física y el heroísmo. La lección que nos brinda esta imagen de los hermanos es: cuando el dharma está apoyado a uno y otro lado por el poderío intelectual y el valor físico, el éxito está asegurado. Sólo que ambos, intelecto y valentía, deben obedecer los dictados del dharma y no los deben desatender o desvalorizar. Entre las naciones de¡ mundo, la India es representada por Dharmaraja con su lealtad y firme fe en la paz y la cooperación para fines nobles. Estados Unidos es Arjuna, listo con sus armas de incalculable poder destructivo. Rusia es Bhima, con su enorme poderío. La fortaleza de la India está en su adherencia al dharma. Todos los demás países, cuya fuerza estriba sólo en su poderío armamentista, podrán alcanzar la victoria hasta que finalmente se rindan al poder de la rectitud. Si salvaguardamos el dharma, el dharma a su vez nos protegerá; el dharma es el escudo de prema. Donde hay amor, habrá paz. Donde hay paz, habrá divinidad. Y donde hay divinidad, habrá bienaventuranza. Éstas son verdades eternas, pero los propios hindúes están perdiendo confianza en ellas y han empezado a ridiculizarlas y se rehúsan a practicarlas. Tales personas están insultando a su propia madre; la madre y la madre patria deben ser igualmente reverenciadas, conforme a las escrituras. Ustedes honran a la madre obedeciéndola y satisfaciendo sus deseos; ustedes honran a la madre patria prestando atención a sus tradiciones ancestrales y elevados ideales que han soportado la prueba del tiempo. Nadie honra a un desertor; él se condena a sí mismo al negar a su país. Por lo tanto, no se involucren con ideologías ajenas, modas o actitudes importadas ni nociones excitantes de comportamiento social. La juventud, hoy en día, está siendo arruinada por esta fascinación por lo falso. Las ideas ajenas no encajan en el modelo de nuestra cultura. El Sanathana Dharma (La Eterna Rectitud) es la cultura que se ha desarrollado en esta tierra y es ¡a más adecuada para mantener la paz y la alegría en las comunidades humanas. No se puede brillar por mucho tiempo con plumaje ajeno; sólo puede proporcionarles un deleite pasajero. Por lo tanto, no distorsionen ni desfiguren nuestra cultura descuidándola o imitando a otras. Decídanse, antes de que sea demasiado tarde, a desarraigar las ideas y costumbres equivocadas y ajenas. Mantengan la creencia de que Dios existe en todo ser viviente. Todo pueblo es su propio pueblo y toda su gente es gente de Dios. Cuando alguien los lastime o los ofenda, mitiguen la ira con el conocimiento de que «tú y él», ambos son uno en Dios. Cuando sus dientes muerden a su lengua, no castigan a los dientes; ambos, lengua y dientes, son suyos y ustedes los aman por igual. En un ambiente de amor siempre habrá paz y armonía. Vean a Dios como amor, amor viviente. En muchas circunstancias, este amor queda oculto por la bruma de la ira, avaricia o lujuria. Desechen estas formaciones y relaciones pasajeras y controlen la influencia maligna de estas pasiones. Sólo entonces podrán sentir y expresar genuino amor. El amor debe ser regulado y dirigido por la inteligencia y el discernimiento; si no, puede incluso causar daño y fracaso. Cuando una persona vio a un pez luchando en la orilla de un río debido a que las aguas habían retrocedido, se condolió del pez y lo llevó a casa envuelto en su pañuelo. Vio que el pez seguía luchando incluso cuando lo acostó en la cama, así que le dio unas cuantas cucharadas de café caliente. ¡El pobre pez no pudo sobrevivir a tal bondad ignorante! Se murió. Si tan sólo lo hubiera tirado de nuevo al río, podría haber vivido felizmente; incluso si lo pusieran en un recipiente repleto de gemas, estaría en situación lastimosa. Así también, la naturaleza innata del hombre es regocijarse en la Divinidad, por lo que si se le mantiene en el mundo y vierten ganancias y comodidad material sobre él, aun así anhelará a Dios, pues sabe que es la fuente de la felicidad. Supongan que todos ustedes que están en este recinto, no saben ni recuerdan de dónde han venido ni adónde habrán de ir al terminarse esta reunión. Habrá una gran confusión y pánico; si no saben quiénes son, de dónde vienen y cuál es su destino, habrá temor, ansiedad, ira y avaricia entre ustedes. ¿Quién es el verdadero residente de este cuerpo? Ustedes son el aspecto positivo que está activando al aspecto negativo, el cuerpo. El aliento repite Soham cada vez que respiran. Significa «Yo soy Él», «Yo soy Dios». ¡Qué profunda y verdadera declaración hace la respiración en todo instante de sus vidas, mientras están despiertos o sueñan o se hallan en sueño profundo, la escuchen o no! Si esta sencilla lección, esta verdad de nuestra verdad, que está resonando vivamente las veinticuatro horas del día, no los alerta o les informa de s Reconozcan el hilo que engarza todas las flores para formar esta guirnalda. Cuando ven las flores, no ven el hilo; sin embargo, es el hilo el que las mantiene juntas. Con la taza de plata que ustedes tienen pueden hacer un plato, un cofre o una estatua. Los nombres y las formas cambian, pero son de plata y continuarán siéndolo. Clamen por Rama o Krishna; ambos vendrán a ustedes y anunciarán «Yo soy Rama, yo soy Krishna». Pero, ¿quién es este «yo» común a Rama y a Krishna? Ese factor común es el Alma, tal como lo han declarado los sabios hindúes. Existen tres aspectos de este concepto del Alma. Lo que ustedes piensan que son es la personalidad corporal; lo que otros piensan que ustedes son es el ser individualizado, y lo que realmente son es el Alma Universal, sin limitación alguna de nombre y forma. Los apegos los hacen perder su libertad. No se pueden mover libremente cuando están impedidos por llevar cargas. «Menos equipaje, mayor comodidad» es un buen lema para el viaje de la vida. Reduzcan los deseos, aflojen las ataduras: así ganarán libertad. La finalidad de la educación es el carácter; la finalidad de la cultura es la perfección; la finalidad del conocimiento es el amor, la finalidad de la sabiduría es la libertad. La confianza en el propio ser es a su vez el fundamento de la fe en Dios. Las personas que no saben quiénes son y las que no tienen confianza en su propia fortaleza y poder aseveran que Dios no existe. Pero, ¿cómo pueden ellas declarar que no existe el Dios en quien ustedes creen y quien existe para ustedes? Ellas tienen la libertad de aseverar que Dios no existe para ellas; pero esa aseveración no puede hacer inexistente a Dios. Hay una historia sobre un pandit hindi de Benares. Él acostumbraba orar durante cinco minutos todas las mañanas y cinco minutos todas las tardes, dedicando así diez minutos al día a la meditación en Dios. Sus colegas se mofaban de él por desperdiciar diez preciosos minutos diarios en ese ridículo hábito. Él les contestó: «Señores, si realmente Dios no existe, estoy de acuerdo en que estoy desperd¡ciando diez minutos de mi tiempo cada día; pero si Dios existe, consideren que ustedes están desperdiciando veinticuatro horas cada día al no reconocerlo ni orarle. Yo siento estar empleando estos diez minutos en algo en lo que tengo plena fe. De ello estoy obteniendo una gran alegría». No traten de encontrar faltas en los demás; más bien busquen las suyas propias. Les doy la directriz de que implanten tres ideas en sus corazones: 1. No se olviden de Dios; 2. No depositen su fe en el mundo que ven a su alrededor; está cambiando a cada segundo y no perdura; 3. No tengan miedo; ustedes son el Alma imperecedera, libre de todo temor. Quiero también que guarden dos ideas en sus’corazones: 1. Olvidar el daño que alguien les haya hecho, y 2. Olvidar el bien que ustedes le hayan hecho a otros. Sobre todo, desarrollen amor. Amen a todas las religiones y a todas las naciones. Reconozcan y acepten a todas las religiones como caminos que llevan a los hombres al mismo destino; todas enseñan amor y compasión, humildad y paciencia. Los bendigo a todos y les pido que promuevan amor, simpatía y compasión hacia todos los seres; Dios está presente en cada uno de ellos, y es deber de ustedes reverenciar a Dios en cada uno. Auditorio Kamani, Nueva Delhi 29 III 72 |