Discursos dados por Sai Baba
{SB 14} (47 de 60 discursos 1978 a 80)
40. 21/11/79 La tarea más sagrada
( Impreso en castellano en Mensajes de Sathya Sai, Tomo 10 cap. 48 )
La tarea más sagrada
21 de Noviembre de 1979
UNO PUEDE SER UN renombrado sabio y experto conocedor de los niveles más profundos del saber religioso, o un monarca que se deleita en el palaciego lujo, o un héroe de muchas batallas, o una miserable víctima de la pobreza, pero si uno no tiene devoción hacia el Señor, no es merecedor de homenaje, honor o atención.
El cuerpo físico, los sentidos, la mente, el intelecto, deben ser considerados como las ropas que usamos. Se nos aconseja que controlemos nuestros sentidos pero esto sólo se puede hacer cuando se analiza y se conoce su naturaleza verdadera. Cuando eso no es posible, se presentan varios obstáculos.
Al cuerpo se le conoce como «aquello que es consumido por el fuego». Cuando la vida se va, se le quema en la pira, y cuando la vida persiste también es consumido por las llamas del deseo; se quema en la pira de la ansiedad y el temor, aún estando vivo. Existe otra palabra, sarira, que significa «aquello que se consume», que también quiere decir cuerpo. Mientras vive, sufre por las necesidades y deseos que le roban la paz. Cuando está muerto se vuelve polvo. Comenzando su vida como una bola de carne, pronto aparece como un bebé tierno y encantador y como un inquieto niño; se transforma en un joven fuerte y atractivo y después es reducido a la vejez. Por eso se le llama sarira, y el hombre que vive en él es conocido como sariri.
El cuerpo es una casa arrendada por el hombre. Sabemos cómo el propietario persigue al inquilino para obligarlo a desocupar la casa cuando no ha pagado la renta; o cuando los pagos se atrasan, o cuando el inquilino no cuida bien de la casa y la daña por negligencia o capricho. Por lo tanto, es nuestro deber mantener el cuerpo en buen estado y evitar la ira del propietario. Éste sabrá apreciar a un inquilino considerado, cortés y cooperador. El inquilino se puede ganar el amor y el respeto del propietario mediante la bondad.
El cuerpo humano ha sido obtenido como recompensa por muchas vidas de actividad meritoria. Es apreciado como un bote que nos puede ayudar a cruzar el océano del cambio (samsara), así que tiene que ser atendido con agradecida reverencia. El Bhagavad Gita llama al cuerpo kshetra», que significa campo. Uno puede sembrar santidad y recoger la cosecha, o sembrar pecado y sufrir. Elijan el cultivo que necesitan antes de echar las semillas. Kshetra también significa «toda la tierra». Otro importante significado de la palabra es «un lugar sagrado». Decimos «Kasi kshetra», «Prayaga kshetra», etcétera, para indicar que esos lugares son sagrados. El cuerpo es también un kshetra, ya que es un templo donde Dios reside y donde es adorado con pensamientos, palabras y acciones. El templo debe ser purificado y permanecer saludable y puro. La pureza debe ser preservada y promovida no mediante múltiples baños o evitando contacto con otros señalados como intocables. Ustedes no pueden ser puros mediante la observancia del tabú superficial «no toques». El cuerpo puede estar limpio si es lavado con agua, el hablar puede ser limpio si está saturado de verdad, la vida puede ser purificada si es santificada por la austeridad, al intelecto se le pueden quitar las manchas a través de la sabiduría. Sobre todo, en ustedes debe existir la convicción de que no son el cuerpo, que sólo son un residente del cuerpo. Si se identifican con el cuerpo que llevan consigo, están invitando a que el dolor y el sufrimiento los abrumen en vez de llamar a la alegría y la paz que están esperando para bendecirlos.
Ahora veamos los sentidos. Se les conoce como mathras, que significa «medida», porque cada sentido tiene la capacidad de conocer cierta «medida» de experiencia. Un plato de dal debe tener un poco de sal para hacerlo sabroso, la lengua lo prueba y emite su juicio sobre si la cantidad de sal es demasiada, o muy poca o si está en lo justo. «Esta cara es bonita pero la nariz está un poco desviada», señala el ojo; «Esta canción es dulce, pero esa otra es horrible», declaró el oído. Mathra también significa límite. Cada órgano de los sentidos tiene que ser usado con la conciencia de sus límites. Más allá del límite se vuelve un abuso, un sacrilegio de un instrumento otorgado por Dios. Por ejemplo, legítimamente la nariz debe ser usada para respirar y para el disfrute de la fragancia, pero muchos la impregnan de rapé y degradan su verdadero propósito. La lengua es contaminada al ser usada para comer alimentos rajásicos y tamásicos y para tragar intoxicantes que degradan al hombre. Así, todos los órganos de los sentidos son arruinados por el hombre a través del uso inadecuado o ilegítimo. Las consecuencias que originan en el hombre son la angustia mental y la enfermedad física.
El cuerpo es un compuesto inerte de materia, pero crece, se debilita y decae, todo a causa de una conciencia que opera adentro. De otra manera, un cúmulo inerte de materia sufre cambio solamente mediante la adición o disminución a través de agentes externos.
Después, la mente. «La mente es aquello que recuerda y reflexiona.» Esta actividad mental da como resultado la formulación de resoluciones o su disolución. La mente tiene como base la afirmación y la negación. No existe separada de éstos. Siempre está involucrada con ellos, hasta que el sueño detiene toda su actividad. Algunas veces, cuando la determinación detrás de la resolución se vuelve demasiado fuerte, la mente sobrepasa sus límites y el hombre enloquece.
Para calmar la mente y mantenerla en equilibrio, se prescribe la meditación como disciplina. La meditación es el proceso por el cual se regulan los aspectos positivos o negativos de la mente para hacer que desaparezcan. El hombre disfruta de ilimitada bienaventuranza cuando alcanza la etapa de total unión con Dios. Al hombre se le ofrece una prueba de esto durante el sueño profundo, cuando no hay ningún deseo o necesidad, ninguna afirmación o negación que lo pueda alterar. Cuánto más satisfactoria es la bienaventuranza cuando logramos la etapa del conocimiento de Dios a través de la meditación. La bienaventuranza que entonces nos llena es caracterizada como «más allá del alcance de la imaginación», sin ningún indicio de los tres tipos de atributos. Ustedes, que como maestros se han dedicado a guiar a los niños hacia la luz, deben practicar la disciplina de la meditación por lo menos una vez al día, para ganarse esta bienaventuranza y esta ecuanimidad. Solamente los que se han ganado el regalo de bienaventuranza pueden otorgar bienaventuranza a los demás. ¿Cómo puede un mendigo mantener a otro mendigo? Ningún pordiosero puede enriquecer a otro pordiosero. Una persona rica en bienaventuranza la puede compartir con los que la rodean. Por lo tanto, su deber como maestros primeramente es ganar, y en segundo lugar, ofrecer bienaventuranza. Una vida de sadhana (disciplina espiritual) es imprescindible para todo maestro.
Hay tres grupos de sadhanas que ustedes pueden emprender: personal, social y universal. Una sola flor no puede constituir una guirnalda ni un solo árbol puede ser un bosque ni tampoco un solo individuo, una sociedad. El éxito espiritual del individuo, su naturaleza caritativa y sus virtudes, cuando se unen con los de muchos otros, se vuelven la riqueza de la sociedad, la propiedad común de todos. Cada uno tiene que venerar y servir a todos. La Divinidad en cada uno se aúna para formar el concepto de la Divinidad infinita.
El gurú no debe dar cabida a la vanidad en su corazón. Como maestro indispensable de niños inocentes, analfabetos y medio ciegos, el gurú no debe desempeñar una posición de autoridad. El egoísmo es el trono del que la autoridad orgullosamente se apropia. Sean humildes ante los niños y renuncien al poder autoritario. Éste es el sadhana para ustedes. Veneren el papel de gurú como una bendición de Dios. Sólo esta actitud puede asegurar el éxito de la jornada para el individu
o, la sociedad y el mundo.
Estén conscientes de la transitoriedad y la interrelación del cuerpo, los sentidos y la mente. Y, ¿qué hay del intelecto? Es la fuente de la capacidad de tomar decisiones. En el lenguaje vedántico se le conoce como antahkarana. Reduce la confusión, calma el conflicto y aclara la duda. Cuando decimos «mi voz interna ha resuelto esto», nos estamos refiriendo al intelecto. También se refieren al intelecto como el Ser interno, el Antaratma. En el plano más bajo de la existencia está el cuerpo, la envoltura física. En un plano más elevado está el complejo de los sentidos, los cinco de percepción y los cinco de acción. La mente está en un plano más alto. El intelecto es todavía más elevado y por eso está más cerca del centro, del Alma.
Cuando se busca un chofer, el propietario del vehículo selecciona a una persona experta en el arte de manejar, un hombre de carácter y que lo obedezca. En todo aspecto debe ser un empleado bueno y útil. Cuando se tiene tanto cuidado para escoger un conductor para el vehículo cuánto más virtuoso y hábil debería ser el intelecto, el conductor del vehículo cuyo propietario es el Alma. El intelecto no tiene ningún derecho a llevar a nadie a dar un paseo sin el conocimiento y el permiso del dueño.
El intelecto debe someter a escrutinio todos los deseos de la mente. Sólo cuando está iluminado por el esplendor del Alma puede el intelecto señalar a los sentidos, a través de la mente, el curso de acción. Las calamidades suceden sólo cuando el intelecto no está alerta o cuando es burlado por la mente. Dejen que el intelecto se tome todo el tiempo que necesite para analizar los pros y los contras. Las prisas causan desperdicio, el desperdicio ocasiona preocupación; así que nunca se apresuren.
La prisa ocasiona confusiones y errores garrafales que causan desilusión e ira. La ira tiene que ser vencida guiando la mente hacia la paz y la ecuanimidad. ¡Shanti! ¡Shanti! ¡Shanti!; ese mantra calmará las olas de la ira.
El hombre no puede tener ningún temor cuando niega el cuerpo objetivo, declarando: «No soy el cuerpo, los sentidos, la mente o el intelecto». No hay ningún provecho si un hombre huye al bosque paraevadir el apego a lo no real. La renunciación puede ser cultivada sin estas medidas extremas. Las dudas también perseguirán a la persona hasta que capta la verdad. ¡Cuando la duda entra por la puerta delantera, la fe sale por la puerta de atrás! La duda llega a la gente como un ataque al corazón; de repente la agobia. El Gita dice: «El que duda es destruido». Así que los maestros deben cumplir con su función con fe total. Los ideales de! movimiento Bal Vikas (Educación Espiritual) son los más elevados. La tarea de cumplir con ellos es la más sagrada de las tareas. Saber esto y todavía no dar lo mejor de uno mismo es, en verdad, traición a uno mismo. Las palabras solas no pueden ir muy lejos. El hombre se inquieta con la luna que está a cientos de miles de kilómetros de distancia, pero no se preocupa por su vecino más cercano. No inculquen en los niños ideas grandiosas y pensamientos colosales; enséñenles ideas pequeñas y prácticas y formas sencillas de comportamiento a través de su propio ejemplo y de una amorosa exposición.
Solamente el maestro de maestros puede dirigir a los gurús Bal Vikas. Es decir, aquél que ha dominado los métodos, los problemas, el significado y los secretos de la educación. Debe ser capaz de persuadir y corregir a los gurús. Es posible que los presidentes estatales no tengan todas estas habilidades y que sus cualidades sobresalgan en otros aspectos de la Organización. Por ello sugiero que los presidentes estatales no tengan ninguna relación con los Bal Vikas. Su labor es supervisar, organizar y guiar a los grupos de bhajans, los centros, las unidades de servicio y otras actividades. Los gurús Bal Vikas se beneficiarán más por medio de la dirección central de la Organización. Las mujeres a cargo de los Bal Vikas se entusiasman y desalientan con facilidad; por lo tanto, es mejor que no manifiesten sus problemas inmediatamente al presidente estatal; al momento de hablar con la autoridad central, la emoción ya se habrá apaciguado. A ellas se les puede dirigir más firmemente desde el centro y seguirán las directrices con más gusto si éstas emanan del mismo. Así que de ahora en adelante tienen que escribir al «Coordinador, Bal Vikas Gurús, Prashanti Nilayam», para recibir consejo, dirección y correcciones y además enviar una copia de la carta a Indulal Shah, Secretario, Consejo Mundial. Yo personalmente revisaré todas esas cartas.
Naturalmente que nuestros gurús de los Bal Vikas no deben recrearse en los celos o encontrar fallas en otros. Pueden dedicarse a la tarea de enseñar sólo después de que se han liberado de todo rasgo de maldad. Si los gurús hablan mal de otros gurús y promueven el desacuerdo y la división, los niños jamás mejorarán. Así que decidan desde ahora adherirse al sendero recto.
Si dos gurús riñen o se enemistan, ambos serán expulsados. No es necesaria investigación alguna, condenamos a los dos por haberse involucrado. Un insecto dañino puede destruir una cosecha entera. Como no hemos sido muy estrictos todos estos años, encontramos que el número de estudiantes Bal Vikas es muy bajo en comparación con un número tan grañde de gurús. Cada gurú debe preparar a por lo menos cien estudiantes en un año; sólo entonces podemos tener por lo menos cien mil estudiantes o más obteniendo ese beneficio. En nuestro país hay 90.026.000 niños de ambos sexos que tienen menos de diez años. Los que tienen menos de dieciséis años son más de 220.600.000. Al ritmo que estamos instruyendo a los niños, ¿cuándo podremos enseñar a esos millones? La actual velocidad de tortuga no será de gran ayuda.
Las aspiraciones y ambiciones de la juventud están siendo avivadas a gran velocidad y ustedes tienen que canalizarlas a la misma velocidad. Sólo entonces se puede conseguir un balance. Las lluvias caen abundantemente, el agua se filtra y se almacena bajo tierra, pero el hombre bombea el agua subterránea más rápidamente y en mayor cantidad que la que es recogida bajo tierra, por eso sobrevienen las sequías. Por lo tanto, vayan rápido, pero sean firmes y seguros en su trabajo.
Otro punto: ustedes tienen que enseñar la validez similar de todos los credos. Enseñen a los niños, por medio de citas de la Biblia, los ideales de la cristiandad, los textos sagrados del zoroastrismo, el budismo, el islamismo, para que conozcan los principios proclamados por esos credos. También cuéntenles las historias contenidas en las escrituras de todas las religiones. No menosprecien ninguna religión ni engrandezcan a una sola. Hubo una sugerencia que pedía que se enseñara a los niños el Gita completo. Eso no es correcto. Naturalmente que si ellos desean hacerlo con su ardor y entusiasmo, no los obstaculicen, pero lo que debemos alentar ante ellos con un estilo dulce y sencillo, es la enseñanza de todos los credos. La «religión Sai» es la mezcla armoniosa que se obtiene, por medio del amor, de todas las religiones. Aunque algunos seguidores de otros credos sienten que la religión Sai es contraria a la suya, nosotros no debemos albergar sentimientos similares. La nuestra es la totalidad, la suma. Así que no debemos imitar o restringir nuestra visión.
Lleven a sus niños por el camino alegre de la verdad. Hagan que sus caras siempre derramen sonrisas, que nacen de la felicidad que obtienen al ver las caras felices de los niños. No caigan en las trampas de la ira, los celos y el orgullo. Ustedes las pueden evitar a través de la atención firme y sincera que presten a la tarea que han emprendido. Que los niños a quienes ustedes sirvan se vuelvan héroes en el restablecimiento de la antigua gloria de la madre patria.
Conferencia Nacional de Gurús Sal Vikas
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