Discursos dados por Sai Baba
{SB 24} (30 discursos 1991)
26. 05/11/91 Enciendan la lámpara en su interior
( Impreso en castellano en Mensajes de Sathya Sai, Tomo 24 cap. 26 )
Enciendan la lámpara en su interior
5 de Noviembre de 1991
La paz ha desaparecido.
La verdad se ha vuelto rara.
Las armas constituyen una amenaza.
El egoísmo es la raíz de todas estas calamidades.
Ésta es la palabra de la Verdad, la palabra de Sai.
Sathya, Dharma, Ahimsa, Prema y Shanti son los cinco aires vitales del hombre en este mundo.
El amor es el primero de estos cinco.
Instalen al amor en sus corazones.
¡Encarnaciones del Amor Divino! La cultura bharatiya es vasta e insuperable. Cada festividad bharatiya está saturada de un profundo significado espiritual. Estas festividades no se originaron para proporcionar ocasiones para la diversión, el deleite y la ostentación. Cuando las examinan desde el punto de vista espiritual o científico, descubrirán que están llenas de significados sagrados.
Para el bharatiya, cada objeto es digno de adoración. Todos los objetos, ya sean visibles para el ojo, audibles para el oído, surgidos de la mente o inspiradores para el corazón, están preñados de la Verdad del Espíritu. Cada objeto, desde una piedra hasta un diamante precioso, desde una brizna de hierba hasta el celestial árbol Parijata, desde una hormiga hasta un elefante, desde un pecador hasta un santo, ha transmitido al bharatiya la verdad de lo Divino.
El concepto bharatiya de la justicia social es único Los grandes Mahavakyas (profundos aforismos) como “Sarvam khalu idam Brahma” (Verdaderamente, todo aquí es Divino), “Sarvam Vishnumayam Jagat” (El cosmos entero está saturado por lo Divino), “Isavasyam idam sarvam” (En todo esto habita el Señor) se basaron en este concepto y lo proclamaron al mundo. El concepto bharatiya de justicia social no tiene paralelo en ningún otro país del mundo. Los ignorantes, al no ser conscientes de estas profundas verdades, tienden a denigrar a los bharatiyas. Se refieren burlonamente a los bharatiyas como adoradores de piedras y árboles, de bosques y montañas.
A los bharatiyas los anima el magnífico concepto de que el amor no está limitado a los seres vivientes sino que está presente en cada objeto, animado o inanimado. Es natural que los seres humanos vean los muchos en el Uno. Sin embargo, la cultura bharatiya comprende el divino concepto de la unidad en la diversidad.
Cada festividad tiene el propósito de despertar en el hombre la conciencia de su divinidad inherente. Las escrituras bharatiyas instan a los hombres a viva voz: “Despierten, levántense y no se detengan hasta no haber llegado a la meta”. Exhortan al hombre a librarse de su ignorancia, tomar conciencia de su divinidad primordial y procurar alcanzar la realización de esa conciencia.
Dipavali hace entrar la luz de la prosperidad El mismo nombre de la festividad de hoy –Dipavali– muestra que la refulgencia divina se manifiesta en ella. Dipavali significa “conjunto de luces”. Tamasoma jyotirgamaya” (Condúceme de la oscuridad a la luz) es una plegaria Upanishádica. Esto significa que donde hay oscuridad la luz es necesaria. ¿Qué es esta oscuridad? El pesar es una forma de oscuridad. La ausencia de paz es otra. La pérdida es otra. La decepción es una forma de oscuridad. La infelicidad es otra. La falta de entusiasmo es otra. Todas éstas son diferentes formas de oscuridad. Para librarse de la oscuridad del pesar, tienen que encender la lámpara de la felicidad. Para disipar la oscuridad de la enfermedad, tienen que instalar la luz de la salud. Para superar la oscuridad de las pérdidas y los fracasos, tienen que dejar entrar la luz de la prosperidad.
Estas condiciones aparentemente opuestas no están totalmente separadas unas de otras. Están interrelacionadas. Ustedes ven en el mundo la presencia del calor y el frío. Ellos parecen ser opuestos. Sin embargo, de acuerdo a la situación prevaleciente, ambos son útiles para el hombre. Durante el clima frío, le damos la bienvenida al calor. En el verano, la frescura es deseada. Por lo tanto, queda claro que tanto el calor como el frío son ayudas para el hombre y no algo dañino. Del mismo modo, la dicha y el pesar, la pérdida y la ganancia son útiles para el hombre y no algo hostil. Si no hay pesar, uno no puede conocer el valor de la felicidad. Si no hay oscuridad, el valor de la luz no puede ser apreciado.
Por lo tanto, para tomar conciencia de la grandeza de la luz, la oscuridad es necesaria. Se dice apropiadamente: “El placer es un intervalo entre dos dolores”. La verdad acerca del pesar y la dicha será comprendida cuando se los considere iguales desde el punto de vista espiritual.
Desde el punto de vista práctico y mundano, las festividades poseen un aspecto. Desde el punto de vista espiritual, tienen un significado diferente. No obstante, hay un significado común a ambos. Sólo los ignorantes les darán significados diversos y pasarán por alto el significado esencial.
El origen de Dipavali desde el punto de vista científico Al considerar la festividad de Dipavali desde el punto de vista científico, se debe advertir que en el pasado distante, nuestros antepasados vivieron en la región ártica (la región polar).
En esta región, la oscuridad prevalece durante seis meses. El sol aparece el día de Mesha Sankranti (cuando el sol entra en el signo zodiacal de Aries) y se pone el día de Tula Sankranti (cuando el sol entra en Libra). En el movimiento entre estos dos signos, hay un intervalo de seis meses. Después de que el sol se pone en Libra, comienza la mitad oscura del año.
Hoy es Chaturdasi (el decimocuarto día) del mes de Kartik.
Es Amavasya (día de luna nueva). El mes se llama Kaumudi. La gente de la región polar solía comenzar a encender sus lámparas a partir de este día. El encendido de la lámpara tiene otros significados. Como estarían en la oscuridad durante un largo período, ellos describían la lámpara que se encendía como Nityajyoti (la luz perenne).
Diferentes hechos que originaron la celebración Hace cinco mil años había ciertos planetas girando alrededor de la Tierra. Algunos de estos planetas desaparecen de tiempo en tiempo. Había un planeta llamado Naraka que solía girar alrededor de la Tierra. En el curso de sus órbitas, a veces la luna y el planeta Naraka solían acercarse. En cierto momento, el planeta Naraka pareció estar acercándose más a la Tierra. Los habitantes de se llenaron de temor debido a la catástrofe que se aproximaba. Le oraron al Señor para que evitara el desastre inminente y los salvara.
En ese momento, Sri Krishna usó Su Prajña (extraordinario conocimiento) para destruir a ese planeta. Este extraordinario conocimiento de Krishna se denominó Sathya. Es decir, Krishna destruyó al planeta Naraka en asociación con Sathya. Los habitantes del mundo comenzaron a celebrar ese día encendiendo lámparas y adorando al Señor, que los había salvado. El día del triunfo del Señor fue celebrado como una ocasión festiva.
La coronación de Sri Rama tuvo lugar el día de Dipavali, después de su victorioso regreso a Ayodhya desde Lanka, donde había vencido a Ravana y a su progenie de Rakshasas. Por un largo período, durante el exilio de Rama en la selva, Ayodhya había estado sumida en la oscuridad. En ausencia del refulgente Rama, Ayodhya era una ciudad donde reinaba la oscuridad.
Las selvas estaban llenas de luz. El regreso de Rama fue aclamado por la gente de Ayodhya como el regreso de la refulgencia divina y por eso celebraron el acontecimiento encendiendo lámparas en todas partes.
Eso no es todo. La festividad de hoy posee otras características significativas. Éste fue el día en que el Señor, en Su encarnación como Vamana, envió al emperador Bali al Mundo Inferior después de haber obtenido la promesa de Bali de entregarle tres pies de tierra (medidos con el pie del Señor). Vamana (como la encarnación de Vishnu) usó el regalo de tres pies de tierra para hacer disminuir el
Ahamkara (egoísmo) de Bali. Bali es descrito como Chakravarti (el soberano).
Dipavali significa la supresión del ego En cada ser humano hay un soberano que preside sobre todas sus cualidades. Ese soberano es el Ego. Este Ego soberano –Ahamkara Chakravarti– suprime todas las buenas cualidades del hombre. Ahamkara posee otro significado. Es la misma forma de Aham, el “Yo”. El egoísta es aquel que identifica al cuerpo con su Ser. Sin embargo, ustedes no son el cuerpo. El cuerpo es sólo un instrumento. Es un conjunto de sustancias materiales. ¿Cómo puede este cuerpo inerte ser igualado con el Ser? La asociación de la conciencia con el cuerpo es la que permite llevar a cabo diversas actividades.
Dipavali es una festividad concebida para celebrar la supresión del Ego por parte del Ser Superior. El hombre está sumido en la oscuridad de la ignorancia y ha perdido el poder de discernir entre lo permanente y lo evanescente. Cuando la oscuridad de la ignorancia causada por Ahamkara (el sentimiento del ego) es disipada mediante la luz del Conocimiento Divino, se experimenta la refulgencia de lo Divino. Dipavali es también el día en que el emperador Vikramaditya ascendió al trono.
Por todas estas razones, la festividad de Dipavali ha sido observada por los bharatiyas, jóvenes y ancianos, como un día de gran regocijo.
Sin embargo, las luces encendidas el día de Dipavali sólo eliminan la oscuridad externa y no la oscuridad dentro del hombre.
Aunque el sol brille con intensidad, su luz no puede disipar la oscuridad interna. Para este propósito, tienen que aprender una lección de la luz externa. Por ejemplo, si quieren encender una lámpara, necesitan un recipiente. Tienen que llenarlo con aceite y colocar una mecha en él. Necesitan una caja de fósforos para encender la mecha. Sólo cuando tienen los cuatro elementos pueden encender la lámpara. La lámpara no puede ser encendida si falta alguno de ellos. Esta lámpara disipa la oscuridad externa.
A medida que se quema la mecha, el aceite se consume.
Cuando el aceite se acaba, la llama se apaga. El santo Ramadas comparó la vida humana con una lámpara encendida y declaró en una de sus canciones que cuando el aceite de la vida se consume, ni la mecha ni la luz seguirán al que parte.
El hombre tiene que disipar la oscuridad de la ignorancia Si la oscuridad de la ignorancia ha de ser disipada, el hombre necesita un recipiente, aceite, una mecha y una caja de fósforos correspondientes a lo que una lámpara externa precisa.
Para el hombre, el corazón es el recipiente. La mente es la mecha.
El amor es el aceite y vairagya (el sacrificio) es la caja de fósforos. Cuando tienen estas tres cosas, Atma-jyoti (la Llama Divina) brilla con refulgencia. Cuando la luz del Espíritu está encendida, la Luz del Conocimiento aparece y disipa la oscuridad de la ignorancia.
La llama de una lámpara posee dos cualidades. Una es disipar la oscuridad. La otra es un movimiento ascendente continuo.
Aun si se mantiene una lámpara en un pozo, la llama se mueve hacia arriba. Por lo tanto, los sabios han adorado a la lámpara de la sabiduría como la llama que conduce a los hombres a estados más elevados. Por eso, la refulgencia de la luz no debería ser tratada como un fenómeno trivial. Además de encender las lámparas externas, los hombres deberían esforzarse por encender las lámparas en su interior. La condición humana debe estar gobernada por cualidades sagradas. Esto requiere de la triple pureza de cuerpo, mente y habla, Trikarana Suddhi (pureza de los tres instrumentos).
Donde hay culpa, hay temor El primer requisito es la pureza de corazón. Esto debe ser acompañado por pureza del habla. Además, las acciones deben estar en armonía con la pureza de corazón y del habla. Donde se encuentre esta triple pureza, no habrá temor. El hombre que practica esta triple pureza no necesita otro protector. Donde hay culpa, hay temor. Donde el temor prevalece, se busca la seguridad.
Hay muchas personas en el mundo que buscan seguridad.
¿Para qué? Porque están llenas de temor. El temor surge de un sentido de culpa. El hombre inocente no necesita temer y por eso no tiene necesidad de protección.
Hoy, el hombre es perseguido por el temor todo el tiempo porque muchas de sus acciones le hacen sentir culpa. Tendrá que librarse de ellas. Entonces no sentirá temor. Además, debe asegurarse de no cometer las mismas faltas nuevamente. Sólo la eterna Luz Divina de la espiritualidad puede redimir al hombre de una vida de ansiedad, miseria, frustración y deseos insaciables.
La luz espiritual será para él un faro divino. Para todos los que se hallan atrapados en las redes de la vida mundana, esta luz divina es esencial. Es como una brújula que les muestra el curso que deben tomar. Ninguno de los placeres, las posiciones y las riquezas del mundo les conferirán verdadera paz y seguridad. Sólo la fe en el Ser puede proporcionarles esto. Hoy, el hombre tiene fe en todo excepto en el Espíritu. Hoy, Bharat se halla agobiada por tantos problemas porque ha perdido su fe en el Espíritu He aquí una ilustración de cómo puede ser vista esta falta de fe. El día de hoy recibe el nombre de domingo. ¿Quién determinó este nombre? ¿Él anunció su nombre cuando amaneció? No. Ustedes obtienen el nombre mirando el calendario. También notan que es el quinto día del mes. ¿Quién confeccionó el calendario?
Alguien versado en astronomía y astrología. Ustedes tienen plena fe en los cálculos del astrólogo. ¿De dónde obtuvo él su conocimiento de astrología? Todo este conocimiento provino del Manu Dharma Sastra (el Código de Manu). En la actualidad, las personas no tienen fe en el Código de Manu pero depositan su fe en algo derivado de su escritura. La fuente es olvidada, pero lo que ha venido mientras tanto es valorado. Éste es el estado de las cosas hoy en día.
El abuso de los Purushartas Hay cuatro Purushartas (objetivos de la vida humana): Dharma (Rectitud), Arta (bienestar material), Kama (deseo) y Moksha (Liberación). Pasando por alto el primer objetivo y el último, los hombres están inmersos en la búsqueda de los dos objetivos del medio. La paradoja de la existencia humana actual es que la vida carece de cabeza o pies y sólo tiene el tronco en el medio. ¿Qué sentido puede tener semejante vida?
Esto muestra que el hombre no está tomando conciencia de lo más importante en la vida. Todas las escrituras han declarado:
“Tat Tvam Asi” (Eso eres tú), “Aham Brahmasmi” (Yo soy Brahmán), “Prajñanam Brahma” (La Conciencia es lo Supremo).
Aunque estas profundas verdades han sido proclamadas por los Vedas, las personas no están confiando en ellas. A pesar de que las personas hablan de la confianza en sí mismas, realmente no tienen confianza en el Ser (el Espíritu). Es esencial que cada ser humano posea Atma-visvasam (confianza en el Ser). La confianza en el Ser es el cimiento de la mansión de la Vida, la satisfacción del Ser son las paredes, el sacrificio del Ser es el techo y la realización del Ser es la morada. El Ser (Espíritu) es la base de todo. Sin confianza en el Ser, la vida carece completamente de sentido. La vida es infinitamente preciosa.
No debe ser malgastada meramente en comer y dormir.
Debe ser vivida para realizar lo Supremo. El hombre está dotado de un cuerpo para realizar lo Divino. Debe llevar una vida ideal. La vida es un desafío, enfréntenlo. La vida es un sueño, realícenlo. La vida es un juego, juéguenlo.
Conciencia significa comprensión total. Todas las demás formas de conocimiento son sólo parciales e incompletas. La conciencia requiere de una total comprensión de la naturaleza del cosmos. Esto se denomina Chit. ¿Quién puede reconocer a Chit?
Sólo Sat puede reconocer a Chit. Sat significa aquello que es permanente, el Ser, que es eterno e inmutable. Cuando se comprende a Sat, puede comprenderse a Chit correctamente. La forma unificada de Sat y Chit es Ananda (la Bienaventuranza).
La diferencia entre Santosha y Ananda Hoy las personas buscan Ananda (Bienaventuranza). ¿Pero qué clase de “Bienaventuranza” quieren? ¿Bienaventuranza momentánea o perdurable? ¿Puede la “bienaventuranza” momentánea ser igualada con Ananda? Bienaventuranza es el estado de dicha perdurable e inmutable. La dicha que se experimenta de momento a momento sólo puede ser llamada Santosham: felicidad temporaria. Se la debe considerar “some-tosham” (algo de dicha)(1). Buscar eso es dosham (un error). Deleitándose con lo transitorio y lo momentáneo, los hombres se pierden a sí mismos.
Ananda es bienaventuranza. Santosham es placer. Hay un gran abismo entre “Bienaventuranza” y “placer”. Este último es temporal. Cuando uno tiene hambre, come algunos chapatis y se siente satisfecho y feliz. Pero el hambre aparece nuevamente después de unas pocas horas. Por lo tanto, esta felicidad viene y va, al igual que el nacimiento y la muerte. Ésta no es la clase de felicidad que el hombre debe buscar. Él debe aspirar a Ananda, que es eterna. Ananda ha sido descrita de muchas formas como Nityananda (dicha perenne), Paramananda (bienaventuranza suprema), Brahmananda (bienaventuranza divina) y demás. En todos estos estados, lo que está siempre presente es Sat-Chit-Ananda (Ser-Conciencia-Bienaventuranza).
¿Son Sat, Chit y Ananda entidades separadas? No. Son una.
Ser es Conciencia y Conciencia es Bienaventuranza. El mismo estado (de bienaventuranza) indica los tres atributos. Por ejemplo, si consideran el ejemplo de Agni (el fuego), éste posee tres cualidades: rojez, luz y calor. Estas tres no están separadas unas de otras. Son cualidades combinadas del fuego. Del mismo modo, en el estado de Atmananda (bienaventuranza espiritual), están presentes las tres: Sat, Chit y Ananda. Son tres en una.
La manifestación de la Divinidad En el hombre, están presentes los tres gunas: Satva, Rajas y Tamas. Las tres cualidades manifiestan su naturaleza en diferentes situaciones. Cuando hay una manifestación de lo que es permanente, predomina la cualidad sátvica. Cuando la plenitud de uno se manifiesta, predomina Chit. Cuando estos dos estados se juntan, la Divinidad se manifiesta en la forma de Bienaventuranza.
Sat puede compararse con el azúcar, cuya cualidad es la dulzura. El agua es una sustancia insípida. Sin embargo, cuando se disuelve azúcar en el agua, no hay ni azúcar ni agua sino almíbar. Del mismo modo, cuando Sat y Chit se combinan, hay Ananda, que no es ni puro Sat ni Chit.
Por lo tanto, el hombre debe considerarse la encarnación de la bienaventuranza. Él busca permanentemente la bienaventuranza en un contexto u otro: en aprobar un examen con distinción, luego obtener un buen empleo, casarse, tener un hijo, y demás. Después de conseguir todo esto, se topa con una dificultad u otra. La vida se vuelve una perpetua búsqueda de felicidad, la cual lo elude en todo momento.
La meta del hombre es una, pero las sendas son muchas El hombre experimentará felicidad real sólo cuando haya reconocido su verdadera naturaleza. Mientras se identifique con una forma física y un nombre en particular, la felicidad lo eludirá. El hombre se refiere constantemente a “mi cuerpo”, “mi mente”, etcétera, pero no indaga acerca de la naturaleza del “Yo” que afirma ser el dueño. Los hombres tienen que aprender a hacerse estas preguntas y a buscar las respuestas para ellas. No deben imaginar que hay una sola respuesta para una pregunta. Puede haber distintas respuestas. Los maestros, al evaluar las respuestas en los exámenes, deben tener en cuenta la posibilidad de diferentes respuestas para la misma pregunta. Esto también se aplica a la vida. La meta es una, pero las sendas son muchas. Concéntrense en la meta. Por ejemplo, Swami está en Puttaparti. Los devotos utilizan diferentes tipos de transporte para venir aquí: viajan en aviones, trenes, autobuses, bicicletas o llegan a pie. Cualquiera que sea el medio, la meta es una. Nadie tiene derecho a afirmar que su modo de transporte es el único correcto.
Así, para realizar lo Divino, hay muchas sendas. De las nueve formas de devoción –Sravanam, Kirtanam, etcétera– puede seguirse cualquier método. Sin embargo, las personas deben notar que la verdad básica que subyace a las diferentes formas es sólo una. Por eso, los Upanishads instaron a todos los aspirantes a realizar al Uno en los muchos (la Unidad en la diversidad).
Los deseos, los métodos, las doctrinas y las prácticas pueden variar, pero el fruto es uno y el mismo.
Enciendan la lámpara que siempre brilla en su interior El significado interno de Dipavali es conducir al hombre desde la oscuridad a la luz. El hombre está permanentemente sumido en la oscuridad. Cada vez que se encuentre envuelto en la oscuridad, debe encender una lámpara que siempre brilla en su interior. Lleven esa lámpara dondequiera que vayan. Les iluminará la senda dondequiera que se encuentren.
Por lo tanto, el primer requisito es la práctica del Karma Marga (la Senda de la Acción). Por ejemplo, si tienen que recorrer diez kilómetros en la oscuridad y llevan consigo una linterna, no pueden mantener la linterna en un lugar y esperar que les ilumine todo el camino a recorrer. Si llevan la linterna consigo, les servirá todo el camino, aunque ella solo pueda iluminar diez metros hacia adelante. Hagan que la refulgencia divina dentro de ustedes los acompañe todo el tiempo, teniendo fe en su iluminación.
Los estudiantes en particular deben tener presente el propósito principal de la vida y prepararse para llevar vidas ideales.
Renunciando al egoísmo, deben aprender a servir a los demás cultivando Amor Divino. Entonces, experimentarán la Bienaventuranza Divina, que podrán compartir con otros.
Discurso en el Mandir de Prashanti, el 5 de noviembre de 1991, día de Dipavali.
(1) N.de la T.: Juego de palabras de Bhagavan. “Some” en inglés significa “algo”.