Discursos dados por Sai Baba
{SB 01} (35 discursos 1953 a 1960)
{SB 19} (30 discursos 1986)
( Impreso en castellano en Mensajes de Sathya Sai, Tomo 19 cap. 24 )
Glorifiquen el Nombre del Señor
8 de Noviembre de 1986
¡Encarnaciones del Amor! Sólo cuando nos damos cuenta de cuán precioso es el diamante, empezamos a cuidarlo. De igual forma, sólo cuando estemos conscientes del valor de cantar el Nombre del Señor, nos esforzaremos por hacer esta práctica y beneficiarnos de ella.
Los devotos recitan o cantan los Nombres del Señor, de dos maneras. Una es kirtanam, que se hace individualmente y beneficia sólo al devoto que lo practica, y la otra es por medio de samkirtanam, que se hace colectivamente para el bien del mundo en general.
Los cantos devocionales son de varias clases. Primero está el guna kirtana, en el cual se alaban las cualidades y atributos de Dios por medio del canto. El segundo es bhava kirtana, en que se expresan los sentimientos internos y las emociones del devoto. Al reflejar los sentimientos de paz, compañerismo, anhelo, amor filial o dulzura experimentada por el devoto, estos cantos expresan la carga emocional del devoto. La tercera manera es lila samkirtana, que es alabar en cantos los juegos divinos del Señor. Esto se hace por medio del canto del Ashtapadi de Jayadeva o describiendo los juegos y acciones milagrosas del Señor. La rasa krida (la danza de Krishna con las gopis) está también en esta categoría. La cuarta manera es Nama Samkirtana, el cantar los Nombres del Señor.
Ésta es la manera más eficaz de todas las formas de cantos devocionales.
Aunque en la práctica, los devotos derivan alegría de todo tipo de cantos devocionales.
Significación especial de Cantar el Nombre de Dios ¿Cuál es la significación especial del Nama Samkirtan o cantar los Nombres del Señor? “Nama” se compone de tres letras: “Na”, “a” y “ma”. Toda la música está basada en las siete notas o svaras.
De acuerdo con la ciencia de la numerología, las tres “na”, “a” y ”ma” tienen los valores numéricos “0”, “2” y “5”, respectivamente, cuya suma total da siete. Las siete notas son sa, re, ga, ma, pa, da, ni o do, re, mi, fa, sol, la, si. Las pastoras de Brindavan hacían uso de estas siete notas para combinar música, ritmo y devoción en la famosa danza (rasa krida) con Krishna. En esta danza grupal, las pastoras estaban tan completamente absortas en la devoción y el canto, que experimentaron la unidad con lo Divino.
De esta manera, los cantos comunitarios o samkirtan de alabanza a Krishna se hicieron populares y ayudaron a desarrollar la devoción y promover las plegarias colectivas para el bienestar del mundo.
Similarmente, se hicieron populares los cantos grupales del nombre de Rama. Numerológicamente, las letras del nombre de Rama (Rat – aa – maa) suman también siete.
Además de las siete notas, el número místico siete está asociado con muchas cosas sagradas como las siete islas, los siete océanos, los siete sabios y así sucesivamente. De acuerdo con este concepto, se celebran festivales y los yajñas de siete días.
La triple pureza es esencial No todos se dan cuenta del poder y la eficacia que tiene recitar el Nombre del Señor. El primer requisito es la pureza de pensamiento, palabra y acción. La mente debe meditar sobre el Nombre que está pronunciando la lengua. Lo que se pronuncia y sobre lo cual se reflexiona debe ser reforzado con el batir de las manos. Esta triple concentración en el Nombre Divino —unidad de mente, palabra y acción— purifica el corazón y nutre el sentimiento de devoción.
Mejor que el recuento de las cualidades del Señor, cantar Sus glorias o relatar Sus hazañas y enseñanzas, cantar Su nombre es supremamente edificador. Si se describe sólo al Señor como ‘la personificación de la bondad o de la compasión (dayamaya), muchos podrían ser idóneos para esa descripción. Si se usa el término “Aquel que ha asumido la forma humana como un juego” (lîlamanusha vigraha), éste se puede aplicar a cualquier número de personas.
Guru Nanak fue el iniciador de la práctica del cantar comunitario de cantos devocionales. Él creía que por medio de tal práctica, el hombre común podía ennoblecer su vida y experimentar la presencia de lo Divino en cada uno. Por medio de esa experiencia, puede volverse un conocedor de Dios o Brahmajñani. Ratnakara, que llevaba la vida de un salteador de caminos, se convirtió en el sabio Valmiki, después de una prolongada meditación sobre el Nombre de Rama. Obtuvo la iluminación de la cual surgió el Ramayana. Moisés fue otra gran figura de los tiempos antiguos, que logró la realización en Dios al morar continuamente en el Nombre de Dios.
El cantar comunitario de bhajans Cuando se canta el Nombre en forma comunitaria, debe ser de manera tal que todo el grupo pueda participar fácilmente. La melodía, el ritmo, etc., deben ser tales que todos puedan seguir el bhajan.
Si el bastonero empieza una canción que no es familiar a los demás, la respuesta del grupo será pobre. No habrá ningún entusiasmo ni participación genuina. Sus mentes estarán distraídas.
Cuando todos los devotos participan en él, las vibraciones que son producidas generan alegría y armonía.
Muchos de los que organizan cantos masivos en ocasiones especiales no están conscientes de qué clase de bhajans deben ser cantados en ellas. Una persona que tiene un estilo individual propio puede cantar todo lo que él quiera en privado, pero no es apropiado para los cantos comunitarios.
Hay ciertas reglas que deben observarse al conducir bhajans comunitarios. La elaboración o improvisación de una melodía puede hacerse en los cantos individuales, pero está totalmente fuera de lugar en los bhajans comunitarios. Por ende, en tales bhajans, el acento debe ponerse enteramente en el Nombre.
Hoy estamos realizando los Akhanda Bhajans (bhajans continuados durante veinticuatro horas) por devotos Sai en el mundo entero. Esto se hace no por el bien de un individuo, una nación o una comunidad. Es para el bienestar de la humanidad en general.
Los bhajans que se cantan impregnan el éter en forma de ondas sonoras y llenan la atmósfera entera. De este modo, todo el ambiente se purifica. Respirando esta atmósfera purificada, nuestros corazones, a su vez, se purifican. Recitar el Nombre del Señor es un proceso de dar y tomar. Cantar el Nombre del Señor debe volverse un ejercicio para compartir mutuamente alegría y santidad. Debe recordarse que los sonidos que producimos reverberan en la atmósfera. Quedan permanentemente en el éter como ondas y perduran después del pronunciamiento individual de los sonidos.
Hoy en día, la atmósfera está contaminada por sonidos poco sagrados y viciosos. Esto produce el crecimiento de pensamientos y sentimientos malvados, los cuales llevan a acciones dañinas. Si la atmósfera ha de ser purificada, debe estar llena de sonidos puros y sagrados. De allí la necesidad de cultivar la pureza en pensamiento, palabra y acción.
Los cantos deben ser vibrantes y llenos de sentimiento Los bhajans comunitarios no deben ser tratados como un pasatiempo.
Cuando miles de personas se unen para cantar bhajans, tienen que estar plenamente absortas en el proceso devocional y el éxtasis de esa experiencia. Los cantos deben ser vibrantes y llenos de sentimiento espiritual y no mecánicos o mal pronunciados y poco inspiradores. Deben combinar el sentimiento (bhava), la melodía o armonía (raga), y el ritmo (tala). ¡Qué deleite se experimenta cuando todos cantan a coro, con el mismo sentimiento, con la misma melodía y con el mismo ritmo! Cuando existe esa unidad se puede experimentar la Divinidad.
Los cantos deben glorificar el Nombre más bien que describir los atributos del Señor. Cuando se alaban los atributos, algunos pueden desarrollar dudas. Si, por ejemplo, el Señor es descripto como la Encarnación de la Compasión (karunamaya), algún devoto enfermo puede preguntarse por qué el Señor no está most
rando compasión por él ofreciéndole alivio. Dudas similares pueden surgir cuando se glorifican los juegos o hazañas del Señor. Pero cuando el canto está confinado a sólo el Nombre, estas dudas no surgen. Por esto, el devoto debe instalar el Nombre firmemente en su corazón y cantar con fervor. Samkirtanam también significa “cantar extremadamente bien”. Esto significa que en los cantos comunitarios, el participante debe cantar con plena alegría y profundo sentimiento, sin preocuparse por su voz o su capacidad musical. La pureza de sentimiento compensará todo esto. Visualicen la imagen del Señor en sus corazones y pronuncien su Nombre; entonces sentirán la alegría de cantar el Nombre. También esto provocará alegría en los demás.
El nombre de Rama está compuesto de tres letras raíces (bijaksharas) asociadas con el fuego, el Sol y la Luna. Simbólicamente, esto significa que al pronunciar el nombre de Rama, el principio del fuego quemará todos nuestros pecados, el principio del Sol disipará la oscuridad de la ignorancia y el principio de la Luna refrescará las fiebres que surgen de los deseos.
(Bhagavan concluyó Su discurso cantando el bhajan “Hare Rama, Hare Rama, Rama Rama Hare Hare”).
Discurso en el Mandir de Prashanti, el día de Akhanda Bhajan, el 8-11-1986.