Discursos dados por Sai Baba
{SB 23} (36 discursos 1990)
22. 01/06/90 Amen a Dios y a la Madre Patria
( Impreso en castellano en Mensajes de Sathya Sai, Tomo 23 cap. 22 )
Amen a Dios y a la Madre Patria
1 de Junio de 1990
¡Queridos estudiantes! El mundo en el que vivimos es transitorio y temporal. Todos los objetos en él, todas las relaciones y posesiones son de naturaleza temporal. ¿Qué es, entonces, lo perdurable y duradero? Dharma (la rectitud) y Kirti (la reputación).
Estos dos son permanentes. Todo lo que ven en el mundo fenoménico, lo viviente y lo inanimado, es devorado por el Tiempo. “Yaddrisyam Tannasyati” (Lo que es visto, perece). Los ojos que ven y el mundo que es visto son, ambos, transitorios.
Los ojos físicos no han sido otorgados únicamente a los seres humanos. Las aves, las bestias y los insectos tienen ojos.
¿Cuál es la distinción única del hombre? Sólo él está dotado del ojo de la sabiduría. Si no lo desarrolla, él no es mejor que los animales y los insectos.
La vida humana es preciosa y debería utilizarse para adquirir el conocimiento del Atma. Los ojos físicos pueden ver el mundo externo pero no sirven para reconocer la presencia sutil de la Divinidad. Los ojos físicos no pueden verse a sí mismos.
El hombre tampoco puede ver su propio cuerpo, excepto mediante un medio que lo refleje. Siendo los ojos incapaces de ver incluso el cuerpo denso, ¿cómo pueden ayudar al hombre a reconocer la mente sutil? No siendo capaces de reconocer a la mente, ¿cómo pueden reconocer al Atma, que es extremadamente más sutil que la mente?
La naturaleza adopta el color de su visión Los ojos físicos son útiles sólo para ver el mundo fenoménico.
Cada hombre necesita desarrollar la Visión interna de la Sabiduría para experimentar al Atma. Jnananetra (el Ojo de la Sabiduría), Divyanetra (la Visión Divina) y Atmanetra (el Ojo Espiritual) significan la misma cosa. Sólo cuando sientan que el Cosmos está saturado por lo Divino, aparecerá el Cosmos ante ustedes como una manifestación de lo Divino. Lo que ustedes ven es un reflejo de sus sentimientos internos. La naturaleza adopta el color de su visión. Cuando conviertan su visión en Jnanamaya dristi (una visión de sabiduría espiritual), entonces, la Creación se volverá Brahmamayam (la encarnación de la Conciencia Cósmica).
Cualquiera que sea el color de los anteojos a través de los cuales sus ojos físicos ven el mundo, toda la Naturaleza aparece en ese color. Todo lo visto está sujeto al cambio. El Brahmán inmutable es la base de las formas cambiantes. Cuando reconozcan la base divina del Cosmos, comprenderán fácilmente el misterio del universo.
La mente es la responsable de que no puedan comprender el mundo correctamente. La mente se orienta hacia afuera. La vida es malgastada en la búsqueda de objetos mundanos. La vida humana no ha sido otorgada al hombre para esto. El hombre nace para realizar lo Divino. Deben tratar de tener una visión de lo Divino y estar en comunión con lo Divino. Sólo esto es verdadera religión. El hombre debe realizar a Dios, sentir a Dios, ver a Dios, hablar con Dios; esto es Realización. Esto es Religión.
El Atma Divina es la raíz del árbol Cósmico Anil Kumar habló anteriormente acerca de la Botánica. Ustedes buscan las flores y los frutos que crecen en los árboles.
Sin embargo, éstos obtienen su sustento de las raíces invisibles del árbol. Sólo cuando las raíces son nutridas, ustedes pueden obtener los frutos y las flores. Tienen que proporcionarles agua y abono a las raíces y no a las flores y los frutos.
El Atma Divina es la raíz en el árbol de este Cosmos. Éste es el significado de la declaración del Gita: “Yo soy la semilla de todos los seres vivientes”. ¿Cómo es Dios la semilla y cómo se vuelve Él la semilla en todos los seres? Cuando indagan acerca de esto, pueden ver que al plantar una semilla en la tierra, germina, crece hasta convertirse en planta y da muchos frutos en cada uno de los cuales hay una semilla. De una semilla han crecido numerosos frutos con semillas dentro de ellos. Las semillas en los frutos pertenecen a la misma variedad de la semilla original.
Ahora observen el mundo. Para este mundo, la semilla es el Atma. El mundo es un inmenso árbol. En él, los diferentes países son las ramas. Cada rama tiene muchos frutos en la forma de seres vivientes. En cada uno de estos seres, el Atma existe como la semilla. Por lo tanto, en cada individuo lo Divino existe en la forma del Atma. “Eko vasi sarvabhuta antaratma” (El Uno habita en todos los seres como el Espíritu Interno).
Hoy, los estudiantes no están interesados en adquirir conocimiento acerca de estos misterios. Buscan especializarse en un tema u otro para ganarse la vida. No hacen esfuerzos por comprender la verdad básica acerca de la vida misma.
El renunciamiento conduce a la inmortalidad El mantra primordial de los Vedas declara que la inmortalidad puede alcanzarse sólo mediante el renunciamiento. A lo que hay que renunciar es a aquello que causa la esclavitud, es decir, a la identificación con el cuerpo. Cuando la ilusión de la conciencia corporal desaparece, se obtiene la liberación. La ausencia de interés por el cuerpo y la devoción por Dios servirán para liberar al hombre de sus ataduras y conducirlo a la liberación.
Consideren a todo lo que está asociado con el cuerpo como meros instrumentos que han de ser desechados después de haberlos usados correctamente.
¡Estudiantes! Tienen que ser conscientes de su verdadera fuerza y sus potencialidades. Tomen, por ejemplo, a un elefante.
Es un animal muy poderoso. Sin embargo, un hombre pequeño es capaz de controlarlo con una vara. La abeja puede perforar un agujero a través de cualquier objeto duro. Sin embargo, cuando se posa en un loto, queda atrapada y muere. No es consciente de su propia fuerza. El hombre tiene bienaventuranza y divinidad dentro de sí, pero no hace esfuerzos por tomar conciencia de ellas. Los hombres son como los almizcleros, que tienen el almizcle en su propio vientre, pero buscan la fuente de su fragancia en todas partes. Cuando quedan exhaustos debido a la búsqueda y descubren que el almizcle se halla en su vientre, se lamentan por su necedad.
El hombre se comporta del mismo modo. Tiene dentro de sí Nityananda (bienaventuranza perenne), Brahmananda (bienaventuranza Divina) y Atmananda (bienaventuranza del Espíritu).
Éstas son en verdad su naturaleza y su forma. Sin embargo, atrapado en los placeres mundanos externos, no logra comprender esta verdad. Es incapaz de llevar a cabo la búsqueda o experimentar la bienaventuranza. Su Atma le está indicando siempre los diversos caminos para experimentar la bienaventuranza espiritual, que no está manchada por el pesar.
Estando la fuente de la bienaventuranza dentro de ustedes, ¿por qué se dejan atrapar por las preocupaciones mundanas que son la causa de la desdicha?
Desde la antigüedad, los sabios de Bharat comprendieron la evanescencia de la riqueza y del poder en el mundo material y buscaron aquello que era perdurable e inmutable. ¿Cuántos reyes y emperadores llegaron y se fueron? ¿Alguno de ellos se llevó su reino consigo? ¿Alguien recuerda siquiera sus nombres?
Cuando alguien deja el mundo, sólo dos cosas lo acompañan:
sus buenas y malas acciones. Por lo tanto, realicen únicamente buenas acciones. Ustedes disfrutarán de los frutos de esas acciones. Cosecharán aquello que siembren.
Crean en la Ley de la Acción y la Reacción ¡Estudiantes! No pasen por alto esta verdad básica: En algún momento, en el futuro, tendrán que cosechar las consecuencias de sus acciones. Si siembran semillas de cardos o de árboles frutales, las plantas responderán a las respectivas semillas.
Los Bharatiyas creían firmemente en esta Ley de Acción y Reacción. Por lo tanto, hagan lo que hicieren, consideren cuidadosamente si está en armonía con su naturaleza divina. Entonces, sus acciones serán puras e inmaculadas. Ustedes quedarán libres de apego y dec
epción y estarán dedicados al Espíritu.
¿De qué sirven la educación y los grados académicos que han adquirido? ¿Son para obtener un empleo y ganar dinero por las buenas o por las malas? Ustedes están dotados de dos manos.
Si trabajan duramente con ambas manos, no sólo satisfarán sus necesidades, sino también prestarán ayuda a otros. Realicen actos buenos y puros. Lleven vidas ejemplares. Ayuden a otros. Dediquen sus vidas a la elevación de la humanidad.
El patriotismo de Subhas Bose ¿Qué clase de existencia tendrán si no veneran a la Madre Patria como su madre? Cuando Subhas Bose estudiaba en la universidad de Calcuta, había un profesor inglés que solía hablar despectivamente sobre la India y los indios. Subhas Bose, que era intensamente patriota, no podía soportar oír comentarios tan denigrativos acerca de la Madre Patria. Tuvo paciencia por un tiempo, pero cuando el profesor siguió excediéndose en sus comentarios, él se puso de pie, saltó por encima de tres bancos, tomó al inglés por el cuello y lo golpeó con su sandalia.
Bose declaró: “Puedo soportar cualquier cosa, pero no que se insulte y ridiculice a mi Madre Patria. No importa lo que me pase a mí, pero yo debo defender el honor de mi país”.
Los estudiantes que observaron la situación quedaron pasmados.
El profesor inglés exclamaba: “¡Ayúdenme! ¡Ayúdenme!”.
Las noticias del incidente llegaron a oídos de las autoridades, quienes tuvieron una reunión de emergencia y suspendieron a Subhas Bose por cinco años. Subhas estaba decidido a dedicar su vida entera al servicio de la Madre Patria. Como no podía continuar sus estudios en Calcuta, su padre lo envió a Londres. Sin embargo, incluso allí, Subhas alimentaba su amor por la Madre Patria. Estaba decidido a terminar sus estudios y regresar a la India para servir a su patria. Estudió duramente y pasó el examen que le permitió entrar en la Administración Pública. Regresó a la India y se lanzó a la política nacional. “Le debo mi alimento y todo lo demás a mi país. Debo mostrar mi gratitud hacia la nación, sirviéndola.” Ésa fue su firme resolución.
He aquí su ejemplo. Ustedes, estudiantes, deberían tomar conciencia de la deuda que tienen con sus instituciones educativas por el nivel y posición que han alcanzado en la vida y estar eternamente agradecidos a ellas. Éste es el compromiso que deben asumir. Éste es el verdadero sacrificio. Abandonando el egoísmo, desarrollando fe en lo Divino, deben realizar lo Supremo.
Las Escrituras están destinadas a servir como guías ¡Estudiantes! Recuerden que las nobles escrituras de las diferentes religiones –el Bhagavad Gita, la Biblia, el Corán, el Granth Saheb y otras– no han sido entregadas para la mera lectura ritualista. Se las destina a servir como guías de acción. ¿De qué sirve la mera recitación de slokas o la redacción de doctos artículos? Hay personas que recitan el Gita todos los días y conocen de memoria los 700 versos. ¿Puede llamarse a esto devoción?
No. A menos que se pongan en práctica las enseñanzas, eso no sirve de nada. No es suficiente tener una forma humana; deben mostrar una conducta humana. El mundo se beneficiará sólo gracias a aquellos que se comporten como seres humanos.
Cualesquiera que sean los títulos oficiales que reciban, ellos no pueden igualar al título Védico “Amrutasya Putrah” (Hijos de la Inmortalidad). ¡Estudiantes! No anhelen posiciones y nombre.
Desarrollen amor por la Madre Patria, amen a Dios y amen al Dharma. No hay religión más grande que la Verdad. Sathya y Dharma (la Verdad y la Rectitud) son mellizos inseparables.
Traten de poner en práctica al menos una fracción de lo que han aprendido. Sólo entonces vislumbrarán la Bienaventuranza.
Ustedes son en verdad encarnaciones de la Bienaventuranza.
Recurren a diversos medios como adquirir riquezas, casarse, criar hijos y demás, para asegurarse la felicidad. Los medios varían, pero el objetivo es uno, es decir, Ananda (la Bienaventuranza).
No discutan los méritos de otras religiones ni establezcan comparaciones entre ellas. Las enseñanzas básicas de todas las religiones son las mismas. La verdad básica de todos los credos es la misma. Cuando desarrollen esta clase de ecuanimidad, la Divinidad en ustedes se manifestará a su debido tiempo.
Discurso durante el Curso de Verano en el Campus de Brindavan, el 1 de junio de 1990.
Podrían decir que el Karma de vidas pasadas ha de ser consumido en este nacimiento y que ninguna cantidad de Gracia puede salvar al hombre de eso.
Evidentemente, alguien les ha enseñado a creerlo.
Pero Yo les aseguro que no necesitan sufrir el Karma de este modo. Cuando un dolor severo los atormenta, el médico les da una inyección de morfina y ustedes no sienten el dolor, aunque está allí en el cuerpo. La Gracia es como la morfina; el dolor no se siente, aunque ustedes lo atraviesan.
Baba