Discursos dados por Sai Baba
{SB 19} (30 discursos 1986)
20. 06/10/86 El Conocimiento del Ser (Atma-Jñana)
( Impreso en castellano en Mensajes de Sathya Sai, Tomo 19 cap. 20 ) El Conocimiento del Ser (Atma-Jñana) 6 de Octubre de 1986 ¡Encarnaciones del Divino Atma! De todas las categorías de conocimiento, la más alta es el conocimiento del Ser (Atma Jñana). Pueden adquirir el conocimiento de las ciencias naturales, de todas las artes y artesanías, de la literatura y de la música, de la danza, la pintura, y de cada tipo concebible de conocimiento mundano, pero todo esto no les dará paz ni bienaventuranza si no tienen el conocimiento del Ser. El conocimiento mundano puede traerles fama y prosperidad. Pero sólo el conocimiento del Atma o Ser puede conferirles la paz que está más allá de toda comprensión. El conocimiento del Ser (Atma Jñana) es aquello que revela la unidad en la multiplicidad, lo eterno en lo perecedero. Aquel que ha alcanzado ese conocimiento lo conoce todo. “El conocedor del Ser supera toda aflicción” (Tarati sokam Atmavith), dice el Upanishad. Todos los conocimientos mundanos van dirigidos a sostener la vida. Cuando se adquiere el conocimiento del espíritu —que es la base de todos los demás conocimientos de las ciencias y las artes— es fácil obtener cualquier clase de conocimiento. Cuando se logra la comunión con lo Divino, que es la fuente de todo conocimiento, poder y sabiduría, se tiene acceso a toda clase de conocimiento. Por esto, cada uno debe esforzarse por lograr la autorrealización gracias a la pureza de la mente y del corazón. El conocimiento del Atma puede obtenerse sólo por medio de la fe y el amor Los sacrificios, ofrendas, los actos de caridad y de virtud, las penitencias y rituales ceremoniales están todos concebidos para promover la pureza del corazón. La pureza de la mente promueve la pureza del corazón. La pureza de la mente se logra por medio de la asociación con nobles personajes y estudiando los escritos de personas santas. El propósito de cumplir con los deberes establecidos es purificar la conciencia. La pureza de la conciencia lleva a la realización del Ser. El conocimiento del Ser puede obtenerse sólo por medio de la fe. Desarrollen fe en sí mismos y fe en Dios. Éste es el secreto de la grandeza. La autoconfianza hoy se manifiesta sólo en los asuntos relativos a los logros mundanos y propósitos egocéntricos. La fe y la confianza no son notorios en el campo espiritual. Sin una fe inquebrantable, lo Divino no puede ser experimentado. Debido a la ausencia de una fe firme, la observancia formal de prácticas espirituales no produce ningún resultado. El requisito primordial es una fe absoluta e inquebrantable en Dios. La devoción centrada en un solo punto promueve la seriedad espiritual (shraddha). El buscador serio obtiene el conocimiento del Ser. El devoto serio no necesita ninguna otra calificación, excepto una fe profunda. No precisa ningún otro conocimiento, ningún título o linaje o riqueza. Él puede pertenecer a cualquier casta o comunidad. Puede ser un niño o hasta un animal como Gajendra, el Señor de los Elefantes. Valmiki, Nanda, Kuchela, Dhruva, Gajendra, Shabari, Vidura y Hanuman son ejemplos de devotos que obtuvieron la gracia de Dios debido a su profunda devoción, sin ninguna otra condición especial. Para realizar a Dios no es necesario tener riqueza, oro u otros símbolos de opulencia. Ni es necesaria una gran erudición. Todo lo que se necesita es devoción pura y desinteresada. Hoy en día, los hombres con mentes egoístas e impuras intentan adorar a Dios. Sin pureza de pensamiento, palabra y acción, es imposible experimentar lo Divino. Dios no puede ser realizado a través de la ostentación y del engreimiento. El requisito básico es desechar el egoísmo y la posesividad para que uno pueda comprometerse en acciones con un espíritu desinteresado. Cualquier persona tiene derecho a embarcarse en esta búsqueda sin importar sexo, edad, casta o comunidad. Lo que se debe y lo que no se debe hacer espiritualmente La búsqueda espiritual está abierta a cada uno, de acuerdo con su capacidad y aspiraciones. Sin embargo, ciertas reglas y obligaciones han sido establecidas para ser observadas por todos. Son de cuatro clases: 1) Naimithika karmas; 2) Kamya karmas; 3) Nishiddha karmas y 4) Prayashchitha karmas. Todas son obligatorias para todas las personas. Naimithika Karmas: Éstos son deberes que deben cumplirse como instrumentos (nimithas). Se relacionan con la realización de ciertos votos o ceremonias durante ciertos períodos o en ocasiones especiales. Las ceremonias hechas para los manes o almas de los muertos, caen en esta categoría. Las ceremonias propiciatorias llevadas a cabo durante los eclipses están también incluidas en esto. Éstas son obligatorias para los que llevan vida familiar. Kamya Karmas: Éstos se vinculan con rituales (karmas) realizados para el logro de ciertos objetivos específicos como ser lluvias estacionales, crecimiento de cultivos, alivio del hambre, felicidad doméstica, paz en la sociedad, y para alcanzar el paraíso. Todos los karmas hechos para la obtención de felicidad aquí y más allá son kamya karmas. Todas las plegarias ofrecidas por el bien de la propia familia o del mundo están en esta categoría. Cuando las plegarias son ofrecidas con un corazón puro, la gracia Divina se manifiesta. Los actos y alimentos que deben ser evitados Nishiddha Karmas: Se relacionan con los actos que deben ser evitados. Por ejemplo, el aspirante espiritual tiene que observar ciertas regulaciones acerca del alimento. Debe evitar totalmente los alimentos rajásicos así como las bebidas alcohólicas y la carne. La naturaleza del alimento determina la naturaleza de nuestros pensamientos, sentimientos y acciones. Si nuestra conducta ha de ser correcta y digna, debemos observar cuidadosamente las disciplinas acerca de la dieta. Para tener pensamientos puros debemos ser moderados y prudentes. Evitar los alimentos malsanos e impuros es como limpiar un campo de malezas para que el cultivo pueda crecer bien. Los tabúes acerca del alimento deben ser observados estrictamente para que la vida pueda ser limpiada de todas las impurezas. Prayashchitha Karmas: Estos karmas deben ser hechos puramente como expiación por ofensas cometidas a sabiendas o no. Los antiguos sabios prescribían estas prácticas como resultado de sus experiencias y por los beneficios y solaz que se derivan de ello. Experimentaron con diferentes prácticas e indicaron las que eran más eficaces y necesarias. Éstas incluían peregrinajes a santuarios y bañarse en ríos sagrados. “Ver lugares sagrados destruye el pecado; conversar con los santos elimina las preocupaciones”. Los hombres deben emprender peregrinajes a los lugares santos, de vez en cuando, para obtener paz mental y purificar el corazón. Tales viajes deben hacerse con mentes puras y una genuina devoción, sin buscar recompensa. Algunas personas proponen curiosos tratos al Señor. Hacerle ofrendas triviales a lo Divino para obtener grandes beneficios es una caricatura de la devoción. Hay algo muy precioso en cada persona. Es su corazón. Esto es lo que debe ser ofrendado al Señor. La realización de la unidad constituye el Conocimiento del Ser (Atma Jñana) ¡De pie en la mitad de los ríos Ganges, Krishna o Godavari, la gente hace ofrendas de agua a Keshava, Krishna o Narayana como si estuvieran ofreciendo algo suyo al Señor! La idea de que están ofreciendo algo es en sí misma mal concebida. Si cultivan la pureza de su corazón, el Señor cuidará de todo, como una madre que atiende cada necesidad del infante. Es la realización de la unidad que subyace en la diversidad lo que constituye el Conocimiento del Ser. Éste es el valor de los conocidos pronunciamientos de los Upanishads: “Todo esto está impregnado por lo Divino” o Ishavasyam Idam Sarvam; “El Señor mora en todos los seres” (Ishvaras-sarvabhuthanam). M Los sacrificios y ofrendas son llevados a cabo para invocar las bendiciones de lo Divino por la paz y el bienestar del universo. Cuando lo Divino responde con la gracia, el bienestar de todo es asegurado. Los yajñas o sacrificios tienen una significación más. Ofrecerle al Señor lo que Él le ha dado es un deber básico del buscador espiritual. El ofrecimiento debe ser considerado no como sacrificio de algo, sino como un acto de amor y gratitud en el cual uno se regocija. El individuo debe cultivar una mente amplia y servir a la sociedad, considerándola como una manifestación de lo Divino. La paz en el mundo depende de la paz entre los individuos. El individuo, la comunidad y el mundo están estrechamente interrelacionados. El individuo tiene que descubrir dentro de sí el secreto de la paz y la alegría. Esta alegría debe expandirse a la comunidad en la cual él viva. De la comunidad, debe expandirse al mundo. El Gita declara: “No tengas malevolencia para ningún ser viviente” (Adveshta sarva-bhutanam, Cap. 12, 13-14). Éste debe ser el principio más importante para todos. Es para promover este sentimiento universal de interés común que los sabios de antaño diseñaron los yagas y los yajñas. Discurso en el Auditorio Purnachandra, el 6-10-1986. |