Discursos dados por Sai Baba
{SB 14} (47 de 60 discursos 1978 a 80)
18. 25/01/79 Trabajo para la paz
( Impreso en castellano en Mensajes de Sathya Sai, Tomo 10 cap. 39 )
Trabajo para la paz
25 de Enero de 1979
LAS CIUDADES SE HAN vuelto tormentosos mares, agitados por olas violentas, y los habitantes se mueven en botes sacudidos por los elementos y rodeados de oscuridad. Para estas personas desesperadas, el ideal espiritual que brilla intensamente es la única guía hacia la seguridad. El campo está siendo matizado con rapidez por la cultura de las ciudades y el dolor se va extendiendo por todas partes. Éste es el espíritu de los tiempos. Envuelto en este espíritu, el hombre acumula en su mente todo tipo de deseos, y cuando no los puede satisfacer, se desespera y termina su vida en un horrible dolor. El hombre se olvida de que el deseo más íntimo que debe ser acariciado, es el deseo por Dios y por la autorrealización. Los demás son inferiores y sin sentido. El hombre ha sido dotado con el poder del discernimiento entre lo bueno y lo superficialmente agradable, pero no lo cultiva ni se beneficia de ello.
Los hermanos Pandavas fueron muy afortunados. Dharmaraja, el mayor, sobresalió para llegar a ser emperador. El segundo fue el indomable Bhima, armado con la poderosa maza. El tercero fue Arjuna, hijo del señor de los dioses, Indra. El Señor prodigó su gracia sobre Arjuna y se dignó servirlo en batalla como su auriga. A pesar de estas ventajas, afrontaron grandes tragedias en la vida. ¿Cuál es la lección que sus vidas enseñan? Nadie puede predecir qué calamidad le llegará a quién y en qué momento. Todo depende de la voluntad de la providencia; todo sucede de acuerdo al plan divino.
Exactamente, ¿dónde vive Dios? Está en todas partes, en todos los seres. Se le llama Omnisciente y Omnipresente. Él es amor, y el amor se difunde por todas partes. Eso es todo lo que tenemos que saber. No hay ningún ser que no tenga un indicio de amor. El amor lleva a la bienaventuranza pura y duradera. Muchos buscan esta bienaventuranza a través de las relaciones con los individuos; otros tratan de obtenerla adquiriendo fama, poder, riqueza, etcétera; unos pocos intentan obtenerla mediante la renunciación de las posesiones materiales y de los placeres mundanos. Sólo el desapego puede otorgar bienaventuranza. Las Upanishads proclaman que sólo la renunciación puede traer la bienaventuranza de la inmortalidad. Se deben ignorar todos los vínculos de familia y amistad, renunciar a todo apego y afecto, y en el corazón liberado así, instalar a Dios en toda su gloria. Éste es el único medio para obtener una bienaventuranza perdurable y completa.
Los Yadavas de Dvaraka estaban muy apegados a Krishna por vínculos familiares y se sentían muy felices y orgullosos de esa relación. Pero, ¿cuál fue su suerte al final? Lucharon entre ellos y se destruyeron. Las gopis, sin embargo, instalaron a Krishna en sus corazones, se sobrepusieron a sus pequeños egos y se identificaron con el Señor; así alcanzaron la meta. La entrega es el secreto del triunfo espiritual.
La gente alaba al finado Narayana Bhat, el fundador de las instituciones educativas Loka Seva Vrinda, de las que después se hizo cargo el Fideicomiso Sathya Sai Loka Seva, mas el elogio no es un sustituto del amor. El amor debe motivar al cumplimiento entusiasta del trabajo al cual él dedicó su vida. Generalmente se entiende que bhakfi o devoción significa repetición del Nombre Divino, la recitación de salmos e himnos, rituales para propiciar a Dios y obtener su misericordia. Ni la meditación en Dios y su compasión puede ser llamada genuina devoción. Todas estas prácticas espirituales tienen una sombra de egoísmo que las oscurece. Vyasa declaró que el servicio al hombre es la forma más elevada de adoración. No ofendan o dañen a nadie, eso es adorar verdaderamente a Dios; porque, en verdad, el otro es ustedes mismos. Tomar conciencia de esta verdad es la liberación. Compartan su alegría, su riqueza y su conocimiento con los que son menos afortunados; ésa es la manera más segura de obtener la gracia divina.
Lleven a cabo todos los actos con tanto amor como el que ofrecerían a Dios. En verdad, ustedes comen para la satisfacción del «yo» en ustedes; también se arreglan para complacer al mismo «yo». El esposo ama a la esposa por el bien del «yo» y la esposa adora al esposo para complacer a su «yo». Y, ¿quién es este «yo» que es siempre inherente en todos? Es el mismo Dios. El Señor reside en el corazón de cada ser, dice el Gita. Él es el Alma en cada ser. Es el Alma en todos, el Alma Suprema. Ustedes, en su ignorancia, lo han escondido bajo la doble cubierta de la mente y el cuerpo, y creen que la mente y el cuerpo son el verdadero «ustedes». Pero hay tres «ustedes»: el que creen que son, el que otros creen que son y el que realmente son. Ustedes piensan que son el cuerpo, otros piensan que ustedes son la mente, pero realmente son el Espíritu o Alma.
Todos son Alma, chispas de la única Alma Suprema. Por ello no piensen mal de nadie porque significa causarse mal ustedes mismos. Ustedes han oído la declaración: La adoración que se hace a cualquier dios llega a Kesava. Ahora digo: el insulto que profieren contra cualquier ser vivo llega a Kesava, porque Kesava es la realidad interna de todo. Si no pueden servir al hombre, no lo dañen; no le causen ningún perjuicio. Actualmente, el clamor que sale del corazón de todos es por la paz. Desde el primer ministro hasta el pordiosero, todos piden paz y aspiran a la paz. La paz no puede ser comprada en una tienda; no puede ser fabricada. Se puede ganar mediante actos y actividades llenos de amor. Si se tiene en la mano una taza llena de agua salada, ustedes no pueden, mediante simples palabras, convertirla en agua dulce y potable.
Éste es un lugar sagrado porque ustedes prestan sincera atención al desarrollo adecuado de los niños bajo su cuidado y dedican sus esfuerzos a convertirlos en individuos elevados, hijos e hijas valiosos de esta sagrada tierra. Éste es el único medio por el cual podemos asegurar el bienestar y la prosperidad de este país. La política es impotente; no nos puede salvar. Las máquinas y las maquinaciones no nos pueden rescatar. La paz sólo se puede obtener instalando en nuestros corazones los ideales sagrados de la cultura bharatiya y marchando hacia esas metas.
Narayana seva es alimentar al hambriento con reverencia y humildad y es el servicio que más urge ahora. En todas partes se oye clamar por comida, aunque si cada uno trabajara duro, este problema no surgiría. Hablamos de los estómagos que deben ser satisfechos, pero cada estómago llega al mundo con dos manos. Si se mantienen esas manos ociosas o no se les vuelve hábiles, no pueden cumplir con su tarea de encontrar comida para el estómago. Trabajar duro, ése es el mensaje, y compartir la ganancia con los demás. Mientras más duro trabajen, mayor será su ganancia, y más lo que puedan compartir. Trabajen duro y, algo más importante aún, trabajen con otros en amorosa unión.
Alike, Distrito de Kanara Sur, Karnataka
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