Discursos dados por Sai Baba
{SB 04} (52 discursos 1964)
18. 16/05/64 Iniciacion ( Upanayam )
16 de Mayo de 1964
Prashanti Nilayam
Hoy es el día conmemorativo del advenimiento de Shankaracharya, quien vino a restaurar el Dharma; es también el día en que les fue dada la enseñanza de Brahman (Brahmopadesam) a los muchachos sentados en ese estrado y que han venido desde Bengala, Bombay, Hyderabad y Bangalore. Yo he escogido este hermoso día para la iniciación de estos muchachos a la vida adhyátmica superior, pues Shankara constituye aún hoy una inspiración para millones de aspirantes en el mundo entero que buscan conocer la realidad del universo y su unidad fundamental. Así tendrán la feliz oportunidad de ser iniciados aquí, por mí, gracias a su buena fortuna.
La ceremonia de Brahmopadesam es igual a la de Upanayanam, porque la palabra significa «poner cerca», acercar al joven aspirante a Brahman, o sea introducirlo al sendero de Brahman. Ése es uno de los ritos que reconstruyen la personalidad, que reforman la mente, la purifican. Esta ceremonia hace que la persona que la recibe sea dvija, ¡dos veces nacido! El niño nace primero al mundo; ahora nace al mundo del aspirante: se vuelve un brahmachari o persona que camina hacia Brahman. Así, hoy es un día muy significativo en la vida de estos muchachos, uno que deben recordar por mucho tiempo con alegría y agradecimiento. Es el día en que sus corazones se encaminan hacia Dios, y en lo sucesivo deben tratar de no alejarse de Dios; es una gran responsabilidad.
La iniciación se hizo con la enseñanza del mantra «Gayatri». El mantra es una oración universal que puede ser usada por los hombres de todos los climas y creencias, pues el pronunciarlo es un llamado al glorioso poder que permea al Sol y los tres mundos para que eleve, despierte y fortalezca la inteligencia, de manera que lleve a una intensa práctica espiritual y que esa práctica espiritual tenga éxito.
Cada movimiento o incidente, por muy pequeño que sea, se manifiesta en sonido: sólo que ustedes quizá no lo oyen porque el alcance de su oído es limitado. La caída de un párpado sobre el ojo hace un sonido, la caída del rocío sobre un pétalo hace un sonido; la mínima agitación tiende a producir un sonido. El sonido causado por el movimiento primordial que se tradujo en el envolvimiento de Brahman por su autoproducida maya es el sonido Pranava u Om. El «Gayatri » es la elaboración de ese Pranava y por eso es tenido en tanta veneración y aprecio que la iniciación a la vida adhyátmica se logra meditando en él.
El sonido de un mantra es tan valioso como su significado. Aun a la venenosa cobra se le aquieta con música; el sonido (nada) tiene esa propiedad. El niño en la cuna deja de llorar tan pronto como se le canta una nana, que puede no tener ningún significado y ser una melodía sin ton ni son o simplemente un estribillo, pero tranquiliza, suaviza los nervios e induce al sueño. En el caso del «Gayatri», el significado también es fácil y profundo. No pidan misericordia o perdón; pidan un intelecto claro para que la Verdad pueda reflejarse en él correctamente, sin desfiguración.
El brahmachari ha hecho voto de vivir una vida de prácticas espirituales. Ahora bien, ¿cuáles son los requisitos para esta práctica?
Primero: la fe, una fe que pueda soportar la burla del ignorante, las objeciones capciosas del mundano, la risa del vulgo. Cuando alguien se burla de ustedes, piensen: «¿Se burla de mi cuerpo? Bueno; está haciendo lo que yo mismo debiera hacer, pues yo también deseo escaparme del apego a este cuerpo. ¿Se burla del Atma? Eso es imposible, pues el Atma está fuera del alcance de las palabras o de los pensamientos; no es afectado ni por la alabanza ni por la censura». Díganse: «La verdadera naturaleza de mi Atma es inalterable, es pura» y sigan adelante.
Segundo: no se preocupen por los altibajos, las pérdidas o las ganancias, por la felicidad o la aflicción. Ustedes mismos son los creadores de los altibajos. Si sólo omitieran eso, todo podría estar tranquilo y parejo. Le ponen la etiqueta de pérdida a una cosa y la de ganancia a otra; anhelan una cosa y cuando la obtienen se llenan de alegría; cuando no, de aflicción. Eliminen el anhelo y ya no habrá vaivén de la alegría a la aflicción.
Tercero: razonen y convénzanse de la verdad de que todo es Brahman (Dios). Saben que hay cinco elementos que por sus permutaciones y combinaciones constituyen el mundo. El elemento tierra tiene cinco cualidades y por eso es el más denso, tiene sus propias características de olor, textura, sabor, forma y sonido. El siguiente, el elemento agua, tiene sólo cuatro características: su sabor específico, textura, forma y sonido, por eso es más sutil que el elemento tierra. El fuego es más sutil porque aparte de su característica especial de forma tiene solamente dos más: sonido y textura. El elemento aire tiene la textura como su cualidad especial y una cualidad más: el sonido. Finalmente, el más liviano y más sutil de todos, akasha, el elemento del cielo o éter, tiene solamente una característica, la suya propia, a saber: sonido. Ahora bien, Dios es más sutil todavía que el akasha y por eso es todopenetrante, aún más que el éter o algo más penetrante que eso todavía. Su naturaleza está fuera de todo vocabulario humano, más allá de todas las ciencias humanas. Tengan esta convicción bien estabilizada en el intelecto.
Cuarto: sean constantes en sus prácticas y nunca vacilen una vez que las hayan emprendido. Cuando el autobús está en movimiento, el polvo se levanta detrás como una nube; solamente cuando se detiene envuelve el polvo las caras de los pasajeros. Así, manténganse ocupados en sus prácticas; entonces el polvo del mundo objetivo no cubrirá su cara.
Shankaracharya vino para el trabajo del restablecimiento del Dharma pero no libró ninguna batalla contra los intolerantes sectarios o los extravagantes teólogos que se le opusieron, ni contra los críticos que lo condenaron como seudobudista. Él se los ganó con argumentos, persuasión y prédica, les habló suavemente pero con convicción, les dio a sus opositores oportunidades justas de presentar sus opiniones con el máximo de sus habilidades y a veces hasta los ayudaba a aclarar sus propios puntos de vista. Sólo por medio de la enseñanza podrá ser salvado el Dharma en la actual era de Kali. Por eso estoy dedicado a esta enseñanza, a esta tarea de reconstrucción mediante la enseñanza.
Cuando esparcen las semillas sobre la*tierra éstas no germinan; tienen que depositarlas bajo tierra. Así también, si se esparce la enseñanza sobre la superficie, no germinará, no crecerá como árbol del conocimiento y no dará el fruto de la sabiduría. Siémbrenla en el corazón, rieguen la mata con amor, abónenla con fe y valor, mantengan alejadas las plagas con el insecticida de los cantos devocionales y las reuniones espirituales. Al final se beneficiarán. Ni siquiera han dado inicio a sus prácticas espirituales; sin embargo, exigen paz, exigen gracia. ¿Cómo es posible? ¡Empiecen y todo les será dado por añadidura!
Dios les da lo que ustedes piden; por eso, tengan cuidado de pedir las cosas correctas. Hubo una vez un hombre que tenía cuatro esposas. Tuvo que ir a Bombay para atender asuntos de negocios y de allí les escribió a sus cuatro mujeres que estaba dispuesto a traerles lo que cada una de ellas le pidiera. Así, ellas le escribieron dándole una lista de las cosas que querían: la primera esposa pidió un buen tónico para la salud, alfombras y ropa de lana que le sirviera cuando se enfermara. La segunda esposa quiso algunos saris de última moda, telas, joyas y otras cosas similares. La tercera le pidió que escogiera para ella algunos libros religiosos en las librerías de Bombay, así como retratos de Pandarinath, Bhavani, Sai Baba, etcétera. La cuarta esposa no tenía lista; ella simplemente escribió: «Si tú regresas sano y salvo, eso es suficiente para mí». Esta última no recibió nada sino su amor; las otras recibieron grandes paquetes con lo que le habían pedido. Así, piénsenlo bien, disciernan claramente antes de pedir, antes de orar.
Yo sé lo sistemáticos que son ustedes en el comer y el beber. Cuidan bastante bien al cuerpo. No lo condeno; sólo quiero que dediquen y cuiden igualmente bien las necesidades del espíritu. Tomen una dosis de meditación y de repetición del nombre como desayuno, algo de adoración y oración como almuerzo al mediodía; alguna reunión o rememoración sagrada y lectura de libros sagrados como té y merienda en la tarde, una hora de bhajans o cantos como cena y unos diez minutos de recordación como el vaso de leche antes de acostarse. Esta dieta es suficiente para mantener a su ser interno contento y sano. Ése es mi consejo de hoy para ustedes.