Discursos dados por Sai Baba
{SB 16} (32 discursos 1983)
15. 22/07/83 La grandeza del hombre
( Impreso en castellano en Mensajes de Sathya Sai, Tomo 16 cap. 15 )
La grandeza del hombre
22 de Julio de 1983
El hombre raramente se da cuenta de que él es la cima de la creación, raramente sabe de su gloria innata. Si viviera en la conciencia constante de esta grandeza, su vida sería más ligera, benéfica y saturada totalmente de éxtasis. Es por ello que debe empeñarse incesantemente por alcanzar niveles cada vez más elevados de conciencia, abarcando ambos mundos, el objetivo y el subjetivo. Así ya no se permitirá resbalar y caer en los niveles bajos de la animalidad, pues entonces será capaz de someterlos y gobernarlos mediante el uso de su inteligencia.
El hombre es el último y el más significativo entre los ocho millones cuatrocientos mil especies. Es el único animal capaz de conocerse no sólo a sí mismo sino también a su creador y amo; de conocer no sólo sus propias potencialidades sino también el poder de Dios. Otros seres vivientes luchan por preservar y prolongar la vida, el hombre está equipado para perseguir un ideal y para responder al llamado del sacrificio y de la entrega de su vida.
Sólo el hombre puede postular para su consuelo, la existencia de una serie de vidas pasadas y, para guía, una serie de vidas futuras. Puede echar una ojeada al pasado así como al futuro y extraer provecho de ello. Tiene el poder de elegir entre elevarse o caer, volverse Dios, bestia o demonio. Puede utilizar su singular inteligencia y memoria, conservadas en su lenguaje, para ampliar su visión, ajustar sus reacciones a la naturaleza y la sociedad y beneficiarse del conocimiento y la experiencia de otros. Puede influir en la sociedad tanto como ésta influye en él.
El hombre es representante de la Divinidad
El hombre es el único animal que puede cambiar su propia naturaleza siguiendo líneas concientemente trazadas. El animal continúa siendo cruel y bruto hasta su muerte, pero el hombre puede, por medio del esfuerzo espiritual o de la compañía sagrada, enfrentarse a sí mismo y modificar sus sentimientos y acciones. El ladrón que se convirtió en Valmiki y el asaltante de caminos Angulimala, quien llegó a ser un firme budista, son ejemplos de esta característica humana. Por asociación, mediante las enseñanzas y por la fe, los pecadores se convierten en santos.
Además el hombre es capaz de despertar el poder serpentino de la energía vital que yace dormida en él como kundalini shakti y elevarla a lo largo de los chakras (campos o centros superiores de conciencia) hasta la rueda de mil radios en la coronilla de su cabeza. Tal es el urdhwa gathi (el sendero hacia arriba). Este yoga sadhana le es posible por tener un cuerpo recto y poder sentarse manteniendo su tronco y cabeza alineados verticalmente. Los cuadrúpedos y otros bípedos diferentes de él tienen severas limitaciones. Ellos no pueden beneficiarse de la vital kundalini shakti.
Manava, que en sánscrito significa hombre, se compone de ma (negación) y nava (nuevo). Esta palabra declara que el hombre ha tenido una serie de nacimientos y muertes y está cargado con pesadas tendencias heredadas, buenas y malas. Él no llega a la tierra por vez primera; su tarea es eliminar estas cargas y volverse libre. Para ello debe concentrarse en otro significado de la palabra manava: ma equivale a ignorancia, ilusión y falsa identidad; na vale por sin, va es igual a varthana (acción). El hombre debe actuar, hablar y pensar sin dejarse engañar por lo aparente en vez de ver lo real. El hombre ignora el Atma, que es la única realidad, y se deja fascinar por maya (energía ilusoria), que centellea y engaña.
Al hombre, teniendo a la Divinidad en su centro como espíritu (atma), le corresponde el nivel elevado de ser una encarnación de la Divinidad, un representante de la Divinidad. Los sentidos, activados por la mente, producen experiencias que son recogidas y ordenadas por la mente. El budhi (intelecto), iluminado por el Atma, analiza esta información y dirige la acción a lo largo de líneas benéficas. Actuar bajo los dictados de la mente acarrea desastres; actuar bajo las instrucciones del budhi iluminado es deseable. Ésta es el gran dádiva que el hombre ha ganado de Dios.
Inauguración del curso de capacitación en seguridad, 22-7-83.