Discursos dados por Sai Baba
{SB 04} (52 discursos 1964)
15. 13/04/64 La voluntad de Sai ( Sai Sankalpam )
13 de Abril de 1964
Brindavan, Whitefield
El día de hoy es triplemente bendito: primero, porque es año nuevo para los que siguen el calendario solar; segundo, porque marca el comienzo del Vasantha navaratri y tercero, por la entrada a Brindavan que todos ustedes presenciaron esta mañana. Para la tierra de Kannada es una razón adicional de felicidad, pues estamos inaugurando las actividades de nuestra Academia de Sabios Védicos. En un día tan especial es deber de cada uno de ustedes recoger y atesorar en sus corazones las sabias palabras, las gotas de néctar que estos pandits están derramando de sus conocimientos y vivencias. Pero no sólo eso; deben esforzarse por actuar en consecuencia, pues la lluvia debe caer en terreno fértil para que crezca lo sembrado. Deben almacenar la lluvia en estanques y dirigirla por canales bien planificados hasta los campos sedientos; no deben permitir que fluya al desierto o al mar. Estos pandits son depositarios de una antigua sabiduría y puedo asegurarles que, cualquiera que sea el tema de que hablen, no se desviarán ni un ápice del camino de la auténtica cultura india.
Hoy tenemos aquí al señor Jatti, ministro de finanzas de Mysore, al señor Sawant, ministro de agricultura del estado de Maharashtra, y a miembros del Parlamento como el doctor Ramakrishna Rao, legisladores escogidos por la voluntad del pueblo. Dasaratha, cuando quiso coronar a Ramachandra, consultó a los representantes del pueblo así como a los pandits de la corte. Puso delante del pueblo no solamente su deseo personal sino también lo que opinaban de su proposición sabios como Vasishta. Sin embargo, en la actualidad el eslabón entre los pandits y los políticos, los líderes religiosos y los gobernantes se ha roto y cada quien va por su lado, sin importar lo que sienta o piense el otro. Sin duda han contribuido a ello los largos años de dominio extranjero, durante los cuales los pandits se consideraron como símbolos de una civilización anticuada; pero aun después de acabada esa dominación, nada se ha hecho por restablecer aquel vínculo.
Un sistema educativo que promueve el desprecio por la sabiduría que no produce beneficios económicos inmediatos es en buena parte responsable del olvido en que se encuentran estos grandes hombres. Debo también mencionar como otra causa la declinación generalizada de la moral. Cuando todos se deslizan por el sendero fácil de la frivolidad, quienes aconsejan contra ello y advierten a las víctimas del inevitable desastre son ignorados y ridiculizados. Hundida en la búsqueda del placer y de las recreaciones baratas, la gente se vuelve sorda a los consejos del pasado y a los llamados de lo sublime.
Otra situación que debo condenar es el odio entre castas y religiones. Los pandits en su mayoría pertenecen a una casta y los políticos los miran desde el ángulo del odio comunal. Este odio no está basado en la razón; es sólo producto del temor y la ignorancia, por eso es también indeseable. Los Vedas, los Upanishads y los Shastras son como señales de tránsito en el camino; si se quitan, el viaje se vuelve lento, repleto de accidentes. No podemos darnos el lujo de destruirlos; debemos restaurarlos por el bien de la humanidad misma. La casta debe determinarse con base en la naturaleza (gunas) aun cuando un hombre que pertenezca a cierta casta puede ser juzgado idóneo o no con base en sus actos. Si la casta tuviera que decidirse sobre la doble base de los gunas y el karma, como se evidencia por el carácter y las actividades del individuo, una persona tendría que ser clasificada de manera diferente cada hora o cada minuto de su vida. Sólo en la oscuridad parece que el suelo está nivelado, pero el día revela las alturas y huecos. Así también, solamente la ignorancia es la que hace que la gente hable de igualdad, pero el conocimiento revela diferencias básicas en salud, habilidades, actitudes y gustos.
La voluntad de Sai es unir una vez más a los gobernantes y los pandits, a los guardianes del bienestar del pueblo en los campos secular y espiritual. Por esto tenemos aquí a los ministros y legisladores junto con los pandits y los shastris. Sin un funcionamiento cooperativo de ambos grupos no puede haber progreso ni éxito en el intento de crear un mundo nuevo. Los Kauravas tenían todos los instrumentos de la victoria, la riqueza, el poder de las armas, los aliados, el odio fanático hacia el enemigo, pero quedaron hechos polvo, pues ninguno observó los más altos valores del dharma; no se armaron con la gracia de Dios, que está reservada a aquellos que van por el sendero de la humildad y de la paz. Krishna no era su auriga; pusieron su fe en cosas inferiores.
Cuando los gobernantes hagan planes para elevar el nivel de vida de la gente y para la educación de los niños, quiero que consulten a la antigua sabiduría de esta tierra, todavía preservada y practicada por los sabios. Esto ayudará a mantener recta la proa del barco. Quiero que el conocimiento guardado en los Upanishads sea repartido a cada ciudadano; que la educación orientada a la devoción tome prioridad sobre la enseñanza orientada al disfrute, que prevalece hoy en día en la mayoría de los países del mundo. La devoción es el anhelo que los impulsa en su práctica espiritual para que lleguen a alcanzar ese conocimiento. Tengan fe y firmeza y lo ganarán.
Desde esta mañana han estado soportando el sol y la incomodidad de este sitio atestado de gente; su fe y firmeza no han sido sacudidas por ello. Manténgalas así, inalterables ante las dificultades y desastres, incluso mayores, que puedan ocurrirles. El huracán ayuda a fortalecer el tronco del árbol; el infortunio debe servir para fortalecer su valor, aumentar su bondad, ampliar su visión y realzar su fe; su sadhana habrá de intensificarse precisamente cuando el tiempo es inclemente. En buen tiempo, una actitud despreocupada es perdonable, pero en mal tiempo cada precaución es de valor.
Estos pandits conocen las precauciones y se las dirán; atesórenlas y actúen en concordancia. Éste es mi mensaje para ustedes hoy. La Academia de Sabios de Prashanti extenderá sus actividades en el estado de Karnataka y llegará, como dijo el ministro Sawant, no solamente al estado de Maharastra sino a todos los estados de la India y a todos los países del mundo, pues la sabiduría de los sabios es la herencia de la humanidad.