Discursos dados por Sai Baba
{SB 14} (47 de 60 discursos 1978 a 80)
14. 23/11/78 Feliz cumpleaños
( Impreso en castellano en Mensajes de Sathya Sai, Tomo 10 cap. 37 )
Feliz cumpleaños
23 de Noviembre de 1978
«LA MISMA COMPASIÓN DIVINA que bendijo a Dhruva, salvó a Gajendra, restableció a Kuchela y que sostuvo a Prahlada, ha venido a la Tierra como el refugio de los desamparados, como el señor de la paz, la armonía y la rectitud, como el señor de todos los mundos, como el Ser Conciencia Bienaventuranza, como el Sathya Sai Sat Chakravarti, de Puttaparti el rey de reyes.»
¡Cuán fascinante es la cara de un niño, descansando en el regazo de su madre! No hay temor en sus ojos; tiene un gozo en sus labios, está lleno de paz. No es afectado por aquellas fuerzas malignas que le roban al hombre paz y alegría: envidia, codicia, ira, odio. No tiene ningún deseo egoísta, ninguna ansiedad de influir sobre los demás ni de presumir. No tiene planes para el futuro ni pesares por el pasado. Su fe en el amor y la fuerza de su madre es tan inquebrantable que aun si el cielo se desplomara, su calma no se alteraría. ¿A qué se debe que cuando el niño crece y llega a la adolescencia y a la madurez, esta calma y esta alegría desaparecen, dando lugar al temor, la ansiedad y el odió? La razón está en el aumento del predominio de los sentidos y su clamor por ser complacidos. Actualmente, el hombre tiende a ver sólo los muchos; deja a un lado la visión del Uno. Como resultado encuentra rivalidad y conflicto, desilusión y desesperación. A medida que el niño obtiene más información y experiencia y se vuelve más instruido, ve el mundo como un campo de batalla entre ejércitos enemigos en el cual debe vencer usando medios tortuosos. Cada cabeza tiene sus propios pensamientos, dice el Sruti: «No hay dos que estén de acuerdo». Las diferencias engendran disputas, y finalmente la vida se convierte en un campo de batalla donde un ego lucha contra otro ego. Igualmente mala es la situación en el área médica, donde los especialistas que sólo pueden diagnosticar y tratar con las enfermedades del ojo, la nariz, la garganta, el estómago, el hígado, el corazón, la piel, etcétera, se olvidan que todos éstos están unidos en el organismo llamado cuerpo, y que no es aconsejable tratarlos por separado como si fueran partes distintas. El Universo, el individuo, el Alma Universal, todos están unidos inseparablemente. Los científicos hacen alarde del poco conocimiento que tienen como si fueran grandiosas victorias. Incluso la tecnología, que tanto se ha alentado, está cargada de peligro para la humanidad. Corta en fragmentos al cosmos y la fuerza que está detrás de él, y se especializa en estudiar pequeñas partes, presentando así falsos cuadros de la realidad.
Los devotos también están inmiscuidos en este juego de ver muchos donde sólo hay Uno. Buscan el sendero que sea popular, que les traerá fama, en vez de buscar el sendero que les asegure la liberación y la iluminación. Colocan a la vanguardia la idea que tienen acerca de Dios y buscan primacía y apoyo. Ignoran el sutra védico «Yo soy Uno, seré muchos». Es el Uno el que parece ser muchos. Así que cada uno tiene que sentir el impacto del Uno, en vez de los muchos, mientras se mueve en el mundo.
La fe es esencial para el peregrino en el camino espiritual. Actualmente, el hombre está atrapado en preocupaciones temporales y triviales en el breve intervalo entre el nacimiento y la muerte, y se engaña poniendo su fe en éstos, en vez de ponerla en realidades y experiencias más reales y duraderas. No se aferra al discernimiento ni a las realidades más profundas, por eso es asaltado por las dudas y desilusiones.
Como tiene fe en la madre, el niño está calmo y no se altera al estar en su regazo. La madre señala a alguien diciendo que es el padre, señala a otro y dice que es su abuelo, a otra persona como su hermano o hermana, y el niño acepta estas declaraciones sin ninguna duda. La madre crea en el hijo la fe por el padre. De igual manera, la madre naturaleza proclama que hay un padre que creó, energiza y mueve estos mundos; pero el hombre no lo acepta porque ha perdido la capacidad de la fe. La fe es la base de todo acto; ustedes no huyen del barbero porque tiene una navaja afilada; tienen fe en él y le permiten que corte su pelo, sometiéndose tranquilamente a su trabajo. Ustedes entregan ropa costosa a los lavanderos porque tienen fe en que se la traerán de vuelta ya limpia. Tienen fe en el chofer de su auto, en el ingeniero que construye su casa. Así pues, crean en el motivador interno, el Alma que está dentro, la voz de Dios. Ahora la gente anda por ahí aconsejando que uno sólo debe creer en las cosas que haya «visto» y «experimentado». Algo sucede en algún lugar y se publica la noticia en los periódicos. La gente lo cree sin cuestionar. De igual manera, crean en la experiencia de profetas y sabios, quienes no tenían ningún otro propósito que descubrir la verdad y compartirla con los que no tienen conciencia de ella. En la India hemos tenido millones que han creído en Dios y en los buscadores de Dios, y quienes han realizado la verdad de Dios. Esto ha hecho que sus vidas sean felices y llenas de contento.
Por supuesto, el buscador va a encontrar muchos obstáculos internos y externos, pero cada uno de éstos es un reto que debe hacer que se manifieste su fe latente. En lo oscuro no se puede apreciar la luz; sin los síntomas del hambre, nadie busca comida; es la posibilidad de la muerte lo que hace que la madre asista cuidadosamente al niño enfermo.
Por esta razón un santo aconsejó a sus seguidores: «No pidan nada a Dios. Dejen que los trate como Él lo desea». ¿Pidió Jataya que Rama viniera a él para llevar a cabo los últimos ritos? ¿Le suplicó Sabari a Rama ir a la ermita donde ella estaba? Adquieran los requisitos de santidad, pureza, fe, amor ‘universal; ¡Él se acercará a ustedes para consolarlos y salvarlos! Si tienen estos dos requisitos: pureza de corazón y dominio sobre los sentidos, tienen derecho a la gracia. Imaginando que la felicidad está disponible en el mundo externo, los hombres se alejan del sendero interno y son atrapados por el sufrimiento. La buscan en la familia la esposa y los hijos y para mantener un nivel de vida para ellos, marchan por caminos equivocados. La falla fundamental es la creencia de que el cuerpo es la razón de ser y el fin de la existencia. Ignoran al morador interno, quien tiene que ser reconocido, venerado y al que hay que responder.
El avatar es la energía del Alma que se ha vestido con la energía de la devoción diaria y del autocontrol. Generalmente, el proceso de encarnación se describe como el «descenso» de un plano superior a uno inferior. ¡Pero no es así! Cuando en la cuna el niño llora y clama por ayuda, la madre se inclina y lo toma en sus brazos. Su inclinación no debe describirse como un «descenso». El avión tiene que volar en el aire, no puede volar por tierra; sin embargo, no vuela todo el tiempo: desciende en los aeropuertos porque hay personas que han comprado boletos que les dan derecho al viaje en avión. Si se ganan los méritos, la encarnación vendrá y los salvará. Si, por el contrario, uno multiplica sus deméritos y desciende más y más, ¿cómo puede ser salvado? Tengan amor y bienaventuranza en su corazón. La bienaventuranza viene como consecuencia de una visión pura, un oído puro, un hablar puro y acciones puras.
El día que se establezcan en esta bienaventuranza, ese día es mi cumpleaños para ustedes. Les debo aclarar algo más: el cumpleaños de Swami está siendo celebrado en Puttaparti porque varios miles están llegando de lugares lejanos a pesar del costo y las dificultades del viaje. No piensen que deben venir porque es el cumpleaños de Swami. No tengo deseo de que se celebre mi cumpleaños; nunca podré tener pensamientos triviales como ésos. Mi único deseo es compartir mi bienaventuranza con ustedes, para alentarlos a que lleven vidas plenas de felicidad. Mi cumpleaños es cuando ustedes obtienen bienaventuranza. Mi misión es: «Qu
e todos los mundos sean felices y prósperos». Sean conscientes de la unidad de la humanidad; mediante el amor y el servicio promuevan la alegría y el contento de todos en la tierra; llenen sus corazones con ese anhelo y entonces se volverán realmente un templo de Sai. Desde ese momento yo estaré donde ustedes están.
Desde esta mañana muchas personas me han felicitado y deseado «feliz cumpleaños». Nadie necesita desearme felicidad, porque siempre estoy feliz, en todas partes. ¿Por qué desearle un feliz cumpleaños a la misma forma de la felicidad? Ustedes también deben ser siempre felices y no esperara que venga el cumpleaños cada año para acumular bienaventuranza.
Prashanti Nilayam
23 XI 78