Discursos dados por Sai Baba
{SB 19} (30 discursos 1986)
11. 03/06/86 Los Cinco Principios Espirituales (Pancha Shila)
( Impreso en castellano en Mensajes de Sathya Sai, Tomo 19 cap. 11 )
Los Cinco Principios Espirituales (Pancha Shila)
3 de Junio de 1986
Para realizar la Divinidad en el hombre, se deben observar cinco principios. Éstos son: No violencia (ahimsa), verdad (satya), pureza (shucham), compasión (daya) y fe en Dios (astikyam).
La No Violencia (Ahimsa): Es una virtud suprema, pero en la vida diaria, casi a cada paso, se causa algún daño a otro. Cuando inspiramos o espiramos perecen incontables microbios. Hay ocasiones en que voluntariamente, o de otra forma, causamos daño a algún otro ser. La no violencia completa no es un ideal practicable.
Lo que debemos asegurarnos es de no causar daño deliberadamente a nadie.
La Verdad (Satya): La verdad es Divina. Donde hay verdad, hay divinidad. Cuando Dushyanta olvidó que le había dado un anillo a Shakuntala cuando se había encontrado con ella cerca del ashram del sabio Kanva, Shakuntala declaró en audiencia pública, que la verdad era el supremo dharma y que un rey debe sostener la verdad a cualquier costo. Ella señaló que en el orden de mérito, empezando desde perforar pozos hasta realizar sacrificios del caballo, el sacrificio del caballo tenía mayor rango que el tener cien hijos virtuosos. Pero que mayor que cien sacrificios del caballo (Ashvamedha Yajña) era honrar la palabra dada. Mientras el rey estaba reflexionando sobre esta exhortación a sostener la verdad, algunos pescadores trajeron al rey un anillo que habían encontrado en un pez atrapado por ellos. El rey entonces recordó los incidentes que habían sucedido cuando fue a cazar cerca del ashram de Kanva, su encuentro con Shakuntala y el anillo que había intercambiado con ella. Él aceptó a Shakuntala como su reina y el niño que le había nacido fue Bharata, nombre que, en homenaje a él, recibe este país.
Importancia de la pureza física y mental La Pureza (Shucham): La pureza, tanto interna como externa, es esencial. Debemos esforzarnos por asegurar la limpieza del cuerpo y la pureza de la mente. Nuestros antepasados usaban arcilla para limpiar el cuerpo. En naturopatía se están usando los baños de barro para el tratamiento de muchas dolencias. El cuerpo está hecho de arcilla, pero también es la morada de lo Divino.
La importancia de la limpieza física puede ser ilustrada con una historia en el Mahabharata. Cierta vez, el discípulo de un gurú, después de terminar sus estudios, le preguntó al gurú qué quería como ofrenda (gurudakshina). El gurú le pidió al discípulo que le ofreciera los aretes llevados por cierta reina. El discípulo averiguó quién era la reina y fue al rey para informarle de la misión que traía. El rey le permitió visitar los apartamentos de la reina para hacer su petición. Pero no pudo hallar a la reina en ninguna parte e informó su fracaso al monarca. El rey entonces le dijo que nadie que estuviera física y mentalmente impuro podía ver a la reina.
Después que el discípulo se sometió a un proceso de purificación, pudo verla.
Otro ejemplo de las serias consecuencias que resultan de la impureza personal fue el caso del rey Nala, quien tuvo que pasar por muchas peripecias, debido a una sola falla de su parte. Perdió su reino, se volvió deforme después de la mordedura de una serpiente en la selva, fue separado de su esposa y tuvo que servir como carretero. Sólo cuando se hubo purificado por arduas repeticiones del mantra Gayatri pudo regresar a su reino, a su forma original y reunirse con su esposa y su prosperidad. (Incidentalmente, en esa ocasión, Swami aprovechó para hablar acerca de la eficacia única del mantra Gayatri).
El espíritu en el cual se debe hacer el servicio La Compasión (Daya): La compasión no es un mero despliegue de bondad o simpatía por alguien angustiado. Exige una identificación completa con el sufrimiento experimentado por el otro, de modo que al aliviar ese sufrimiento se alivia la agonía sufrida por uno mismo. Como ilustración, voy a relatarles la historia de un becerro que quedó atrapado en un lodoso charco, al tratar de llegar a un pequeño estanque de agua. Una banda de muchachos estaba observando con regocijo el aprieto del becerro que no podía andar debido al barro. Un asceta que pasaba por allí vio el problema del becerro, y sacándolo del barro lo llevó en su espalda al estanque de agua. Los muchachos le preguntaron por qué había hecho esto, mientras observaban cómo el becerro se iba acercando al agua. El sanyasi les respondió que ver el becerro luchando por liberarse le causaba gran angustia y que para aliviarse de esta agonía, había ido a rescatarlo. Cuando se está haciendo algún servicio a alguien, debe hacerse en este espíritu.
Deben sentir que se ayudan a sí mismos mientras están ayudando a otro.
Todos los problemas deben ser tratados como pruebas La Fe en Dios (Astikyam): La fe en Dios implica el reconocimiento de la omnipresencia de lo Divino en el universo y el propósito de experimentar esa Divinidad dentro de uno mismo. Lo Divino es Uno, aunque pueda ser llamado por muchos nombres. El hombre tiene que advertir que Dios es omnipenetrante y que nada existe sin el poder de lo Divino. No se debe permitir que la fe en Dios sea afectada por los altibajos de la vida. Todos los problemas hay que tratarlos como pruebas y retos que ponen en juego nuestro valor y fe.
Deben aprender con el ejemplo de Ranthi Deva, que mantuvo su fe en Dios y exhibió su compasión por los sufrientes, a pesar de la extrema privación a la cual fue reducido por las vicisitudes de la vida. Para alimentar a un hombre hambriento, él y su familia renunciaron al escaso alimento que habían recogido y se negaron hasta el agua, para aliviar la sed de un hombre que gritaba por agua. Lo Divino lo sometió a estas odiseas y luego lo bendijo con la gracia.
Prahlada quedó inafectado por todas las torturas a las cuales fue sometido, porque él veía en cada uno y en cada cosa la forma de Vishnu. Él ejemplificaba la fortaleza que se deriva del amor a Dios con exclusión de toda otra cosa. El amor mundano es ciego e inconstante. El amor Divino es omniabarcante y resiste toda descripción.
Cuando el corazón es limpiado de todas las impurezas, puede experimentar lo Divino. Se deleitará en la bienaventuranza de esa experiencia y no buscará ningún otro placer trivial. Cuando está uno inmerso en el néctar del amor Divino, se experimenta una bienaventuranza inefable. Esa persona siente la experiencia directa (sakshatkaram) de lo Divino.
Discurso a un grupo de estudiantes y antiguos devotos en Trayee Brindavan, el 3-6-1986.
La amistad mundana es muy egoísta. En ella, cada persona quiere su propio interés. Sólo Dios carece totalmente de egoísmo e interés. Dios puede ser llamado el Ser totalmente desinteresado, el Ser sin egoísmo (Juego de palabras en inglés donde “Self”’= Ser, y “selfless”= sin interés por sí mismo). En las varias relaciones mundanas puede haber amor, pero no es amor real porque está teñido de egoísmo.
—BABA