Discursos dados por Sai Baba – 10. 15/04/95 Llenen sus corazones con el amor de Dios

Discursos dados por Sai Baba

{SB 28} (38 discursos 1995)

10. 15/04/95 Llenen sus corazones con el amor de Dios

15 de Abril de 1995

Sai Ramesh Mandap, Brindavan

La vida humane es extremadamente preciosa. Hay cinco envolturas en el cuerpo humano: Annamaya, Pranamaya, Manomaya, Vijñanamaya y Ananda Maya Kosas. De estas cinco envolturas (las envolturas del alimento, vital, mental, de la conciencia integrada y de la bienaventuranza), el hombre tiene en gran medida Vijñanamaya Kosa (la envoltura de la conciencia integral). Vijñana (la Conciencia) no está presente en otros seres. Por esta razón el hombre es considerado como supremo entre todos los seres vivientes. Él posee cualidades y capacidades que no están presentes en otras criaturas. Por ende, el nacimiento humano es considerado excepcional. Además, sólo el hombre tiene la capacidad de reconocer el pasado, el presente y el futuro y de notar los cambios que ocurren a lo largo del tiempo.

Hay una cualidad común presente en todos los seres vivientes: Moha (el apego). Esta cualidad está presente también en los seres humanos. Sin embargo, sólo el hombre es capaz de superar este Moha y alcanzar Moksha (la liberación). Maya ( la ilusión) que envuelve al hombre lo impulsa a tomar caminos equivocados. Maya posee tres cualidades: Satva, Rajas y Tamas (pureza, pasión e inercia). Debido a estas cualidades el hombre tiende a olvidar su divinidad y su condición humana y se comporta como un animal. Las tres cualidades de Maya y las tres formas de Moha se combinan para hacer del hombre un demonio. Las tres formas de Moha son: el deseo de riqueza, el apego a la esposa y el apego a los hijos. Estas tres vuelven al hombre un esclavo de Moha. El hombre que conquista estos tres deseos puede trascender Moha. Cuando Moha disminuye, puede alcanzarse Moksha. La liberación es la eliminación de Moha (el apego). Todos deben esforzarse por controlar estos tres deseos.

La población y la espiritualidad

En tiempos pasados, la población mundial era de unos mil millones. En ese tiempo el número de personas dedicadas a búsquedas espirituales o alcanzar la liberación era considerable. Hoy la población mundial ha aumentado, pero los buscadores de la liberación han disminuido. Con el crecimiento de la población, también debe crecer la espiritualidad.

El hombre posee dos órganos esenciales: la cabeza y el corazón. Pravritti (el interés por lo externo) surge de la cabeza (la mente), mientras que Nivritti (el interés por lo interno) surge del corazón. Lo que vemos hoy es un aumento excesivo de los pensamientos que surgen en la cabeza. Esto significa que la implicación con el mundo externo está creciendo minuto a minuto. Sin embargo, los sentimientos internos no se están desarrollando con constancia y pureza.

Los eones cambian. El mundo está cambiando. Sin embargo, el corazón del hombre no se está transformando. El hombre está creciendo pero su corazón no se está expandiendo. Sólo cuando el corazón se ensanche la condición humana alcanzará la plenitud.

¿Por qué el corazón del hombre no se está ensanchando en la actualidad? La causa es la educación secular que prevalece hoy en día. Este sistema educativo está desviando la atención del hombre hacia el mundo externo. El estudiante concentra su atención en el conocimiento mundano y técnico. Él no dedica ninguna atención al conocimiento de importancia espiritual y ética.

La verdadera devoción debe ser firme e inquebrantable

Todos se presentan como devotos. Todos parecen ser aspirantes espirituales. Sin embargo, cuando uno indaga sobre sus acciones, descubre que son superficiales y pretenciosas. El proverbio dice: “Cuando lleguen las dificultades, piensa en Venkataramana (Dios)”. Del mismo modo, estos así llamados devotos piensan en Dios cuando tienen dificultades, pero lo olvidan cuando éstas han terminado. La verdadera devoción debe ser firme e inquebrantable, desinteresada y libre de cualquier expectativa de recompensa. Las actividades devocionales no deben verse afectadas por ningún tipo de dificultades y tribulaciones, por la crítica o el elogio. Solamente eso es Bhakti (devoción). Cuando el hombre desarrolle tal devoción será capaz de experimentar a Dios. Hoy los estudiantes están completamente perdidos en estudios mundanos y efímeros. El conocimiento espiritual es ridiculizado. La espiritualidad es considerada una clase de histeria.

Una vez una persona que vestía túnica ocre pasó por un bazar. Los niños de la escuela y los estudiantes universitarios lo siguieron, hablando de él impertinentemente. Él no les hizo caso. Iba viajando de un pueblo a otro. Los estudiantes utilizaron todo tipo de lenguaje insultante para provocar al mendicante. Sin embargo, éste siguió caminando y se sentó bajo un árbol en las afueras del pueblo. Los estudiantes siguieron burlándose de él y agotaron todos sus insultos. Cuando hicieron silencio el mendicante les preguntó: “Niños, ¿tienen más palabras para usar contra mí? Díganlas ya, pues tengo que seguir hasta el próximo pueblo”. Un joven insolente le preguntó: “¿Qué pasará cuando vayas al próximo pueblo?”. El mendicante respondió: “Hijo, no haré nada. La alabanza o la crítica son atribuidas sólo a este cuerpo y no a mi Ser. Sin embargo, en el próximo pueblo hay una gran cantidad de personas que me tienen en alta estima. Si ustedes se dedican a insultarme allí, los aldeanos los golpearán. Para salvarlos de esta experiencia, se los estoy informando de antemano”. Al oír esto, se produjo un cambio en el corazón de los estudiantes. Ellos sintieron: “A pesar de todos los insultos dirigidos contra él, este ser noble permaneció completamente inalterado, no perdió la paciencia y nos enseñó el comportamiento correcto”. Ellos se postraron a los pies del mendicante anhelando su Kshama (perdón).

Perdonar es Divino

El perdón es una cualidad que cada hombre debe poseer. Ese perdón es la Verdad misma, es Rectitud, es el Veda. Es la virtud suprema en este mundo. Por ende, todas las personas deben desarrollar la cualidad del perdón. Ellas deben permanecer inalteradas por lo que otros puedan decir. Un verdadero hombre es aquel que supera los altibajos de la vida con fortaleza. Uno no debe retroceder ante los reveses de la fortuna. Debe enfrentarlos con valor y superarlos.

Quien aspire a ganar la gracia de Dios debe cultivar la cualidad de Kshama desde el principio. Es una cualidad divina. El hombre está saturado de pies a cabeza por los seis vicios mortales: la lujuria, la ira, la codicia, el apego, el orgullo y la envidia. Su corazón es la fuente de cualidades como la compasión, la no violencia y la paz. El mismo término Hridaya significa el lugar –Hrid- que posee Daya (Compasión). La gente se agita por nimiedades. No deben disipar sus energías de esta manera. Hay innumerables talentos latentes en el hombre, de los cuales él no es consciente.

Gánense la gracia de Dios a través del amor

Narada quiso enseñarle a Satyabama la grandeza suprema de algunas cualidades humanas de las que ella no era consciente. Él provocó una situación en la que Krishna iba a ser pesado en una balanza, como había pedido Satyabama, colocando ofrendas en la otra balanza. Todas sus joyas y riquezas no pudieron inclinar la balanza a su favor. Finalmente ella le rogó a Rukmini que fuera en su ayuda. Rukmini fue, le oró a Krishna, diciendo: “Si es verdad que Dios se somete a un devoto que le ofrece con amor una hoja, una flor, un fruto o un poco de agua, permite que mi hoja de tulsi incline la balanza en contra de Krishna”.

El significado esotérico de esta plegaria es que el cuerpo debe ser considerado como una hoja, el corazón como una flor, la virtud como el fruto y las lágrimas de alegría que fluyen de los ojos del devoto como el agua ofrecida a Dios en un espíritu de entrega completa. Las lágrimas deben ser derramadas sólo por Dios y por n
adie más. Sea cual sea el pesar, uno no debe derramar lágrimas. Las lágrimas pueden fluir por alegría, entusiasmo o éxtasis, pero no por un sentimiento de pena.

Narada representó toda la escena para demostrarle a Satyabama las gloriosas cualidades que Rukmini poseía y la grandeza de su devoción. Le dijo a Satyabama: “El Señor no se someterá a la riqueza. Él sólo cederá a la bondad. Rukmini es una mujer sumamente buena. Sigue su ejemplo”. De este modo, Narada hizo que el orgullo de Satyabama disminuyera.

El hombre está dotado de capacidades latentes ilimitadas, que se manifestarán en el momento apropiado. Cada devoto posee estas capacidades invisibles y desconocidas. El hombre contiene dentro de sí todos los poderes y todas las sustancias que existen en cualquier lugar del cosmos. Todos los objetos del mundo, incluyendo el oro y los diamantes, derivan su valor del hombre. El hombre es más valioso que todas las cosas del mundo. Desafortunadamente, hoy el ser humano, que es inherentemente divino, está devaluado y degradado. Los valores humanos nacen con el hombre. No se obtienen de afuera. El hombre, en su ignorancia, no es consciente de estos valores. Cuando él se despoje de su ignorancia, experimentará su naturaleza divina.

La imagen de Dios puede ser vista en el espejo de la Naturaleza

Las personas quieren ver a Dios. ¿Cómo pueden hacerlo? ¿Son ellas capaces de verse a sí mismas? Necesitan un espejo para verse a sí mismas. La Naturaleza es el espejo en el que puede verse la imagen de Dios. Un espejo necesita un revestimiento de mercurio para poder reflejar un objeto. Para ver a Dios en la Naturaleza, el espejo debe ser revestido con el mercurio del amor. Prema (el Amor) es vital para todo. Hoy, en lugar de amor y compasión, tenemos odio y aversión.

¿Cuál es el significado interno de describir a Dios como Hridayavasi (el Morador interno en el corazón)? Él reside en el corazón en la forma de Daya (compasión). Si no hay compasión no es un corazón en absoluto. Les aconsejo a los estudiantes que eviten la conversación excesiva y no den lugar a la ira.

Cada uno debe tomar conciencia de que Dios está dentro de él, junto a él y alrededor de él en todo momento. Mukundan (que había hablado antes a la concurrencia) dijo que “Si dan diez pasos hacia Bhagavan, Él da cien pasos hacia ustedes”. ¿Pero hacia dónde deben dar esos diez pasos? Nadie parece pensar en eso. Si dan diez pasos hacia el mal, la mentira, la injusticia y la iniquidad, ¿daré Yo cien pasos en esa dirección? No. Sus pasos deben ser en dirección a lo bueno. ¿Qué es bueno? Los pasos deben conducir hacia arriba espiritualmente. Por lo tanto, si ustedes ascienden diez pasos, Yo los ayudaré a subir cien pasos. Deben moverse en la dirección correcta, no en la equivocada. En la medida en que anhelen a Dios, Dios los anhelará a ustedes mil veces más. Pueden no tener una concepción de Tapam (el anhelo de Dios). El anhelo de ustedes es Tamas, el anhelo de Dios es tapas (Ascetismo, anhelo extremo en una mente pura). La diferencia entre ambos debe ser comprendida.

Kuchela y Krishna

Dios les ofrece en forma multiplicada lo que ustedes le ofrecen a Él. Eso fue lo que Kuchela le dijo a su esposa. Él fue a ver a Krishna para pedirle muchos regalos materiales pero, al ver el rostro divino de Krishna, olvidó todos sus deseos. Al regresar a su pueblo natal, se encontró con que grandes mansiones habían sido levantadas en el lugar de su propia vivienda. La esposa de Kuchela salió, bien vestida y luciendo muchos ornamentos, y saludó a su esposo con la observación: “Señor, mira qué cosas maravillosas te ha dado Sri Krishna”. Kuchela miró todo y dijo: “Yo no le pedí nada a Bhagavan. No le hablé de nuestra situación doméstica. ¿Es necesario que yo le diga algo al Señor omnipresente y omnisciente?”. Entonces Kuchela le describió en detalle a su esposa cómo Krishna lo había recibido en Su palacio y cómo había abrazado a Kuchela contra Su pecho y derramado Su amor sobre él.

“¿Cómo puedo describir Su amorosa bondad? ¿Hay alguien como Él que pueda conferirle a uno toda la prosperidad después de recibir un puñado de arroz reseco? Él es el Amor encarnado y el Amor es Él.” (Swami recitó un poema telugu.)

Hoy el devoto se comporta en forma diferente hacia Dios. Él va al templo con una montaña de deseos y ofrece un pequeño coco. Esto no es lo que deben ofrecerle a Dios. Lo que deben ofrecerle es un corazón puro e inmaculado. Si le ofrecen poco, Dios les da mucho a cambio. Esto significa que debe hacerse algún tipo de ofrenda a Dios.

Draupadi le ofreció un grano de arroz a Krishna con devoción, y Krishna, a cambio, aplacó el hambre de miles de discípulos de Durvasa. Dios no necesita nada para Sí. Cualquier cosa que le ofrezcan es por el bien de ustedes.

Lo que Dios busca es un corazón lleno de amor

Hoy, Kerala celebra el comienzo de un nuevo año. Los keralitas preparan una variedad de platillos (aviyal, poriyal, etcétera) para ofrecerle a Dios como prasadam. La ofrenda es colocada en el altar. Sin embargo, ellos la consumen más tarde. Si Dios fuera a consumir la ofrenda, es improbable que hicieran cualquier Naivedyam (ofrenda). Lo que tienen que ofrecerle a Dios es su corazón. Lo que Dios busca es un corazón lleno de amor. No hay nada más grande en este mundo que un corazón semejante.

Estamos celebrando el advenimiento de un nuevo año. Sin embargo, lo que debe celebrarse es la llegada de cada momento nuevo. Un año está formado por segundos, minutos, horas, días y meses. ¿Por qué esperar un año entero? Denle la bienvenida a cada segundo nuevo como un momento nuevo para la celebración. Dedíquense a la contemplación de Dios a cada instante, como su aliento vital. Para hacer que Dios se acerque a ustedes, tienen que dedicarse al servicio de otros, a conferirles alegría y a realizar actividades que agraden a Dios. Sometan todo lo que hacen a la prueba del agrado Divino.

Aunque el nuevo año es celebrado por los habitantes de Andhra, Tamil Nadu y Kerala en diferente días, el año es uno solo. ¿Con qué frecuencia se han celebrado estas festividades? ¿Qué se ha logrado con eso? ¡Nada! ¿Hasta qué punto las personas se han ganado la gracia de Dios? ¿Cómo la están disfrutando? Sin buscar respuestas a estas preguntas, las personas no pueden alcanzar la realización de Dios, sin importar el tiempo que hayan estado con Bhagavan. Las Gopikas oraban por la cercanía a Krishna en cualquier forma en que Él se manifestara: como una flor, un árbol, una montaña o el cielo. Ellas no conocían ejercicios espirituales de ningún tipo. Dedicaban todas sus acciones a Krishna. Desarrollando tal amor en sus corazones, deben sembrar las semillas del amor en los corazones de las personas que hoy están carentes de amor. Rieguen los corazones con amor, cultiven las plantas del amor y disfruten de la cosecha del amor.

Traduccion Mercedes Wesley