Discursos dados por Sai Baba
{SB 24} (30 discursos 1991)
08. 21/05/91 La búsqueda perenne
( Impreso en castellano en Mensajes de Sathya Sai, Tomo 24 cap. 8 )
La búsqueda perenne
21 de Mayo de 1991
El Señor brilla en todo el Cosmos, Él es inmanente en todo, La amistad entre el Señor y el Cosmos es inseparable.
Ésta es la verdad declarada por Sai.
Isavasyam idam jagat. (El Señor es el Morador interno en el mundo entero.) Jagat se refiere al mundo en el que los seres nacen, crecen y mueren. La base para este mundo es la tierra.
El viento sopla incesantemente en todas partes, pero esto no es visible para el hombre. Tenemos el día y la noche. Durante el día, todo tipo de actividades tienen lugar. Cuando llega la noche, la Naturaleza busca reposo en el sueño silencioso. El hombre tiene que descubrir la relación entre el día y la noche, entre la luz y la oscuridad. Cuando el hombre mira hacia el cielo durante el día, ve el sol brillando con toda su refulgencia. Sólo el sol brilla en el firmamento infinito.
En este mundo, todo el tiempo, a cada momento, acontece alguna actividad: acciones meritorias y acciones en la ejecución de los Purushartas (los cuatro objetivos de la vida humana); casamientos y festividades; nacimientos y muertes. Estas actividades tienen lugar todo el tiempo y la vida continúa en alegría o pesar. Esto no tiene fin.
Desde el instante del nacimiento, el hombre es acosado por el hambre. Después de que se corta el cordón umbilical, el bebé recién nacido llora. Cuando se le da leche u otro alimento, el llanto cesa.
La expansión de la vida humana y las necesidades La primera aflicción para el hombre es el hambre. El hombre necesita granos alimenticios para aplacar su hambre. Los granos alimenticios pueden obtenerse sólo mediante el uso del agua (para regar los cultivos).
Amedida que crece la producción de alimentos, la población también aumenta. En este proceso de crecimiento, la agricultura se desarrolla y surgen los pueblos y las ciudades. De este modo, la vida humana se expande, las necesidades de la gente aumentan y los hombres comienzan a indagar acerca de cómo hacer frente a estas necesidades. En el proceso, la humanidad descubre algunos secretos de la Naturaleza. También reconoce que hay muchas cosas que están más allá de su comprensión.
Siempre existe la conciencia de que lo que no se conoce es mucho más de lo que se conoce. El hombre no puede crear la tierra. Tampoco puede crear el agua. El fuego emerge cuando dos palos son frotados entre sí, pero el hombre no puede inyectarle el calor latente al palo.
Examinando las cosas de este modo, el hombre comprendió que hay un poder que no puede ser visto por el ojo ni oído por el oído o concebido por la mente. Infirió nebulosamente que este poder trasciende lo humano.
Para cada clase de poder, pueden buscarse pruebas a través de la percepción directa (Pratyaksha) o el proceso de inferencia (Anumana). Los hombres procuraron descubrir mediante qué prueba directa podían experimentar este poder trascendental.
Hallaron la prueba en el sol. Sin el sol no habría luz en absoluto. Eso no es todo. Todas las actividades se detendrían.
En este mundo, el hidrógeno es esencial para el crecimiento de las plantas y de los seres vivientes. Los componentes primarios del sol son el hidrógeno y el helio. Sin hidrógeno ni helio, el mundo no podría sobrevivir. Por lo tanto, los antiguos llegaron a la conclusión de que el sol era la prueba visible (de un poder trascendental). También descubrieron algunos secretos sutiles acerca del sol. Por eso, adoraron al sol como la deidad principal en el mantra Gayatri.
El mantra Gayatri es la Madre de los Vedas “Dhiyo yo nah prachodayat.” (Que el sol ilumine nuestros intelectos del mismo modo que derrama su refulgencia.) Ésta es la plegaria dirigida al sol en el mantra Gayatri. De este modo, ellos llegaron a considerar al mantra Gayatri como Veda Mata (la Madre de los Vedas).
Este mantra Gayatri no está relacionado con ningún tiempo, lugar o persona en particular. “Bhur Bhuvas-Suvah” (en el mantra) indica que se relaciona con los tres aspectos del Tiempo: el pasado, el presente y el futuro. “Tat Savitur Varenyam, Bhargo Devasya Dhimahi, Dhiyo yo nah Prachodayat” (La luz disipa la oscuridad). Sin la luz la oscuridad no se irá. “Bhargo devasya” significa que el sol es el que disipa la oscuridad. De este modo, los antiguos creían que había un poder supremo y lo consideraron Dios.
Con el correr del tiempo, comenzaron a estudiar los números:
uno, dos, tres, y demás hasta diez. Entre estos números, el número primario es el uno y los otros se derivan de él mediante un proceso de adición. Así, descubrieron que todos los números se basan en el Uno. Consideraron al uno como el número primario.
El Uno se ha vuelto muchos “Ekam Sat Viprah bahudha vadanti” (La Realidad Última es una, pero los sabios la llaman por muchos nombres.) Ésta es una de las declaraciones de las escrituras. La misma verdad fue proclamada por los Vedas en la declaración: “Eko-ham bahusyam” (Yo soy Uno, Me volveré muchos.) Sin el uno, no puede haber otros números. También a través del estudio de los números, los antiguos llegaron a la conclusión de que Dios es sólo uno. Así, se desarrolló entre los hombres la fe en que había un poder invisible en el universo y que era Uno sin segundo. El Uno ha adoptado innumerables nombres y formas y satura el universo entero.
Sobre la base de esta verdad, los antiguos declararon: “Isavasyam idam jagat” (Lo Divino es el morador interno en el Cosmos). Ellos le dieron el nombre de Aditya a lo Divino. Aditya, como uno de los 12 Adityas, fue adorado como Vishnu. Aquí, Vishnu no significa la deidad que lleva una caracola y un disco. Vishnu se refiere al Uno que satura el Cosmos entero. Se concibió una forma para este principio omnipresente: Vishnutva significa aquello que lo satura todo.
¿Cómo consideraban a Aditya? Hay vasijas hechas de oro, plata, bronce, cobre y arcilla llenas de agua. En todas ellas puede verse el mismo reflejo del sol. Las vasijas pueden ser diferentes, pueden variar en valor, pero el sol brilla en todas ellas por igual. Pueden tener innumerables vasijas, pero el reflejo del sol será uno y el mismo. Los antiguos llegaron a la conclusión de que los contenidos pueden variar en valor, forma y nombre, pero la imagen es la misma en todos ellos.
La Divinidad es la Única Realidad Procediendo desde allí, ellos consideraron al cuerpo como una vasija hecha de barro. Descubrieron que en esta vasija hecha de barro estaba presente Chimaya (la conciencia como Espíritu).
Esta entidad espiritual fue llamada Hiranyagarbha. Expandiendo su comprensión de este modo, el hombre fue tomando conciencia gradualmente de que había sólo Una Realidad:
la Divinidad.
Otro nombre dado a esta entidad divina fue Ishvara. Es decir, lo Divino fue considerado el poseedor de la riqueza infinita e inagotable. ¿Qué es esta riqueza? La salud es una clase de riqueza. Las riquezas materiales son otra clase de riqueza.
El conocimiento, las virtudes, la sabiduría están todos incluidos en el término Aisvaryam (riqueza). Ellos comprendieron la verdad de que Ishvara es la encarnación de todo tipo de riqueza.
Indagando más profundamente en el misterio de lo Divino, lo describieron como Shiva. Shiva significa Aquel que está libre de los tres gunas (Satva, Rajas y Tamas). Él trasciende estas tres cualidades. Como Aquel que no tiene cualidades, Él también fue llamado Suddha-Satva. Shiva es esa cualidad pura e inmaculada de Satva. Representa el principio de Mangala (auspiciosidad). Esto significa que sólo cuando los gunas están ausentes aparece la auspiciosidad. Cuando las cualidades están presentes, no es auspicioso. Por lo tanto, Shiva es Mangala-svarupudu (la encarnación de la Auspiciosidad).
Amedida que se desarrollaba su comprensión, comenzaron a describir a lo Divino como Sambhavah. Sambhavah significa el Uno que puede manifestarse e
n cualquier lugar, en cualquier momento, en cualquier forma, de acuerdo a los requerimientos de la situación. Esto es confirmado en el sloka del Gita donde Krishna dice: “Cada vez que hay una declinación del Dharma y el Adharma levanta su cabeza, Yo me manifiesto. Para la protección de los buenos, la destrucción de los malvados y el establecimiento de la Rectitud, Yo hago Mi advenimiento de era en era”. Debido a que puede aparecer cada vez que es necesario, Él es llamado Sambhavah.
Así, los antiguos le dieron diferentes nombres a lo Divino, después de indagar acerca de Sus misterios. Otro nombre dado al Supremo fue Isa.
Es esencial comprender cómo los antiguos sabios procuraron explorar las innumerables facetas de lo Divino. El término Isa se refiere a que la Divinidad posee las seis formas de Aisvarya.
Éstas son: abundancia, riquezas, sabiduría, fama, gloria y vairagya (ausencia de apego).
Dios es inconmensurable, lo penetra todo y es infinito A medida que la comprensión de los atributos de Dios aumentó en el hombre con el desarrollo del intelecto, él describió a Dios como Aprameyah: Aquel que está más allá de todo tipo de prueba y que es inconmensurable. Quizás sea posible medir la vastedad del océano o del cielo ilimitado, pero no hay forma de medir a Dios. Dios trasciende los tres tipos de prueba: Pratyaksha (la percepción directa), Anumana (inferencia) y Sabda (la autoridad de la palabra hablada). Por lo tanto, fue llamado Aprameyah. Ellos llegaron a la conclusión de que esta entidad divina infinita e inconmensurable lo penetra todo.
Si tal Principio Divino no existiera, el cosmos no existiría. Ya sea que el hombre lo crea o no, este poder divino está presente en todas partes.
Muchos sabios comenzaron a hacer austeridades para tener la experiencia directa de la Divinidad. Ellos sentían que la realización de Dios debía ser la meta principal de la vida. Algunos abandonaron la búsqueda después de muchos esfuerzos, sintiendo que estaba más allá de su capacidad experimentar lo Divino.
Algunos, desde el mismo comienzo, llegaron a la conclusión de que el gran abismo que existía entre el hombre y Dios hacía que fuera imposible para el hombre realizar lo Divino. Esto es completamente erróneo. El ser humano proviene de lo Divino.
Krishna ha declarado enfáticamente en el Gita: “Mamaivamso jiva loke jiva bhutas-sanatanah” (El ser humano en el mundo de los seres es un fragmento de Mí mismo). Un hijo tiene que reconocer a su padre. A partir de este razonamiento, algunos sabios declararon que, sin prestar atención a las dificultades y las pruebas severas, el hombre no debe abandonar la búsqueda de Dios.
La realización de lo Divino por parte de los sabios Finalmente, por el poder de su ascetismo, los sabios fueron capaces de realizar lo Divino. Sin contentarse con su propia realización, proclamaron al mundo su gran experiencia. Instaron a los hombres así: “¡Despierten! ¡Levántense y no se detengan hasta haber alcanzado la meta!”. Exhortaron a la humanidad de este modo: “¡Oh, hombres, hundidos en la ignorancia, despierten! ¡Despierten! Contemplen esta divina refulgencia. Nosotros la hemos visto. ¿Dónde la hemos visto? ¿Afuera o adentro? La vimos en todas partes”. “Antarbahischa tatsarvam vyapya Narayanas- stitah” (El Señor Supremo está presente adentro y afuera, saturando el universo entero). ¿Cómo aparece Él? “Vedahametam Purusham Mahantam Adityavarnam Tamasah-parastat” (Hemos conocido al Purusha, el Señor Supremo, refulgente como el sol, que está más allá de la oscuridad).
Libérense de Tamas para realizar lo Divino No podrán realizar al Supremo a menos que se liberen de Tamas (la oscuridad de la ignorancia).
Sin renunciar a Tamas, ¿cómo pueden volverse Satva?
A menos que renuncien al Rajoguna no podrán adquirir Bhakti.
El Satvaguna es en sí la disciplina divina.
No olviden la disciplina divina.
No olviden este buen consejo.
Deben liberarse de Tamas desde el comienzo. El cuerpo no les ha sido otorgado para complacerse en la comida y demás.
Semejante vida es sólo una existencia animal. Hay sólo una cualidad que trasciende a Tamas: el discernimiento. Sin la eliminación de Tamas, el hombre no podrá poseer este divino Jñana. Cuando Tamas se va, Rajas permanece. Este Rajoguna llena al hombre de innumerables deseos. Por lo tanto, también se ha de renunciar a eso. Sólo entonces emergerá la cualidad Sátvica y se experimentará la refulgencia de lo Divino.
El misterio de los Vedas es insondable. Sin embargo, se volverá claro para aquellos que poseen Sraddha y Bhakti (ahínco y devoción). Las innumerables estrellas serán visibles para el hombre que abre sus ojos, pero un hombre ciego o un hombre que ha cerrado sus ojos no podrá ver nada aunque la luz más poderosa sea colocada cerca de sus ojos. Tienen que abrir los ojos de Sraddha y Bhakti, no los ojos físicos. Cuando hayan adquirido el Ojo de la Sabiduría, podrán ver la luz de lo Divino en todas partes.
¿Dónde está Dios? Cuando los estudiantes se sientan para sus comidas, antes de ingerir el alimento, recitan un mantra. Sin embargo, no hacen esfuerzos por comprender su significado.
“Brahmarpanam Brahmahavih Brahmagnau Brahmanahutam Brahmaiva tena gantavyam Brahma Karma Samadhina”.
Esta plegaria es recitada y el alimento es ofrecido a Brahma.
¿Dónde está Brahmán? Se da la respuesta en el sloka:
“Aham Vaisavanaro Bhutva Praninam deham Asritah Pranapana Samayuktah pachamyannam Chaturvidham”.
“¡Oh, necios! Yo resido dentro de ustedes en la forma de Vaisvanara. Si Yo no estuviera dentro de ustedes como el fuego digestivo, morirían de indigestión. Yo digiero los cuatro tipos de alimento que ustedes ingieren”.
La apariencia es diferente de la realidad Así, no hay lugar para las dudas del hombre con respecto a Brahmán. No hay nadie que pueda disipar las dudas del hombre.
Ustedes pueden despertar a un hombre que está dormido o que acaba de cerrar los ojos. ¿Pero acaso alguien puede despertar a un hombre que simula estar dormido?
Para Dios, no hay tal cosa como el sueño. Si Dios durmiera, el universo entero se dormiría. Tampoco para Dios hay tal cosa como el estado de vigilia. Puede haber estado de vigilia sólo si uno se va a dormir. ¿Qué necesidad hay de despertar a alguien que jamás duerme? La vigilia y el sueño están limitados al hombre.
Estos estados se relacionan con el día y la noche. En realidad, no hay ni día ni noche. El día y la noche se basan en el movimiento de la Tierra alrededor del sol y la vida diaria del hombre según la región en la que vive.
En el camino espiritual las diferencias cesan Del mismo modo, a partir de la dirección en la que el sol parece levantarse y ponerse se describen el este y el oeste. Los científicos son conscientes de que estas descripciones de las direcciones no tienen una realidad inherente. Sin embargo, en la vida práctica reconocen estas direcciones. Esto se debe a que, en la vida diaria, tales descripciones convencionales no pueden ser evitadas.
Cuando uno emprende el camino espiritual, todo es semejante y las diferencias y las distinciones cesan. Mientras están en el mundo fenoménico, tienen que observar las apariencias fenoménicas.
Las diferencias permanecerán en tanto ustedes piensen en términos de “yo”, “tú” y “él”. Estas tres entidades diferentes tienen que ser eliminadas. Ése es el estado del Atma. Uno tiene que librarse de los sentimientos de lo “mío” y lo “tuyo”. No es fácil, pero mediante el esfuerzo constante, puede lograrse. Sin embargo, el hombre no hace este esfuerzo con ahínco y devoción.
Al evolucionar desde el animal, el hombre desarrolló la mente y a su debido tiempo fue capaz de inventar todo lo necesario para su comodidad. Descubrió muchas cosas, pero no pudo descubrir la causa del nacimiento y de la muerte. ¿Cuál es el secreto de este fenómeno? “Yatasya maranam dhruvam” (La muer
te es segura para alguien que ha nacido). Sin embargo, uno no sabe si una persona muerta nacerá de nuevo. Los antiguos sabios procuraron descifrar el misterio del nacimiento, de la muerte y el renacimiento. Descubrieron que este secreto está más allá del poder del hombre. Comprendieron que esto se debe a la Voluntad Divina y no al resultado del esfuerzo humano.
¿Puede alguien vivir todo el tiempo que desee? Un hombre puede pensar: “Soy fuerte y saludable y puedo vivir diez años más”. Sin embargo, puede que muera esa misma noche en un accidente de autos. ¿Es la salud la causa de la longevidad? No.
Entonces, ¿cuál es el medio para prevenir la muerte? No es la salud ni las habilidades ni los dispositivos. Tampoco las diversas posesiones. En absoluto. La causa fundamental de la muerte es la Voluntad Divina.
No hay nada más grande que la Voluntad de Dios Innumerables cosas están ocurriendo en el mundo, sin ningún esfuerzo por parte del hombre. ¿Acaso el hombre está haciendo algo para que funcione su corazón? ¿Qué está haciendo para que su respiración sea continua? ¿Es el responsable de la circulación de la sangre en su cuerpo? Estas cosas no dependen del esfuerzo humano. Son el resultado de la Voluntad Divina. En consecuencia, los sabios llegaron a la conclusión de que no había nada más grande que la Voluntad de Dios. “Oh, hombre, aunque se dice que la vida humana dura cien años, no lo creas. La muerte puede llegar en la niñez, la juventud, la edad madura o la vejez. La muerte puede alcanzarlo a uno en una aldea, un bosque o un río. Tienen que realizar a Dios mientras estén vivos. No se preocupen por cuándo, dónde y cómo ocurrirá la muerte. Nadie puede alterar lo que ha sido predestinado por la Voluntad Divina”. Por lo tanto, los sabios aconsejaron al hombre orarle a Dios para obtener Su gracia.
¿Qué es el Prana (el lugar de la vida) en el hombre? Los Vedas declararon: “Nilatoyata madhyastah vidyullekheva bhasvarah” (Él brilla como un relámpago en el corazón de una nube azul oscura). En la espalda de una persona, se halla la columna vertebral con 33 vértebras. Entre la 9ª y la 2ª vértebra está el Sushumna nadi, que brilla como un relámpago. Las personas imaginan que la vida reside en el corazón. El corazón es como el interruptor principal, pero la vida no reside allí. ¿Qué le ocurre a la vida cuando se practica una operación de corazón?
Cuando se trasplanta un corazón, es como cambiar el interruptor principal. Sin embargo, la vida existe debido a la fuerza vital en el medio de la columna vertebral.
Hoy las personas consideran que los antiguos sabios eran seres ignorantes que no sabían nada acerca de la ciencia. Sin embargo, ellos sabían más que los científicos actuales. Uno de los más grandes científicos de la antigüedad fue Hiranyakasipu.
Era el amo de los cinco elementos (el éter, el aire, el agua, el fuego y la tierra) y exploró las profundidades del océano, todas las regiones de la tierra y los lugares más distantes del cielo.
Sondeó los secretos del átomo. Sin embargo, a pesar de este vasto conocimiento, no conocía su propia realidad.
Los poderes que poseían los antiguos sabios No tiene sentido comparar el conocimiento de los antiguos sabios con el de los científicos modernos. Fueron muchos los sabios que practicaron un arduo ascetismo para adquirir potencias divinas. Los médicos de hoy en día llevan a cabo operaciones quirúrgicas, adquiriendo esta habilidad luego de un largo entrenamiento aquí y en el exterior y después de muchos éxitos y fracasos. Para ello, utilizan instrumentos sofisticados.
Sin embargo, en la antigüedad, hubo un maestro altamente calificado en medicina y cirugía, el sabio Bharadvaja, que enseñó la cirugía al mundo. Fue el autor de la ciencia del Ayurveda: la Ciencia de la Vida. Las personas consideran que los medicamentos Ayurvédicos no dan resultados rápidos. Hoy las personas tienen locura por los resultados rápidos. La rapidez puede operar en ambos sentidos. Ahora se usan antibióticos. Unas pocas gotas del medicamento hacen descender la fiebre, pero más tarde la fiebre vuelve a subir. Hay también reacciones adversas.
En el tratamiento empleado por los antiguos sabios como resultado de su ascetismo, no había tales reacciones. Debido a su ascetismo, su visión trascendía las barreras de la distancia.
Ellos podían comunicarse directamente con los poderes de la Naturaleza. Hoy se gastan millones en telecomunicaciones, radio y televisión. En aquellos días, no se hacían gastos de este tipo. Cuando la mente era purificada y divinizada, ellos podían adquirir poderes sobrehumanos.
Los esfuerzos decididos siempre aseguran el éxito ¡Estudiantes! Tienen que indagar acerca de cómo el hombre, a través de diversas etapas, desarrolló sus potencialidades a niveles más elevados. Al nacer, nadie es un erudito o un hombre de conocimientos. Se adquieren conocimientos y habilidades sólo gradualmente. Para obtener grados académicos como licenciaturas o maestrías, ustedes tienen que pasar por muchas dificultades. ¿Qué esfuerzo están haciendo por realizar lo Divino?
Ninguno. Deben hacer tal esfuerzo. No hay nada que no pueda ser alcanzado mediante esfuerzos decididos. No deben abandonar los esfuerzos debido a un sentimiento de incapacidad.
Los antiguos sabios perseveraron incesantemente en su búsqueda y tuvieron éxito en sus esfuerzos después de atravesar todo tipo de pruebas severas, afrontando el calor y el frío, la ganancia y la pérdida, la alegría y el pesar.
Hoy, las personas quieren tener todo tipo de comodidades y confort, cualquiera que sea el esfuerzo que realicen. Les desagrada cualquier impedimento. Sin embargo, no hay un camino fácil para ningún logro que valga la pena. Nadie que desee lograr algo debería buscar la senda del placer. Deben estar dispuestos a hacer cualquier sacrificio, ofreciéndolo todo a Dios.
Sólo entonces podrán adquirir poderes extraordinarios. Los antiguos sabios jamás se llenaron de engreimiento, sean cuales fueren los estudios que realizaron o los conocimientos que adquirieron.
Ahora, la mayoría de los científicos se llenan de orgullo después de hacer algún pequeño descubrimiento. Un verdadero hombre de conocimiento debería estar libre de orgullo.
Los estudiantes no deben dar lugar al engreimiento.
La gracia Divina es vital para cualquier logro La humildad es el sello distintivo del conocimiento. Las personas se jactan de los logros de la ciencia, pero todavía queda un largo camino por recorrer. Por ejemplo, de la energía proveniente del sol se han podido utilizar sólo 2 de 3000 partes. Todavía se tiene que utilizar el resto de la vasta energía solar. Si almacenando una diminuta fracción de la energía solar, el hombre puede lograr tanto en el presente, ¿cuánto más podría lograr si toda la energía fuera utilizada para el beneficio de la humanidad?
Esto significa que si se obtiene sólo un rayo de la gracia de Dios, mucho puede lograrse. Los antiguos sabios le oraron a Dios para que derramara los rayos de Su gracia sobre la humanidad.
Incluso si puede obtenerse un fragmento de la gracia de Dios, mucho puede lograrse. Sin embargo, sin la gracia Divina, nada puede lograrse.
El esfuerzo humano también es esencial. Ni siquiera un águila puede elevarse si no quiere volar. Sin embargo, una hormiga que quiere avanzar puede recorrer kilómetros a su debido tiempo. Los esfuerzos están en las manos del hombre; el éxito o el fracaso recaen en la Divinidad. Por lo tanto, cuando confíen en la Divinidad, el éxito será de ustedes.
La búsqueda de Dios ¡Queridos estudiantes! Hoy el vicerrector formuló una gran pregunta. Quería saber cómo se ha de realizar a Dios, cuál es el sadhana a seguir y demás. Éstas son aparentemente grandes preguntas, pero puede darse la respuesta en un abrir y cerrar de ojos. No hay necesidad de ningún sadhana. Gajendra (el Señor de los elefantes) luchó contra el cocodrilo (que lo tenía atrap
ado por la pierna) durante muchos años, confiando en su propia fuerza física. Cuando esto resultó inútil, él se entregó a Dios y clamó por el Señor como su único salvador. Sólo entonces Dios llegó a rescatarlo.
Arjuna, en el campo de batalla, también comprendió finalmente que tenía que buscar refugio únicamente en Krishna. Él le dijo al Señor: “Karishye vachanam tava” (Haré lo que Tú me ordenas). Entonces el Señor asumió la plena responsabilidad del resultado de la gran guerra.
Sólo cuando dediquen todo al Señor podrán llevar a cabo sus acciones con tranquilidad y éxito. No obstante, los devotos y sadhakas de hoy no recurren a esto. Tienden a comportarse como los accionistas en una compañía. Quieren hacer tratos con el Señor, diciendo: “Yo haré mi trabajo, Tú dame los beneficios”.
Ellos quieren entrar en una sociedad con Dios. Esto no dará resultado. Ustedes hagan su ofrenda. Dios se ocupará del resto.
Los estudiantes han relatado sus experiencias con Bhagavan en Kodaikanal. Ellos dijeron que cuando estaban en compañía de Bhagavan, disfrutaban de Su amor, escuchaban los discursos de Swami y estaban en la sagrada atmósfera de la divinidad de Bhagavan, se sentían alborozados, sus corazones estaban llenos de pensamientos puros y sagrados y se hallaban bañados en divinidad. Sin embargo, todo esto cambia cuando están lejos de Swami. ¿Cuál es la razón? Se debe a que ellos permiten que la atmósfera externa no espiritual influya en las cualidades espirituales que absorbieron durante su estadía con Bhagavan. Si son capaces de espiritualizar la atmósfera dondequiera que van, su naturaleza espiritual permanecerá inafectada.
Por lo tanto, siempre deben mantenerse en compañía de los buenos y los piadosos. Sólo cuando estén con buenas personas y realicen buenas acciones su devoción permanecerá firme e inconmovible. La pronunciación verbal de los mantras o la recitación ritual del nombre del Señor no es suficiente. Dedíquense a las actividades sagradas. Ésta fue la lección que Hanuman le enseñó a Vibhishana cuando él se lamentó ante Hanuman diciendo que a pesar de su constante recitación del nombre de Rama no había sido bendecido con una visión de Rama. Entonces, Hanuman le dijo a Vibhishana que, aunque él había estado recitando el nombre de Rama, no había hecho ningún acto de servicio a Rama, como reconfortar a Sita o tratar de verla durante sus diez meses de penurias en Lanka. “¡Dil me Ram! ¡Hat me Kam!” (Ten a Rama en tu corazón y haz tu deber con tus manos).
Los antiguos sabios actuaban en este espíritu. También llevaban a cabo sus investigaciones de este modo, como una ofrenda a la Divinidad. Para santificar su precioso nacimiento humano, deben llenarse de pensamientos sagrados y dedicarse a la búsqueda de Dios.
Discurso en el Auditorio del Instituto en Brindavan, el 21 de mayo de 1991.