Discursos dados por Sai Baba – 08. 06/04/83 Construyan templos en sus corazones

Discursos dados por Sai Baba

{SB 16} (32 discursos 1983)

08. 06/04/83 Construyan templos en sus corazones

( Impreso en castellano en Mensajes de Sathya Sai, Tomo 16 cap. 8 )

Construyan templos en sus corazones

6 de Abril de 1983

Ustedes han construido este templo. Esto no me satisface. Solamente los templos erigidos en sus corazones son permanentes. Las sumas gastadas en la construcción de templos pueden emplearse con mayor utilidad en el servicio de los pobres y necesitados.

Casi todas las actividades del hombre son motivadas por el interés propio. Esta preocupación por el interés egoísta se opone a la Divinidad que es inmanente en él. Si no realiza a la Divinidad, ¿cómo puede el hombre lograr la paz interna o en el mundo externo? El individuo, la sociedad y el mundo están interconectados de forma inextricable. El bienestar del individuo depende del estado de la nación. Todos deben esforzarse por desarrollar sus propias capacidades espirituales y utilizarlas para promover el interés de la comunidad y del país. El servicio a la sociedad debe volverse la inquietud constante del individuo.

No existe mayor cualidad en el hombre que el amor desinteresado, que se expresa en el servicio a los demás. Tal amor puede ser la fuente de la felicidad real. La relación entre karma (acción) y karmayoga debe entenderse correctamente. El karma ordinario realizado con apego y con deseos acarrea ataduras, pero la acción que está libre de deseos y es desinteresada se vuelve karmayoga. Nuestra vida debe volverse yoga (comunión divina) en vez de roga (enfermedad).

Actualmente, la mayor parte de nuestras acciones desembocanen roga, por que están relacionadas con los placeres sensuales. Puede uno librarse de esta enfermedad siguiendo el camino espiritual. Éste no consiste simplemente en el canto de bhajans o en la recitación de himnos. Éstas son buenas acciones. Sólo aquellas que se realizan como una ofrenda completa a la Divinidad pueden ser consideradas espirituales. El hombre que se encuentra en estado de ignorancia acerca de su ser es como el botón de la flor que aún no se ha abierto. Cuando la flor se abre, esparce su fragancia alrededor. De igual manera, el individuo que ha realizado a la Divinidad interna se vuelve una fuente de luz y fortaleza.

Los templos sirven sólo como recordatorios

¿Por qué habrían de construir templos? El ideal reside en hacer de sus corazones templos que alberguen a la Divinidad, aunque esto no es posible para todos. Los templos de piedra son recordatorios de la existencia de Dios. Cuando ven a un abogado se acuerdan de sus problemas legales, cuando ven a un médico piensan en sus enfermedades; de igual manera, cuando ven un templo, éste les recuerda a Dios.

Los templos sirven como recordatorios, pero la verdadera adoración es la sincera devoción a Dios dentro de cada uno. Purificando el templo de su corazón, deben dedicar su vida al servicio. El servicio dedicado, hecho en el espíritu del sadhana, es lo que distingue a las organizaciones Sathya Sai de otras asociaciones espirituales. Numerosos devotos de Sai, hombres y mujeres, jóvenes y viejos, rinden servicio de varias maneras a causa de su amor por Sai. Las personas hablan del vibhuti (ceniza sagrada) y de los milagros de Swami, pero su verdadero milagro es el amor ilimitado. Lo que inspira a los devotos para que se dediquen al servicio desinteresado es este amor.

Los altibajos de la vida nos dan algunas lecciones

No existe nada más grande que este amor; él los ha traído hasta mí. Mi negocio consiste en dar y recibir amor. Ningún funcionario fiscal es capaz de conocer el alcance del ingreso derivado de este negocio. No hay límite para mi ananda; siempre estoy inmerso en la felicidad. Ello es así porque mi bienaventuranza está asociada con el amor y no con objetos materiales. Si ustedes siguen este sendero, también disfrutarán de esta ananda inefable, alcanzarán la paz de todo tipo.

Vean con idéntica actitud la buena fortuna y el infortunio, la dicha y la pena, la pérdida y la ganancia. Éstos son productos de la naturaleza, igual que el calor y el frío, el verano y el invierno, tiene un propósito al que sirven. De igual manera, los altibajos de la vida pueden darnos algunas lecciones. En realidad, sin los reveses de la vida no seríamos capaces de experimentar a la Divinidad. Sin la oscuridad no podemos valorar la luz, sin dificultades no disfrutaremos de los beneficios. Lo que nos impele a buscar los medios para alcanzar una paz duradera es la falta de paz mental. Los Upanishads dicen que sólo por medio de la renunciación se alcanza la inmortalidad. El hombre debe aprender a practicarla para que sea capaz de descubrir el secreto de la paz y la felicidad duraderas.

Inauguración del nuevo mandir, Guntur, 6-3-83.