Discursos dados por Sai Baba
{SB 24} (30 discursos 1991)
06. 24/03/91 Los ideales del Avatar Rama
( Impreso en castellano en Mensajes de Sathya Sai, Tomo 24 cap. 6 )
Los ideales del Avatar Rama
24 de Marzo de 1991
Dondequiera que miren, deben ver sólo a Dios; es una insensatez ver alguna otra cosa.
Cuando caminen, deben caminar con Dios; es una insensatez tomar alguna otra senda.
Cuando hablen, sólo hablen la Verdad; cualquier otra charla es fútil.
Cuando canten, canten acerca de las verdades más grandes; cualquier otro canto es una aberración.
Cuando oigan, deben escuchar sólo los bhajans del Señor.
Deben procurar ver sólo a Dios.
Dios ha de ser su única Meta.
¿Qué mayor verdad hay que ésta, oh, buenas personas reunidas aquí?
Más dulce que el azúcar, más sabroso que la manteca, más dulce que la miel pura; pronunciar el Nombre es como el néctar mismo:
¡Oh, mente, siempre medita en el nombre de Rama! La vida es efímera en este mundo.
La juventud y la riqueza también son transitorias, también lo son la esposa y los hijos, sólo el Dharma y la Reputación perduran para siempre.
¡Encarnaciones del Amor Divino! Todos los objetos del mundo están sujetos a cambio. Todos los seres vivientes deben morir algún día. Sin embargo, los ideales y los objetivos sagrados establecidos en los corazones humanos brillan para siempre.
Si uno ha de vivir de acuerdo a un ideal, debe estar preparado para enfrentar muchas penurias, dificultades, calumnias, pruebas y tribulaciones. Estos ideales han continuado brillando en los corazones de la gente hasta el día de hoy porque han sido sostenidos a pesar de las vicisitudes y las pruebas severas.
Los eones pueden venir e irse, los continentes pueden aparecer y desaparecer, las personas pueden morir, pero los ideales y los valores permanecen como una fuente perenne de inspiración para el mundo.
Lo que no puede lograrse mediante la fuerza física, la fuerza de los números o el poder de la riqueza puede lograrse mediante el poder de Budhi (la inteligencia). Viveka (la sabiduría) es el sello de la inteligencia. El hombre adquiere sabiduría sólo mediante la adhesión a la Verdad y la búsqueda del Dharma (la rectitud). La sabiduría no puede ser nutrida si no se observa la Verdad.
El sol y la luna brillan en el mundo. Las personas imaginan que ellos brillan por su propia luminosidad. No se dan cuenta de que hay una refulgencia que trasciende la luz del sol y la de la luna y es la fuente de su brillo. El sol físico es considerado autoluminoso.
La luna brilla porque refleja la luz del sol. La luna no es autoluminosa; obtiene su luz del sol.
Del mismo modo, las personas imaginan que Viveka y Budhi en el hombre son sui generis. Sin embargo, la luz de la sabiduría se deriva del Budhi. La iluminación del Budhi se debe al Atma (el Espíritu Interno). Los seres humanos, en su ignorancia, consideran sólo a la iluminación que emana de la sabiduría y la inteligencia, olvidando la fuente básica de su refulgencia, el Atma; en consecuencia, pierden su cualidad humana esencial. El Atma es la base. Es Brahmán. Es Paratatva (el Principio Cósmico Supremo). Es el Paramatma (Ser Omnímodo). Es el principio Avatárico.
La Divinidad apareció en forma humana Las personas comunes no pueden obtener beneficio alguno si el Absoluto Sin Forma permanece en Kailasa o Vaikunta. No es posible adorar al Absoluto Sin Forma. Por lo tanto, el Avatar Rama apareció en forma humana para permitir a la humanidad experimentar lo Sin Forma en una forma accesible y beneficiosa para ella. Un Avatar asume la forma que es beneficiosa para los seres humanos y está dentro de su alcance. Los hombres no pueden comprender lo Sin Forma o lo Absoluto Sin Atributos.
Desafortunadamente, incluso cuando el Absoluto Sin Forma asume una forma, hay personas que, impulsadas por sus actitudes, atribuyen sus propias debilidades humanas al Avatar. “Si Él tiene la misma forma que nosotros, las mismas características físicas, come, habla y se mueve como cualquiera de nosotros, ¿qué diferencia hay entre el Avatar y nosotros?”, preguntan ellas. Debido a su visión estrecha, estas personas se están distanciando de la Divinidad.
Debe hacerse un esfuerzo por comprender la naturaleza de la Divinidad. “Daivam manusharupena”, declaran las escrituras (Dios en forma humana). Sólo cuando Dios viene en forma humana, los seres humanos pueden tener la oportunidad plena de experimentar la Divinidad y disfrutarla. Cuando la vida humana es sublimada, se diviniza. Vida + Infinitud es Dios. Virata Svarupa (la Forma Cósmica) es: Cuerpo + Infinitud. Mente + Infinitud es Hiranyagarbha (la Conciencia Cósmica). Dios, Virata Svarupa y Hiranyagarbha no son entidades distintas situadas en lugares específicos.
Son inmanentes al hombre. Todas las religiones han cobrado existencia para hacer que el hombre tome conciencia de la fuente de la que ha venido y a la que debe regresar.
El objetivo de la religión es unir al hombre con Dios Los sectarios y los exponentes perversos le han quitado sentido y valor a la gran religión de los bharatiyas mediante todo tipo de malas interpretaciones y significados erróneos. El significado y propósito básico de la religión es conducir al hombre hacia su fuente. Los estudiantes deberían captar el significado profundo de la palabra Religión. Consiste de dos partes: “Re”, que significa “de nuevo”, y “ligio’” que significa “juntarse” o “unirse”. Es decir, “Reunirse con Dios” es Religión. Las personas consideran a la religión como un montón de doctrinas y rigurosas obligaciones y prohibiciones prescritas para la gente. Esto es algo totalmente equivocado. El objetivo sagrado de la Religión es recordarle al hombre su origen divino y conducirlo de regreso a Dios.
Esta profunda verdad está contenida en el aforismo Upanishádico:
“Tat Tvam Asi” (Eso eres Tú). “Unir Eso con Esto” es el significado de esta declaración. “Prajnanam Brahma” (Brahmán es el Conocimiento Cósmico) es otra declaración destinada a recordarle al hombre su esencia divina y permitirle fundirse en lo Divino. “Ayam Atma Brahma” (Este Atma es Brahmán) es otra declaración que explica el mismo propósito básico de la Religión, o sea, hacer que el individuo realice su unidad con lo Supremo.
El aforismo “Aham Brahmasmi” (Yo soy Brahmán, el Absoluto) es la declaración final de una persona que ha realizado el Ser, que ha tomado conciencia de que realmente no hay diferencia entre ella y el Absoluto.
La esencia de la religión de los bharatiyas según proclaman el Rig, Yajur, Sama y Atarvana Vedas es alcanzar la unidad del individuo con Dios mediante el reconocimiento de su divinidad inherente. Los Avatares vienen para enseñar a los hombres este principio de unidad, para que puedan librarse de la idea de diversidad y manifestar su divinidad inherente, realizando su naturaleza espiritual básica.
Los Avatares vienen para enseñar el principio de unidad El descenso del Avatar significa que la Divinidad desciende al nivel del ser humano. La Divinidad no se mancha como resultado de este descenso. No hay ninguna disminución de Su poder.
He aquí el ejemplo de un niño jugando en el suelo. Si la madre siente que está por debajo de su dignidad agacharse y le pide al niño que salte hacia sus brazos, el niño no podrá hacerlo. Sin embargo, debido a su amor por el niño, la madre misma se agacha y alza al bebé. ¿Acaso la madre se inclina ante el niño al hacerlo? Del mismo modo, el Avatar desciende al nivel humano para bendecir y rescatar a aquellos que no pueden elevarse al nivel de la Divinidad. Los ignorantes suponen que, porque la Divinidad ha descendido en forma humana, Dios se ha rebajado a Sí mismo al nivel humano. Éste es un acto de agacharse y no de ponerse de rodillas. Es un acto de bendición y no de sumisión.
La manifestación de los Poderes Divinos Los atributos y poderes de la Divinidad permanecen inalterados en su prístina amplitud. La Divinidad m
anifiesta Sus poderes de acuerdo a las necesidades, las circunstancias y las condiciones prevalecientes en un momento o sitio en particular. Tomen por ejemplo el caso del presidente de la Corte Suprema de Justicia.
Él tiene el poder de imponer la pena máxima a cualquier cantidad de personas, de acuerdo a la ley. También tiene el poder de proteger los derechos de los ciudadanos. Tiene tanto el poder de proteger como el de castigar. Estos poderes pueden ser ejercidos sólo cuando ocupa su puesto como juez. El mismo presidente de la Corte Suprema, cuando está en su hogar, ¡le confiere alegría a su nieto dejándolo montarse sobre su espalda! Al permitir a su nieto jugar de este modo, ¿acaso pierde sus poderes como presidente de la Corte Suprema al permitirle a su nieto jugar de este modo? De la misma manera, el Avatar no pierde ninguno de Sus poderes supremos meramente porque vive y se mueve entre los seres humanos como un hombre. Las personas de mentalidad estrecha ven las cosas de un modo diferente.
Este fenómeno pudo ser advertido en muchas ocasiones en el caso del Avatar Rama. En el Ramayana, Rama es descrito como alguien que, al igual que otros seres humanos comunes, experimentó la angustia de la separación de Sita. ¿Por qué razón Rama exhibió tales sentimientos? Rama se comportó de este modo para servir como ejemplo a las personas comunes sobre cómo debían comportarse los individuos en circunstancias similares.
El Ramayana es una obra que muestra los ideales para cada hogar y cada familia. Cómo debe ser la relación entre un padre y un hijo, cómo deben conducirse un esposo y una esposa, cómo deben comportarse los hermanos entre sí, cómo deben ser las relaciones entre los gobernantes y los ciudadanos, cómo deben conducirse las cuñadas: todo esto es ejemplificado en la historia del Avatar Rama.
El ejemplo de Sri Rama de una vida ideal Rama estuvo dispuesto a respetar una vieja promesa que su padre le había hecho a su madrastra. Él renunció al trono en el momento de la coronación y eligió exiliarse en la selva. A pesar de las eminentes calificaciones que poseía para convertirse en el gobernante, optó por irse a la selva para hacer honor a la promesa de su padre. Éste es un ejemplo glorioso de una vida ideal.
Hoy las personas anularían las promesas dadas por los padres y colocarían en primer lugar sus intereses personales. Rama demostró al mundo que los hombres nacidos en la dinastía Ikshvaku estaban decididos a respetar las promesas hechas por sus padres. Rama estaba preparado para enfrentar cualquier sufrimiento y dificultad para sostener este sagrado principio.
Rama siempre estaba dispuesto a satisfacer los deseos y a respetar las opiniones de las personas. Sumamente sensible incluso a los comentarios de un mezquino lavandero, Rama envió a Sita a la selva al sentir que el comentario del lavandero podría ser una indicación de los sentimientos no expresados de muchos otros de sus súbditos.
Rama se destaca como un gobernante ideal intensamente atento a los deseos de la gente. Hoy, personas incompetentes e indignas están aspirando a posiciones de poder. Esto es absolutamente incorrecto. Ésta es la razón por la que la nación se encuentra hoy estancada. La desastrosa declinación de Bharat se debe enteramente a la incompetencia de aquellos que están en el poder. Los hombres de carácter, que están totalmente libres de este interés personal, deberían ocupar los puestos de autoridad. Rama demostró las relaciones ideales que deben existir entre el gobernante y los gobernados.
La devoción de Lakshmana por su hermano Volviendo a las relaciones armoniosas que existían entre los hermanos: acatando las palabras de su madrastra, Rama se vistió con la corteza de los árboles, se puso el manto de un asceta y partió hacia la selva. Lakshmana no estaba obligado a hacer tal cosa. Sin embargo, como hermano menor, sintió que no era correcto de su parte permanecer allí y disfrutar de la vida de Ayodhya cuando su hermano se encaminaba hacia la selva.
Estaba dispuesto a renunciar a su madre y a su esposa y acompañar a Rama, a quien consideraba su aliento vital.
Así, siguió a Rama como un asceta, considerando que Ayodhya sin Rama era una jungla y que una selva con Rama era Ayodhya misma. Sirvió a Rama y a Sita infatigablemente, día y noche.
La conducta de los hermanos, hoy en día, en situaciones similares sería completamente distinta. Están dispuestos a entrar en litigio por la distribución de una propiedad y perderlo todo al llevar la disputa hasta la Corte Suprema. No aceptarán disfrutar de la propiedad en común y se arruinarán a sí mismos a causa del litigio.
Rama debería servir como ejemplo para tales hermanos.
Cómo Sita convenció a Rama Rama también ejemplificó la relación ideal entre el esposo y la esposa en una familia. Cuando Rama decidió partir hacia la selva, Sita quiso acompañarlo para servirle. Rama trató de disuadirla de muchas maneras, hablándole de los peligros de la vida en la selva, infestada de animales salvajes y demonios que merodeaban por allí. Sita respondió: “Estando con el león entre los hombres, ¿qué puede hacerme algún animal?”. Rama argumentó que los Rakshasas eran capaces de adoptar cualquier forma y que sería difícil protegerla. Sita replicó: “¿Acaso tú, el protector de los catorce mundos, no puedes proteger a una sola Sita?”. Mediante estos argumentos, Sita trató de hacer que Rama accediera a dejarla ir con él.
Rama entonces empleó un argumento diferente. Le dijo que ella debía quedarse para prestar servicio a sus ancianos padres.
Anteriormente, Sita había escuchado el consejo que Rama le había dado a su madre, Kausalya, cuando ella quiso ir con Rama a la selva. Rama le había hablado de sus obligaciones hacia su esposo, diciéndole que bajo ninguna circunstancia ella debía dejarlo para seguirlo a él. Él le había dicho a Kausalya: “Para una esposa, el esposo es el Señor. El hijo no puede ocupar el lugar del esposo. El esposo está en primer lugar. Tu primer deber es servir a mi padre y no venir conmigo”. Sita le recordó a Rama el consejo que él mismo le había dado a su madre y le dijo que él no podía establecer una regla para su madre y otra para ella con respecto a los deberes de una esposa hacia su esposo. Sita instó a Rama a obrar en conformidad con sus palabras y llevarla con él. “Tú estás yendo a la selva para honrar las palabras de tu padre. Yo estoy siguiéndote para actuar en conformidad con las palabras de mi esposo”, dijo ella. De este modo, el Ramayana demuestra la relación correcta entre el esposo y la esposa y sus respectivos deberes.
El ejemplo de Bharata al respetar las tradiciones Si consideran la conducta de Bharata, descubrirán que aunque su padre y su madre le ofrecieron el reino, él no deseaba disfrutar de lo que le pertenecía por derecho al hijo mayor, Rama.
Consideraba que era inmoral y que iba contra las tradiciones de la familia Ikshvaku aceptar el reino en tales circunstancias y renunció firmemente a él.
Cuando Dasarata decidió tomar a Kaikeyi como su tercera esposa, con el consentimiento de Kausalya y Sumitra, para poder tener un hijo que lo sucediera en el trono, el padre de Kaikeyi impuso la condición de que ofrecería a su hija en matrimonio sólo si el hijo nacido de ella era coronado rey, sin considerar los derechos del hijo que pudiera nacer de la reina mayor. Dasarata no estaba dispuesto a acceder a esta condición, pero Kausalya y Sumitra lo persuadieron para que la aceptara, diciendo que nadie nacido en el linaje Ikshvaku iría contra el Dharma. Esto fue ampliamente confirmado por la conducta de Bharata.
Bharata no sólo se negó a ascender al trono, sino que hizo el voto de permanecer fuera de la capital hasta que Rama regresara al reino. Declaró que no estaba dispuesto a mancillar el buen nombre de sus grandes antepasados para subir al trono.
“Cuando Rama parta hacia la selva para cumplir con el mandato de su padre, yo también me iré a la s
elva”, dijo Bharata. Finalmente, obtuvo las sandalias de Rama, las ubicó en el trono y él mismo llevó la vida de un asceta en Nandigrama, una aldea fuera de la capital. ¿Puede concebirse que alguien renuncie a semejante buena fortuna del modo que lo hizo Bharata? ¿Desdeñará alguien algo caído del cielo? Sin embargo, Bharata no consideraba que el reino era una bendición. Sentía que sería ignominioso ocupar el trono.
Las lecciones que enseña el Ramayana Así, el Ramayana debe ser considerado una gran obra de la que uno puede aprender cómo cada miembro de una familia debe conducirse virtuosamente y llevar una vida ideal.
Tomen, por ejemplo, a las cuñadas. En las familias de hoy, no hay armonía entre las esposas de los hermanos. Sin embargo, miren cómo se comportó la esposa de Lakshmana, Urmila.
Le dijo a Lakshmana que era afortunado al tener la oportunidad de servir a Rama, oportunidad que le había sido negada a ella, y agregó: “A mí también me gustaría ir contigo. Sin embargo, si lo hago, mi presencia distraerá tu atención del servicio completamente dedicado a Rama y Sita. Yo permaneceré aquí, mientras tú te dedicas de todo corazón al servicio de ellos”. Así, Urmila hizo un sacrificio aun mayor que el de Sita.
Cuando Lakshmana cayó a los pies de Sumitra, su madre, y le pidió sus bendiciones antes de partir hacia la selva con Rama y Sita, ella se regocijó al darle sus bendiciones. Le dijo: “La selva donde Rama esté será Ayodhya para ti”. ¿Alguna madre enviaría a su hijo a la selva de este modo? Estos ejemplos muestran la pureza de corazón de los miembros de la familia de Sri Rama.
¿Cómo bendijo Kausalya a Rama cuando él se postró ante ella antes de partir hacia la selva? Ella declaró: “Que ese Dharma que tú vas a proteger yéndote a la selva te proteja siempre. ¡Que tengas para tu protección todos los raksha (amuletos) que Gouri y otras grandes madres dieron a sus hijos cuando ellos fueron a luchar contra las fuerzas del mal!”. Así, Rama recibió las bendiciones de su madre, su madrastra y todos los demás cuando partió hacia la selva para hacer honor a la palabra de su padre.
La unidad en la familia conduce a la prosperidad de la nación La primera lección que se ha de aprender de la historia de Rama es cómo promover la unidad y la armonía en una familia.
Cuando cada familia está unida, la aldea disfruta de unidad.
Cuando las aldeas están unidas, la nación goza de prosperidad.
“Estén preparados para sacrificar al hijo por el bien de la aldea y a la aldea por el bien de la nación”. Ésa fue la máxima que enseñó Vidura en el Mahabharata.
El reinado de Rama se caracterizó por la importancia dada a la justicia y la moralidad. Hoy las personas son acosadas por la desconfianza y la sospecha a cada paso. “¿Por qué Dios hace esto?”.
Dichas preguntas surgen de las dudas de mentes estrechas. No habrá lugar para tales dudas si la naturaleza infinita de la Divinidad es comprendida correctamente. La gente de miras estrechas, que no puede captar la omnipotencia de la Divinidad, se hace tales preguntas. Su vida entera es malgastada de este modo. Por lo tanto, las personas deben librarse de tal estrechez mental.
Dios puede proteger y también castigar. Él puede imponer pruebas o conferir alegría. Krishna destruyó a Dantavakra y a Sisupala.
Él protegió a los Pandavas en todo momento. Dios (en Sus Avatares anteriores) destruyó a Hiranyaksha y a Hiranyakasipu y protegió a Prahlada. En el Avatar de Rama, castigó a Ravana y a Kumbhakarna y coronó a Vibhishana como rey. Siendo Krishna, Él fastidió a las Gopikas y las hizo llorar. Les proporcionó deleite a Sus compañeros gopalas. Todos éstos son diferentes aspectos de las lilas (juegos) del Señor. “¿Por qué debería Él hacer esto y por qué debería comportarse de otro modo?”. Tales preguntas son irrelevantes en el contexto de las acciones completamente desinteresadas del Señor. Los actos de Dios están libres de mancha. No hay ni un ápice de egoísmo en el Señor.
El preceptor y el discípulo fiel Hay una historia que señala la diferencia entre un discípulo genuino y otros que se comportan de un modo cuando están con el preceptor y en forma diferente cuando están lejos de él. Cuando se estaba acercando su fin, el preceptor hizo llamar a todos sus antiguos discípulos al ashram para una última reunión con ellos antes de morir. Todos los discípulos habían llegado, excepto uno, que tenía que venir desde lejos. Durante su viaje, tuvo que cruzar un río crecido antes de llegar a la aldea del gurú. A pesar de las advertencias de los aldeanos con respecto a no adentrarse en el río crecido, siguió caminando, ansioso por llegar junto a su gurú, recitando el mantra que el gurú le había enseñado.
Milagrosamente, el río sólo le llegó a las rodillas mientras él lo cruzaba. Todos quedaron pasmados por el milagro. Al llegar al ashram, los otros discípulos sintieron que el gurú le había impartido a este discípulo un mantra diferente, que le había permitido vadear el río crecido sin dificultad. Incluso acusaron al gurú de parcialidad. El gurú les dijo que el mantra impartido a todos ellos era el mismo, pero había una diferencia en el espíritu con que lo pronunciaban los discípulos y eso hacía toda la diferencia en su eficacia protectora. El discípulo que había cruzado el río fue salvado por su fe en el gurú. No había diferencia en el mensaje impartido a los discípulos.
Fortalezcan su fe para obtener bienaventuranza Si el nombre del Señor no es recitado con el espíritu apropiado, ¿de qué sirve todo el sadhana? La fe es el requisito primordial.
Cantar el nombre incesantemente sin fe es completamente inútil. Donde hay fe, hay Amor. Donde hay Amor, hay Paz.
Donde hay Paz, hay Verdad. Donde hay Verdad, hay Bienaventuranza.
Donde hay Bienaventuranza, está Dios. Si la fe está ausente, ¿cómo puede experimentarse la Bienaventuranza?
Por lo tanto, fortalezcan su fe. Lamentablemente ésta es la Era de Kali. Las personas están ciegas, les faltan los ojos de la fe. Un hombre rico le confiará la seguridad de su hogar a un vigilante gurkha. Otra persona confiará en un conductor para que maneje su auto en forma segura. Un hombre le confiará sus ropas valiosas a un lavandero. Uno le entregará su cabeza a un peluquero que maneja una navaja afilada para una tonsura.
Desafortunadamente, a pesar de todos sus estudios, las personas educadas no tienen fe en Dios. Ellas están dispuestas a colocar su confianza en una serie de personas inferiores, pero no tienen fe en el Supremo. Ésa es la razón de todas sus dificultades.
Por encima de todo, desarrollen fe en los ideales de Rama. La fe en estos ideales ha sido la responsable de su supervivencia durante eones. A lo que deben aspirar es a una vida regida por ideales.
Todos deben tener la meta de convertirse en personas ideales.
Los ideales, no la ostentación, deben ser la consigna.
La Era de Rama volverá a existir en el instante en que renuncien a la ostentación, desarrollen fe en el Ser y lleven una vida sagrada. Entonces todos sentirán amor por Rama. Rama no significa el hijo de Dasarata. El Atma es Rama y por eso Rama recibe el nombre de Atma-Rama.
Discurso el día de Sri Rama Navami en el Mandir de Prashanti, el 24 de marzo de 1991.
Las esferas celestes giran y se desintegran; el tiempo pasa velozmente; una edad le sigue a otra edad; una era le sigue a otra era; los cuerpos que han nacido, crecen y mueren; sin embargo, el anhelo de santificar la vida con buenas obras y buenos pensamientos no se ve en ninguna parte; la fragancia del sadhana sincero no se encuentra en ningún lado. Grandes cosas pueden lograrse mediante el proceso de ‘renunciar’.
Cultiven el desapego y el Señor se apegará a ustedes.
El pasado no puede recuperarse; aquellos días se han ido. Sin embargo, el mañana viene hacia ustedes. Decidan santificarlo con Amor, Servicio y Sadhana.
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