Discursos dados por Sai Baba
{SB 23} (36 discursos 1990)
06.03/04/90 Rama, el Morador Interno
( Impreso en castellano en Mensajes de Sathya Sai, Tomo 23 cap. 6 )
Rama, el Morador Interno
3 de Abril de 1990
¡Encarnaciones del Atma Divina! Cada hombre nace en este mundo para saldar tres clases de deuda. La primera es la deuda hacia Dios. La segunda es la deuda hacia los Rishis (sabios).
La tercera es la deuda hacia los padres. La Divinidad satura cada célula del cuerpo, dotándolo de energía divina. Es el poder de lo Divino el que hace funcionar cada miembro del cuerpo a través de esta energía Divina.
De esto se desprende que el hombre tiene que ser consciente de esa energía y agradecido a la Divinidad por sustentarlo y protegerlo. Si él no lo hace, su vida es un desperdicio.
Saldar la deuda para con la Divinidad significa realizar acciones sagradas y servir a otros, dedicando así cada acción del cuerpo a la Divinidad. Cuando semejante cuerpo divinamente dotado se consagra a propósitos sagrados, mediante la constante realización de acciones sagradas, sublimes y dedicadas, la deuda hacia la Divinidad se cancela.
La deuda hacia los sabios y los padres Luego viene la deuda hacia los Rishis. Los antiguos sabios, al dedicar todas sus energías a la penitencia y la indagación espiritual, han legado a la humanidad las grandes escrituras que deberían servir de guías para ordenar sus vidas en este mundo y en el más allá. Son los sabios quienes ofrecieron a la humanidad los Upanishads, los puranas y las epopeyas para la regulación adecuada de la conducta en la vida siguiendo carriles ideales. Deben reconocer la suprema importancia de las escrituras para hacer que sus vidas sean sublimes. Las sendas establecidas por los Rishis muestran cuáles son las acciones que han de ser evitadas y cuáles son las acciones correctas obligatorias para cada uno, y sus preceptos tienen que ser respetados escrupulosamente. Los deberes prescritos deben ser llevados a cabo y las acciones prohibidas, evitadas. Sólo así se salda la deuda contraída con los Rishis.
La tercera es la deuda hacia los padres. El cuerpo de cada uno proviene de la carne y la sangre de la madre. El sacrificio que implica dar a luz a un niño y criarlo mediante continuos cuidados y amor está más allá de toda descripción. El alimento que ustedes ingieren, la ropa que visten, la vida que llevan son todos regalos de sus padres. Complacer a sus padres es su deber primordial. Sólo así se salda la deuda contraída con los padres. Eso no es todo. La deuda hacia los padres debe ser pagada actuando correctamente y prestando servicio a la sociedad.
Fue por estas razones que el emperador Dasarata pagó su deuda para con la Divinidad y, mediante sus yagas y yajnas, cumplió con sus obligaciones hacia los Rishis. Sin embargo, no había podido saldar la Pitru runa (la deuda hacia sus padres).
Él les mostró la debida veneración, pero como no tenía un hijo digno, capaz de sostener el Dharma, él no podía cumplir totalmente con las obligaciones hacia sus padres. Dasarata había tomado conciencia de la supremacía del Dharma. Por lo tanto, para superar la falta de un hijo, decidió realizar el Putrakameshti yaga (el sacrificio especial para ser bendecido con un hijo).
Por qué Dasarata realizó el Putrakameshti yaga El deseo de tener un hijo no ha de ser para la protección de las posesiones y propiedades de uno mismo. Tampoco ha de ser para asegurarse la realización de las propias exequias ni para prestarle algún tipo de servicio. El propósito principal debería ser tener hijos que practiquen la rectitud en el servicio a la sociedad. Fue con este objetivo que Dasarata decidió realizar el Putrakameshti yaga.
Los sabios Vasishta, Jabali y otros recibieron con entusiasmo la decisión del emperador. En ese momento, el primer ministro del emperador, Sumantra, le recordó el consejo que el sabio Sanatkumara le había dado anteriormente. Sumantra le dijo:
“¡Oh, rey! Has olvidado lo que te dijo Sanatkumara. Él te había instado a obtener las bendiciones del gran sabio Rishyasringa y realizar el yaga con Rishyasringa como Brahma en el sacrificio”.
Por lo tanto, Dasarata, acompañado por un número de sacerdotes, se dirigió al ashram de Rishyasringa. Éste accedió de buen grado al pedido del emperador y asistió al yaga junto con su esposa Santha. Ajustándose al procedimiento establecido par el Putrakameshti yaga, Dasarata primero llevó a cabo el sacrificio Aswamedha (del caballo). Se requiere un caballo con ciertas características específicas para este sacrificio. Debe tener todas las marcas prescritas. En la estación de Vasanta (la primavera), se inició la búsqueda de un caballo adecuado.
Recién se lo pudo hallar en la primavera siguiente. Pasó otro año más antes de que el caballo estuviera apropiadamente preparado para el yaga. Entonces, se lo soltó para que recorriera el reino. Regresó de esta sagrada misión en la siguiente primavera. Esto significa que los preparativos para el yajna duraron tres años.
Entonces apareció Brahma. ¿Quién es Brahma? Se lo describe como una deidad con cuatro rostros. El Brahma de cuatro rostros le dijo a Dasarata: “¡Oh, rey! Tus deseos se verán cumplidos.
Completa el yajna con prontitud”. Alentado por la promesa de la deidad, Dasarata distribuyó dádivas a todos con generosidad y completó el yajna. Las escrituras declaran: “Yajna es la misma forma de Vishnu”. ¿Quién es Vishnu en este contexto?
No es la forma que lleva la caracola y la rueda (Sankha y Chakra). Vishnu se refiere al Ser Supremo que lo satura todo en el cosmos.
Los cuatro Vedas nacidos como cuatro hijos Al completarse el yajna, una deidad surgida del fuego del sacrificio apareció ante Dasarata llevando un cuenco de Payasam (un líquido dulce) en sus manos. ¿Cuál era la grandeza única de este Payasam? Representaba la esencia de todos los Vedas.
Cuando las tres reinas de Dasarata bebieron el payasam, los cuatro Vedas nacieron como los cuatro hijos de Dasarata:
Rama, Lakshmana, Bharata y Satrughna. Rama representa al Yajur Veda, que es la encarnación del Dharma. Lakshmana, siempre inmerso en la recitación del nombre de Rama y siempre dedicado a su servicio, representa el Rig Veda. Bharata, a quien siempre le fascinaba cantar el nombre de Rama y se deleitaba haciéndolo, representa el Sama Veda. Satrughna, que estaba siempre dedicado a servir a los otros tres hermanos y que había conquistado a los enemigos internos y externos, representa el Atarvana Veda. Así, los cuatro hermanos representan a los cuatro Vedas. Sólo cuando el Ramayana es estudiado por su importancia esotérica más que desde un punto de vista superficial, les resultará claro su significado completo.
La manifestación del Pranava La significación del advenimiento de los cuatro hermanos también puede ser comprendida desde otro punto de vista. El Pranava mantra “Aum” ha sido considerado idéntico al Supremo Brahmán. En esta palabra de tres letras, la “A” representa a Lakshmana, la “U” representa a Bharata y la “M” representa a Satrughna. El Omkara que emana de la combinación de estos tres sonidos representa a Rama. Por eso las escrituras han declarado que el Principio de Rama simboliza el Omkara primordial.
Además, Valmiki destacó la significación única de Rama, Lakshmana y Sita como una manifestación de Omkara. Lakshmana, representando a la “A”, está parado a la derecha de Rama; Rama, representando a la “U” está en el medio; y Sita, representando a la “M”, está a la izquierda de Rama. Valmiki describió la combinación de estos tres como la encarnación de la Divinidad.
El simbolismo del Ramayana puede ser visto desde otro ángulo.
El cuerpo humano, con los cinco órganos de percepción (Jnanendriyas) y los cinco órganos de acción (Karmendriyas) representa al carruaje, Dasarata. El corazón es Ayodhya, aquello que no es fácil de penetrar. No obstante, el corazón está expuesto al placer y al dolor. El cuerpo está relacionado con los t
res gunas: Satva, Rajas y Tamas. Simbólicamente, de las tres esposas de Dasarata, Kausalya representa a Satva, Sumitra representa al Rajoguna y Kaikeyi representa al Tamoguna.
Esto significa que el cuerpo humano está casado con los tres gunas. ¿Cuál es el Dharma que este cuerpo debería seguir?
Los cuatro Purushartas (objetivos de la vida) son los objetivos prescritos para el hombre: Dharma, Arta, Kama y Moksha.
Se puede considerar que los cuatro hermanos simbolizan estos cuatro objetivos. Arta (la adquisición de riqueza) debería estar relacionada con el Dharma (la Rectitud) y Kama (los deseos) debería estar relacionado con Moksha (la liberación).
Hoy el hombre pasa por alto a Dharma y a Moksha y va únicamente tras Arta y Kama. En consecuencia, está expuesto al pesar y al sufrimiento.
Puede lograrse cualquier cosa con pureza de corazón De los cuatro Purushartas, Dharma es el más importante.
¿Qué es este Dharma? Es esencialmente Trikarana suddhi: pureza de pensamiento, palabra y acción. La completa armonía entre pensamiento, palabra y acción es la señal de un Mahatma (un alma elevada). Sin unidad de pensamiento, palabra y acción no puede haber realización en la vida. Es el deber de cada hombre alcanzar esta realización llevando una vida de triple pureza como hizo Dasarata. La consumación de todo sadhana (práctica espiritual) es la pureza de corazón.
Se ha de comprender que en el corazón sólo hay lugar para una persona. No se lo debe considerar un largo sofá ni tampoco el juego de la silla vacía. Únicamente Dios debería ser instalado en el corazón. Debido a que hoy los hombres cambian sus lealtades de un momento a otro, su devoción se diluye y sus aspiraciones no son satisfechas. Con un corazón puro y una devoción firme, cualquier cosa puede lograrse en este mundo.
Siempre mantengan al Señor a su lado Sita demostró su absoluto desinterés por los placeres mundanos cuando eligió acompañar a Rama a la selva. No sirvieron de nada los argumentos de Rama respecto de los peligros de la vida en la selva, con animales salvajes deambulando por allí.
Ella dijo que, teniendo al Señor de todos los seres a su lado, ningún peligro podía acontecerle. No obstante, al ver el ciervo dorado en la selva, Sita expresó el deseo de tenerlo, se distanció de Rama y sus dificultades comenzaron.
Mientras estén apegados a las cosas del mundo, no obtendrán la realización de Dios, cualquiera que sea la adoración que lleven a cabo. No es necesario renunciar a todo; es suficiente si disfrutan de todo como un regalo de Dios y le ofrecen todo a Él.
Todo es una manifestación de Dios. Pueden disfrutar de todo con esa conciencia.
Incluso algunos de los rakshasas (demonios) comprendieron la Divina Realidad de Rama. Maricha fue uno de aquellos que tomaron conciencia de la omnipresencia, la omnipotencia y la grandeza Divina de Rama. El sabio Vishwamitra se llevó a Rama (y a Lakshmana) para proteger su yaga de las depredaciones de Tataki y sus hijos. Maricha era uno de estos hijos. Después de que Rama dio muerte a Tataki, Maricha apareció para perturbar el yaga. Rama le lanzó una flecha que lo arrojó a kilómetros de distancia. Esa experiencia hizo que Maricha fuese consciente del poder Divino de Rama. Declaró que no había visto a nadie que pudiera igualar el poder de Rama. Fue a ver a Ravana y le habló sobre los poderes únicos que tenía Rama, aun siendo un jovencito. Le dijo a Ravana:
“¡Oh, Ravana! No hay nadie en este mundo tan poderoso como Rama. No hay nadie que pueda igualarlo en ninguna parte. Su belleza incomparable está más allá de las palabras. Su forma fascina incluso a los hombres. Yo he contemplado esta hermosa forma Divina”. Ravana no olvidó todo lo que Maricha le había dicho.
La descripción que Surpanakha hizo de Rama Más tarde, llegó la hermana de Ravana, con una oreja y la nariz sangrando, sollozando ante él. Ravana le preguntó: “¿Cómo es posible, hermana, que alguien pudiera cortarte la oreja de un lado y la nariz del otro lado? Con todos tus poderes, ¿qué estabas haciendo mientras te cortaban primero la oreja y luego la nariz? Es imposible que alguien las corte al mismo tiempo”.
Surpanakha respondió: “¡Oh hermano! ¿Qué te puedo decir?
Durante todo el tiempo, sólo podía mirar la hermosa forma de Rama. Mientras contemplaba su rostro, yo no era consciente de lo que me estaban haciendo. Todos mis sentidos estaban paralizados mientras me perdía en la contemplación de la encantadora forma de Rama. Cuando Rama se marchó, tomé conciencia de mi situación. Eso no es todo. Sita es aun más hermosa que Rama”. Surpanakha le dijo a Ravana que después de ver la belleza de Sita sintió que sólo Ravana era digno de Sita y que ella no merecía permanecer en la selva.
Mientras Surpanakha hacía esfuerzos para hablar, la pasión de Ravana se despertó. Él volvió a llamar a Maricha y le manifestó que necesitaba su ayuda para una misión importante. Dijo:
“Tú eres una persona sumamente capaz. Puedes comprender a los demonios y tratar también con la Divinidad. Eres capaz de adoptar cualquier forma. Por lo tanto, debes ir a la selva Dandakaranya y separar a Rama de Sita”. Entonces, Maricha le replica a Ravana: “Ésta es una propuesta desastrosa. Se dice que los hombres destinados a la destrucción desarrollan ideas desastrosas. Nadie puede conquistar a Rama. Jamás puedes esperar obtener a Sita en toda tu vida. Rama es Dios encarnado.
Abandona esta idea suicida”.
Inflamado por la pasión, Ravana no prestó atención a la advertencia de Maricha. Le dijo que si no actuaba como él quería, le cortaría la cabeza. Maricha pensó para sí: “De cualquier forma, mi vida está en peligro. En lugar de morir a manos de este malvado Ravana, es mejor para mí encontrar la muerte en las Divinas manos de Rama”. Con el deseo de ser muerto por Rama, Maricha aceptó obedecer la orden de Ravana. De este modo, el primero en reconocer la divinidad de Rama fue un Rakshasa. Fue más adelante que Viswamitra anunció la divinidad de Rama.
Rama es la encarnación de los tres gunas El Principio de Rama está manifestado en el Gayatri mantra.
Rama es la encarnación de los tres aspectos del Tiempo. Es el Señor de los tres mundos y la encarnación de los tres gunas. Por lo tanto, Sri Rama es el espíritu que mora en el interior de cada ser humano. No es necesario ser un gran erudito o científico para comprender esta verdad. No importa lo admirable que pueda ser un erudito; si no tiene ojos, no puede ver el mundo. No importa lo magnífico que pueda ser un científico; si está profundamente dormido, no puede ver nada. Sin embargo, un hombre con los ojos abiertos puede ver el mundo cuando está despierto, aunque no sea erudito o científico. El poder de la vista no deriva de la erudición o la ciencia, sino que es un don de la Divinidad.
Además, la erudición no habilita a un pandit a comprender su verdadera naturaleza, aunque pueda enseñar a otros. La verdadera erudición consiste en cultivar un corazón puro.
Cada persona que posee un corazón purificado experimenta la Divinidad en algún momento u otro. Tenemos cantidad de ejemplos de tales almas realizadas. Valmiki fue al principio un asaltante de caminos. Por la gracia de unos sabios se convirtió en el autor del Ramayana. Nanda experimentó la Divinidad, aunque era un paria. Kuchela, sumido en la pobreza, obtuvo la gracia del Señor. Gajendra, el Señor de los elefantes, y Dhruva, un simple muchacho, pudieron obtener la gracia del Señor mediante su devoción. Sabari, una iletrada habitante del bosque, se convirtió en gran devota mediante la continua recordación del nombre de Rama. Gracias a su devoción pudo obtener la bienaventurada experiencia de recibir a Rama, Lakshmana y Sita en su ashram.
El encanto del Ramayana es inagotable En el mundo hay muchos devotos semejantes, que han alcanzado la realización de Dios sin una profunda erudición o austeridades elaboradas. Por lo tanto, el D
ivino Principio de Rama no es algo para ser recordado una vez al año, sino en cada instante de la vida.
Ramanavami cae en un período del año en el que la Naturaleza se pone una nueva vestimenta después de desprenderse de la vieja. De este modo, Rama representa todo lo que es hermoso en la Naturaleza.
El Ramayana ha sido dividido en dos partes: el Purva Ramayana y el Uttara Ramayana. El Purva Ramayana (la primera parte) trata acerca de la valentía de Rama como un Dhira (héroe) que destruyó a Vali, Ravana y otros. El Uttara Ramayana revela la compasión de Rama. (Está lleno de Karuna Rasa, la dulzura de la compasión). Valmiki ha comparado la dulzura del Ramayana con la dulzura del jugo de la caña de azúcar. La caña de azúcar tiene una corteza dura y está llena de nudos. No obstante, su jugo es dulce. Del mismo modo, a pesar de los numerosos personajes malvados en la historia y los tristes episodios que contiene, esta epopeya conserva su dulzura. El encanto del Ramayana es inagotable.
Cuando la historia del Ramayana sea comprendida en su esencia interna, transformará la naturaleza humana. Rama debería ser considerado no como el príncipe de Ayodhya, sino como el Atma-Rama, el Morador Interno de cada corazón. Dediquen su mente, habla y cuerpo a la Divinidad y elévense así desde el nivel de lo humano hasta el de lo Divino.
Las interpretaciones correctas de diversos actos de Rama Algunas de las acciones de Rama han sido criticadas por los eruditos utilizando diversos argumentos. Sin embargo, vistas desde la perspectiva correcta, se comprenderá que Rama actuó en cada caso de acuerdo con la naturaleza de la persona. Al matar a una ogresa, Rama es acusado de cometer Strihatya (el pecado de matar a una mujer). Pero esto no es así. Él estaba destruyendo el Tamo guna que ella simbolizaba. Él le dio la liberación a Sabari, que representaba el Rajo guna. Purificó a Ahalya, que representaba el Satva guna, absolviéndola de todos sus errores y devolviéndosela a Gautama. En el caso de los hermanos Rakshasas, destruyó a Kumbhakarna y a Ravana, que representaban los Tamo y Rajo gunas, y convirtió a Vibhishana, que simbolizaba el Satva guna, en el gobernante de Lanka. Sólo cuando destruyan los Tamo y Rajo gunas en su interior podrán hacer que el Satva guna reine en sus corazones. Éste es el deber primordial de cada ser humano. Debería ser el ideal. Asimilando estas grandes cualidades de Rama y regulando sus vidas de este modo, serán capaces de divinizarse a sí mismos.
Un estudiante se ha referido al consejo que Siva le dio a Parvati acerca de recitar el nombre de Rama. El término Manorame usado en el sloka tiene dos significados. Uno se refiere a Parvati. El otro significa que uno debería “disfrutar en la mente” del nombre de Rama. El Principio de Rama deleita el corazón.
Discurso en el Kalyana Mandap, Brindavan, el 3 de abril de 1990.
Pasen cada segundo de sus vidas en forma útil y apropiada. Si pueden, presten servicio a otros. Dedíquense a cuidar a los enfermos, pero cuando estén sirviendo de este modo, no se preocupen por los resultados, por el acto del servicio o la persona a quien se lo ofrecen. El servicio se vuelve sagrado y puro si no prestan atención a lo bueno y lo malo y continúan repitiendo silenciosamente en su corazón el Mantra que los moviliza.
Baba