Discursos dados por Sai Baba
{SB 12} (54 discursos 1973 a 1974)
03. 04/02/73 El fruto y el árbol
( Impreso en castellano en Mensajes de Sathya Sai, Tomo 08 cap. 33 )
El fruto y el árbol
4 de Febrero de 1973
Madrás
Bharat es el más antiguo de todos los centros de civilización que sobrevive en la actualidad con su herencia intacta. Pero, debido a un falso sentido de valores, los líderes y los jóvenes del país están ignorando las tradiciones de esta preciosa cultura, y están adoptando las ideas e ideales del occidente. Por consiguiente, se identifican con el cuerpo, despilfarran sus energías y habilidades en abastecer sus necesidades y antojos, y creen que el mundo material es el único campo “para el estudio y la subyugación”. El resultado ha estado aquí al igual que en todos los demás lados, como incluso en los más avanzados países occidentales: temor, ansiedad, violencia, corrupción y contaminación. El confort físico, el avance individual, el progreso personal, son considerados deseables.
Sin embargo, a pesar de que toda persona pueda declarar que sólo cuida de sí mismo, nadie puede vivir en aislamiento.
Personas durmiendo en la misma cama son sorprendidas teniendo sueños diferentes; cada uno tiene una vida interior propia, su propio sendero y velocidad. Pero pregúntenle por qué está ocupado trabajando, qué está trayendo de las compras, por qué se lo ve preocupado. La respuesta sería que estaba ocupado construyendo una casa para su familia, que estaba comprando ropas para sus hijos, que estaba preocupado por su esposa. Así está viviendo, no para sí mismo, sino para otros a quienes está apegado, quienes son sus seres cercanos y queridos.
El hombre se encuentra bajo una obligación ineludible de determinar sus actividades y actitudes en consonancia con aquellas de los demás entre quienes se encuentra. Se le da padres para reverenciar y obedecer, hermanos y hermanas para amar y con quienes aprender, compañeros de juegos con quienes juntarse y moverse; la sociedad para ser cambiado y para cambiarla. Su cariño y apego son atraídos por otros y sus reacciones son determinadas por otros.
El hombre tiene que expandir su conocimiento.
Él puede estar sentado a una mesa, frente a su plato, sobre el cual ha sido servida la comida; si alguien entra deprisa y le dice que su hijo ha sido herido en un accidente en la calle, sale corriendo de la habitación hacia la calle, sin importarle el hambre ni el plato. El llamado de aquel al cual se encuentra apegado es más alto y más fuerte que cualquier otro llamado interno.
A pesar de tal experiencia, el hombre todavía cree en su ego, en un exclusivo tipo de individualidad. La familia es esencial para el florecimiento de la personalidad humana; ¿cómo puede el bebé indefenso crecer y aprender, hablar y avanzar sin el hogar? El hogar necesita de la comunidad a su alrededor para mantenerse seguro y feliz. Hasta un pájaro en un arbusto no puede sobrevivir aislado de sus semejantes. El hombre tiene que expandir su conocimiento, sus emociones, sus aficiones, su amor. La expansión es vida, la expansión es amor. Cuando la comunidad o la sociedad sostenedora y salvaguardadora se vuelve débil, también la familia tiende a desintegrarse y el individuo sufre.
La lealtad a la sociedad es esencial para el hombre.
La realización del individuo en la dicha de la liberación, es sin dudas el fruto del árbol de la humanidad. Pero, si ustedes anhelan el fruto, no pueden desatender las raíces, el tronco, las ramas, las hojas, los capullos y las flores del árbol; todos ellos le ayudan al fruto a que se manifieste y se llene de dulzura.
Cuando el año pasado Pakistán invadió la India, sus ejércitos no atacaron Madrás; pero, sin embargo, ¿no salieron ustedes corriendo a darles una buena lección? El apego a la nación, el cariño al idioma, la reverencia a la religión y la lealtad a la sociedad son esenciales Ellos son todos facetas del irresistible sentido de gratitud que se siente por todo lo que lo ha formado a uno. Cada una de tales lealtades, en lugar de ir unas contra las otras, debe nutrir y fomentar a todo el resto, pues son muy convenientes.
El patriotismo hace que el hombre comprenda los ideales del pasado y las enseñanzas de sus antepasados, basados en sus más profundas experiencias; lo impulsa a vivir por esos ideales y obtener experiencia para sí mismo en los senderos establecidos por los sabios del país de uno. Pero, en la India hay personas que se hacen llamar a sí mismas patriotas, a pesar de que desprecian y hasta menoscaban esos ideales y se burlan de esas experiencias y esos senderos. El adherirse a los gustos y aversiones de uno, por dañino que pueda ser para el interés de la cultura del país, es muy perjudicial para ambos. Cuando se amputa la mano, no es sólo el miembro el que sufre, sale una gran cantidad de sangre del resto del cuerpo debilitando y agotando el sistema. Asimismo de esta manera, cuando uno se separa de la Sociedad o de la Nación e insiste en un sendero que no es parte de la cultura y tradiciones, no sólo pierde apoyo, también daña a la Nación.
El amor es la fuente secreta de toda compasión.
El mundo es una vasta Sociedad. Cada individuo en ella es parte de esta Sociedad, amarrado a ella mediante el amor que atrae al hombre hacia el hombre, a ser parientes y amigos. Este amor está ahí, profundo en el corazón del hombre, pero es no reconocido, ignorado, dudado, negado, debatido. Es la fuente secreta de toda compasión y Servicio; crea el impulso de vivir en y por la Sociedad. Es el Vishnu-Prema, que fluye desde la Única chispa de lo Divino hacia todas las chispas. Cuando los ojos brillan iluminados por la más elevada sabiduría, Jnana, ellos ven todo como el Uno. El hombre comprende ese Sarvam Brahmamayam (todo está impregnado por Brahman) Jagath (todo lo que está aparentemente cambiando, transformándose y moviéndose). Para tener este Uno revelado como en Todo, se tiene que desarrollar fe y disciplinar la mente. La mente tiene que despojarse de sus fantasías y debilidades; la Verdad tiene que ser conocida y experimentada. Aprender cosas de memoria resultará sólo un dolor de cabeza. Aprender slokas o versos sólo puede ayudarles a no ocuparse de nada peor durante ese tiempo. No pueden llevarlos una pulgada más cerca de la meta.
¿Cómo puede la maestría del mapa igualarse a la dicha del viaje?
La fe es un recurso individual; es adquirida y preservada mediante los propios esfuerzos de uno. Maanikkavasagar, el sabio tamil, solía decir: “Ustedes tienen la libertad para decir No; yo tengo el derecho de decir Sí”. Lo que quería decir era que cuando uno niega o afirma una cosa, es la consecuencia de su experiencia.
¿Cómo puede alguien cuestionar la experiencia de otro? Puede ser que Dios no exista en el horizonte de vuestra experiencia, pero ya se ha elevado en el mío –eso es lo que el creyente le dice al ateo–. El tiempo indicado por el reloj en su propia muñeca es el tiempo correcto para él y él lo afirma así, a pesar de que otros puedan no estar de acuerdo. Y él tiene la libertad de hacerlo. Tengan fe; no permitan que flaquee porque alguien más no tenga fe.
Hasta que no comprendan que ustedes son Divinos, que Dios es vuestro Núcleo y vuestra Realidad, tendrán que pasar por estas entradas y salidas; el mismo periódico no debería ser estudiado detenidamente una y otra vez, día tras día; una vida debe ser suficiente para conocer el misterio. Así, al menos, reconozcan que hay un misterio, busquen el secreto y dilucídenlo por ustedes mismos.
Añoren el éxtasis de la visión de la madre divina.
Raamakrishna solía llorar en agonía ante la pérdida de otro día sin la visión de la Madre Divina. Tengan la añoranza; sientan el sentimiento de urgencia; busquen saber ahora, añoren ese éxtasis en este momento. No pospongan ni pierdan el tiempo debatiendo con otros. Intentar satisfacer el sentido es un lóbrego sendero desierto. No imiten a otras naciones ni compitan con otras culturas en pompa
s externas. La vuestra es una mente, una inteligencia, un oído y un ojo formado por la tradición y la cultura indias, la historia india y el Sanaathana Dharma (eterna religión). Circulen a lo largo de estas vías y el éxito será seguro.
Puede ser que tengan únicamente una foto de Sai Baba frente a ustedes, o una imagen de metal o una estatuilla de piedra.
Pero, si tienen la fe de que Él está vivo y presente en ella, y de que Él está en vuestro corazón y en el corazón de todos los seres, entonces, pueden obtener el éxtasis de ese conocimiento, el conocimiento de que Él es omnipresente, omnisciente y omnipotente. Al meditar, primero imaginen y sientan que están en la Luz, entonces, gradualmente, pueden sentir que la Luz está en ustedes, no afuera de ustedes; y, finalmente, comprenderán la Verdad de que Ustedes y la Luz son Uno y siempre serán Uno.
Lo Divino es un vino que los embriagaría. Es producido por el néctar del cual está saturado el Nombre del Señor. Pruébenlo y se olvidarán de todo lo demás; están transformados. El hombre es, dicen, un mono que ha perdido su cola; bueno, él debe perder muchos más atributos del mono antes de tener el derecho a llamarse hombre. Debe dedicar sus pensamientos, palabras y acciones a Dios y entregarse a Su Voluntad. Recién entonces este animal tiene el derecho de convertirse en un Hombre, en el cual es conservado lo Divino.
Madrás, 4/2/1973.
Hay una clase característica de devoción mediante la cual ustedes veneran a Dios con una mente buena, clara, y una conducta buena. A esto se le ha dado el nombre de paraa bhakthi.
Al adorar siempre a Dios con puuja (homenaje ritual) y flores, el sadhaka (buscador) permanecerá estacionario en su lugar. Esto está bien en un sentido, pero permanecer en un lugar todo el tiempo y fallar en elevarse a una posición más elevada no es bueno.
Es una clase superior de devoción: venerar a Dios mediante buenas cualidades, buena conducta, buenos pensamientos y buena compañía