Discursos dados por Sai Baba – 01. 07/03/78 Dios, la fuente del bien

Discursos dados por Sai Baba

{SB 14} (47 de 60 discursos 1978 a 80)

01. 07/03/78 Dios, la fuente del bien

( Impreso en castellano en Mensajes de Sathya Sai, Tomo 10 cap. 25 )

Dios, la fuente del bien

7 de Marzo de 1978

SHIVARATRI ES UN DÍA muy favorable para todos. Es el decimocuarto después de la luna llena, cuando la luna está menguando y el sol está en el signo de Acuario. Sin embargo, el festival está relacionado con la luna más que con el sol. Ésa es la razón por la que se le llama Shivaratri, la noche de Shiva. Las otras noches son simplemente noches, pero esta noche en particular es la noche de Shiva, la noche de consagración, la noche de dedicación, la noche de la iluminación.

La mente está íntimamente asociada con la luna. Chandra, la deidad de la luna, es la deidad que preside en la mente. La luna pierde la décimasexta parte de su brillantez cada día después de la luna llena y continúa menguando hasta que esta noche sólo le queda la última de las dieciséis partes de su poder. La luna menguada puede ser tomada como la mente, con todos sus caprichos y volubilidad reducidos, después de haber sido dominados por medio del sadhana espiritual. En esta noche queda solamente una parte diminuta adicional a ser conquistada, y eso se puede lograr manteniendo vigilia y meditando sobre la gloria de Dios. La vigilia que se prescribe simboliza la vigilancia eterna que uno tiene que observar, y el rito del ayuno simboliza los medios de despojar a los sentidos de los placeres que ansían. El canto de bhajans durante toda la noche significa la conciencia durante toda la vida de la presencia divina, conciencia que todos deberían cultivar. Los votos y ritos establecidos para Shivaratri, estando ausentes las otras noches del año, son como un recordatorio de su utilidad.

Hay tres tipos de hombres: los multicentrados, los unicentrados y los no centrados. El primer grupo, que permite que sus sentidos, su mente y su inteligencia vayan adonde quieren, es muy grande. Lo mismo sucede con el tercer grupo; está compuesto de personas que van de un objeto a otro, saltan de una cosa a otra con indiferente ligereza. El festival de Shivaratri es muy propicio para adquirir concentración en un solo objetivo, que es la característica del segundo grupo. Los bhajans y el incesante fluir de kirtan y la repetición del Nombre en esta ocasión ayudan al logro de la fijación en un punto. ‘

Deben darse cuenta de que los bhajans, la repetición del Nombre, la adoración y la oración no son para complacer o propiciar a Dios, sino para nuestro propio progreso espiritual.

Frecuentemente, las personas adulan al rico y al poderoso especialmente cuando son empleados de ellos o cuando están en deuda por alguna ayuda recibida para inducirlos a que les den dádivas. Pero Dios no derrama gracia sobre las personas porque le cantan alabanzas ni las castiga porque no lo glorifican. La recitación de los atributos divinos sólo nos prepara para tener elevados ideales y aproximarnos más y más a la Divinidad que es nuestra naturaleza. Nos convertimos en lo que contemplamos. Mediante el pensamiento constante, se imprime un ideal sobre nuestro corazón. Cuando todo el tiempo fijamos nuestro pensamiento sobre lo malo que otros hacen, nuestra mente se contamina con el mal. Por el contrario, cuando fijamos nuestra mente sobre las virtudes y el bienestar de los demás, nuestra mente se libera de lo malo y sólo abriga buenos pensamientos. Ningún mal pensamiento puede penetrar la mente de una persona totalmente entregada al amor y a la compasión. Los pensamientos en que nos recreamos forman nuestra naturaleza; no solamente afectan a los demás sino también a nosotros. Cuando se usa una lámpara de magnesio para tomar la foto de una persona, su cara se ilumina pero también se ilumina, a cierto grado, la cara del fotógrafo. Cuando pasa el camión de la basura, ustedes se ven afectados por el mal olor aunque estén a cierta distancia. De igual manera, el pensamiento puede ser momentáneo, puede ser trivial; sin embargo, no se puede evitar su efecto sobre la mente. Los sabios antiguos sabían esta importante verdad, por eso declararon: «E1 que conoce a Brahman se vuelve Brahman». La única forma de volverse Brahman es estando siempre inmerso en la contemplación de Brahman. Cuando se tiene un terrón de sal en la boca, ¿cómo puede uno saborear la dulzura de la miel o de las frutas? Con un pedazo de dulce en la lengua, ¿cómo se puede conocer el sabor de la sal y lo que es salado? Sumerjan su mente en buenos pensamientos y el mundo será bueno para ustedes; empápenla de malos pensamientos y el mundo será malo. Así, recuerden sólo lo bueno, hagan, piensen y planeen sólo lo bueno, hablen sólo lo bueno y hagan solamente el bien; entonces, como consecuencia se aproximarán a Dios, la fuente de todo bien. Éste es el mensaje de Shivaratri.

De acuerdo con la numerología, las primeras tres sílabas de esa palabra, shi, va y ra, connotan los números 5, 4 y 2, y la cuarta sílaba, tri, significa 3. 5, 4 y 2 forman un todo, una imagen completa con los once rudras. Rudra significa «lo que hace que el hombre llore». Los once rudras son: los cinco sentidos de percepción, los cinco sentidos de acción y la mente. Éstos, al llevarlos por el camino equivocado en la búsqueda de placeres transitorios y triviales, los arruinan y los hacen llorar. Pero el Alma, si se la busca y se confía en ella, lanza sus rayos sobre los once y los vuelve aliados útiles en el progreso del hombre hacia la autorrealización. Los rayos del Alma iluminan la inteligencia, la inteligencia iluminada alerta a la mente y la mente alerta toma control de los sentidos, aclarando el camino para que la persona avance hacia la sabiduría a través del conocimiento.

Otro significado de Shivaratri es: Shiva, o el Paramapurusha, la Persona Absoluta Eterna, en su deseo de atraer a Prakriti, ejecuta el Thandava, la danza cósmica. La danza es un plan divino para atraer la creación material, porque todos los milagros divinos, como los de Rama (El que complace y deleita) y Krishna (El que atrae), son para atraer a la gente a la presencia divina con el propósito de corregirla o purificarla, o de confirmar su fe y entonces guiarla en el sadhana de servicio de manera que pueda fundirse en éxtasis, en la fuente de todo éxtasis, de allí llegar a la sublimación, de ésta llevarlos a hacer el bien a otros, otorgando finalmente la visión de Dios o autorrealización. La danza Thandava es tan enérgica que del cuerpo de Shiva emana fuego debido al calor generado por la actividad. Para calmar a Shiva y enfriarlo, Parvati, su consorte, coloca el Ganges sobre su cabeza, hace que la luna creciente descanse entre los rizos de su pelo, aplica una pasta fría de sándalo sobre todo su cuerpo, le enrolla en las articulaciones de sus manos y sus pies serpientes de sangre fría, y finalmente, siendo ella misma la hija de los Himalayas (las montañas con nieves eternas), se sienta sobre sus piernas y se vuelve una parte de él. Después de esto, Shiva se levantó, y los dos, Purusha y Prakrfti, bailan juntos para la inmensa alegría de los dioses y de toda la creación. De acuerdo con los Puranas, esto sucede el día de Shivaratri.

El significado de este mito está en que enseña el secreto de complacer al Señor para hacerse acreedor a su gracia. Qué triste que un día de tal significado santificador está siendo celebrado con una rutina de pasatiempos sin sentido y hasta dañinos. Como se establece una vigilia, algunas personas pasan la noche viendo una serie de películas o jugando cartas. ¿Puede una persona que da vueltas en la cama porque no puede dormir pretender que está cumpliendo con el voto de la vigilia? ¿Puede una cigüeña parada sobre una pata en la ribera de un río, atenta a que aparezca un pez para sacarlo y comérselo, pretender que está practicando la meditación? ¿Puede un hombre que rehúsa comer su almuerzo porque ha tenido un disgusto con su esposa pretender que está ayunando? No hay atajos o trucos posibles en el c
amino espiritual.

Shivaratri se celebra en todos los templos de Shiva. Srisailam es un templo de Shiva particularmente famoso. Hay una bonita historia acerca del festival en Srisailam. Al pie de la cadena de montañas de Srisailam hay una aldea donde un muchacho de nueve años, de nombre Bala Ramana, iba a la escuela primaria. Él supo por sus compañeros que sus hermanas y sus cuñados iban a venir a sus hogares para asistir a las celebraciones de Shivaratri en las montañas Srisailam. Ramana llegó a su casa y quería que su madre también llamara a su hermana y su cuñado para el festival. Su madre le dijo que no tenía hermana, y que por lo tanto tampoco tenía cuñado, pero él no quiso escuchar. Dijo que debía tener una hermana y un cuñado como sus amigos. Para calmarlo, su madre le dijo: «Tienes una hermana y un cuñado, pero están en el templo sobre el Srisailam. Sus nombres son Bhramaramba y Mallikarjuna». Ella le dio los nombres por los cuales son conocidos Shiva y su consorte. Bhramaramba, que significa abeja, y Mallikarjuna, que significa jazmín blanco. Estos nombres son muy apropiados, porque la consorte saca inspiración, instrucción y sabiduría del Señor del mismo modo que la abeja saca su sustento de la flor de jazmín.

Cuando le dijeron que su hermana estaba en el templo sobre el Srisailam, Ramana insistió en que él iría e invitaría a su hermana y a su cuñado para que vinieran a casa y se quedaran con ellos durante un tiempo. Quería llevar algunos regalos para ellos, pero su madre dijo que eran demasiado ricos y que los miembros más jóvenes de la familia no debían ofrecer nada a sus mayores. La madre envió al muchacho con un vecino que iba al templo a ver el festival. Le dio algo de dinero para que pudiera obtener regalos para el muchacho.

Ramana subió rápidamente la montaña y se apresuró a entrar en el templo gritando «¡Hermana, cuñado!», y se postró a los pies de la imagen de Bhramaramba. Se abrazó a la estatua y comenzó a arrastrarla, queriendo que lo acompañara. Se agarró de la estatua de Mallikarjuna y no la soltaba. Por fin, los sacerdotes del templo lo sacaron de allí como a un muchacho loco.

Entonces, en su desesperación, se subió a una roca alta y amenazó con saltar desde esa altura a menos que su hermana y el esposo de ella vinieran con él. Justo en ese momento oyó una voz desde el templo. «¡Cuñado, Ramana, no saltes!… Vamos contigo…», y pronto el Señor Shiva y su consorte se presentaron ante él y lo acompañaron a su casita en el valle allá abajo. La madre y el hijo fueron tan colmados de bienaventuranza divina que se fundieron en el fenómeno divino y ya nunca más fueron vistos por ojos mortales. Esta historia ha aumentado la santidad del santuario de Bhramaramba y Mallikarjuna en Srisailam.

Los niños de aquellos días, así como los mayores, tenían mentes inocentes, corazones sencillos y altos ideales. Hoy día, el cinismo y la incredulidad se han extendido mucho. Hay una ola de negligencia y de pereza que arrastra a nuestra gente. A cada palabra que se pronuncia le atribuyen diez significados, y ninguno de ellos es el correcto. Cuando se menciona un tema, comienzan una serie de argumentos y contraargumentos, y el polvo que se levanta oculta la verdad. Su vida es principalmente artificial, los ideales son estrechos, y así, la Divinidad está fuera de su alcance.

Bala Ramana tenía una fe pura, y por eso pudo dedicar su Yo (Ser) puro al Señor y alcanzar la meta. Ustedes siempre deben elevar las cosas bajas a un nivel superior infundiéndoles significados más elevados. Ramana creía que la imagen de piedra era Dios; él no rebajó a Dios al nivel de la imagen de piedra. Ustedes pueden adorar a una imagen como Dios, pero no deben poner a Dios como una imagen. Se puede suponer que la madera, la piedra o el barro son divinos, pero Dios no puede estar limitado a la madera, la piedra o el barro.

Tengan altos ideales. Esfuércense por elevarse. Luchen por la meta más elevada, Dios. Cualquiera que sea el obstáculo o la oposición que se interponga en su camino, no se sientan descorazonados. Renuncien al animal en ustedes, afírmense en las virtudes humanas y avancen audazmente hacia los logros de la divinidad. No vacilen, yendo hoy por el camino de la devoción, mañana a buscar placeres y el día siguiente de nuevo a la devoción. Cuando todo está saliendo bien, están completamente a favor de la devoción; cuando algo va mal se llenan de desesperación; cuando se les impone una disciplina, empiezan a vacilar; cuando se empapan de amor, ustedes se elevan. Se debe renunciar a esta actitud doble.

El Principio Divino mismo que los buscadores se esfuerzan por visualizar mediante años de ascetismo, repetición del Nombre y renunciación, está ante ustedes aquí y ahora; dense cuenta de la buena fortuna con la que han sido agraciados. Este día, el día sagrado de Shivaratri, les he concedido perdón por todos los errores en los que han caído hasta ahora, a sabiendas o por ignorancia. Tengan pensamientos auspiciosos, díganles a todos palabras propicias y hagan actos buenos, y como resultado alcancen la encarnación de auspiciosidad, alcancen al propio Shiva.

Brindavan,

Mahashivaratri,

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