Discursos dados por Sai Baba
{SB 14} (47 de 60 discursos 1978 a 80)
56. 22/11/80 El mensaje de hermandad
( Impreso en castellano en Mensajes de Sathya Sai, Tomo 11 cap. 9 )
El mensaje de hermandad
22 de Noviembre de 1980
ENCARNACIONES DE LO Divino: El cosmos está impregnado de Dios. Lo que llamamos jagates el mundo en el cual nacemos, crecemos y regresamos al lugar de donde vinimos. La Tierra es la base de nuestro mundo. Sobre esta Tierra, sin cesar, adentro y afuera, noche y día, en todas partes, tenemos al aire soplando, pero no es visible para el ojo. El hombre pasa su tiempo realizando varias actividades, come y descansa. Cuando miramos hacia arriba, vemos el ¡limitado cielo. Durante el día vemos al Sol brillando gloriosamente. En la noche hay oscuridad. Hacia donde nos volvamos vemos montañas, ríos, árboles, casas y palacios. Todas estas hermosas cosas son visibles para el ojo.
En la historia del hombre, la primera actividad que desarrolló fue la agricultura. Todo ser vivo siente hambre y busca alimento. La primera vez que llora un niño es por leche, e inmediatamente después de ser alimentado, duerme. El alimento es, pues, esencial para todo ser vivo. Este alimento proviene principalmente de la tierra; ésta es la razón por la cual, desde la antigüedad, la gente de Bharat reverenciaba a la tierra como dadora de alimento, como una vaca. Cultivando la tierra el hombre ha sobrevivido todos estos milenios.
Junto con éstas se desarrollaron otras actividades. Como la población creció, las aldeas se convirtieron en pueblos. Con el crecimiento de las comunidades civilizadas surgieron entre los hombres cuestionamientos sobre la causa de su felicidad y sufrimiento, y acerca de cómo el hombre podría controlarlos. En estas investigaciones, algunas personas instruidas, examinando sus propias experiencias, descubrieron algunas verdades esenciales. Algunas otras, que eran más sabias, se percataron de que había cosas más allá de lo conocido.
Las preguntas que se hacían eran: «¿Qué es lo que en verdad debemos aprender?» «¿Cuáles son las cosas que están más allá de nuestra capacidad?» Es claro que no podemos crear la tierra, el agua ni sobrevivir diez minutos si no tenemos aire para respirar. Y esto no es todo. En la vida real encontramos que somos incapaces de comprender el secreto del nacimiento y la muerte. Muchos que trataron de descubrir la naturaleza de la muerte, de averiguar qué pasa después de ésta y cuál es el misterio que oculta, no pudieron encontrar respuesta. Así, aquéllos dotados con mentes profundamente inquisitivas llegaron a la conclusión de que hay un poder que subyace en todo ser vivo y que se deriva de lo Divino, y describieron ese poder como Dios. Concluyeron que hay un Poder Divino que está más allá de la lógica humana y que satura el Universo.
¿Qué es este poder? ¿Cómo vamos a reconocer algo que no es visible para el ojo? ¿Creemos en él? Algunos científicos consideran imposible conocer este poder, pero nuestros antepasados miraban al Sol como prueba clara de la existencia de lo Divino. Ellos sentían que sin el Sol el mundo dejaría de existir. Nada puede crecer sin el Sol, ninguna actividad humana sería posible. El hombre no puede sobrevivir en la oscuridad eterna. Por eso, sentían que esa enorme fuente de luz y energía era prueba de la existencia de un poder espiritual divino.
Más tarde surgió la controversia de si este Principio Divino es uno o muchos y llegaron a la conclusión de que Dios es solamente uno y de que sólo puede ser uno. Los Vedas declaran: «Ekoham bahusyam»: «El Uno se volvió muchos». De aquí que ellos proclamaran la unidad de lo Divino. Aunque lo Divino es solamente uno, aparece como muchos para diferentes personas.
Con este espíritu de profunda indagación nuestros sabios y profetas siguieron algunas disciplinas (tapas). Mediante sus penitencias y austeridades descubrieron que el Pranava es el origen de todo conocimiento. Si el Pranava (Om) no existiera, no habría sonido ni habla. De igual manera, el número «uno» es la base de todos los números; todos ellos se obtienen añadiendo más y más unos al «uno» primario. Así se comprendió que esta «uno cidad» es la cualidad esencial de lo Divino y que la diversidad de lo que es visto en el mundo es sólo una manifestación de la Divinidad. Lo Divino se miraba como la semilla del Universo diversificado. La semilla requiere de una vaina para crecer. La vaina es la cubierta y adentro está la semilla. Asimismo, para la semilla que es Dios, la vaina es el Universo; sin la semilla, la vaina no puede existir.
Como reconocimiento a este hecho los maharishis declararon: «Isha Vasyam idam sarvam~ «Este Universo entero está ocupado por lo Divino». ¿Puede este vasto Universo, sostenido por la Divinidad, ser ajeno a lo Divino? Todo lo que esté asociado con lo Divino es un reflejo de lo Divino. Cuando el Purusha Shukta describe a lo Divino con mil cabezas, mil ojos y mil pies, está proclamando a la Divinidad que penetra de numerosas maneras al Universo. Esto también significa que todo objeto es parte de la Divinidad, y el cosmos, compuesto de esta miríada de formas, fue descrito como el ser cósmico. Este ser cósmico no es una figura dibujada por un pintor como Ravi Varma o una persona descrita por un poeta. Es la forma de la Divina Persona Cósmica. Debemos mirar este multifacético Universo, con su miríada de seres, como la expresión cósmica de la única entidad divina. El Principio Divino es inmanente en el más pequeño cuerpo y en la totalidad de la creación. «Yatha andande, fhatha brahmande» : «Como en el huevo pequeño, también en el huevo cósmico.» El huevo pequeño representa lo individual y el otro a todo el cosmos. Si somos capaces de comprender la verdad de lo individual, conoceremos la verdad sobre el Universo.
¿Cuál es la evidencia para determinar la naturaleza divina del cosmos? Los estudiantes, inflados por un poco de conocimiento, preguntan cómo alguien puede creer en la naturaleza divina del Universo cuando no es demostrable. Tales personas se olvidan de su propia naturaleza divina inherente. ¿Basan estas erradas personas todo su conocimiento en la forma objetiva, física, de lo que llaman «mente»? Si no tiene forma física, ¿cómo pueden «ver» su mente? Alguien dice: «Estoy feliz». ¿Qué forma física tiene la «felicidad»? Buscar la prueba física directa de todo es un signo de insolencia. Solamente los sabios, quienes han realizado lo Divino, pueden demostrar la naturaleza de la Divinidad infinita, nadie más. Déjenme dar un pequeño ejemplo. Un individuo pregunta a otro: «¿Quién es tu padre? No tenías ojos para ver a tu padre antes de nacer, no tenías la inteligencia para averiguar quién era tu padre». El segundo hombre contesta: «La prueba de mi conocimiento se deriva de mi madre, que me dijo quién era mi padre». Esto demuestra que, en un tema tan vital como la identidad del padre, él acepta la afirmación de su madre y la cree toda su vida. De la misma manera ustedes deben aceptar la autor¡dad de los Vedas respecto a su Padre Divino.
En este tiempo o en otro, en este lugar o en otro, en este mundo o en otro, la inescrutable Divinidad encarna con el propósito de sostener la rectitud (dharma). Ella toma una forma reconocible que se relaciona con la ocasión, el tiempo, el lugar y otras circunstancias que determinan su advenimiento. ¿Acaso los charlatanes que se complacen con la propaganda atea hacen algún esfuerzo serio y sincero por averiguar la naturaleza de lo Divino? Sin tal esfuerzo, ¿cómo puede el sagrado carácter de lo Divino ser descubierto? Se necesitan aun esfuerzos especiales incluso para descubrir el fuego que está en un trozo de madera, la mantequilla que está en la leche, el aceite que está oculto en la semilla o el azúcar que está en la caña. Si uno se propone, con seriedad, celo y devoción, descubrir a Dios, ciertamente lo encontrará.
De hecho, todo el Universo está sostenido por la Divinidad; no es una creación humana. Toda persona debe cultivar su creencia en Dios y desarrollar devoción. Dios existe en cada
persona, ocupa cada célula de su cuerpo, pero si ustedes cortan a una persona en pedazos, no podrán encontrarlo a Él en las diferentes partes; sólo hallarán carne, huesos, sangre, etcétera. El hombre debe adoptar métodos apropiados para descubrir la Divinidad dentro de sí mismo. Porque la gente no hace los esfuerzos convenientes tenemos la presente confusión, caos y descontento por todas partes. Hoy en día, el deber de todos los que están relacionados con las Organizaciones Sathya Sai es promover la disciplina espiritual y dedicar sus vidas al servicio social para llevar una vida con propósito. La principal aspiración debe ser promover la conciencia de la Divinidad en los seres humanos y construir un genuino sentido de hermandad entre la gente.
¡Encarnaciones del Espíritu Divino!: Dénse cuenta de que ustedes no son este cuerpo, esta mente, este intelecto o esta inteligencia; son encarnaciones de lo Divino. Concentren todos sus esfuerzos para comprender esto. No hay nada que no pueda obtenerse por medio del anhelo y la práctica continua. La antigua religión, el Sanathana, ha indicado muchos senderos a través de los cuales lo Divino puede conocerse.
La práctica espiritual es esencial para la comprensión de lo Divino. No importa cuántos libros puedan leer, no es posible que realicen lo Divino únicamente por medio del esfuerzo intelectual. Uno tiene que poner en práctica lo que se ha aprendido en libros o de cualquier otra fuente. Sin práctica y disciplina espirituales, es fútil leer libros o escuchar discursos o conocer personas, no importa cuán grandes sean.
Se han hecho ahora algunos cambios en los reglamentos de las Organizaciones Sathya Sai. Ustedes pueden preguntar: «¿Por qué hacen falta normas y regulaciones para aquéllos comprometidos en la búsqueda espiritual?» La razón será clara mediante un sencillo ejemplo. Cuando plantan un vástago, ustedes lo protegen en los primeros días de su crecimiento y ponen una cerca alrededor de él para que los animales no puedan dañarlo. De manera similar, también en el sendero espiritual es necesario observar algunas restricciones de manera que nuestro crecimiento espiritual no sea afectado por lo que está pasando en el mundo exterior.
En las Organizaciones Sathya Sai llamamos a nuestros miembros «hermanos y hermanas de la familia Sai». Aun cuando un miembro sea de América o Japón, Alemania o Rusia, él es un hermano. Si todos los miembros son hermanos, ¿cómo podemos tener diferentes reglas para América, Japón o Alemania? Algunos miembros de las organizaciones de países occidentales no parecen estar conformes con la regla que establece que en los cantos devocionales (bhajans) y en otras reuniones los hombres deben sentarse aparte de las mujeres. La regla debe aplicarse a todos los miembros, sean éstos hindúes o no hindúes, en la India o en otra parte. Es una parte de la disciplina espiritual que es necesaria para los devotos. Aun un gran guerrero como Arjuna le confesó al Señor Krishna: «La mente es inconstante y es muy difícil controlarla». Si para Arjuna fue difícil controlar sus sentidos, ¿cuánto más necesario es para nosotros tener algunas regulaciones para controlar nuestras mentes?
Existe una demanda de que a las diferentes secciones de las Organizaciones Sathya Sai, como el comité directivo, el círculo de estudios y el comité de servicio, se les permita funcionar independientemente. Éste no es un enfoque correcto. Todas estas diferentes unidades deben funcionar en amistosa cooperación unas con otras. Aquí están los cinco dedos de mi mano: el comité directivo es un dedo, la sección de mujeres es otro, el comité de servicio el tercero, Educación Espiritual el cuarto y el grupo de bhajans (cantos devocionales) es el quinto. Si ustedes mantienen apartado a cada dedo de los otros ¿qué podrían asir? Por otra parte, si los cinco funcionan juntos, ¿qué es lo que no se podría lograr? Todas nuestras organizaciones deben aprender a funcionar coordinadas entre sí, como los ríos que se han unido al océano y se han vuelto uno, bajo la bandera del movimiento Sai internacional.
En este sentido, parece haber algunas dudas entre nuestros miembros concernientes al aspecto internacional de la Organización Sathya Sai. El papel de los miembros del Consejo Mundial no se ha entendido de manera apropiada. Ciertos miembros en algunos países desean elegir sus representantes a ese Consejo. ¿Deben ser «electos» o «designados» esos representantes y quién debería designarlos? Por tales cuestionamientos existe el peligro de que la política entre en nuestra organización. En la pugna por el cargo mediante elecciones, el amor entre los devotos será la víctima. El amor por uno mismo será mal usado en el proceso. Si vamos a edificar a las organizaciones sobre la base del amor y la confianza, es necesaria una selección y esa selección la debe hacer el Consejo Central. Si se permiten elecciones, surgirán grupos y toda clase de controversias y diferencias.
¡Encarnaciones del Amor!: El mundo entero conoce los ideales sagrados que inspiran a las Organizaciones Sathya Sai. Es cierto que en un gran saco de arroz pueden entrar unos cuantos granos de arena. Cualquier organización humana está sujeta a tener algunas ovejas negras, pero esto no afectará a la organización en tanto sus principios sean verdaderos. La clase de servicio y sacrificio que las Organizaciones Sathya Sai están haciendo es colosal. La base de todo eso es el amor que prevalece entre los miembros. Desde tiempos antiguos, la oración de las Upanishads decía: «Sahana Vavathu; Sahana Bhunakthu»: «Que Él nos proteja a todos nosotros; que Él nos nutra a todos nosotros». El espíritu de unicidad proclamado en estos mantras está vigente hoy en día sólo en las Organizaciones Sathya Sai. Ese sentido de unicidad sólo puede ser promovido por la práctica del amor y no por ningún otro medio.
Miren lo que ha pasado en esta Conferencia Mundial. Muchas personas ricas, que están acostumbradas a una vida cómoda, muchas que no han hecho nunca en su vida una labor ardua, han venido aquí para la conferencia. Personas acostumbradas a vivir en casas muy cómodas, han tenido que estar aquí apiñadas en pequeños apartamentos. Ellas han hecho á un lado muchos inconvenientes y no han pedido ninguna facilidad. Dondequiera que fueron acomodadas, aceptaron el lugar debido a su devoción por Swami. Este espíritu de adaptación y disposición para soportar incomodidades y dificultades no puede encontrarse en ninguna otra organización o en ninguna otra reunión. Es más, hay organizaciones en las cuales los jóvenes y los mayores hacen diferentes tipos de servicio social, pero sólo en las Organizaciones Sathya Sai pueden ustedes encontrar a toda la gente haciendo servicio con un espíritu totalmente libre de egoísmo. Hace algún tiempo, en los distritos Godavari oriental y occidental y en el distrito de Krishna, cientos de peregrinos se reunieron para el festival Pushkara. La magnitud del dedicado servicio que prestaron las Organizaciones Sai, hombres y mujeres, en esos festivales, sólo puede ser apreciada por quienes los vieron allí. Por otro lado, antes de la celebración del cumpleaños de Swami, los miembros de muchas organizaciones Sai levantaron instalaciones hospitalarias para devotos y visitantes que iban o regresaban de Prashanti N¡layam en lugares como Dharmavaram, Guntakal, Kurnol y Bagepalli. Los políticos hablan de que «el servicio al hombre es servicio a Dios», pero sólo los miembros de las Organizaciones Sathya Sai dan vida a esta consigna.
Las decisiones tomadas en esta Conferencia Mundial no deberán permanecer como resoluciones sobre el papel; deben ponerse en práctica. Cada uno de ustedes debe dar vida a los ideales de la Organización. Algunos miembros transgreden los reglamentos, otros no viven según los ideales o no llevan a cabo los programas de la organización. Algunos que ocupan cargos no toman parte activa en los programas. Tales personas descorazonan a otros miembros. No debemos estar interesados en din
ero, cargos o posiciones; nuestra única meta es promover el amor, y todas las actividades deben ser llevadas a cabo con un espíritu de amor de uno por el otro. No hay ninguna fuente más grande de fuerza, riqueza o posición que el amor.
¡Encarnaciones del Espíritu Divino!: Todos aquéllos que se unan a la Organización deben tener en mente que requieren estar libres de egoísmo. No deben perder la cabeza debido a los cargos o posiciones como presidentes de estado, distrito o del Centro. Mientras el egoísmo persista, uno no está apto para tener algún cargo. Es mejor librarse de tales funcionarios.
Deben prepararse para ser servidores ejemplares y no líderes. Solamente alguien que está preparado para hacer cualquier trabajo puede volverse un benefactor. Ustedes deben, por lo tanto, tratar de suprimir gradualmente el sentido de ego. El otro mal del que tienen que librarse es la envidia. Existen personas que no pueden soportar la vista de otras que son prominentes o que progresan. Esta envidia es una enfermedad ruinosa; destruye todas las cualidades humanas, convierte a un hombre en un demonio. Ustedes deben procurar que el demonio de la envidia no entre en sus mentes. Un tercer mal contra el cual deben guardarse es la ostentación. Si alguien ofrece arroz dulce como prasad (alimento bendito) en los bhajans, otro quiere ofrecer laddus (dulce típico hindú). Hay competencia en gastar dinero en diversos actos y celebraciones. Los Centros Sai deben controlar que ningún dinero sea malgastado en innecesarios arreglos ostentosos. El mal uso del dinero es maldad.
Hay otra práctica que debe desalentarse. Aun para llevar a cabo pequeñas actividades, algunas unidades están recaudando dinero. Cada unidad tiene algunas personas pudientes y si una o dos de ellas pueden unirse, muchas actividades podrán llevarse a cabo sin recaudar fondos de todos y cada uno. Tomen por ejemplo esta gran Conferencia Mundial en Prashanti Nilayam. Muchos que no conocen los hechos, estarán preguntándose cuánto dinero se gastó para financiar esta conferencia. La verdad es que ni un solo centavo se recolectó como donativo. Esta conferencia, que es una expresión de amor de los miembros, no ha tenido necesidad de dinero. Cada uno ha cuidado de sus propias necesidades y desempeñado sus tareas sin preocuparse por dificultades o inconvenientes. Ningún dinero es necesario para lograr tal clase de felicidad.
Es deplorable saber que en algunos estados se recaudan fondos aun para trivialidades. Incluso si algún funcionario de las organizaciones, como presidente, secretario, etcétera, está inclinado a adoptar este método, quiero que los miembros no lo apoyen ni lo aprueben.
Hay una última cosa que me gustaría imprimir en ustedes en esta conferencia. Existen en nuestro país numerosas personas pobres, desvalidas y enfermas, que sufren hambre y sed. Hoy en día hay miles de miembros de las Organizaciones Sai y aun un número mayor de devotos de Sathya Sai. Que cada miembro, al terminar esta conferencia, resuelva alimentar al menos a un pobre por día.
Cuando alguien llegue a su puerta pidiendo comida, traten de alimentarlo con compasión. Ustedes deben aliviar el hambre sin que nadie lo sepa. Si todas nuestras organizaciones se comprometen en el servicio a los pobres y a los necesitados, sin ninguna fanfarria ni exhibicionismo, estarán dando expresión a su sentido de divina hermandad y poniendo en práctica las enseñanzas de Sai.
Prashanti Nilayam
22 XI 80