Discursos dados por Sai Baba
{SB 13} (39 discursos 1975 a 1977)
37. 15/10/77 El yajna interno (1)
( Impreso en castellano en Mensajes de Sathya Sai, Tomo 10 cap. 20 )
El yajna interno (1)
15 de Octubre de 1977
LOS ACTOS DEL HOMBRE lo elevan o lo llevan a la caída. Todos sus actos que están en consonancia con los principios de rectitud merecen el calificativo de yajna (ofrenda). En los templos hay dos tipos de yajna: el externo y el interno. La forma externa no es tan importante o provechosa. Se le menciona sólo para ser descartada y olvidada, porque ¿qué puede hacer la cáscara sin semilla? Adorar al Señor mientras se medita sobre su nombre y gloria también es una forma de yajna interno. El yajna en el que los animales eran sacrificados en el altar llamado bali pith, es un acto externo, pero tiene un significado interno. La mente es el poste del sacrificio y los instintos animales que todavía residen en el carácter humano deben ser sacrificados en el ball pith de la mente. La megalomanía en el hombre, que lo impulsa a una búsqueda ciega de poder, es el búfalo que tiene que ser sacrificado. La necedad que agobia al hombre y que lo hace débil y dócil es el cordero que hay en él que tiene que ser ofrecido como sacrificio. La astuta mente del hombre, llena de estratagemas, es el gato que también tiene que ser sacrificado. Éste es el yajna interno del cual el yajna externo tiene que ser un reflejo. Cuando se llevan a cabo los ritos externos, no se deben perder de vista estos significados internos. Es un pecado pasar por las formalidades externas sin ningún conocimiento de su significado.
El hombre ha pasado por muchas vidas animales antes de haber venido como hombre sobre la Tierra. Tendencias de naturaleza animal, como crueldad, ira, codicia, odio, etcétera, todavía persisten en él; es muchos animales en uno. Tiene al chacal, al búfalo, al tigre y al elefante dentro de él. Debe deshacerse de estos rasgos. Cuando se recrea en controversias inútiles e innecesarias sobre asuntos que están más allá de su comprensión, se está anunciando como un cordero; cuando salta de una idea a otra, de un ideal a otro, de un proyecto a otro, sin comprometerse completamente en ninguno de ellos, está manifestando la naturaleza del mono.
La naturaleza del yajna interno puede ser comprendida mejor si examinamos la historia del emperador Bali, nieto de Prahlada, el célebre devoto del Señor, que soportó varias torturas inhumanas infligidas por su padre para obligarlo a que se retractara de su fe. Bali colocó a los pies del Señor como una ofrenda todas las tierras bajo su dominio, así como el cielo mismo, el que podía reclamar como un premio por su devoción. Decidió realizar el yajna llamado Visvajit. Una característica de este yajna es que sólo puede ser emprendido por un emperador, como el conquistador de sus enemigos y el soberano de su pueblo. Mediante este yajna, el emperador anuncia que es el amo indiscutible del imperio que él ha expandido, e inmediatamente después de esta declaración se despoja de los vastos tesoros que ha acumulado y ganado por medio de las armas y los distribuye entre todo su pueblo. Él era un soberano que procuraba el bienestar y la prosperidad de sus súbditos, pues era lo más importante para él. Él era el paradigma del talento discernidor, y el Señor que vino a él como Vamana es el símbolo de la divinidad latente en cada uno. Cuando la Divinidad manifiesta su omnipresencia toma el aspecto del Thrivikrama, cubriendo la tierra y el cielo.
La encarnación del Señor como Vamana y su manifestación como Thrivikrama sucedió en el lugar que más tarde se llamó Sidhasrama. Éste fue el lugar escogido por Visvamitra para sus austeridades, porque sidha significa logro. Visvamifra significa amigo del Universo. No solamente era un gran sabio: era la personificación de la voluntad más elevada (el icha shakti).
La leyenda dice que el Señor envió al emperador Bali a las regiones inferiores. Esto sólo indica pisotear el ego hasta su rendición. La creencia común es que la realización de los yajnas de acuerdo con las reglas védicas traerá prosperidad mundana y gozo celestial; pero el emperador Bali renunció a los beneficios materiales y a los goces ilusorios. Ésa es la razón por la que pudo obtener la gracia divina al grado de que el Señor mismo buscó caridad en él.
Cualquier acto que se realiza como una dedicación a Dios es un yajna. Manú, el antiguo legislador, declaró que la inclinación reverencial que se hace ante la madre, el padre y el preceptor es verdaderamente un yajna. Cuando el orgullo o la codicia egoísta están ausentes y el objetivo es el bien de todos, ciertamente el acto es un yajna.
En todo el imperio de Bali, no había nadie que fuera tan pobre que se viera obligado a mendigar, y todos los que llegaban de afuera recibían lo necesario. El yajna es un ejercicio de renunciación, el cual no debe surgir de vez en cuando y después sumergirse. El espíritu de renunciación debe ser evidente en cada uno de los actos de la vida. Bali fue un ejemplo de este tipo de constante renunciación. Aquéllos que se las arreglan para vivir sin preocuparse por hacerlo honradamente, son parecidos al cuervo, y los que usan formas tortuosas para ganarse la vida son parecidos al chacal.
Aunque el emperador Bali nació en la dinastía Rakshasa, conocida por su naturaleza demoníaca, con la única excepción de Prahlada, adquirió un corazón puro, libre de odio y orgullo. Había dominado los caprichos de su mente. Entonces, el Señor se apareció ante él como un mendigo, como un gran tributo a su naturaleza respetable y digna. El Señor sólo le pidió tres pasos de terreno. Ésta fue una petición simbólica, porque los tres pasos significaban el bhu, bhuvar y suvar lokas, que representan los cuerpos denso, sutil y causal del hombre. Los lokas o mundos no están colocados uno sobre el otro o uno después de otro. Son inmanentes, cada uno en el otro. El loka o mundo visible es el bhuloka, la atmósfera vital a su alrededor es el bhuvarloka, y el mundo de bienaventuranza que envuelve al vital es el suvarloka. El hombre tiene cinco koshas o envolturas que lo encierran. La material y la mental comprenden el bhuloka, la vital y la intelectual comprenden el bhuvarloka y la anandamayakosha es el suvarloka.
El preceptor del emperador Bali era Sukracharya. Mediante sus austeridades y su conocimiento, había logrado un alto lugar entre los monjes, pero era un impedimento para la renunciación que Bali se había propuesto. Sukracharya podía enseñar, pero él en lo personal no seguía lo que enseñaba a los demás. Era un monje altamente respetado, pero tenía este gran defecto. Personas como ésa son lasque se llaman «teístas» y «creyentes», las que promueven el ateísmo y la incredulidad. No tienen fe en la validez de lo que profesan; sus acciones son contrarias a sus declaraciones. Los intelectuales van tras posesiones que declaran que son triviales y temporales. Predican devoción a Dios pero están dedicados a Mammón, dios de la riqueza. Acusan a los demás por causar la decadencia del dharma pero son ellos mismos la causa.
Cuando Bali se adelantó para ofrecer al Señor los tres pasos de terreno que Él había pedido, Sukracharya, el preceptor que todo lo sabía, protestó y señaló que el Señor sólo había venido para arruinar a Bali y robarle sus posesiones. Pero el alumno era más grande que el preceptor y replicó: «Bueno, si es el Señor mismo quien está extendiendo su palma para recibir el regalo por el cual ha venido, ciertamente soy el ser más afortunado en la tierra. La mano que crea y sostiene el Universo está ahora ante mí, y mi mano está poniendo el regalo en ella. No me lo impidas. Siéntete feliz de que ella haya hecho posible que yo haga esto. Renunciaré al cielo, a mi imperio y aun a mi vida por este pedazo de buena fortuna».
El hombre cae por apego y se eleva por desapego. Bali alcanzó la cima del desapego y su preceptor no pudo hacerlo caer. El yajna Visvajith era el yajna externo, pero el yajna interno fue la gran entrega renu
nciatoria de Bali a los pies de loto del Señor. En el fuego consagrado del corazón, él vertió como ofrenda su naturaleza egoísta; se levantó, más humilde y más sabio, y saludó a la Divinidad dentro de sí mismo, manifestada como Vamana encarnado.
Prashanti Nilayam
Día de la inauguración del Yajna
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