Discursos dados por Sai Baba
{SB 13} (39 discursos 1975 a 1977)
14. 06/07/75 Las cuatro efes
( Impreso en castellano en Mensajes de Sathya Sai, Tomo 09 cap. 47 ) Las cuatro efes 6 de Julio de 1975 Colegio Sathya Sai, Kadugodi EL PROCESO EDUCATIVO debe volver al individuo una persona más feliz y más útil. También debe hacerlo un mejor ciudadano, capaz y dispuesto a contribuir al progreso de la nación a la que pertenece. La educación debe renunciar al énfasis que actualmente da a la concesión de títulos que sólo sirven como cuencos para mendigar, con los cuales los graduados vagan por el país pidiendo que les depositen empleos en ellos. Hoy en día oímos hablar mucho acerca del deber y la responsabilidad de cumplir con los deberes concernientes a cada grupo. Todo esto está muy bien. Pero el significado de las palabras no es comprendido adecuadamente. El estudiante piensa que su «deber» es sólo ser puntual cuando asiste al colegio y prestar atención durante las clases y otros ejercicios académicos. Los maestros consideran que han cumplido con su deber cuando asisten las horas establecidas y llevan a cabo los deberes que se les han asignado. De debe renunciar a esta falsa idea. A la educación se le debe dar la bienvenida como un sadhana para el establecimiento de la paz en el corazón individual así como en la sociedad, incluyendo la comunidad humana. La educación es una tarea espiritual sobre la cual preside la diosa Sarasvati. Sarasvati es la energía de Brahma, el primer miembro de la trinidad, que es la fuente y sostén de toda actividad creadora. Gayatri, el vital mantra védico, que le pide a la fuente de luz que ilumine el intelecto del aspirante, también es una faceta de esa energía. El mantra Gayatri es un llamado universal, eterno, del corazón del hombre a la personificación del amor y la luz. Es la base misma del esfuerzo educacional en todas partes y en toda época. Pero ahora la gente ignora a Sarasvati y a Gayatri, y en el altar de la educación ha instalado a la diosa de la riqueza, Lakshmi. El énfasis es sobre los muebles suaves, el plan de estudios suave, los exámenes suaves y el tratamiento suave para los malvados y ociosos. Tiene como propósito obtener tanto como sea posible’ de la fuente común, y no contribuir a ella con lo mejor de uno y lo más que uno pueda dar. Tanto los maestros como los alumnos tratan de hacer el mínimo esfuerzo en lo que se refiere a enseñar y aprender. Este colegio funciona basándose en principios muy opuestos. Aquí el énfasis está en dar y olvidar, y no en obtener y olvidar. También alentamos el servicio, especialmente entre los analfabetos y los necesitados, en los pueblos circunvecinos. Tratamos de destacar las responsabilidades de la juventud antes que los derechos. Los derechos sólo se ganan mediante el adecuado cumplimiento de las responsabilidades. Guando se evaden los deberes, no se tiene derecho a reclamar los derechos. Recuerden que los años que ustedes pasan en este colegio son los más preciosos de su vida. Si los desperdician mediante la indiferencia ola ociosidad, se arrepentirán el resto de sus vidas. Estudiar en esta escuela es la mayor fortuna, y si no se elevan a la altura de nuestras expectativas por negligencia o rebeldía, la pérdida es irreparable. Aquí ustedes aprenderán las valiosas lecciones del desapego, el servicio amoroso, la fraternidad, la humildad, la sinceridad, la fortaleza y la intrepidez. Atesórenlas, porque les servirán como apoyos confiables cuando entren en el mundo de la acción. En el colegio, ustedes irán de las verdades más pequeñas a las verdades más grandes, hasta que aprendan cómo alcanzar la verdad última. No hay doctrina falsa. Lo que así se llama es sólo el resultado de la ignorancia. Ninguna falsedad es premeditada; es solamente verdad que se ha vuelto nebulosa con la bruma. Eliminen la visión nebulosa y obtengan una visión clara, revelando la verdad. Renuncien al conocimiento torpe y obtengan comprensión libre, total y clara. Éste es el propósito de toda esta enseñanza, de todo este plan de estudios. Ahora están en la etapa inicial de una larga jornada. Tienen que prepararse mejor para ella. Deben saber adónde los (leva. Cuídense de las distracciones que se presentan en el camino, que pueden tentarlos para que se bajen del tren y pierdan su meta. Manténganse firmes en la fe que allanará el camino para ustedes. Tengan confianza en los maestros que los van a guiar, y en Dios, quien decide su destino y les confiere fortaleza y sustento. No alteren su camino o causen demoras recurriendo a violentos estallidos de ira o descontento. El dharma de ustedes como alumnos es estudiar, el dharma de los maestros es enseñar. En ese swadharma (el dharma de cada uno) está la seguridad, el progreso y la paz. Cada momento dedicado a búsquedas superficiales es un momento perdido, o un momento que causa daño. Recuerden que ustedes son los hacedores, los líderes y los gulas de la India del mañana. Sus hombros deben ser más fuertes que los de la actual generación de líderes, porque a medida que transcurren los años, la carga se hace más pesada. Sus corazones deben volverse más generosos y su inteligencia más aguda y clara, porque tienen grandes tareas que cumplir, para ustedes mismos y para la humanidad. Ustedes deben demostrar que son buenos ejemplos del sistema educativo que la India tiene que adoptar para su progreso y el de la humanidad. Por lo tanto, llénense de los ideales del deber, la devoción y la discipline durante los años que estén aquí. La devoción debe ser puesta a prueba en el crisol de la disciplina. Debe ser dirigida a lo largo de las lineas del deber. Dharmaraja, el mayor de las Pandavas, era la personificación misma de la devoción hacia el Señor Krishna. A su lado, él tenia el deber en la forma de Arjuna y la disciplina en la forma de Bhima. De esa manera pudo derrotar a sus enemigos y coronarse emperador. No llenen sus cabezas con las trivialidades que se encuentran en las columnas de los periódicos o los detalles absurdos de las vidas personales de las estrellas en cualquier campo. No se entusiasmen con los acontecimientos externos. Mantengan su frente en alto, por encima de las aguas embravecidas, y no se dejen llevar como briznas de paja. Yo valoro al estudiante que no sólo es académicamente eficiente, sino que también está lleno de devoción y amor hacia todos. El estudiante que obtuvo el primer lugar en los exámenes de la universidad, me complazco en decirlo, se (lama Premananda. Cuando se anunciaron los resultados y se supo que él había obtenid i esa singular distinción, los estudiantes se reunieron a su alrededor y lo presionaron para que les diera dulces, y yo también le pedí dulces. ¿Saben cuál fue su respuesta? Me tomó de las manos y me dijo con un brillo de gozo en los ojos: «Baba, tú eres la dulzura misma; ¿cómo puedo darte dulces?» Todos los estudiantes deben.cultivar una devoción y una fe como ésta. Sean tan dedicados y disciplinados como Arjuna, inteligentes y fuertes como Bhima, firmes y sinceros como Dharmaraja. Entonces, ningún daño les podrá sobrevenir y triunfarán en todos sus esfuerzos. Hay cuatro efes en las que tendrán que fijar su atención: 1) sigan al maestro; 2) enfrenten el mal; 3) luchen hasta el final y 4) lleguen a la meta. Seguir al maestro significa cumplir con el dharma; enfrentarse al mal significa vencer las tentaciones que los acosan cuando tratan de obtener arfa o riqueza, o los medios para vivir cómodamente. Luchar hasta el final significa: combatir incesantemente, batallar en contra de los seis enemigos encabezados por la lujuria (kamaj. Y, finalmente, llegar a la meta significa no detenerse hasta alcanzar la liberación (moksha) de la ignorancia y el error. Las efes son fundamentales para la búsqueda de las cuatro metas del hombre: dharma, arfa, kama y moksha (rectitud, riqueza, deseo y liberación). Siempre estaré con ustedes, dondequiera que es Colegio Sathya Sai, Kadugodi 6 VII 75 |