Sathya Sai Gita (II) (29/09/1960)

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( Impreso en castellano en Mensajes de Sathya Sai, Tomo 01 cap. 30 )

Sathya Sai Gita (II)

29 de Septiembre de 1960

Prasanthi Nilayam

Si ustedes toman a Krishna por un mero pastor, un hombre mundano como otros, entonces para ustedes no será sino un pastor. Ustedes no subirán sino hasta allí. Deben de tomarlo en el sentido yóguico de que «Go» en Gopala significa jiva o alma individual y por lo tanto, Gopala significa: «El que protege, guía, alimenta y promueve a los jivas», o sea, «el protector y preservador de los seres». Habrán notado que Uddhava, que miraba a Krishna como a su gurú, se benefició más que Arjuna, que lo miraba como a un amigo. Si tienen fe de que Él es Dios, Él será Dios para ustedes; si lo descartan como a un simple hombre, Él asume ese papel y no será de ninguna utilidad para ustedes; búsquenlo con el corazón, no con el ojo de lo externo. El poder supremo debe buscarse en el estado supremo mismo, no en los estados inferiores. Entonces, si tienen los ojos adecuados para ver y la sabiduría para entender, lo encontrarán a Él.

Distintas personas tienen diferentes métodos de adoración así como distintos objetos de adoración. Vishnú, Sambhu, Sarada, Alá, son todos diferentes grados de comprensión humana del misterio uno sin resolver, el inconmensurable infinito y absoluto. No deben buscar la variedad, busquen la unidad. No se mezclen en las querellas acerca de lo más alto o de lo más bajo; cuando la misma persona es honrada con diferentes títulos, por qué han ustedes de querellar acerca de la superioridad o inferioridad del título. Todos se quedarán cortos ante su gloria total. Lo que deben intentar es lograr y convertirse en lo permanente (nithyam) y en la verdad (sathyam). La verdad es aquella que es la misma en el pasado, en el presente y en el futuro; la misma en el estado de vigilia, que en los sueños y en el sueño profundo; y que no es afectada por el tamoguna, ni el rajoguna ni el satvaguna. Es más, el nombre es más grande aún que lo nombrado, pues esto puede desaparecer, pero el nombre persistirá y evocará la forma de lo nombrado.

No hay ninguna necesidad de agotarse en la búsqueda del Señor; Él es como la mantequilla en la leche, como el pollito en el huevo, inmanente a cada átomo de la creación. No viene de ninguna parte ni va a ninguna parte. Él está allí, aquí, en todas partes. Desde el anu hasta el ghana, desde el microcosmo hasta el macrocosmo, Él lo es todo.

Para realizar esta gran verdad, se necesita sadhana o karma, prácticas espirituales o acción. O sea karmayoga realizado con este fin, karmakousalam o karma hecho de manera inteligente. Un millonario puede tener varios vehículos, automóviles, carruajes, etc.; pero para su salud, el doctor le aconseja que camine unos cuantos kilómetros cada mañana. De otro modo se enfermará, le dice el médico. Así también, para remover el ajñana, la enfermedad de la ignorancia, uno debe hacer karma, un karma dirigido por el dharma o deber. El aceite en la lámpara es como la grasa acumulada de las acciones de vidas anteriores. Cuanto más fuerte es la llama, más brillante será la luz y más rápidamente se agotará el aceite. Practiquen un vigoroso karma y agoten los efectos del pasado y libérense del peso que cargan en sus hombros.

Hay más felicidad en hacer el karma que en el fruto que pueda dar; el peregrinaje es a menudo más agradable que la experiencia real en el templo al cual fue el peregrino. Se mencionó en el Gita que no deben ansiar el fruto de su acción; pero yo digo ahora que pueden valorar el resultado de sus acciones en una medida limitada. Aquel consejo fue dado de acuerdo con las condiciones que prevalecían entonces y el engaño que Arjuna sufría. Puesto que aumentará su felicidad y le dará mayor fuerza a su sadhana, Yo digo ahora que en cuanto a su sadhana pueden hacerlo con el ojo fijo en la bienaventuranza que finalmente derivarán de ella.

El director del Colegio Markandeya de Sánscrito mencionó ahora que yo nací como Janaka, como resultado de algún residuo de karma (karmasesha). No tengo ningún saldo de karma que agotar. No soy afectado por el karma, como ya se menciona en el Gita. El mahasakthi o poder supremo se viste de mayasakthi (poder de la ilusión) a fin de cumplir con el propósito de entrar en contacto y proteger a la humanidad. No tengo deseos y por ende, ningún karma que me amarre. Ustedes son los que tienen deseos, metas y anhelos que los arrastran por varios caminos. Para mí, el ananda de ustedes es mi alimento, su felicidad es el columpio en el cual yo me mezo. Su actividad es el campo de mi juego.

Hay tres clases de karma: el sahajakarma, que es automático como la respiración; el vikarma, o karma hecho con intención, como la combinación de mecha y aceite en la lámpara ardiente; y el akarma, en el cual no hay ni aceite ni mecha y por ende nada que arda. El pranayama y el yoga deben volverse tan naturales como la respiración e igualmente automático; esto es el summum bonum del sadhana, el estado de sahajasadhana.

Aprendan desde pequeños a recitar el nombre y a orar y a practicar el silencio. Dejen que los niños contemplen las bellezas y la magnificencia de la obra de Dios y se llenen de misterio y temor reverencial. No cuenten ni calculen lo que Sai Baba de Puttaparthi da. No doy con el fin de atraerlos a mí; yo les doy sólo para llenarlos de ananda. El derramar ananda, esa es mi tarea. Yo no quiero que me exalten; estaré satisfecho con que se apoyen en mí. El misterioso e indescriptible poder supremo está ahora a su alcance. Nunca se dedicará a ninguna tarea que no dé fruto. Alguien ha cantado que traigo las lágrima y seco las lágrimas. Sí, traigo lágrimas de alegría a sus ojos y seco las lágrimas de dolor. Dicen que vuelvo loca a la gente y que también curo la locura. Sí, los vuelvo ebrios o locos por Dios y por el sadhana que se necesita para ello. Yo curo la locura que hace que la gente corra frenéticamente detrás de los placeres fugaces y caiga en accesos de alegría y de dolor.

Algunas personas han dicho en su ignorancia que soy divino a veces y que me vuelvo humano después. Dicen que yo altero entre daivatvam y manavatvam, entre la divinidad y la naturaleza Humana. No crean nada de esto. Yo soy siempre un solo tvam. El Señor nunca sufrirá ningún cambio fundamental; solamente la forma externa puede cambiar, la esencia será la misma. No habrá ninguna declinación, como el volverse humano por un tiempo. El Señor se caracteriza por un prema ilimitado y una dulzura sin mácula.

Hay dos deberes que tiene que cumplir el hombre: uno por el sendero del dharma o deber (dharmamarga) para este mundo, y el otro por el sendero de Brahma (brahmamarga) para la liberación eterna. El dharmamarga es la mano izquierda o siniestra, y por esto puede dejarse. De por sí, la siniestra se irá cuando la fruta esté madura. ¡Es la razón de que la mano se llame la siniestra! Déjenla y no sufran por ella. Pero agárrense fuertemente de la derecha, el brahmamarga, pues es correcto que así se aferren a él (1).

Finalmente, deben de saber cómo usar la oportunidad que han tenido en esta vida de establecer contacto con el Señor. La lámpara ilumina, pero puede ser usada para varios propósitos, buenos o malos; el Ganges es sagrado, pero sus aguas se utilizan para buenos o malos fines. Cómo ustedes usen esta oportunidad depende de su destino, de su suerte y de la cantidad de gracia que sean capaces de ganar. Desarrollen fe; fortalezcan la devoción; y el resto vendrá por sí solo. Rama era el representante de la verdad; Krishna del amor, Buddha del karma. Ahora lo es de los cuatro: sathya, dharma, shanti y prema. Sathya es el dharma. El prema da shanti. Yo les ordeno no odiar a nadie nunca, ni desearle mal, ni hablar mal de los demás. Solamente entonces podrán alcanzar a la encarnación misma de la paz (shantaswarupam).

El Señor es el único que está consciente del plan, pues el plan es suyo. Ustedes ven sólo una parte de la obra en el escenario y así es muy confuso. Sólo cuando se desarrolle toda la historia, apreciarán su plan, no antes; para ello, deben ver por detrás de la pantalla de la ilusión (maya) y ponerse en contacto con el director mismo. Mientras sean actores que recitan su papel en el escenario, no pueden aprender el significado interno de toda la obra que tiene al mundo como escenario y las edades como duración.

Si al desempeñar bien su papel desarrollan amor por sus compañeros de escena, esto es más importante que tener devoción por Dios. Si adquieren paz es un éxito más valioso que adquirir conocimiento (jñana). Pues la devoción es la semilla del amor y el conocimiento es la semilla de la paz. Por lo menos, los devotos deben comportarse como si fueran todos de una sola familia. Aprovechen esa oportunidad tan afortunadamente disponible de cooperación mutua en la adoración y en la práctica espiritual.

Ustedes son mi tesoro, aunque me nieguen. Yo soy su tesoro, aun cuando digan que no. Seré afectuoso con ustedes y me apegaré a ustedes; tomaré todas las medidas para mantener mi propiedad segura en mi custodia. O sea, en la custodia del Señor, por cualquier nombre que quieran llamarlo. Todos los poderes que tengo son para ustedes; sólo soy el guardián, teniéndolos listos para dárselos a ustedes cuando me los pidan. Mi prema les daré aun cuando no lo pidan, pues tienen derecho a compartirlo. Algunos se quejan de que no les di esto o aquello, pero es porque su visión está limitada al futuro o al presente inmediato; mientras que yo sé lo que les espera y así debo salvaguardarlos de mayor aflicción. Hasta me culpan y añaden vituperios, pero yo no los abandono. Recuerden. Yo no soy influido por nadie. Nadie puede cambiar mi curso ni afectar mi conducta en lo más mínimo. Yo soy el amo de todos.

Pero dejen que les diga una cosa. Pronuncio palabras duras y castigo a algunas personas porque siento amor por ellas y estoy ansioso por corregirlas y por hacerlas mejores instrumentos. Si no fueran mías, yo les habría abandonado y no me hubiera ocupado de tomar nota de sus errores. Tengo el derecho de castigar a aquellos que considero míos. También sé que siguen valorando mi palabra y que se sentirán tristes de que yo muestre descontento con ellos. Se debe a su mente errante el que se dejen fácilmente alejar de mí por las palabras irresponsables de algunas personas tontas. A veces actúo como si quisiera mantenerlos a distancia; esto lo hago para reformarlos más rápidamente. Cuando se repara un tramo de carretera, yo paso por una desviación y no utilizo aquel tramo durante un tiempo. El objeto es que las reparaciones se hagan más rápidamente para que yo pueda usar de nuevo este camino.

He venido para enderezar al mundo, y así, debo recoger a los enfermos y tratarlos en mi hospital y restaurarles la salud, la fuerza y la sabiduría y enviarlos de nuevo a sus puestos en la vida. Debo intensificar su devoción, reformar su fe y reconstruir los cimientos de su naturaleza moral, de manera que puedan enfrentarse a las tentaciones con mayor confianza. Me he encontrado con personas que recitan una oración y creen que están acercando el mundo a la paz en cada oportunidad en que oran. Pero la paz sólo puede lograrse por el difícil camino de la eliminación de la violencia y la codicia de los corazones de los individuos.

Hay casos en que el habitante de Puttaparthi que tiene fiebre prueba toda clase de curanderismos hasta que el mal se vuelva más serio; entonces corre a buscar doctores y medicinas en Bukkapatnam y Anantapur y Chikkaballapur y Vellore, y aun se ve obligado a vender su tierra para pagar la deuda que esto acarreó. Si hubiera buscado primero un doctor calificado, todo esto habría podido evitarse. Así pues, no corran detrás de gurues que sufren de mala visión o de problemas de familia; no pidan limosna a personas que son mendigas. Eviten todo orgullo y competencia entre unos y otros en la vida espiritual. Dejen que cada quien camine a su propio paso; sólo que la dirección y el camino tienen que ser hacia Dios.

(1) Juego de palabras intraducible al castellano en el cual se usa la palabra left, que tiene a la vez el significado de izquierda y el de dejado, de abandonado, y la palabra right, que tiene a la vez el significado de derecha y el de correcto, verdadero, justo.