Para hacer que un niño entienda que la palabra ‘silla’ representa ese mueble, deben dibujar la imagen de una silla y escribir las letras debajo. Una vez que el niño ha aprendido a identificar la forma temporal: la silla (“kshara”), con lo sin forma eterno: la palabra (Akshara), la imagen es eliminada pero la palabra permanece. Por lo tanto, la palabra, de allí en adelante, representa la cosa, lo material visible concreto. Si no existiera una silla, la palabra silla no podría haber surgido. La palabra Dios emergió para indicar una entidad que fue experimentada. Una ‘nada’, un ‘ser no existente’, no necesita ningún nombre. El nombre es evidencia de la cosa. La palabra Dios es evidencia del Fenómeno Divino. De la forma a lo Sin Forma, de lo Sin Forma a la forma, ambos procesos son posibles y progresivos. Su Dios personal es una expresión, un símbolo y una representación del Dios impersonal. Lo Impersonal se personifica y asume una forma y atributos. Esta es la naturaleza misma de lo Divino. Discurso del 2 de agosto de 1986.