Discursos dados por Sai Baba
{SB 30} (33 discursos 1997)
Traduccion
( Impreso en castellano en Mensajes de Sathya Sai, Tomo 30 cap. 6 )
Servicio, amor y sacrificio
7 de Marzo de 1997
El ser individual es siempre el eterno Ser (Shivam); Shivam es siempre el Morador Interno en el individuo; quien es consciente de esta unidad es verdaderamente el mismo conocedor del Ser.
¡Encarnaciones del Amor Divino!, solo quien comprende que no hay diferencia entre Shiva y el individuo es un verdadero conocedor del Ser (Atma-Jñani).
Los científicos buscan explicar el misterio de la creación de diversos modos. La Ciencia de la espiritualidad también ha explicado la creación de distintas maneras. Digan lo que digan, lo que nosotros percibimos es el átomo. Sin el átomo no puede haber universo.
Las montañas rocosas, los bosques de madera, las aguas del océano, el lodo de la tierra y la carne y los huesos del cuerpo están todos compuestos por átomos. Sin la presencia de los átomos ningún objeto podría ser percibido. El alimento que ingieren, el agua que beben, los objetos que ven y la tierra que pisan están todos formados por átomos.
Cuando indagan acerca de la naturaleza del átomo, comprenden que el mundo entero está compuesto por átomos. Los Vedas describen lo Divino como más sutil que el átomo más sutil, y más vasto que el objeto más vasto (Anoraniyan mahato mahiyan).
Muchos consideran al átomo algo no visible para el ojo. Esto es erróneo. El átomo consiste en partículas que no son visibles.
Los sabios de la Antigüedad consideraban que lo Divino es inmanente en el átomo. “¡Oh, Señor! Tú eres extremadamente más sutil que el átomo y más vasto que el objeto más vasto. Se dice que te manifiestas en los 8.400.000 especies del universo y que eres omnipresente en todo el cosmos. ¿Cómo podemos esperar reconocerte?” (Canción telugu.) La ciencia y los Vedas Durante mil años los científicos han tratado de explorar la naturaleza del átomo. Sin embargo, hace mucho tiempo, el joven Prahlada supo que Dios era inmanente en el átomo y proclamó esa verdad. Le dijo enfáticamente a su padre: “No tengas dudas sobre la presencia o la ausencia de lo Divino en una u otra cosa. El Señor lo satura todo. ¡Puedes hallarlo dondequiera que lo busques!” (poema telugu). Los jóvenes deberían tomar conciencia de la superioridad del poder espiritual sobre el poder de la tecnología.
Om, el Pranava Mantra, contiene los poderes de Shiva y Shakti.
Estos dos poderes corresponden a lo que los científicos llaman electrones y protones (los dos componentes del átomo). El protón forma el núcleo del átomo. El electrón se mueve a gran velocidad alrededor del protón. Los Vedas han descripto el fenómeno de distintos modos. Declararon que Shiva y Shakti están asociados de modo inextricable el uno al otro. Esto corresponde a la relación entre el electrón y el protón. La partícula conocida como neutrón es anterior al electrón y al protón. Corresponde a lo que los Vedas llamaron Sat. En el lenguaje común, Sat es considerado algo refulgente.
Esto no es correcto. Sat, de hecho, significa “oscuridad”. De esta oscuridad nace la luz. De la oscuridad llamada Ashanti, surge la refulgencia de Prashanti. Así, la oscuridad recibe el nombre de Tamah. Un significado de Ta es “néctar”. El otro significado es garbha (útero). Los científicos le dan a este útero el nombre de “espacio”.
La segunda sílaba mah significa “veneno” o “Tiempo”. Así, la palabra Tamas abarca el espacio y el Tiempo, que son los factores determinantes de las dificultades de los seres humanos.
Tomen conciencia de la unidad del individuo y lo Divino ¿Cuál es el origen del hombre? En el principio existe el espacio (garbha). En este útero o espacio (garbha) se origina la vida humana, y, el séptimo día, esta tiene la forma de una burbuja. A los 15 días toma la forma del embrión. A los 30 días se vuelve un feto. A los 60 días, la cabeza comienza a tomar forma. A los 210 días, el feto se mueve lleno de vida. A los 240 días, el cuerpo completo se ha formado. A los 270 días el niño sale al mundo. Los Vedas declararon que el espacio y el Tiempo son factores esenciales en el nacimiento del ser humano.
En lugar de comprender el milagro de la existencia humana, los hombres malgastan sus vidas en la búsqueda de placeres mundanos transitorios.
Aunque superficialmente podría parecer que existen diferencias entre los hallazgos de la ciencia y las declaraciones de los Vedas, en lo fundamental no hay diferencias. Los Vedas han revelado muchas verdades aún no descubiertas por la ciencia.
Las personas deberían tratar de descubrir en qué medida los poderes de lo Divino están presentes en el hombre. El individuo (jiva) y Dios no son diferentes el uno del otro. Sin embargo, el individuo lleva una existencia mundana debido a su apego al cuerpo.
El día que el hombre desarrolle el amor del Espíritu, tomará conciencia de la unidad del individuo y lo Divino.
El mundo externo es un reflejo del ser interno Los hombres deberían comprender la verdadera relación que existe entre el mundo fenoménico externo y el mundo del Espíritu interno. El mundo externo es un reflejo del ser interno. Toda la felicidad que el hombre busca en los objetos externos se halla en su interior.
Tomen el ejemplo del océano. El agua del océano que se convierte en vapor adopta una forma y una cualidad diferentes.
Adquiere pureza y dulzura y regresa al océano de otra forma.
Observen los cambios que sufre en este proceso. Se eleva como vapor, se convierte en una nube, desciende como lluvia, fluye en forma de arroyos y se une al océano en forma de río. El paso de agua a vapor es Verdad (Sathya). La formación de la nube es Rectitud (Dharma). La caída como gotas de lluvia corresponde a gotas de amor (Prema). Cuando las gotas se unen para formar un río, se produce un flujo de Bienaventuranza (Ananda). Esta corriente de bienaventuranza se funde en el océano de la Gracia.
En algún momento, lo que ha surgido de lo Divino tiene que fundirse en lo Divino. Este es el destino natural de todos los seres vivientes. Habiendo nacido como hombre, llevando una vida divina, uno finalmente se funde en lo Divino.
Al sostener que lo Divino no tiene forma, algunos eruditos han suscitado controversias con respecto a este proceso. La verdad es que no hay objeto en el mundo que carezca de forma. Hasta la partícula subatómica más diminuta tiene una forma. Solo los ignorantes pueden pensar de otro modo.
Por esta razón, los antiguos sabios adoraban a lo Divino de diversas formas. Afirmando que todas las formas están constituidas por átomos, ellos reconocieron a lo Divino en todas las formas.
La santidad de Shivaratri: dediquen todas sus acciones a lo Divino Shivaratri posee varios significados. Ratri implica la oscuridad de la noche. Sin embargo, Shivaratri no connota la oscuridad sino la santidad especial de esta noche. También hay oscuridad en esta noche, pero dicha oscuridad posee un carácter auspicioso. La razón es que, en este decimocuarto día después de la Luna Llena (Chaturdasi), la luna, la deidad que rige la mente, se ha despojado de quince de sus dieciséis dígitos. Esta es una hora auspiciosa para estar cerca de Dios. (Bhagavan cantó una canción telugu para exaltar los días en que las personas buenas se reúnen para meditar en Dios, cuando los parientes y amigos fraternizan en el hogar, cuando la hospitalidad se extiende a los extraños y los necesitados reciben ayuda. Únicamente estos son los días reales, todos los demás son en verdad días de duelo.) Los Upanishads se refieren a los atributos de lo Divino, como Sathyam, Shivam, Sundaram. Platón consideraba a la Verdad, la Bondad y la Belleza los atributos de lo Divino. Shivam representa el principio de auspiciosidad. Se asocia con la Verdad por un lado y con la Belleza por otro.
Los antiguos consideraban a Shivaratri un día sagrado. Al experimentar la bienaventuranza ese día,
ellos la ofrecían al mundo.
Las personas deberían tomar conciencia de la transitoriedad de los placeres mundanos y la naturaleza efímera de la juventud, la riqueza y la progenie. Deberían volver sus mentes hacia la Divinidad eterna.
Podría preguntarse: “Si lo Divino está presente en todas las cosas, ¿no hay diferencia entre el bien y el mal, la verdad y la falsedad?”.
Para la persona que está convencida de que lo Divino se encuentra presente en todo, no hay bien ni mal. Ella ve lo Divino en todas las cosas por igual. El bien y el mal existen para aquel que ve las cosas en función de estas diferencias.
En el Gita, Krishna le señaló a Arjuna que Él era la fuerza activa detrás de todos los acontecimientos y que Arjuna debía considerarse a sí mismo un instrumento de lo Divino. Cuando alguien actúa con la firme convicción de que es un instrumento de lo Divino y dedica todas sus acciones a lo Divino, no verá distinción alguna entre lo correcto y lo incorrecto. El apego al cuerpo es lo que produce la ilusión de ser el hacedor individual. Cuando el apego desaparece, se realiza la unidad con lo Divino.
Sin duda el cuerpo es necesario para ciertos propósitos. Sin embargo, debe considerárselo un instrumento y todas las acciones tienen que realizarse como ofrendas a lo Divino.
Dios está presente en todos, más allá de las creencias La Divinidad está presente en todos por igual, sin importar las creencias. En sus actos los creyentes deben tener siempre en cuenta que lo Divino está presente en ellos y redimir sus vidas procediendo de acuerdo con los mandatos de lo Divino.
Algunos científicos pueden negar a Dios, pero ellos no comprenden que los poderes de los electrones y los protones se derivan de lo Divino. Puede llamarse a Dios por cualquier nombre, pero Dios es uno. Los ateos pueden adorar algo sin llamarlo Dios; no obstante, lo Divino está presente en eso.
En una ocasión, algunas personas se acercaron a Buda y le hicieron preguntas acerca de Dios. Buda les dijo: “¿Por qué pierden el tiempo en estas controversias inútiles? Si se les hablara de Dios, ustedes no creerían. ¿Por qué malgastan mi tiempo con esta cuestión? Los requisitos básicos para la vida en este mundo son la Verdad, la Rectitud y la No violencia (Sathya, Dharma y Ahimsa). Consideren a la Verdad como Dios. Adhiéranse a la Verdad. Entonces comprenderán todo”.
Algunas personas preguntan: “¿Cómo vamos a creer en Dios si no tenemos noción de su forma?”. Esto es una tontería absoluta.
He aquí una flor. Tiene una forma, pero la fragancia que emana de ella no tiene forma. ¿Pueden negar la realidad de la fragancia porque carece de forma? La fragancia tiene una forma, pero esa forma se manifiesta en la flor.
Dios adopta la forma con la que el devoto lo adora Tomen, por ejemplo, al amor (Prema). ¿Qué forma tiene el amor?
La falla está en ustedes si no reconocen su forma. El amor tiene una forma derivada de la persona que expresa amor. Sin alguien que exprese amor, este no puede existir, así como la fragancia no puede existir sin una flor. En estos casos podemos ver la relación inseparable entre lo que parece no tener forma y el origen de su forma.
Para dar otro ejemplo: he aquí una persona cuya forma puede ser descripta en función de diversas características físicas. Sin embargo, ¿puede esta descripción en términos de altura y peso revelar algo sobre sus cualidades internas, como la tolerancia, la serenidad, la compasión, el amor y el sacrificio? ¿Acaso no son estas cualidades muy reales y significativas? Esta persona es apreciada principalmente por estas cualidades, no por sus características físicas. Juzgarla solo en función de lo físico no tiene sentido.
Sus virtudes sin forma son más importantes. Cuando uno es juzgado según sus cualidades, la forma no es pertinente.
El sabio Ashtavakra demostró a los eruditos Pandits de la corte del Emperador Janaka lo absolutamente ridículo de juzgar a una persona únicamente por su forma física cuando todos ellos se rieron al ver la figura encorvada de Ashtavakra. El sabio se rió aún más de todos ellos. Cuando le pidieron una explicación, Ashtavakra les dijo que los eruditos que rieron al ver su figura desgarbada no eran mejores que los remendones que juzgaban las cosas por la naturaleza de su piel. Ashtavakra les dijo que la persona verdaderamente sabia ve lo Divino en todos los seres (“Panditah Samadarshinah”). Aquellos que juzgan por la forma externa no son mejores que los remendones. “Me reí de todos ustedes porque me preguntaba cómo pudo el Emperador considerarlos eruditos.” Esto significa que aquellos que juzgan cualquier cosa sobre la base de la forma externa son absolutamente necios. No sirve de nada tratar de explicarle a un ciego la naturaleza de algo que no puede ver.
Del mismo modo, ¿cómo puede alguien hablarle de Dios a una persona que no tiene intimidad con lo Divino o que no anhela a Dios?
Su conciencia es lo Divino. Dios habita en el corazón como testigo.
Esta es la verdad acerca de la omnipresencia de Dios. Para experimentar lo Divino en su interior, tienen que albergar sentimientos divinos. Para adquirir tales sentimientos, deben realizar ciertos ejercicios espirituales.
Lo Divino sin forma ha de ser adorado en la forma de Rama, Krishna y otras formas de acuerdo con la preferencia de cada uno.
Así como el aire o el agua adoptan la forma del recipiente donde se los guarda, Dios adopta la forma en que el devoto lo adora.
Todas las formas son Suyas.
Adorar a Dios como inmanente en cada átomo o célula del cuerpo es la forma de adoración más elevada.
Lo Divino es tanto el amante como el amado ¡Encarnaciones del Amor!, con amor cualquier cosa puede lograrse. Un hombre sin amor es prácticamente un muerto. Sirvan a todos con amor. Lo Divino es tanto el amante como el amado. Es el director de la obra y también el actor. (Swami cantó en telugu acerca del doble papel de lo Divino en los asuntos humanos.) Él hará que broten lágrimas de sus ojos; Él enjugará sus lágrimas.
¿Cómo lo hace? Cuando están inmersos en los asuntos mundanos, Él hace que broten lágrimas de sus ojos. Cuando están inmersos en la espiritualidad, Él hace que su pena desaparezca.
Él los volverá locos.
Él hará desaparecer su locura.
En verdad Él es el siempre dichoso Sai.
Él hace que el devoto se vuelva loco por Swami y lo hace exclamar:
“¡Swami! ¡Swami! ¡Swami!”. Él rescata al devoto del absurdo apego al mundo.
Él hará desdichado al hedonista; Él hará feliz al desdichado.
Él hace desdichado a un opulento buscador de placeres. Él hace feliz a una persona desdichada. Cuando un hombre se hace rico, padece de la enfermedad de los apegos mundanos.
Libren al país de las siete enfermedades Hoy el mundo padece de siete tipos de enfermedades.
Primero: El comercio sin moralidad. Esta es una enfermedad grave que padece el mundo.
Segundo: La política sin principios.
Tercero: La educación sin carácter.
Cuarto: La subsistencia sin sacrificio.
Quinto: Una cosecha sin trabajo.
Sexto: La condición humana sin virtud.
Séptimo: La devoción sin fe.
¿De qué sirve la devoción sin fe? ¿De qué sirve afirmar ser un hombre si no se poseen cualidades humanas? ¿Cómo esperan cosechar sin haber cultivado? ¿De qué sirve la educación sin carácter?
Hay tres cosas absolutamente esenciales: la moralidad en el comercio, la política con principios y la educación con carácter.
En la actualidad, las siete enfermedades arriba mencionadas le están causando todo tipo de dificultades a la nación. Dondequiera que miren, hay desorden, sufrimiento y temor. Todos deberían tomar la decisión de librar al país de estas siete enfermedades graves.
El Amor es Divino: Vivan en Amor ¿Cómo se pueden eliminar estas enfermedades? El amor es el único medio. El amor es Dios. Vivan en amor. Cuando se desarrolle el amor, n
o habrá lugar para el odio. La injusticia será desterrada.
La gente no se complacerá en la falsedad. No recurrirá a métodos perversos. La gente seguirá la senda correcta.
Por lo tanto, consideren que el amor es Dios. Buda declaró:
“Ahimsa es la virtud principal”. Sathya Sai declara: “Solo el amor es la forma de lo Divino”.
Amen a todos. El amor es la única propiedad de Dios. No le pertenece al hombre. No es una mercancía que se pueda comprar.
Surge del corazón. Sólo el amor puede considerarse divino. El amor divino es diferente de los apegos humanos. Es eterno. Es omnipresente.
Conviértanlo en su único ideal. Es inherente a ustedes.
Manifiéstenlo del modo correcto. Si hay azúcar en el fondo de un vaso lleno de agua, pueden endulzar toda el agua revolviendo el azúcar y disolviéndola en el agua. Del mismo modo, su corazón es un vaso. En el fondo, se encuentra la Divinidad. Tomen la cuchara del intelecto (Budhi), agiten el corazón mediante el proceso del sadhana.
Entonces la Divinidad presente en el corazón circulará por todo el cuerpo. Cada una de sus acciones será dulce, sus palabras serán dulces, su caminar será dulce, sus miradas serán dulces, sus pensamientos serán dulces. Serán completamente dulces.
Tomen conciencia de que la dulzura está dentro de ustedes.
Hagan que su intelecto se vuelva hacia adentro y descubran esa dulzura llenando el intelecto de amor. El santo Ramadas proclamó la misma verdad cuando cantó su canción, que instaba a todos los devotos a compartir la dulzura del nombre de Rama (Rama-nama).
“He aquí el Dulce del nombre de Rama. Consúmanlo y disfruten de la bienaventuranza. No vayan tras otras cosas tontas vendidas en el mercado. Este dulce ha sido hecho con la harina de los Vedas, mezclada con la leche de los Mahavakyas, y es ofrecido a ustedes por los antiguos sabios. Ellos lo prepararon con el azúcar de la contemplación interna y el ghi de los pensamientos puros, habiendo eliminado de él toda mancha de falsedad.” La recitación del nombre de Rama no les cuesta nada. ¿Por qué van tras cosas malas, pagando un alto precio por ellas?
El bienaventurado nombre de Rama contiene la esencia de los Vedas, es la meta de todo esfuerzo espiritual y es la esencia de toda la espiritualidad. Todo puede lograrse recitando el nombre del Señor.
Esfuércense por destruir el ego No consideren a Shivaratri sólo una festividad anual.
Consideren que cada noche es Shivaratri (noche sagrada). Cada vez que alberguen pensamientos sagrados y contemplen a Dios, en ese momento tendrán Shivaratri.
Shivam significa bondad. Exige renunciar al egoísmo. Aquellos que saben telugu pueden ver cómo la letra Sa se convierte en Si con el acortamiento de la marca al final de la letra Sa. La eliminación del ego marca la gran diferencia entre Shivam y Shavam (un cadáver).
Cada ser humano debería esforzarse por destruir el ego (Ahamkara). Mientras el ego no sea erradicado, no podrá realizarse la Divinidad. Consideren este ejemplo: Aquí están ustedes, devotos que han venido de lugares muy lejanos y han incurrido en grandes gastos y sufrido inconvenientes. ¿Quién les envió una invitación?
¿Por qué han venido aquí? Han venido para experimentar el amor de Swami. Swami se mueve entre ustedes con alegría y risas y los llena de felicidad. El amor abundante de Swami los ha atraído a este lugar. Si aquí prevaleciera el ego, ninguno de ustedes vendría. La total ausencia de ego es lo que los atrae hacia Swami. Este fue el sentimiento que animó a las gopis de Brindavan. Su único deseo era estar cerca de Krishna en todo momento y en cualquier condición.
Esta es la verdadera relación entre el individuo y Dios. Sin embargo, las personas lo olvidan y pierden el tiempo. Deberían estar preparados para hacer cualquier sacrificio por realizar a Dios, lo cual es el propósito primordial del nacimiento humano.
Sigan el ejemplo de Rama ¡Estudiantes!, cualesquiera sean los planes que sus padres tengan para ustedes o sus propios planes para el futuro, jamás dejen de meditar en Dios. Sirvan a sus padres. Sigan el ejemplo de Rama, que se volvió digno de ser adorado como Dios por Su vida ejemplar. Él lo sacrificó todo para mantener la palabra dada por Su padre. Cumplir con su deber es verdadero yoga. Su obligación como estudiantes es respetar a sus maestros, venerar a sus padres y ganar una buena reputación en la sociedad. Una vez que se hayan casado, deberán llevar una vida virtuosa y con un propósito en la sociedad. Esta es la cultura de Bharat. Exige una vida de pureza en pensamiento, palabra y acción.
Este es el mensaje principal de Shivaratri. Les doy ahora tres máximas que han de tener presentes: “Seva, Seva, Seva”. Jamás olviden el deber de servir. Para esto tienen que desarrollar amor.
Para desarrollar amor, deben promover el espíritu de sacrificio. El servicio tendrá sentido cuando manifieste el amor que resulta del sacrificio. Piensen que el servicio los conduce a su propio desarrollo espiritual. “Sean buenos, hagan el bien.” Discurso pronunciado en el Salón Sai Kulwant, la tarde del 7 de marzo de 1997.