Discursos dados por Sai Baba
{SB 28} (38 discursos 1995)
25. 01/10/95 Gánense la estima de la sociedad a través del servicio
1 de Octubre de 1995 Sai Kulwant Mandap ¡Encarnaciones del Amor! La vida humana es inmensamente preciosa. No obstante, esta vida sagrada es atormentada por problemas de diversa índole en el diario vivir. La vida es como un océano que contiene olas de placer y dolor. En su vida ordinaria el hombre es impulsado por innumerables deseos en la búsqueda de placeres mundanos de diversos tipos. Esta vida preciosa va perdiendo sentido y valor debido a la búsqueda de estos deseos mundanos. El cuerpo es esencial para vivir. Sin él el hombre no puede lograr nada. La vida humana es una combinación de cuerpo, mente y espíritu. Sin embargo, hoy el hombre hace caso omiso de la mente y el espíritu y malgasta su vida preocupándose sólo por el cuerpo. La mente es el órgano más importante del cuerpo. Es vital para realizar cualquier cosa. La vida del hombre está basada en la mente. El universo está lleno de conciencia mental. El cosmos tiene su origen en la mente. La mente es un conjunto de pensamientos. Por ende, el hombre tiene que purificar la mente abrigando pensamientos sagrados. Sólo cuando tenga pensamientos nobles, él podrá llevar una vida ideal. De los pensamientos nacen los deseos. Los deseos activan la mente. Por ende, es necesario mantener los deseos bajo control. El Dharma puede ser alcanzado sólo mediante el cuerpo La sociedad tiende a mirar con recelo a las personas con discapacidades físicas. Sin embargo, los miembros no son tan importantes. Lo que es más esencial es una mente pura. Si todos los miembros de uno son perfectos pero la mente es impura, ¿de qué sirven los miembros? No obstante, el hombre puede lograr lo que desea sólo si todos los miembros del cuerpo están en buen estado. El hombre debería darles un buen uso a todos sus órganos para llevar una vida ideal. Cada ser viviente ha venido a la existencia con un propósito. Por ende, todos deben esforzarse por usar su cuerpo para el fin para el que ha sido dotado con él. Sólo mediante el cuerpo el Dharma puede ser alcanzado, declaran las escrituras. El cuerpo le es dado al hombre para cumplir con sus deberes en la vida. Hoy los hombres tienden a usar el cuerpo para comer y dormir, sin reconocer los deberes que tienen que realizar. ¿Deben vivir los hombres como bestias y aves, sin metas más elevadas que comer, aparearse y dormir? Hay en el hombre un espíritu inmortal, cuya presencia debe ser realizada. Las personas prosiguen diversos estudios, se dedican a diversas actividades, pero no hacen ningún intento de entender qué es la condición humana. ¿De qué sirven el conocimiento, la riqueza y la posición si el hombre pasa por alto su realidad espiritual eterna y esencial? La vida de cada hombre debe estar dedicada al servicio a otros. Na tapamsi na tirtani Na tantrani, japanapi Samsara sagarotare Sajjana sevanam vina. (Ni el ascetismo, ni los baños en aguas sagradas, ni los rituales, ni el canto del Nombre divino lo ayudarán a uno a cruzar el océano de la vida mundana sin el servicio a las personas buenas.) Sin importar cuántos peregrinajes pueda uno realizar, cuántos yagas y japas pueda uno hacer, nadie puede alcanzar la liberación si no usa el cuerpo para servir a otros. Todos deberían estar preparados para servir y ser servidos. Este cuerpo le ha sido otorgado a uno para poder hacer seva (servicio a otros) y no para Nayakatvam (dominar a otros). El servicio es el fin supremo de la vida. Todos deberían procurar redimir sus vidas sirviendo a sus semejantes. Presten servicio en la medida de sus capacidades. ¿Cómo puede alguien ser llamado humano si, habiendo nacido como un ser humano y crecido en una sociedad humana, no reconoce los valores humanos? Deben asegurarse de no causar daño a ningún ser viviente. “Sólo es un ser redimido aquel que no causa dolor a otros y evita el dolor para sí mismo”, dice un poema telugu. Consejo a los discapacitados Los discapacitados no necesitan lamentarse por su situación. Deben desarrollar buenas cualidades. Hoy las personas se preocupan por sus posesiones, su posición y sus asociaciones, pero no por sus virtudes. ¿Qué valor tienen las riquezas, los conocidos y las posiciones? Se necesita cierta cantidad de posesiones materiales. Sin embargo, la riqueza excesiva es dañina. ¿De qué sirven los amigos de los buenos tiempos, que los rodean cuando ustedes tienen dinero y posición, pero los abandonan cuando los pierden? Sólo Dios es un amigo fiel, que está con ustedes en todo momento y los protege. Cuando cultiven tal actitud, podrán enfrentar cualquier situación en la vida. Todos son puros e inocentes al nacer. Sin embargo, a medida que crecen, desarrollan arrogancia, orgullo y ostentación. Esto no es correcto. Las personas deben cultivar la humildad y la disciplina, que son el sello de la condición humana. Condición humana significa armonía de pensamiento, palabra y acción. La ausencia de esta armonía es degradante. Los hombres deberían aprender a respetarse mutuamente. La Divinidad está presente en todos. Esfuércense por hacer felices a otros en la medida de sus posibilidades. Todos deben manifestar su esencia divina como una chispa de lo Divino. Nacer como ser humano es el fruto de muchas vidas. El hombre debe llevar una vida ejemplar. La educación y la riqueza son buenas en sí mismas, pero cuando se las usa mal se vuelven perjudiciales. El error reside en la conducta de las personas en cuestión. La condición humana consiste en llevar una vida libre de egoísmo y codicia. Cada hombre debe reconocer lo que es ser humano. Él debe comprender que su lengua, sus ojos, sus oídos y otros órganos le han sido otorgados para glorificar a Dios, no para menospreciar o causar daño a otros. Jayadeva exhortó a su lengua a deleitarse cantando la grandeza del Señor. Ésta es la tarea de todos. Deben mantener la lengua bajo control, servir a la sociedad con dedicación y llevar una vida digna. La vida es esencialmente transitoria. Por ende, mientras la vida dure, uno debe ganarse la estima y la consideración de sus semejantes. Uno no debe malgastar su vida. Debe estar llena de bienaventuranza. Ésta es la verdadera senda para todos. Traduccion Mercedes Wesley |