Discursos dados por Sai Baba
{SB 23} (36 discursos 1990)
30. 19/11/90 El servicio como deber
( Impreso en castellano en Mensajes de Sathya Sai, Tomo 23 cap. 30 ) El servicio como deber 19 de Noviembre de 1990 El cosmos está saturado por lo Divino. Por lo tanto, es el campo de todas las acciones. Karma o acción significa la Fuerza Vital. Los seres humanos son instrumentos de esta Fuerza Vital. El cuerpo humano ha sido hecho por la acción. En consecuencia, las escrituras describieron al hombre como Karmajaa (nacido como resultado de la acción). Todas las acciones realizadas por el hombre con sus miembros y órganos son posibles gracias a la Divinidad. Por lo tanto, el hombre debería considerar a todas las acciones como sagradas. Sin embargo, todo lo que hace el hombre es motivado por el ego, el interés personal y el deseo de obtener los frutos de sus acciones. El hombre vuelve a nacer para disfrutar los frutos de las acciones hechas esperando una recompensa. El Gita dice: “Karmanubandhini Manushyaloke” (El Karma es la atadura en este mundo de seres humanos). El hombre está atado por el Karma. Cuando las acciones son realizadas como ofrendas a la Divinidad, quedan santificadas. El aspirante espiritual debería convertir todas las acciones naturales del hombre en Karma Yoga. La distinción entre Karma y Karma Yoga ha de ser claramente comprendida. Las acciones realizadas con egoísmo y deseo de obtener recompensa son Karmas (que atan). Las realizadas desinteresadamente, sin ego y sin esperar recompensa, se vuelven Karma Yoga. Cada uno puede determinar por sí mismo si es un Karma Yogi, un Karma-brashta (alguien que realiza malas acciones) o un Karmadhikari (alguien competente para cumplir karmas). La vida de cada hombre está llena de acciones. Sin embargo, junto con las actividades asociadas con el interés personal, cada hombre también debería tomar parte en actividades de servicio. El objetivo primordial de cada uno debería ser dedicarse a las actividades desinteresadas. El hombre ha sido dotado de un cuerpo humano para prestar servicio a otros. Ésta es una antigua máxima. Mediante el servicio a otros, la Divinidad puede ser experimentada. La alegría y el pesar son compañeros inseparables La sociedad se compone de personas ricas, de clase media y pobres. Servicio social significa servicio a los semejantes. Un hombre rico ha sido capaz de adquirir riquezas sólo con la ayuda de otros. Comprendiendo esto, tiene el deber de brindarles ayuda a los necesitados. El hombre obtiene su fuerza de tres fuentes: la riqueza, el conocimiento y la constitución física. El poder que proviene de estas tres fuentes debería ser usado adecuadamente para fines correctos. Por lo común, el término vitamu (riqueza) se aplica a las riquezas materiales. Sin embargo, también es apropiado para la riqueza de conocimiento y la fuerza física. Quien posee esta triple fuerza debería dedicarla al bienestar de la sociedad. La alegría y el pesar son como las dos vasijas que carga un hombre en los extremos de una vara. Son compañeros inseparables. Nadie puede decir qué le deparará el futuro. Un millonario puede volverse pobre y viceversa. Éstos son fenómenos familiares. Ocurren en el curso de lo natural. Tales vicisitudes no pueden ser evitadas completamente, sin importar los sacrificios o ceremonias que uno pueda realizar. Estos cambios en la fortuna son producidos por las vicisitudes del Tiempo. Reconociendo esto, uno debería asegurarse de que sus acciones sean rectas y ayuden a los demás. Sirvan a Daridra Narayana Cuando alimentan a los pobres, las personas ricas piensan que están prestando servicio a Daridra Narayana. ¿Quién es Daridra Narayana? La gente cree que cualquiera que carece de comida, ropa o refugio es un Daridra Narayana. Sin embargo, al prestar servicio a los pobres, las personas deberían sentir que están sirviendo al Narayana (al Señor) que reside en los corazones de los pobres. Dotar de esta forma (de Daridra Narayana) a la Divinidad sin forma y servir a los hombres de este modo es el medio de santificar las propias acciones y redimir la propia vida. Dios habitará en los corazones de aquellos que están llenos de pensamientos de consideración por los pobres y deseosos de servirles. El tiempo es infinitamente precioso. Por lo tanto, no tendría que dejarse para otro día la realización de buenas acciones. El tiempo no espera a nadie. Por eso, tanto el cuerpo como el tiempo deberían usarse para realizar acciones sagradas. No debe haber un sentimiento de condescendencia al prestar servicio. Considérense a sí mismos como sirvientes dedicados, dispuestos a realizar cualquier tarea. Las actividades de servicio realizadas con este espíritu conducirán a la realización de Dios mediante la extinción del ego. No tiene sentido predicarle espiritualidad a un hombre famélico. Alimenten a los hambrientos. Ofrezcan consuelo y aliento a los afligidos y los desesperanzados. Los educados deberían tratar de enseñar a los analfabetos y abrir las mentes de los ignorantes a panoramas de conocimiento más amplios. Es posible que las personas educadas sean médicos, abogados o empresarios. Los médicos deberían estar dispuestos a ofrecer servicio médico gratuito a los pobres. Los abogados a ayudar a aquellos que necesitan asistencia legal pero que no pueden pagar sus servicios. Los empresarios deberían conformarse con tener un ingreso razonable que cubra sus necesidades y usar el excedente para propósitos de caridad. Es raro encontrar tales personas. Los ricos tendrían que comprender que el dinero se ha de ganar por medios rectos y se ha de utilizar para propósitos correctos. La verdadera felicidad puede alcanzarse sólo a través de la riqueza adquirida honradamente. El dinero obtenido por la explotación de otros tendría que conducir al sufrimiento. La ingratitud es un pecado grave Si desean un futuro seguro y pacífico, tienen que moldear sus acciones correctamente en el presente. En esto, el servicio desempeña un papel importante. Ya sea que lleven a cabo algún tipo de adoración o no, cuando presten servicio desinteresado, serán capaces de experimentar la bienaventuranza del amor Divino. El servicio demuestra la unidad que subyace en la aparente diversidad. Para realizar la propia divinidad inherente, el servicio a la gente es el mejor tipo de sadhana. ¿Qué tiene de extraordinario vivir para el bienestar propio? Sólo puede decirse que vive verdaderamente el hombre que vive para otros. El hombre es una criatura de la sociedad y le debe todo a la sociedad. Por lo tanto, debería estarle agradecido por todo lo que ha recibido de ella. La gratitud es una virtud suprema. La ingratitud es un pecado grave. Privará a un hombre de la visión divina. No hay expiación para la persona ingrata. Si desean salvaguardar su futuro, tienen que ser agradecidos con aquellos que los han ayudado en sus dificultades y los necesitan en el presente. En la Organización Sathya Sai, el seva (el servicio) tiene un lugar de honor. Los samitis (centros) Sai fueron establecidos sólo para hacer servicio. Los servicios no deberían ser mecánicos o impuestos, sino estar llenos de amor y ofrecerse de todo corazón. A quienquiera que sirvan, considérenlo como servicio hecho a Dios. Puede afirmarse que sólo en las Organizaciones Sathya Sai el servicio se presta sin ningún sentimiento de egoísmo. La penitencia de los devotos en Prashanti Nilayam Si hoy cientos de miles de personas están reunidas aquí, soportando diversos inconvenientes y dificultades, es en verdad una gran penitencia la que están haciendo. Este sentido de unidad no puede apreciarse en ninguna otra organización. Sólo las Organizaciones Sathya Sai tienen semejante unidad. Ustedes ven aquí a personas pertenecientes a muchos países, profesando muchos credos, hablando diversas lenguas, comportándose como hermanos y hermanas y experimentando la bienaventuranza de hallarse aquí. Esto es posible sólo para aquellos ¡Encarnaciones del Amor Divino! Todos ustedes deben tomar el compromiso de desarrollar este sentimiento de amor y establecer un ejemplo para el mundo. No está bien que se llamen a sí mismos sevaks si no se dedican a hacer servicio y se contentan con sus propios asuntos egoístas. Dondequiera que se encuentren, presten servicio de todo corazón. Consideren que al ofrecer servicio, están sirviendo a sí mismos y no a otros. Eso les conferirá Atma-trupti (autosatisfacción). Deben preguntarse si al hacer servicio están obteniendo autosatisfacción o si están tratando de alardear. Mientras haya ostentación en el servicio, no podrá experimentarse verdadera dicha por él. El ego no se irá. Y sin la eliminación del ego, no pueden experimentar bienaventuranza espiritual. ¡Encarnaciones del Atma Divina! Hoy, la situación mundial es terrible y alarmante. Dondequiera que van, el temor los confronta. Ya sea que permanezcan en su hogar o salgan a la calle, si viajan en tren o caminan por la carretera, el miedo los persigue. El mundo está envuelto en el temor. Si quieren disipar este temor, tienen que desarrollar fe firme en Dios como el único refugio. Entonces, estarán libres de él. Abandonando todo amedrentamiento, continúen haciendo su trabajo con valor y determinación, sin ninguna preocupación por el futuro, y sumérjanse en las actividades de servicio. Si actúan con esta fe, les será posible servir bien a la nación. No es su capacidad intelectual la que servirá para proteger al país. Si se adhieren a la Verdad y a la Rectitud, ellas los protegerán a ustedes y también al país. Vivan de acuerdo con la verdad de su propio ser. Actúen con rectitud. Las Organizaciones de Servicio Sai deben crecer en número y abarcar el país entero. Sólo entonces el país entrará en una era de prosperidad. Considérense a sí mismos como los hijos de un solo Dios. Ustedes no son extraños. No son meros productos de la naturaleza o de los elementos físicos. Todos ustedes son chispas de la Divinidad. Deben tener únicamente pensamientos Divinos. La cualidad única de las Organizaciones de Servicio Sai La creación fue el resultado de la Voluntad de la Divinidad. Por lo tanto, todo en la creación debería manifestar su naturaleza Divina. Si mantienen este hecho en mente, estarán llenos sólo de pensamientos y sentimientos sagrados y no habrá lugar para ninguna idea equivocada. Recordando siempre que son fragmentos de la Divinidad, tienen que dedicarse al servicio. Ningún gobierno u otra organización de servicio tienen esta actitud. Sólo las Organizaciones Sathya Sai pueden prestar servicio exitosamente con este espíritu. Muy pronto ustedes experimentarán la bienaventuranza y la paz obtenidas de tal servicio. Cualesquiera que sean las dificultades o los obstáculos, ustedes están destinados a superarlos. Ellos acompañan cualquier emprendimiento. No se preocupen por lo que ha ocurrido en el pasado. Sumérjanse en las tareas del presente. Presten servicio con un corazón puro y desinteresado. El deleite del individuo alegra a la Divinidad. Igualmente, la Divinidad los estima. Hagan todo con el nombre del Señor en los labios. Desarrollen todo cuanto es bueno en ustedes y compartan esa bondad con todos. Discurso durante la Quinta Conferencia Mundial de las Organizaciones de Servicio Sathya Sai en el Estadio Hill View, el 19 de noviembre de 1990. Los individuos están dispuestos a dedicarse a diversas actividades para su bienestar personal, para la adquisición de riquezas y posición y para asegurar el bien de su familia. Sin embargo, pocos están preparados para hacer algún esfuerzo o sacrificio por el bien general de la sociedad. Baba |