Discursos dados por Sai Baba
{SB 21} (34 discursos 1988)
25. 03/08/88 El papel del Avatar
( Impreso en castellano en Mensajes de Sathya Sai, Tomo 21 cap. 22 )
El papel del Avatar
3 de Agosto de 1988
Las bellezas que ofrece la Naturaleza son maravillosas. Son sagradas y prodigiosas. Lo que la Naturaleza fomenta o destruye, lo que otorga o quita, es igualmente asombroso. No es fácil comprender estas maravillas.
El hombre ha nacido en este mundo pero no toma conciencia del propósito de su nacimiento. Al olvidar su objetivo, se considera el amo de la Naturaleza y, por su loco orgullo, olvida su propia divinidad.
Es incapaz de reconocer que la Naturaleza es la que provee o quita, la que bendice o castiga, que el predominio de la Naturaleza es vasto. La Naturaleza preside todos los aspectos de la vida. Al estar profundamente inmerso en asuntos mundanos, el hombre tiende a olvidar su divinidad y la deuda que tiene con la Naturaleza. Todas las cosas de la creación son iguales a los ojos de Dios. Dios es inmanente en todas ellas. Por lo tanto, Dios y la Naturaleza no deberían considerarse entidades separadas. Están relacionados entre sí de un modo inseparable, como el objeto y su imagen. No obstante, el hombre mira la parte externa de la Naturaleza, la considera puramente física y destinada a proporcionarle las comodidades que busca.
La Naturaleza es la mejor maestra para el hombre. Cada objeto, cada individuo le ofrecen al hombre diversas enseñanzas todo el tiempo. Los Bharatiyas reconocieron esta verdad en los primeros tiempos. Es la característica principal de la sagrada cultura de Bharat. Desde una piedra hasta un diamante, desde una hormiga hasta un elefante, desde una persona sencilla hasta un sabio, cada cosa y cada ser eran considerados en Bharat manifestaciones de la Divinidad. Todos los objetos eran dignos de adoración. Es por eso que santificaban una imagen de piedra y la adoraban.
El amor Divino debe extenderse a todos los seres En Bharat la tierna planta de tulasi y el gigantesco baniano eran adorados con la misma devoción. Las vacas, los caballos, los elefantes y otros animales eran tratados como objetos sagrados.
Incluso a las hormigas se las consideraba merecedoras de cuidado y protección y se les ofrecía harina de arroz o azúcar todos los días. También las vacas y las águilas, los perros y los monos eran dignos de adoración. Al no comprender la verdad más profunda que subyace tras esta actitud hacia los diversos objetos de la creación, los ignorantes prefieren considerar esta adoración una superstición tonta. Esto es totalmente erróneo. Bharat creía que la expresión del amor Divino no debía limitarse a los seres humanos, sino que debía extenderse a todos los seres. Este es el gran ideal que Bharat le ha ofrecido al mundo. El profundo secreto de este conocimiento y esta comprensión no ha sido captado por ningún país. Bharat es la tierra que ha sostenido esta sagrada verdad espiritual y se ha adherido a esta visión de lo Divino.
El aspecto sagrado de la cultura india El Gita ha declarado: “Adveshta Sarvabhutanam” (“No profesen mala voluntad hacia ningún ser viviente”). El odio a alguien es odio a Dios. Las escrituras también han declarado: “Sarvajiva namaskaram Kesavam Pratigachchati” (“La salutación que le ofrecen a alguien le llega a Dios”). Pocos extranjeros pueden comprender o apreciar este aspecto sagrado de la cultura india. Incluso muchos indios no entienden la pureza y la divinidad que caracterizan a la cultura bharatiya. Bharat siempre ha proclamado que, a pesar de los diversos nombres y formas, hay una unidad que subyace tras la diversidad en la creación.
Como la Naturaleza es un reflejo de la Divinidad, nadie puede transgredir sus leyes. El hombre, que ha nacido para tomar conciencia de su verdadera naturaleza, en lugar de tratar de comprender la verdad acerca del cosmos, se pierde en la búsqueda de posesiones materiales. No comprende que el cuerpo humano, compuesto de cinco elementos básicos, está destinado a perecer. Este cuerpo temporal y perecedero debe considerarse sólo un medio para alcanzar la Realidad eterna, una especie de caja fuerte en la que se guardan las preciosas joyas de las buenas cualidades y las buenas acciones. Son estas cualidades las que hay que apreciar. Si hoy el estado del mundo es deplorable, se debe a que las acciones y la conducta del hombre no son buenas. Los hombres deben retornar a la rectitud y llevar una vida buena y sagrada.
El nacimiento humano es el resultado del Karma Dios no es una entidad separada. El hombre es la imagen de Dios. “Daivam manusha rupena” (“Dios aparece en forma humana”), declaran las escrituras. Dios no tiene una forma separada.
Para mostrar a la humanidad que la vida humana puede llegar a ser divina, los Avatares vienen de era en era.
A menudo he declarado que Dios no desciende como Avatar para aliviar las dificultades y aflicciones de los individuos ni para otorgarles dicha y felicidad. Los infortunios y las preocupaciones llegan naturalmente como consecuencia de acciones pasadas. El Gita dice: “Karmanubandhini manushya loke” (“Los seres humanos están sometidos al Karma en el mundo”). Como el nacimiento humano es el resultado del Karma, no se puede escapar de las consecuencias del Karma. Como es la acción, así será la reacción a ella. Cuando se paran frente al espejo y saludan, el saludo es reflejado por la imagen. Si pronuncian palabras duras ante el espejo, la imagen también reflejará esa dureza. Con este ejemplo, es evidente que los frutos de sus acciones estarán determinados por la naturaleza de esas acciones.
Los bharatiyas se han aferrado a tres creencias: la ley del Karma, el concepto de los Avatares y la doctrina de la reencarnación.
La ley del Karma significa que no se puede escapar de las consecuencias de las propias acciones. La doctrina del Karma establece que uno tiene que experimentar los resultados de sus acciones.
El concepto de “Avatar” implica fe en Dios y en la divinidad inherente en el hombre. El término “hombre” no significa simplemente la forma humana. El hombre se distingue de otros animales y criaturas por su capacidad de juzgar lo que es permanente y lo que es transitorio, y de reconocer el pasado, el presente y el futuro. Sólo el hombre es capaz de comprender esta naturaleza triple del tiempo.
El hombre puede reflexionar acerca del pasado y especular acerca del futuro. Puede experimentar el presente. Sin embargo, no debería preocuparse por lo que ya pasó. El presente es el producto del pasado. No se puede hacer regresar lo que ya pasó. Es inútil preocuparse por el futuro, porque este es incierto. Ocúpense del presente. Tal vez crean que “presente” es sólo este momento, pero así no ve el presente la Divinidad. Para lo Divino, “presente” es lo que es “omnipresente”.
“No pienso en Mi futuro” Esto significa que tanto el pasado como el futuro están presentes en lo que es, porque el presente es el resultado del pasado y la semilla del futuro. Como el hombre no cree con fe firme en la Omnipresencia de la Divinidad, se preocupa por el pasado, el presente y el futuro. Para lo Divino, estas tres categorías de tiempo no existen.
Ha surgido esta pregunta en la mente de algunos devotos: Si Swami sabe lo que ocurrirá en el futuro, ¿no debió haberse anticipado y evitar la caída en el baño? Yo lo sé todo sobre el futuro, pero sólo pienso en el futuro de otros y no en el Mío. Reflexionen sobre esto: “Kartavyam yogam uchyate” (“Cumplir con el deber es Yoga”). Yo sólo pienso en lo que tengo que hacer en un momento en particular. Pueden ocurrir cosas. Las cosas pasan. Los sucesos en el mundo son como nubes pasajeras. Los incidentes dan lugar a ciertas experiencias. Los estudiantes deberían tomar en cuenta estas experiencias.
El propósito del Avatar Cuando la Divinidad desciende como Avatar —ya sea como Rama o como Krishna, como Matsya (Pez), Varaha (Jabalí) o Vamana (Enano)—, lo hace con un solo propósito. Ustedes advierten únicamente las c
onsecuencias momentáneas del advenimiento.
Sin embargo, deberían tener en cuenta que la Divinidad viene como Avatar sólo para enseñar a la humanidad la verdad acerca del amor. “Oh, hombre, como te falta amor y estás lleno de egoísmo, el mundo está inmerso en tanto caos y conflicto. Sólo cuando cultives amor y espíritu de sacrificio podrás realizar la divinidad presente en el ser humano”. El hombre que no posee espíritu de Thyaga (sacrificio) estará expuesto a todo tipo de enfermedades.
Un hombre sin amor es un cadáver viviente. El amor y el sacrificio son los que hacen al hombre divino.
Sólo el amor es el fruto del amor. El amor es su propio testigo.
No hay ni un ápice de interés personal en él. Dado que el amor existe por su propio bien, no siente temor. Los Avatares vienen al mundo para enseñar a la humanidad el camino del amor. El mundo despliega la diversidad que ha emanado del Uno. Lo Divino demuestra la unidad que subsume la diversidad. El reconocimiento de esta “Unidad en la Diversidad” sólo puede aprenderse de la Divinidad.
El Avatar de Krishna ha sido descrito de diversas formas:
como un juego de la Divinidad en forma humana, como un ideal para el mundo, como un gobernante sagrado, como una manifestación del Atma. La Divinidad viene como Avatar para proclamar el amor puro, inmaculado y desinteresado de los devotos hacia Dios. Las personas pueden pensar que las actividades del Avatar incluyen el castigo a los malvados, la protección de los buenos, la extirpación del mal y el restablecimiento de la rectitud. Quizás es así como consideran las acciones del Avatar, pero no es esa la forma en que el Señor ve las cosas. No hay nada malo en la visión de Dios. Por lo tanto, no hay que sentir odio o mala voluntad hacia ningún ser. Sólo cuando amen a todos podrán decir que aman a Dios.
Piensen en lo Divino en todo momento Los sentimientos del devoto determinan su concepto de Dios.
Cuando un devoto ruega: “¡Oh, Señor! ¿Acaso no ves mis sufrimientos?
¿No oyes mis lamentos? ¿No ves las dificultades que estoy atravesando?”, el Señor sólo se le aparece como un par de ojos. No se le aparecerá la forma completa del Señor.
El estado mental de los aspirantes espirituales en la actualidad es este: cuando están en meditación parecen yoguis. Una vez terminada la meditación, regresan a sus actividades diarias y quedan inmersos en los placeres mundanos. Esta no es la forma de vida predicada por Krishna. Él declaró: “Sathatham Yoginah” (“Sean Yoguis en todo momento”). Lo que hoy vemos es esto:
“Yoguis por la mañana, bhogis (sibaritas) durante el día y rogis (enfermos) por la noche”. ¿Cómo pueden esas personas ser yoguis todo el tiempo? Tienen que pensar en la Divinidad en todo momento, en todas las situaciones, en todo lo que ven, hacen o experimentan. Orarle a Dios cuando se sienten cómodos y culparlo cuando están en dificultades refleja una perspectiva egoísta y limitada.
No pueden saber lo que va a ocurrir en cualquier momento. Lo que está destinado a suceder no puede evitarse. Por lo tanto, tomen cualquier cosa que les ocurra como un regalo de Dios.
Sólo cuando desarrollen tal fe y amor a Dios podrá crecer la verdadera espiritualidad. No permitan que los apegos mundanos se multipliquen en forma ilimitada. Sólo el apego por lo Divino, que trasciende todos los demás apegos, es permanente. A donde quiera que vayan, vean lo que vean, desarrollen el sentimiento sagrado de que sólo lo que le agrada a Dios les causa deleite. El cuerpo es un instrumento. La Divinidad es la que lo anima y lo hace moverse y experimentar cosas. Aquellos que no pueden reconocer esta verdad, van por ahí proclamando que son devotos, que están cerca de Dios y que han renunciado a todos los apegos.
La devoción de las Gopikas Sri Krishna una vez representó una pequeña escena para demostrar que la devoción de las pastoras de Brindavan era más profunda y completa que la de Rukmini o Sathyabhama o la del sabio Narada. Simuló que estaba sufriendo un terrible dolor de cabeza y que sólo la aplicación del polvo de los pies de un devoto lo curaría. Ni Rukmini ni Sathyabhama ni Narada estuvieron dispuestos a ofrecer el polvo de sus pies, pues sentían que quedarían condenados a vivir en el infierno si permitían que el polvo de sus pies contaminara la cabeza Divina de Krishna. Cuando Narada se acercó a las Gopikas, ellas no dudaron en recoger el polvo de sus pies, porque su única preocupación era aliviar a su amado Krishna de Su dolor, sin importarles lo que les ocurriera a ellas. Aunque Narada les advirtió acerca de las consecuencias terribles de su acción, ellas le dijeron que no les preocupaba lo que podría pasarles si su Krishna dejaba de padecer ese dolor.
El modo en que obra la Divinidad El dolor de Krishna desapareció en el instante en que las Gopikas le ofrecieron el polvo de sus pies. Narada comprendió que la devoción totalmente desinteresada de las Gopikas era Parama Bhakti (la forma más elevada de devoción). Lo Divino existe en todo, en cada ser, en cada pie y en el polvo de cada pie. También está presente en aquel que ustedes pueden considerar un ladrón.
Los males que aquejan al mundo de hoy sólo pueden ser eliminados fomentando la unidad. Esta unidad se promueve a través del Amor. No hay nada que no pueda lograrse con Amor. El Amor es Dios. Dios es Amor. Vivan en Amor.
He aquí una muestra de cómo obra el amor. Durante los últimos quince días Yo no podía moverme sin sentir la molestia ocasionada por la caída. Hoy, cuando salí y vi los rostros felices de los devotos, Me llené de alegría y olvidé completamente el estado de Mi cuerpo. Así obra la Divinidad para experimentar el amor de ustedes y llenarlos a su vez de amor. No puede haber alegría si no hay amor. Las Gopikas estaban llenas de tanto amor que veían a Krishna en todo lo que hacían.
Llenen sus corazones de amor Cuando ustedes llenan sus corazones de amor, no tienen mala voluntad hacia nadie. Cultiven la fe en que la Divinidad está presente en todos. Entréguense a lo Divino con espíritu de dedicación.
El significado simbólico de la relación entre Krishna y las Gopikas es este: el corazón es el Brindavan (en cada persona).
Los pensamientos son como las Gopikas. El Atma es Krishna. La bienaventuranza es el juego de Krishna. Todos deben convertir su corazón en un Brindavan y considerar al Atma que mora en su interior como a Krishna. Cada acción debería considerarse una lila de Krishna. A Gokulashtami se lo celebra ofreciéndole a Krishna Paramannam (arroz cocido con azúcar). El verdadero significado de Paramannam es Annam (alimento) relacionado con Param (lo Supremo). Paramannam es dulce. El amor de ustedes debe ser dulce. Lo que deben ofrecerle a Dios es su dulce amor. Su amor debe abarcar a todos. Este es el mensaje principal del Avatar.
Discurso pronunciado en el Mandir de Prasanthi el día de Gokulashtami, el 3 de agosto de 1988.