Discursos dados por Sai Baba – 12. 23/04/88 Brahmacharya

Discursos dados por Sai Baba

{SB 21} (34 discursos 1988)

12. 23/04/88 Brahmacharya

( Impreso en castellano en Mensajes de Sathya Sai, Tomo 21 cap. 12 )

Brahmacharya

23 de Abril de 1988

El edificio de la vida es una mansión de cuatro pisos. En esta mansión la planta baja es el piso más importante. Las tres plantas superiores se apoyan en él. Se lo conoce como Brahmacharya (continencia o celibato). En la vida de todos, la niñez y la juventud son sumamente importantes. Este período de la vida debería regularse practicando la pureza y la tranquilidad.

Brahmacharya significa llevar una vida de pensamientos, acciones y aspiraciones puras. Lamentablemente, hoy las personas tienden a pensar que Brahmacharya implica vivir en un estado de soltería.

El término Brahmacharya lleva en sí su significado sagrado.

Brahma-charya significa que todos los pensamientos que uno albergue, todas las acciones que realice, todos los emprendimientos que lleve a cabo deberán estar llenos de la conciencia de Brahmán (la Divinidad Suprema y Omnipresente). Brahmacharya es actuar con la conciencia de que la Divinidad se encuentra en todas partes.

Brahmacharya está presente en las cuatro etapas Manava (hombre) se refiere a alguien que es puro. “Hombre” significa alguien que es digno de atención. También, alguien que tiene fe. Estos son los diversos significados de la palabra sánscrita Manava. Profundizando más en su significado, se advertirá que consiste de dos términos: Ma (siempre) y Nava (nuevo), aquello que es siempre nuevo, siempre fresco. En esta frescura hay pavitrata (pureza o santidad).

Por lo tanto, en este sagrado nacimiento humano, llevar una vida llena de pensamientos puros y acciones puras es considerado Brahmacharya. Entonces, el verdadero significado de Brahmacharya no está limitado a la disciplina corporal del celibato —que se le asigna en el sentido físico—, sino que implica reconocer la Divinidad inherente en el hombre y llevar una vida basada en ese reconocimiento. Por lo tanto, Brahmacharya es la base de la vida del jefe de familia, del ermitaño y del renunciante.

Para el estudiante, la base es la Pureza La etapa de estudiante es un período crucial de la vida. Las otras tres etapas están basadas en la vida de uno como vidyarti (estudiante).

Toda la pureza o santidad que desarrollen durante sus días de estudiantes determinará el grado de pureza en las otras tres etapas.

Así, la vida de estudiante es el cimiento para las demás etapas.

Por lo tanto, hay que construir cimientos fuertes para la planta baja.

Si la planta baja es débil y cede, todo el edificio se derrumbará.

En consecuencia, toda la existencia humana debería santificarse observando Brahmacharya. Esto implica que, practicando la pureza y reconociendo la Divinidad omnipresente, uno debería regular la vida cotidiana esparciendo pureza y sacralidad por todas partes. Pureza de mente, pureza de Chitta (conciencia), pureza de corazón y pureza de acción: esta pureza cuádruple constituye Brahmacharya. Hagan lo que hagan, actúen sintiendo siempre que es una ofrenda a la Divinidad. Este es el verdadero significado de Brahmacharya.

El alimento es el primer requisito para la vida. Sin alimento no se puede vivir. Por eso a la vida se la ha llamado Annamaya (compuesta de alimento). Sin embargo, el hombre no se contenta con vivir únicamente del alimento. La mente no queda satisfecha por más que el estómago esté lleno. Aunque el alimento es esencial para el cuerpo, la mente ansía Ananda (bienaventuranza). La vida puede alcanzar la plenitud sólo si se experimenta Ananda. Por eso, el hombre no puede conformarse simplemente con estar vivo.

Tiene que mantenerse activo, siempre en movimiento. En este proceso debe preguntarse: ¿Por qué estoy inquieto? ¿Por qué estoy activo? ¿Qué hago para emprender nuevas acciones? Cuando se encuentran las respuestas correctas a estas preguntas, todas las acciones se vuelven sagradas.

El corazón debería estar lleno de sentimientos sagrados “¿Para qué hago esto? ¿Cómo lo hago? ¿Qué santidad implica hacerlo?”. Cuando uno indaga acerca de estas cuestiones, toma conciencia de su verdadero propósito y significado. Esta indagación debe llevarse a cabo del modo correcto. Hay que preguntarse si la indagación resulta útil o no. Cuando uno llega a la conclusión de que cierta acción es correcta, debe llevarla a cabo con seriedad.

Brahmacharya es el principal requisito para albergar pensamientos puros y realizar acciones puras.

Además, al practicar Brahmacharya, es esencial cultivar pensamientos sagrados. El corazón debe estar lleno de sentimientos sagrados. Saquen de su mente cualquier pensamiento referido a causarle daño a alguien. Sólo entonces la vida que comienza con Annamaya (llena de alimento) culminará en Anandamaya (una vida bienaventurada). El hombre no debe creer que la felicidad consiste en tener una casa llena de niños y equipada con todas las comodidades.

La paz tampoco puede lograrse con la riqueza, el poder o una buena posición. La paz es el resultado de las propias acciones y pensamientos. Si los pensamientos son puros, las acciones también lo serán. Cuando las acciones son puras, la vida misma se vuelve sagrada.

Concéntrense en cumlir con su deber hoy La falta de paz en el mundo actual se debe, principalmente, a que los pensamientos y la conducta de las personas se han descarriado.

Por lo tanto, el primer paso consiste en purificar los pensamientos.

No es necesario preocuparse por el pasado ni por el futuro. Concentren la atención en cumplir con su deber hoy.

Dediquen toda su energía a ello. Sobre esta base vivieron nuestros antepasados, de acuerdo con los preceptos de los Vedas y los Sastras. En la actualidad hay un abismo entre las vidas que llevaron nuestros antepasados y el modo de vida que prevalece hoy. ¿A qué se debe esta diferencia?

Sin duda, el alimento es esencial. Sin embargo, hoy los alimentos escasean. ¿Cuál es la razón de esta escasez? La gente ha abandonado la práctica de los yagas y yajnas (ritos y rituales de sacrificio) que solían llevarse a cabo en el pasado. Un Yajna no consiste simplemente en sentarse frente al fuego y pronunciar algunos mantras. Yajna realmente significa el espíritu de sacrificio o Thyaga (renunciación). Hoy este espíritu está totalmente ausente. De hecho, el deseo de bhoga (disfrute) ha crecido en forma ilimitada. En consecuencia, ha aumentado la fascinación por los objetos externos, que lleva a olvidar la propia naturaleza verdadera. Como resultado, el hombre se ha expuesto a numerosos sufrimientos.

La Divinidad está siempre presente en el hombre, en toda su pureza. Sin embargo, el ser humano es incapaz de reconocer esto debido a su apego a los placeres transitorios, al igual que la abeja negra. Esta abeja tiene una probóscide que le permite perforar un fuerte bambú o incluso el cuerpo humano. No obstante, cuando entra en una flor de loto y el loto se cierra, la abeja es incapaz de salir de entre sus tiernos pétalos porque está inmersa en el disfrute de la miel del loto y olvida su propia fuerza. Del mismo modo, hoy el hombre, olvidando la Divinidad presente en él y en todo lo que contempla, inmerso en las preocupaciones materiales e intoxicado por los placeres mundanos, no piensa en su verdadera naturaleza Divina. El hombre olvida su capacidad inherente cuando lo envuelve la preocupación por dominar el mundo externo.

Nunca pierdan la fe en la Divinidad La juventud actual debe alejarse de esta confusión y desarrollar la confianza en su Ser verdadero. Cualesquiera sean las dificultades que puedan enfrentar y los obstáculos que se crucen en su camino, deben considerarlos nubes pasajeras. Nada en el mundo es permanente. Hay una sola cosa permanente e inmutable: la Divinidad. Instalen a la Divinidad con firmeza en su mente y considérenla la única entidad permanente que puede conferir bienaventuranza perdurable. Todo lo demás —parientes, amigos o posesiones— no puede otorgarles bienaventuranza perm
anente.

Uno de los estudiantes ha mencionado que sus padres murieron —uno tras otro— en el lapso de un año, dejando a ocho hijos, de los cuales él es el mayor. En esta trágica situación, sólo Swami pudo ofrecer consuelo y valor a los acongojados hijos. Desde ese momento hasta el presente, Swami ha estado cuidando a esos niños, que consideran a Swami “la Madre Sai” y “el Padre Sai”. Ningún pariente podría haberlos cuidado de este modo. La Divinidad no abandona a nadie que tiene fe y confianza en Ella. Las dificultades pueden llegar sucesivamente como montañas, pero desaparecerán como la nieve si la gracia Divina está allí. Es preciso creer firmemente en Dios. Fortalezcan su fe en la Divinidad.

Otro devoto (un hombre de negocios norteamericano) enfrentó una vez tales dificultades que quiso liquidar su negocio. Sin embargo, Swami le aconsejó que no lo hiciera. Debido a sus experiencias anteriores con Swami, el hombre tenía una fe firme en Él y siguió adelante con su empresa. Finalmente, pudo superar los problemas.

En este mundo nadie que haya tenido una fe firme en Dios ha sufrido.

Muchos han padecido aflicciones debido a la falta de fe.

La falta de fe en las Afirmaciones Divinas Hoy ustedes creen en lo que ven en las películas o lo que leen en los periódicos o las novelas. Creen en lo que se dice en una obra de teatro o lo que está en el almanaque, pero no tienen fe en las declaraciones Divinas de los Vedas: “Tat Tvam-asi” (“Eso eres tú”), “Ayam Atma Brama” (“Esta Atma es en verdad Brahmán”), “Aham Brahmasmi” (“Yo soy Brahmán”), “Prajñanam Brama” (“La Conciencia Integrada Constante en el hombre es Brahmán”). Las personas no tienen confianza en estas Mahavakyas (Afirmaciones Divinas), pero se dejan descarriar fácilmente por las declaraciones engañosas de hombres mundanos. En este estado lamentable y degradado se encuentra hoy el hombre, porque ha abjurado de la fe en Dios. Se ha vuelto una víctima de la fe en las cosas mundanas.

Lo esencial es que el hombre desarrolle fe en Dios. Esto es aún más importante para la juventud. Cualesquiera que sean sus planes para el futuro, básenlos en la fe en Dios. Deben ser planes virtuosos.

De ese modo alcanzarán el éxito.

Discurso pronunciado en “Sai Sruti”, Kodaikanal, el 23 de abril de 1988.

Muchas personas piensan en Dios sólo cuando el pesar los aflige; por supuesto, es bueno que así sea; es mejor que buscar la ayuda de aquellos que están igualmente expuestos a sentir pena. Sin embargo, es infinitamente mejor pensar en Dios en la tristeza y en la alegría, en la paz y en el conflicto, en todo tipo de situación. La prueba de la lluvia está en la humedad del suelo; la prueba de Bhakti es la Paz (Shanti) que el Bhakta posee: Shanti que lo protege de los embates del éxito y el fracaso, la fama y el deshonor, la ganancia y la pérdida.

—Baba