Discursos dados por Sai Baba
{SB 16} (32 discursos 1983)
07. 17/03/83 Karma, Dharma y Brahman
( Impreso en castellano en Mensajes de Sathya Sai, Tomo 16 cap. 7 )
Karma, Dharma y Brahman
17 de Marzo de 1983
Sin caridad ni rectitud,
desprovisto de verdad y compasión,
con una mente privada de escrúpulos
y llena de malos impulsos,
el hombre de mente demoniaca
se enferma aquí y en el más allá.
¡Oh mente loca!,
buscando la visión de lo Divino,
¿dónde vagas en vano?
Lo que buscas está dentro de ti.
Sabe esta verdad.
En el mundo existe una diversidad de temas cuyo conocimiento está disponible: música, literatura, arte, economía, política, etcétera. Todos éstos simplemente son componentes del conocimiento mundano, el que se relaciona con el mundo fenoménico.
Todo conocimiento mundano puede ayudar a que las comodidades personales se incrementen, mas nunca contribuirá a su mukthi (liberación). Por mucho que podamos controlar las condiciones materiales, esto no contribuirá a producir la paz de la mente ni la felicidad del alma. En cierto sentido, entre mayor sea el conocimiento mundano, menos probabilidad habrá de obtener paz mental.
Todo lo que es perceptible es perecedero
El conocimiento mundano es sin duda necesario, mas no es la razón de vivir. Muchos grandes reyes del pasado, habiendo reinado sobre vastos imperios y disfrutado toda suerte de placeres, eligieron al final de sus vidas renunciar a todo con el fin de alcanzar la paz espiritual. “Todo lo que es perceptible es perecedero”, afirman las escrituras. Al perseguir los placeres impermanentes y evanescentes, arrojamos los elementos permanentes, inmutables y reales de nuestra vida humana. Ustedes imaginan que son el arquitecto de su destino, pero el autor, el dueño y el que disfruta de todo es el Señor. Fracasando en comprender la naturaleza del karma y buscar el sendero del dharma (rectitud), el hombre se aleja de Brahman.
El cuerpo es el instrumento primario para el desempeño del karma. Por medio del karma recto el individuo comprende el dharma (rectitud). El Karma Kanda* indica la manera en que la meta fundamental de la vida ha de realizarse por medio del desempeño de deberes sacramentales: Sandhya vandanam (adoración diaria al dios Sol), yagna (rito sacrificial) y yaga (sacrificio ceremonial). Así como el nacimiento se relaciona con el karma, el karma con dharma y el dharma con Brahman, la madre, el padre, el gurú y Dios se relacionan con el individuo. La madre señala al padre; el padre conduce al individuo hacia el gurú (preceptor) y éste muestra el camino para realizar a Dios. Los cuatro son fundamentales para la vida del ser humano. La madre viene primero, pues cumple la labor de llevar en su vientre y dar a luz a la criatura. De ahí que los Upanishads nos exhorten: “Mathru Devo Bhava”, “Venera a la madre como a Dios”. Posteriormente viene el padre, que lleva al niño a un gurú para la adquisición de jñana (sabiduría espiritual).
*Sección de los Vedas que trata de la acción y su reacción.
El deber primario del gurú es mostrar el camino para la realización de Dios. Prahlada declaró: “Sólo el gurú que enseña acerca de Dios es digno de ese nombre”. Los verdaderos gurús son aquellos que muestran cuáles son los verdaderos propósitos de la vida y la manera en que deben ser realizados. El gurú es aquel que dispersa la oscuridad de la ignorancia proporcionando la luz del conocimiento de lo bueno, lo verdadero y lo eterno. Debe demostrar al estudiante que más allá de las formas y nombres cambiantes del mundo fenoménico existe la Divinidad, que es permanente e inalterable.
Los frutos de las acciones brotarán tarde o temprano
Actualmente, los filósofos materialistas hablan acerca de la unidad de la humanidad. Sin embargo, ¿cómo explican las vastas e inconmensurables diferencias entre los hombres; diferencias de habilidades, condiciones, actitudes e impulsos? Hay quien siempre está enfermo; otro es sano y vigoroso; algún otro siempre está alegre, mientras otro es siempre desgraciado. Las personas no se dan cuenta de que estas diferencias son resultado del karma pasado. El karma es la causa de todo lo que ocurre. Los frutos de las acciones del individuo pueden no ser evidentes de inmediato, pero están destinados a aparecer tarde o temprano..
“Tengo que hacer esto y lo otro”;
vana es esta jactancia; hombre,
lo que siembres cosecharás.
Como la semilla, así es el fruto.
De ahí que la sola manera de lograr resultados deseables sea realizarlas buenas acciones. Con este propósito los Vedas establecieron, en el Karma Kanda, la parte dedicada a la acción, las buenas acciones mediante las cuales se pueden obtener buenos resultados.
Ni la Trinidad puede evitar las consecuencias del karma
El Karma Kanda revela que la ley del karma afecta a todo lo que posee un cuerpo y no simplemente a los seres humanos. Por ejemplo, ni siquiera los dioses de la Trinidad (Brahma, Vishnú y Rudra) pueden evitar las consecuencias del karma. Con sus acciones demuestran esta verdad al mundo. Por ejemplo, al igual que un alfarero, Brahma continuamente está creando cosas en el cosmos. Éste es su trabajo incesante. ¿Por qué está dedicado a él? Porque posee un cuerpo distinto. Al asumirlo para desempeñar el karma y por medio de éste cumplir con su dharma (deber, naturaleza) establece un ejemplo para el mundo.
Vishnú desciende a la tierra en forma humana siempre que el Dharma declina y se ve en peligro de extinción. Recibiendo las críticas del malvado, castigándolo por sus malas acciones y protegiendo al inocente y recibiendo las oraciones de los devotos, Vishnú desempeña su deber de proteger el Dharma y reformar a la humanidad. Se podrá preguntar: “¿Por qué habría de pasar por esta prueba como protector del Dharma?” No se trata de una prueba; sólo es una demostración de los deberes que resultan al asumir una cierta forma. Ishwara (Shiva) se cubre con vibhuti (ceniza), habita en los cementerios y se somete a varias disciplinas rigurosas. De ese modo, incluso Brahma, Vishnú y Maheshwara con sus acciones han estado poniendo a la humanidad el ejemplo de cómo obrar para que la vida humana tenga un propósito.
En los seres humanos se encuentran tres aspectos: mala, vikshepa y avarana. Mala es la causa de ashanti (inquietud mental); constituye el fruto de las acciones hechas en anteriores nacimientos. Mientras no se haya eliminado como las heces que resultan de la digestión de los alimentos, dará origen a toda clase de aflicciones y pesares. ¿Cómo puede haber paz o alegría mientras el fruto del karma pasado permanece en nosotros? Solamente cuando nos liberamos del peso del karma podemos acceder a la paz. Los resultados de los pecados pasados continúan como mala. Para deshacernos de éste, tenemos que ocuparnos de tareas sagradas.
El Señor mira su corazón, no su riqueza
El Señor los juzga por la sinceridad de sus pensamientos, no por las formas de su adoración. El Señor ve su bhakti (devoción), no su shakti (poder). Se preocupa por sus gunas (cualidades), no por su kula (casta o linaje). Mira su chitham (corazón) y no su vitham (salud). Deben esforzarse por purificarlo y dedicarse a la acción virtuosa con devoción e integridad. Ninguna disciplina espiritual será de utilidad si se enredan en acciones pecaminosas.
Vikshepa está formado por las distracciones mundanas, para superar las cuales y realizar a la Divinidad se realizan varias clases de sadhana. Los sadhanas incluyen meditación, concentración y buenas acciones para lograr la pureza de la mente. Al lograr vencer vikshepa, el individuo se confronta con avarana (la envoltura densa que lo rodea). Esta envoltura es conocida como maya (ilusión) y cubre a todas las cosas del universo. Los ojos que ven todo lo que está afuera no se pueden ver a sí mismos, de igual manera, maya, que revela al universo entero, no puede revelar a la Divinidad. Debido a que estamos envueltos en maya, buscamos los placeres
mundanos en vez de nuestra esencia divina.
El mantra “Gayatri”, sendero real a la Divinidad
Los jóvenes deben darse cuenta de la conexión existente entre los alimentos y el estado de la mente. La causa primaria de muchas de las cualidades demoniacas que prevalecen entre los individuos hoy son los alimentos que consumen. El individuo desarrollará buenas cualidades si ingiere comida sátvica, la cual es saludable y moderada en cantidad. Ésta no lleva a causar daño a otras personas. Además, todo lo que se coma debe ser considerado como una ofrenda a Dios. Tal es el significado interno de los mantras Sandhaya Vandhana. Al pronunciar los diferentes nombres de Vishnú (Keshava, Narayana, etcétera) se debe tener en mente el significado de cada uno de ellos. Narayana, por ejemplo, significa que él es el señor de los cinco elementos. Si se recita el nombre teniendo conciencia de lo que significa, se alcanzará totalmente el beneficio del mantra.
El mantra “Gayatri” es el sendero real hacia la Divinidad. No existe un tiempo o una norma fijos para recitarlo. No obstante, los jóvenes brahmacharis harán bien en hacerlo durante la adoración matinal y vespertina a fin de obtener de él su mayor beneficio. Sin embargo, dado que la Divinidad está más allá del tiempo y el espacio, cualquier hora y lugar resultan apropiados para repetir el nombre de Dios. El Bhagavata dice: “Medita siempre en Dios, en todo tiempo y lugar”. Aprendan a pensar en Dios en todo lo que vean, en cualquier cosa que hagan y en todo lo que toquen. Dense cuenta de que ustedes están desempeñando papeles temporales en el escenario cósmico; cuando la obra haya terminado, deberán regresar a su ser verdadero. Recitando de manera regular el “Gayatri”, deben purificar sus vidas y ser ejemplos de vida recta ante el mundo. Ésta es mi bendición para ustedes.
Prashanti Nilayam, 17-3-83.