Discursos dados por Sai Baba
{SB 15} (42 de 59 discursos 1981 a 82)
47. 10/09/82 Mahabali
( Impreso en castellano en Mensajes de Sathya Sai, Tomo 11 cap. 48 )
Mahabali
10 de Setiembre de 1982
¿Qué significa encarnación? Es Dios que aparece en la Tierra lleno de afecto y amor por la humanidad, en todas partes. Divina Conciencia en forma humana.
Bharat ha ganado enorme fama por medio de muchos hijos e hijas que han sacrificado todo por el bienestar común. La semilla tiene que renunciar a su identidad y volverse una con el suelo, de manera que el árbol pueda brotar. Así también, el ego tiene que sacrificarse de manera que la naturaleza divina del hombre pueda manifestarse. Mama ithi mrifyu: «Mío» es muerte; «no mío» es inmortalidad. Thyagah santhih anantaram: La renuncia otorga paz. La llave dorada del desapego abre la cerradura que mantiene cerrada la puerta del cielo. «Renuncien y yo proveeré lo que falte», dijo Jesús. Hoy, ¡la renuncia se ha convertido en un medio para obtener éxito y fama! Se ha vuelto una transacción. Renunciar a los instintos animales y aun a los errores humanos y obtener la conciencia de la Divinidad, que es el corazón, es el más valioso sadhana. Recuerden a los héroes de la renuncia de nuestra historia; ellos fueron, en su mayoría, gobernantes y gente rica, que podían aportar poder y riquezas: el emperador Sibi, el emperador Mahabali, el rey Karna. Recuerden también a héroes posteriores como Tanaji y Bhagat Singh, quienes sacrificaron sus vidas por el bienestar de la nación y del mundo.
Mahabali, el gobernante Asura, renunció a todo por Dios; su padre y su abuelo también fueron muy famosos por el mismo propósito. El gran abuelo, Hiranyakasipu, no toleraba siquiera la mínima mención del nombre Hari, porque juraba que él mismo era Dios. Era un racionalista fanático, y tuvo un hijo llamado Prahlada que era devoto de Hari y cuya dedicación y entrega a Dios eran completas, sin reserva. El salió triunfante de penalidades y torturas; el nombre de Hari era la armadura que lo salvaba de los dardos de la ira y el odio lanzados por su padre. Las personas que lo torturaban obedeciendo las órdenes de su padre quedaron impresionadas por el heroísmo y la inmensa paz que irradiaba como consecuencia de la firme repetición del Nombre del Señor.
Su hijo fue Virochana, quien gobernó el reino con rectitud y se volvió popular y famoso debido a sus regalos a los pobres y a los sabios. Mahabali, hijo de Virochana, celebró el efectivo y complejo yajna llamado Viswajit (Victoria Cósmica) y, gracias a ello, se volvió el señor del cielo, desplazando a Indra. Mientras Mahabali gobernó el mundo, nadie sufrió de hambre ni sed; nadie tuvo miedo o ansiedad; la tierra proveía ricas cosechas; la gente tenía pensamientos e intenciones nobles.
Dios anheló, en ese tiempo, enseñar al mundo la valiosa lección: renuncien y ganen. El océano colecta todos los ríos y está siempre recibiendo ofrendas. No entrega, por su libre voluntad, perlas y corales; los oculta a la vista y arroja sólo conchas. Sus aguas no sacian la sed, sólo la aumentan. Sin embargo, la nube está ansiosa por transformarse en lluvia; por lo tanto, se eleva muy alto mientras el océano yace en el más bajo nivel. Dios decidió otorgar también la salvación a Bali porque éste se volvió digno de tan supremo regalo. Él purificó su mente gracias a sus buenas acciones; se percató de la existencia de la Divinidad en cada ser mediante su devoción y obtuvo la sabiduría que lo pudo liberar de la ilusión.
Se cree generalmente que Dios encarnó como Vamana para extirpar el ego de Bali, mas no fue verdad. La encarnación tuvo como propósito conferir la gracia de la liberación, porque Bali no albergaba ni el menor indicio de ego. Cuando Vamana le pidió «tres pasos de tierra», su gurú trató de disuadir a Bali de darle esa tierra a Vamana diciéndole lo siguiente: «Mi querido discípulo, éste no es un mendigo común, es Narayana; si accedes a darle lo que pide, quedarás arruinado». El emperador Bali le respondió: «Quienquiera que sea, debo darle lo que me ha pedido, pues es mi deber. Es una gran fortuna que Narayana haya venido a mí con las manos extendidas para recibir un regalo. No escucharé tu consejo ahora, pues la mano que da está por encima de la mano que recibe; ésta es, en verdad, una suerte única», dijo.
Y el mendigo era la Trinidad en uno, el cual pedía tres pasos de tierra. Los tres pasos son el físico, el mental y el espiritual. Los primeros dos pasos cubrieron la tierra y el cielo y, para el tercero, ¡el corazón del emperador Bali era el más apropiado regalo!
Puesto que el corazón le fue ofrecido al dios Narayana, el cuerpo se sumergió en el Patala, las regiones inferiores. Los primeros dos pasos significan que la identificación con el cuerpo y la mente fue eliminada. (Se dice Shanfi tres veces al final de cada sesión de bhajan o de cada rito ceremonial para invocar la paz en el cuerpo, la mente y el espíritu.)
Bali adquirió el nivel de total renunciación y su corazón, mente e inteligencia eran del Señor; puesto que había ofrecido el resultado de sus acciones a Dios. El «yo» en él fue desplazado por Él. Bali se percató de la trivialidad del poder mundano y decidió abandonar todo deseo excepto el anhelo por el Señor. Gracias a su sacrificio, los pecados de su abuelo Hiranyakasipu fueron perdonados; la dinastía entera fue santificada; las tres flores de esa familia, Prahlada, Virochana y Bali, la salvaron.
Sólo Bali tuvo los recursos y la renunciación para dar al Señor lo que Él solicitaba. Ésa fue la razón por la cual el Señor se acercara a él. Muchos en la historia han renunciado a sus riquezas y aun a sus vidas, abandonando gemas, casas y tierras, pero Bali renunció a. todo, incluso a él mismo.
El emperador Sibi salvó a una paloma de ser devorada por un halcón. Cuando éste reclamó una cantidad de carne igual al peso de la paloma, Sibi se cortó de su propio cuerpo una cantidad igual, pero la palomá resultó ser muy pesada para igualarla en la balanza. Ante esto, Sibi se ofreció a sí mismo como alimento para el halcón. Tanaji escuchó el llamado para pelear por su país aun cuando estaba a punto de casarse; entró en batalla vistiendo el traje de novio. Murió feliz de haber cumplido su deber con su familia, su comunidad y su país. Bhagat Singh ascendió a la horca lleno de alegría porque fue capaz de ofrendar su vida por la liberación de su madre patria. Bharat ha tenido millones de estos hijos e hijas que han ofrendado sus vidas por su bienestar.
Sin embargo, en estos días no vemos el espíritu de sacrificio. Encontramos sólo apego y placer. Sólo el sacrificio puede fomentar el yoga (unión). Es en verdad venturoso que la gente del estado de Kerala adore la personalidad y los ideales de Mahabali todos los días durante el festival de Onam. Tenemos que celebrar el festival no sólo con fiestas y cantos, sino también con actos de sacrificio, caridad y renunciación.
El sadhana de la renuncia implica la eliminación de los sentimientos de yo y mío. El «yo» persistirá todo el tiempo que tengamos un cuerpo, que estemos encarnados, pero deben minimizar su dominio en los pensamientos, palabras y obras.
Siempre que el hombre esté atado al cuerpo, $u Dios también tiene que estar en un cuerpo como el suyo. Se dice, a menudo despreciativamente, que a Dios se le concibe cdmo un ser que tiene ojos, nariz, lengua y miembros. Cuando el adorador creyente los posee, el adorado también debe tenerlos, para que la adoración sea efectiva. ¡Sólo cuando estén inconscientes de su «forma», pueden adorar lo sin forma! En verdad, es sorprendente, que aquéllos que ríen ante la imagen de Dios, no se rían de sí mismos al ver que están encerrados en un cuerpo. Cuando el hombre tiene que ser corregido y liberado, Dios tiene que venir como hombre, como lo tuvo que hacer Narayana para salvar a Mahabali.
Bali había comprendido la gloria y majestad de Dios. Él le dijo a su gurú: «La mano que concede gracias a incontables devot
os, esa mano se extiende para recibir lo que yo le ofrezco en respuesta al deseo del Señor. Esa mano tiene todos los mundos en su puño y, ¿qué desea el Señor obtener de mí? ¡Me pide sólo lo que Él me ha dado! Ha venido a mí en esta forma para pedirme todo lo que tengo, porque es lo mismo que Él me ha dado, eso es todo lo que tengo». Bali estaba convencido de que el Señor da y el Señor toma, que él no era más que un instrumento y que su destino era fundirse en el Señor.
Por eso, en este día de festival, cuando celebramos su dedicación y renunciación, debemos fortalecer nuestra fe en que la voluntad de Dios debe prevalecer y prevalece en toda actividad humana, y darnos cuenta de que la renuncia es el más alto sadhana. Sean como Prahlada y Bali, no sean Hiranyakasipus, pues ellos están cegados por el egoísmo. Prahlada y Bali recibieron bendiciones de Dios. Hiranyakasipu sólo maldiciones. Oren a Dios; que la oración sea su aliento. No contraríen a Dios y evitarán ser maldecidos; éste es mi mensaje en este Día de Onam.
Prashanti Nilayam
1 IX 82