Discursos dados por Sai Baba – 01. 05/01/75 Cultura agricultura

Discursos dados por Sai Baba

{SB 13} (39 discursos 1975 a 1977)

01. 05/01/75 Cultura agricultura

( Impreso en castellano en Mensajes de Sathya Sai, Tomo 09 cap. 34 )

Cultura agricultura

5 de Enero de 1975

Bombay

LA INDIA ES UNA TIERRA sagrada cuya gloria se ha difundido por todos los continentes y cuyos hijos e hijas han ganado fama eterna entre todo el género humano por sus logros materiales y espirituales. Ellos liberaron a su patria de !as cadenas de la dominación extranjera, contribuyeron a la felicidad humana gracias a sus logros en música y bellas artes. Todavía hoy, la India tiene un nombre que es reverenciado y tenido en alta estima. Recae en ustedes una gran responsabilidad, porque deben mantener e incrementar el esplendor de lo que era la India.

Nos hemos reunido hoy aquí, con un espíritu de oración y de sadhana, para dar un nuevo paso en bien de la educación. Los objetivos de la verdadera educación son dos y únicamente dos: el primero, el básico, es la educación para proveerse de alimento, vestido y vivienda, para asegurar la salud y la armonía en la sociedad, evitar fa contaminación y fomentar la honestidad. En los tiempos antiguos, cuando el estudiante recibía su instrucción básica bajo la guía de un maestro, antes de los quince años aprendía a hilar, a tejer y a procurarse las ropas para su uso personal, a producir el alimento que necesitaba y a satisfacer sus necesidades básicas. Se sentía contento y feliz con sus hábitos sencillos que le dejaban bastante tiempo libre para el sadhana y la contemplación de la naturaleza. Cada uno debe esforzarse por llegar a depender sólo de sí mismo y ser autosuficiente en lo que se refiere a vestido y alimento. Los gobernantes de este país se han atemorizado ante el crecimiento demográfico y están recomendando y poniendo en práctica desesperadamente medios equivocados y peligrosos para controlar la natalidad, pero se olvidan de que con cada nueva boca que alimentar, tenemos también un par de manos extra, además de un cerebro con un gran potencial para llegar a ser un bien nacional. El problema es que no tenemos un plan para usar esas dos manos extra ni ese precioso cerebro para beneficio y prosperidad de la nación. Al convertirla en signo de riqueza y no condenarla en dondequiera que la encontremos, estimulamos la pereza. Carecemos de una estrategia para aumentar la producción y evitar el desperdicio, ni siquiera en cuanto a los alimentos. Si únicamente cada persona en este país consumiera tan sólo la cantidad de alimento que necesitara y nada más, no habría escasez alguna. Este país nunca ha carecido de medios para alimentar a sus hijos. Ésta es la tierra de la diosa Anapurna.

El segundo objetivo de la educación lo constituye el cultivo de la mente y del espíritu. Esto también se parece a la agricultura que le entrega alimento y vestido al hombre. Queremos granos (dhanya) para alimentar al cuerpo y necesitamos de la meditación (dhyana) para alimentar al espíritu. En la agricultura preparan el terreno, plantan las semillas, nutren a las plantas con fertilizantes y recogen la cosecha. También tenemos que arar el campo del corazón, eliminar las malezas y plantar las semillas. Las malezas son tendencias, actitudes y hábitos perniciosos. Los fertilizantes son la devoción y la dedicación. El agua que ayuda a la planta a crecer es la cualidad del amor. Las semillas son los nombres de Dios que se depositan en el corazón purificado. La cosecha que recompensa todo este esfuerzo espiritual es la sabiduría.

El cultivo del corazón ha sido la meta del Sanathana Dharma (la Sabiduría Eterna), la antigua religión de la India. Es algo esencial para alcanzar una vida feliz, tranquila y satisfecha. Este dharma nos exhorta a plantar las semillas del amor y a recoger la cosecha de la sabiduría, en bien de la armonía social, la prosperidad nacional y la elevación de toda la humanidad. El Sanathana Dharma tos hace realizar la unidad que subyace a toda la aparente multiplicidad. Esa unidad es la base y la justificación para amar a todos, sin deseo de recibir ningún beneficio a cambio.

Sin embargo, los indios tienen ahora tanto cinismo y tanto desprecio frente a su herencia, ¡que han llegado a atribuir el descubrimiento y la compilación de los Vedas a los torcidos designios de algunos brahmines! Los musulmanes veneran el Corán como la palabra de Dios; los cristianos veneran la Biblia como la palabra de Dios; ¡pero los indios tratan a los textos de sus Escrituras como enseñanzas despreciables provenientes de personas interesadas!, y de esta formase alejan de la senda correcta desviándose hacia la aflicción y el descontento. Max Müller decía que lo que no se encuentra en la cultura india, no se encuentra en ningún otro país. No obstante, tan pronto como los indios aprenden inglés o cualquier otro idioma extranjero, desarrollan tanto ego que comienzan a despreciar su ancestral cultura y a adoptar los modos y actitudes de civilizaciones ajenas.

Gandhi dijo: «Mi India es la India de los pueblos». La libertad que se ha ganado y la prosperidad que se busca pueden ser aseguradas únicamente cuando los aldeanos sean libres y prósperos. Y ello depende, a su vez, de la libertad y la prosperidad de cada una de las familias de cada pueblo. Ahora no hay unidad, no hay cooperación, no hay amor entre los cuatro o cinco hermanos de una familia, cada uno tiene objetivos contrarios a los demás. ¿Cómo podrían los pueblos gozar de libertad, paz y prosperidad? ¿Y qué decir del país si sus pueblos están tan mal? Todos buscan alcanzar una posición de autoridad, sin esforzarse por merecer esta autoridad mediante los méritos necesarios para ejercerla de manera justa. Si una persona tiene buenas intenciones, capacitación suficiente y la visión de lo divino, por supuesto que puede aspirar a tener autoridad y desempeñarse bien. Pero rara vez vemos a alguien que piense en el deber; en todas partes, lo único que se busca es la posición de autoridad.

Como resultado, muchas prácticas reprobables han invadido el campo de la educación. Se paga dinero para lograr la admisión en escuelas y colegios, para adquirir calificaciones y diplomas. El maestro ya no transmite buen gusto, distinción, buenas actitudes o amplias perspectivas; todo se ha vuelto un asunto de libros y más libros. Y al estudiante se le obliga que los consiga fuera de la institución educativa. Más aún, se le atribuye más valor a la información y a su recopilación y no se hace el menor intento por lograr una transformación o la corrección de los hábitos y características de los educandos. ¿Cómo aprendieron su oficio los grandes artistas que pintaron los frescos de Ajanta o los que esculpieron los templos de Ellora? Ellos no asistieron a ninguna escuela; aprendieron de los maestros, los expertos artesanos, los inspirados artistas.

Los libros no pueden dar la guía y la inspiración necesarias para un buen trabajo. Además, para tener una vida plena, también se deben armonizar los aspectos mundanos con los espirituales. Sólo entonces puede el hombre alcanzarla confianza en sí mismo y evitar el camino de la imitación. La paz mental no puede alcanzarse echándoles la culpa a otros y evadiendo la propia responsabilidad.

Hoy estamos inaugurando este Politécnico Agrícola para que los que estudien aquí no necesiten depender de otros para tener trabajo, sino que se puedan ganar la vida por sí mismos gracias a sus propias habilidades y su propio esfuerzo. Esto también representará una disciplina espiritual y les dará amplias oportunidades para desarrollar también sus logros espirituales. Los estudiantes serán estimulados para que practiquen el trabajo en conjunto, en una fructífera cooperación. Los cinco dedos deben unirse para que la mano pueda asir algo con firmeza. Como ustedes saben, hoy en día se nombran comités para todo tipo de trabajos: un comité para el aprovisionamiento de agua, uno para el suministro de electricidad, etcétera. Pero éstos no trabajan eficientemente, sino que se producen altercados y riñas dentro de el
los. Se reúnen para tomar el té y no examinan ni resuelven nada.

El respeto mutuo se puede establecer basándose en la fe de que todos son hijos de Dios y que todos son divinos. Sobre esta base puede haber colaboración y entusiasmo por el trabajo y cada uno hará las cosas lo mejor posible, conociendo sus deberes y sus responsabilidades.

El futuro del país dependerá de las habilidades y de la sinceridad de los jóvenes. Por eso, se deben crear estímulos e incentivos para ellos. Todas mis esperanzas están fincadas en los estudiantes, en los jóvenes; ellos son muy queridos por mí. Están libres de faltas; son los padres y las escuelas los culpables de toda la desobediencia y violencia. Son ellos quienes los guían por caminos equivocados. En vez de embotarse la cabeza acumulando hechos y cifras, inunden su corazón de amor y de luz. Tengan confianza en los vastos poderes del Alma que es su realidad. Tengan fe en la gracia de Dios, la cual pueden alcanzar a través de la oración.

Mientras oran, recitan mantras, usan fórmulas u otro tipo de expresiones, uno debe conocer el significado y la importancia real de las palabras y conocer sus implicaciones profundas. Un individuo, por ejemplo, desconocía el significado pleno de la palabra Shiva. Por elfo imaginaba a la forma de Dios que vivía en Kailasa con su consorte y su familia. Me dijo que Shivoham significaba «yo soy Shiva» y se asombró cuando se le preguntó: «¿Y qué es Parvati para ti?»

Hay mucha gente que hace japa (repetición del Nombre del Señor) y que se une a grupos de bhajans, pero no tiene una conciencia clara del significado y el valor de las palabras que pronuncia mecánicamente. Hay personas mayores que difunden mantras y se jactan de ser maestros espirituales, pero desconocen el significado interno de lo que les recomiendan a otros o entregan a sus discípulos. «Shivoham»significa que ustedes son divinos.

El hombre debe dedicarse al trabajo. Debe hacerlo con fe y con devoción, como un acto de adoración, y de esta manera obtendrá sabiduría. No obstante, la educación actual no lo encamina hacia estos lineamientos. Como es ahora, resulta una instrucción estéril. Espero que este Politécnico Agrícola, cuya primera piedra colocaré ahora, les preste atención también a estos puntos. Los principios morales y espirituales han de ser enfatizados desde el inicio, incluso cuando se están enseñando y estudiando temas básicamente materiales. Quiero que el comité a cargo de esta institución propague los ideales de servicio, amor y sadhana que el Sanathana Dharma encarna. Bastará con un pequeño número de instituciones así en nuestro país, para servirles de ejemplo y de guía a otras. No es necesario un colegio en cada ciudad. En un ejército no tenemos varios generales; tenemos uno solo, aunque los soldados son millones. Si este único colegio en la ciudad de Bombay es dirigido de una manera ideal, puede difundir los ideales de la unidad del hombre y la validez del amor entre su numerosa población e incluso más allá de sus límites.

Los estudiantes que son formados aquí, en este colegio, difundirán los ideales que han asimilado cuando vayan a otros estados. La función del maestro también es importante, porque si un estudiante se descarría, sólo él sufrirá, pero si eso sucede con el maestro, que debe guiar a muchos estudiantes, ¿qué sucederá? Tenemos que tratar de formar buenos profesores en este colegio para otros colegios similares en el futuro. Los ciudadanos de Bombay deben empeñarse en promover instituciones educativas de este tipo y también otras que cuiden de la salud de la gente, para que el país pueda tener paz y prosperidad.

Actualmente, se habla mucho de que no hay paz en este país, pero eso no es correcto, porque la carencia de paz mental constituye un mal y un fenómeno profundamente individual. ¡El país no se ha deteriorado en absoluto! Es el individuo el que debe curarse; son sus pensamientos y sentimientos los que deben ser corregidos y purificados. No es posible cambiarle a nadie sus ideas, sus hábitos, sus actitudes e impulsos. Por ejemplo, encontramos que los precios se están elevando hasta las nubes y el gobierno está ideando varios planes para bajarlos. Pero se puede alcanzar el éxito solamente con un método: eleven el valor del hombre y el valor de todo lo demás se vendrá abajo. Ahora se encuentra devaluado al nivel de una máquina; se ha olvidado de su valor, se está degradando en una bestia sin comprenderla divinidad que existe en él. En la actualidad se valoran como esenciales los bienes materiales que brindan confort, pero no se valora por igual al hombre.

Si el hombre se apreciara en su verdadero valor y fuera tratado como una chispa divina encerrada en el cuerpo, se elevaría hasta nuevas alturas en sus logros y produciría con abundancia todo lo necesario para la vida. No robaría ni engañarla, sino que seria un buen trabajador, una persona pura y un aspirante espiritual sincero. Cultivaría la visión interna y comprendería que no es el cuerpo, los sentidos, la mente y ni siquiera el intelecto. Estaría lleno de amor y de confianza en sí mismo.

No es bueno para el hombre estar siempre enredado en cosas excitantes; comida, conversaciones, libros, películas y juegos, ésas son cosas rajásicas que perturban y agitan la mente. Tampoco es bueno que tenga pensamientos o actividades crueles.

Hoy se ha colocado la primera piedra de este colegio agrícola. Espero que en un corto tiempo se erija aquí un bello edificio y que no se produzca ningún mal uso del dinero en gastos dispendiosos, y que los estudiantes egresados de este colegio se conviertan en agricultores eficientes, en jóvenes con fe en sí mismos y que dependan de su propia habilidad, de su carácter y vigor para ganarse la vida. Los bendigo a todos.

Bombay

5 I 75