Discursos dados por Sai Baba
{SB 12} (54 discursos 1973 a 1974)
44. ??/08/74 El rol superior
( Impreso en castellano en Mensajes de Sathya Sai, Tomo 09 cap. 23 )
El rol superior
Agosto de 1974
Ananthapur
Eakam Sath, vipraah bahudhaa vadhanthi: “Únicamente existe el Uno; los hombres sabios pueden llamarlo por muchos nombres”.
Esto es la armonizadora Verdad unificadora que enseña la India a través de los siglos. Otra lección que encarna la cultura india y enfatiza el pensamiento indio es: Cuando el proceso de vivir gira en torno del cuerpo, se precipita en la miseria; cuando gira en torno del Atma, la chispa Divina interior resplandece de dicha.
Cuando los años de vida pasan y el hombre no ha descubierto al menos quién es, una vida así es un estúpido desperdicio. La búsqueda de la Realidad, de la Sabiduría interior, lo Divino que anima, ¡ese es el primer deber del hombre para consigo mismo! La cultura india apela a que todos descubran por sí mismos la naturaleza especial de su “esencia” y sus sagradas consecuencias, que conformen por consiguiente sus actividades y actitudes.
Ayam Atma Brahma: Este Atma es Brahma. ¡El Individuo es lo Universal, “pretendiendo estar separado”! El individuo existe, conoce y es conocido, disfruta y confiere disfrute, porque es lo Universal. La diminuta llama de una vela puede encender a otras miles de velas y no obstante quemar con fuerza no disminuida.
Las otras llamas tienen que reconocer que tienen con ellas sólo la llama de la primera. La Una ha encendido a las muchas, la Una está brillando en y a través de las muchas; la Una es las muchas. Ekcham bahusyaam: “el Uno decidió ser muchos” para disfrutar de su propia multiplicidad. El Uno aparece como toda esta diversidad. Eso es la Verdad.
Busquen al Conocedor detrás del conocimiento.
El aire, que no es sino Uno, aparece como tormenta, torbellino, brisa, vendaval, asumiendo varias formas por el cambio de velocidad en el movimiento. Los nombres también difieren de forma en forma. La insistencia sobre la unidad fundamental de toda la creación es la característica especial del pensamiento indio. Es una visión defectuosa ver la variedad como diversidad, al mundo como compuesto de fuerzas y elementos diferentes.
A pesar de esta gran herencia que los indios han conseguido, hoy la están despreciando y devaluando por su comportamiento y sus creencias.
Las creencias del hombre deben estar libres de assuya (celos), como declara el Gita. Assuya es la naturaleza malvada que no puede tolerar la felicidad y la prosperidad de otro, que le impide al hombre amar a su vecino, servir a los afligidos y ver, en todo, al mismo Motivador Divino que él mismo tiene como su auriga interior. Hace al hombre impaciente al encontrar fallas en las actividades de otros y los hace ciegos a sus virtudes y excelencias.
Esto es una Universidad, una institución que imparte educación y prepara a la generación naciente para ser mejores mujeres y mejores ciudadanas. La educación debe abrirles los ojos y capacitarlos a reconocer el Uno detrás de los muchos. Cuando se conoce al Uno se puede conocer a los muchos de forma fácil y clara. Persigan la vasta, la cósmica, la todo abarcante Verdad, no se satisfagan con las mezquinas chatarras parciales de información; busquen al Conocedor detrás del proceso de conocimiento. Esa es la Real victoria.
La educación debe promover paz y felicidad.
Los educadores deben concentrarse en métodos mediante los cuales sea impartida la unidad, y las distinciones sean relegadas a un papel subordinado. Pero, desgraciadamente en el presente, en nombre de la individualidad y de la fantasía pura por la diferencia, todo estímulo es dado a la idiosincrasia y al aventurerismo, a la vanidad y a la falta de seriedad. Los padres y los mayores tienen que agachar sus cabezas por vergüenza ante los caprichos de sus hijos.
La educación debe promover la paz, la seguridad y la felicidad.
Pero, como resultado del proceso educativo a través del cual ellos han pasado, los jóvenes están causando ansiedad, temor e intranquilidad en la sociedad de la cual son parte. Tampoco tienen paz o dicha o seguridad. Los hermanos Kaurava buscaban poder, fama, ganancia egoísta y victoria competitiva.
Amaban la política separatista divisoria. Su sed por el poder pudo ser saciada, como dijo Krishna, sólo por la lluvia de flechas que los borró de la faz de la Tierra. Para eliminar el terror que acecha al país de punta a punta, se requiere una inmediata reforma del sistema educativo.
Las raíces sostienen firme al árbol, los cimientos preservan a un edificio de colapsar. La toma de conciencia de las responsabilidades de uno, el desapego de los enmarañantes vínculos, la confianza en el propio sentimiento de rectitud, todo esto tiene que ser fomentado en los colegios. La integridad, la sinceridad y el deseo de utilizar las habilidades y la inteligencia de uno, del servicio a los semejantes de uno, son esenciales en los jóvenes.
En la actualidad, las personas educadas están necesitando la firmeza necesaria para actuar de acuerdo con sus convicciones; saben que una cosa está bien pero carecen de voluntad para llevarla a cabo. Enséñenles a los estudiantes a discernir de una manera desapegada y a arribar a conclusiones correctas, y aliéntenlos a poner en práctica su fe sin temor. Ahora que el cultivo del espíritu es en el nombre del secularismo más allá del conocimiento del sistema, los maestros que no son conscientes de los valores más elevados están conduciendo a la juventud hacia terrenos menos y menos firmes; hacia el temor y la irresponsabilidad. ¿Cómo pueden las personas que no tienen fortaleza interior ni fe vital en sí mismas, conducir a otros? ¿Qué puede esperar el país de este método de educar a los jóvenes, esta necia y fútil secuencia, donde el ciego conduce a aquellos reacios a abrir sus ojos en sucesiones de círculos aletargados?
El Dios interior no deja de advertir, de aconsejar.
Naayam Atma balaheenena lbhyah: “El alma no puede ser ganada por los débiles”. Ese es el pronunciamiento de los Vedas (escrituras sagradas). Sin la toma de conciencia del manantial de toda fuerza, el Atma, el hombre es básicamente débil y sólo puede conducir a los hombres hacia más debilidad.
Hay muchos que juran que tienen infinitas confianza y fe en sí mismos, pero afirman que no tienen fe en Dios. ¿Cómo entonces podrán tener fe en sí mismos? Pues, ¿quién exactamente es Yo?
¿Es un manojo de huesos y músculo? ¿Es Yo el nombre?
No. La realidad de Yo es Dios; el Yo es una ola del Océano de la Divinidad, dotado de la misma sublimidad, del mismo sabor, de la misma profundidad. ¿Cómo entonces puede la derrota descender sobre Yo?
El hombre tiene que estar continuamente examinando cada deseo que surge en su mente para así poder suprimir o destruir o desviar u obedecer. Él debe aprender de los padres, mayores, maestros, amigos y de los líderes del país, además de los libros escritos por hombres sabios de su propio país y de otros países, las normas por las cuales puede examinar sus deseos. Tiene que aceptarlos o rechazarlos. Hay algunos que son intencionadamente malvados, que intentan justificar mediante argumentos engañosos las desigualdades que realizan. Pero, incluso entonces, saben que están en el sendero incorrecto. El Dios interior no deja de advertir y aconsejar.
Conviértanse en instrumentos para restablecer la rectitud.
¡Estudiantes! Si son atraídos hacia el mal en la búsqueda de placer momentáneo, tendrán que padecer mil veces miseria como consecuencia del impulso. Los pensamientos malvados, intrigas violentas y traviesas aventuras, pueden dar placer por un momento pero, a largo plazo, con seguridad los llevarán a la ruina irremediable.
Vuestro papel es algo mucho más elevado. Tienen que corregir y transformar a aquellos que se comportan como ciegos a pesar de tener ojos; aquellos que se mueven como hombres lisiados a pesar de que sus piernas están fuerte
s y erguidas, aquellos que se comportan como hombres dementes a pesar de que están equipados con mentes brillantes; tales hombres se encuentran hoy en todas las esferas. Son hipócritas que hablan de “paz” y practican “guerra”. Vuestra tarea es exponerlos y educarlos de regreso a la normalidad y virtud. Conviértanse en instrumentos en el grandioso esfuerzo para restablecer la rectitud en todo el mundo.
Esta Universidad no ha sido establecida sólo para prepararlos para obtener títulos. El propósito principal es ayudarles a cultivar el auto-conocimiento y la auto-confianza, para que así cada uno de ustedes pueda aprender el auto-sacrificio y obtener la auto-realización. La enseñanza de los planes de estudio de la universidad, la preparación para que se presenten ustedes ante los exámenes universitarios y la obtención de títulos universitarios, son sólo los medios empleados para el fin, es decir, la elevación espiritual, el auto-descubrimiento y el servicio social a través del amor y del desapego. Nuestra esperanza es que, a través de vuestras vidas, ustedes sean ejemplos brillantes de la conciencia espiritual y de sus consecuencias benéficas sobre el individuo y la sociedad.
Ananthapur, Agosto de 1974.
Del árbol de vuestra vida, seleccionar esos frutos que han protegido y que han cultivado en la forma de buenas cualidades, y ofrecérselos a Dios; hay cierto carácter distintivo en eso.
Con el propósito de promover las buenas cualidades tienen que padecer varios problemas. Es a través de estas tres buenas cualidades que vuestra mente también puede adquirir una concentración divina.
Sin buenas cualidades y sin buenos pensamientos, ¿cómo pueden fijar vuestra mente en meditación?
Sri Sathya Sai