Discursos dados por Sai Baba
{SB 09} (30 de 35 discursos 1969)
28.20/10/69 El pasatiempo profundo
( Impreso en castellano en Mensajes de Sathya Sai, Tomo 07 cap. 29 ) El pasatiempo profundo 20 de Octubre de 1969 Prashanti Nilayam Dásara HOY EN DÍA, EL hombre ha adquirido el hábito de actuar de acuerdo con su capricho y de hablar según su voluntad. Ni la conciencia ni el sentido moral ni las buenas maneras o el buen sentido ejercen control alguno. A alguien tan perverso, determinado a ir a la perdición, no hay consejo que darle. La medicina es para los enfermos, no para el totalmente sano o totalmente muerto: el consejo es para aquellos que sufren de dudas, ansiedad o agitación. Este consejo está contenido en los Shastras y textos sagrados. Una carta puede ser desechada una vez que su contenido ha sido entendido; así también, estos Shastras y textos deben ser puestos a un lado una vez que han sido leídos, entendidos y seguidos. ¡No tiene ningún sentido leerlos una y otra vez para derivar algún mérito invisible en proporción al número de veces que se leen! Los textos declaran que ustedes no son Ramiah ni Kamiah ni Bhimaiah, los nombres etiquetas que ahora ostentan como suyos, sino que son realmente el Alma mismo que anima toda la creación. El Gita enseña esta misma verdad; aquel que sabe esto es «Arjuna», aquel que lo ignora es el rey ciego, Dritarashtra. Drita significa «aferrarse» y rashtra significa «el Estado». El rey ciego se aferraba al Estado y no quería entregar ni siquiera cinco pueblos a los legítimos dueños de la mitad del reino. Era tan tenaz en su codicia, apegado como estaba a algo que no era «él», que esto trajo su propia destrucción. Amen a todos como se aman a sí mismos; no podrán amarlos más que esto, ya que un recipiente no puede contener más que su capacidad plena. No pueden llenarlo más; ustedes se aman más a sí mismos, es decir, a Dios, que es su verdadero ser. Los guardias en la reja deben estar vigilantes para que los ladrones no entren a la casa, ¿no es así? El cuerpo del hombre es un templo donde Dios está instalado. Los guardias son el control de los sentidos y de las emociones. Si son ineficientes o inútiles, la lujuria y la codicia, la ira y la envidia, el odio y el orgullo, se infiltran, se expanden y dominan el templo. El hombre está tan engañado que honra a estos ladrones como si fueran los amos de la casa que han invadido. Sean amos de su propia mente. Estén alertas; levántense y enfrenten a los ladrones, no sea que capturen su tesoro. Este tesoro es la conciencia de Dios en todo. Si no hubiera ladrones en la casa, el amo podría utilizar su tesoro para su provecho, pero cuando los ladrones están instalados, él es incapaz de beneficiarse de su «parentesco con la creación». Él siente que es el cuerpo, que es distinto y solo, que está rodeado de amigos y enemigos y afligido por conspiraciones para hacerle daño. Él no ama intensamente a los demás; sufre de temores o de afectos. ¡La estupidez fundamental de la cual emanan las fallas de carácter y conducta es la creencia de que lo que uno hace es invariablemente correcto y justo! Éste es el sutil efecto del virus del ego. Una vez un campesino fue mordido por el feroz perro de un mercader. Para defenderse, le dio un golpe en la cabeza con un fuerte palo que llevaba en ese momento. La bestia cayó muerta, y el iracundo mercader llevó al campesino a la estación de policía y puso una demanda contra él. Delante del magistrado, el mercader arguyó que el campesino podía haberle golpeado al animal en alguna otra parte que no fuera la muy vulnerable cabeza. Era su mascota. El campesino respondió: «Pero el perro me mordió con sus dientes; si me hubiera mordido con la cola, yo le podría haber pegado en el trasero». Cualquier cosa que sea para nuestra ventaja nos parecerá correcta; no miramos usualmente un asunto desde el punto de vista de la otra persona. Esto lleva a interminables complicaciones. El alimento que uno come debe ser puro, libre de las sutiles maldades irradiadas por las personas que recolectaron los ingredientes, cocinaron los platos y los sirvieron. Sí; todos éstos deben ser cuidadosamente observados por los aspirantes. El lugar donde uno pasa su vida también tiene sutil influencia sobre el carácter y los ideales. Ramakrishna Paramahamsa solía hablar de la paz que uno puede obtener en Mathura, Benares y otros lugares santos. Aunque el Ganges es un río sagrado en cada metro de su largo viaje al mar, algunos lugares de sus riberas, como Rishikesh, Haridwar, Kasi, Prayag, etcétera, están especialmente sobrecargados de vibraciones espirituales que ayudan al aspirante a limpiar su conciencia en todos sus niveles. Cada lugar tiene sus vibraciones peculiares que afectan al ocupante. Un conocido ladrón había construido un escondite en lo más remoto de una jungla; dos personas, un hombre y su esposa, atrapados por un terrible aguacero, se refugiaron allí; no fueron afectados mucho por las olas de cruel codicia que contaminaban la atmósfera de la cabaña. Pero cuando, después de unos pocos minutos, un monje que caminaba por la selva entró a refugiarse de la lluvia, su inmaculado corazón muy rápidamente se ensombreció, la mente limpia rápidamente recibió la mancha. El monje se encontró visualizando el asesinato de la pareja para robarles las joyas que llevaban para poder reconstruir su ermita y enseñar yoga a todo el mundo. ¡Se avergonzó tanto de sí mismo que salió corriendo bajo la lluvia para salvarse de la perdición! Ésta es la razón de la insistencia en las buenas compañías, los compañeros bondadosos, para los aspirantes espirituales. Los piadosos se volverán desinteresados, no egoístas. Son sus mejores amigos y amigos de los demás. Cuando están en un satsanga (buenas compañías), sus oídos tienen un filtro: oirán sólo cosas que son benignas, nunca algo maligno. Como una nube cargada de lluvia, vienen entre los pobres y débiles para dar alegría y valor; como una rama cargada de frutas, se doblan para llegar al alcance de los hambrientos. Esta noche oímos a una serie de poetas recitar sus composiciones. El poeta es conocido como kavi, una palabra llena de supremo valor en nuestro antiguo idioma sánscrito. El kavi es eterno, el hacedor de leyes para el progreso humano. Por medio de su agudizada facultad intuitiva, ha conocido la expansión sin comienzo ni fin del tiempo, ha experimentado al Dios que mora dentro de él y de los demás; conoce el objeto, el espejo y la imagen. El del poeta es en verdad un papel soberano en la comunidad humana. Los poetas que malbaratan su talento por una mezquina paga o por una fama barata son versificadores y, muy a menudo, ni siquiera esto. Empiezan a alabar a patrocinadores y donantes que les tiran migajas de sus mesas: unos pocos idlis (torta de arroz y lentejas) o una taza de café. Tales hombres son holgazanes y una mancha en la sociedad. Los poetas deben tener elevados ideales; deben llenarse de entusiasmo y amor por la cultura del pueblo; deben ver la obra de Dios, el más grande poeta, en cada grano de arena, en cada destello de luz, en cada gota de lluvia, en cada soplo de aire. Su felicidad interna debe bullir por el camino de la paz hacia la bienaventuranza. La poesía debe ser miel para el oído y un bálsamo para el corazón. Los poemas del pasado tenían estas cualidades y así, son eternos en su inspiración. Tratan de la sed fundamental y eterna del hombre y son ricos en el néctar que calma la sed; satisfacen y desarrollan la fuerza. Sin la práctica espiritual, sin la expansión de la conciencia, sin el crecimiento de la compasión, sin la profundización del contacto con uno mismo en y a través de todos los demás, la poesía no es sino un pasatiempo sin propósito. Cultiven la ecuanimidad y una visión de igualdad hacia todo antes de dedicarse a hacer poesía. Prashanti Nilayam Dásara; 20 X 69 |