Discursos dados por Sai Baba – 39. 11/11/66 Un policía de cada lado

Discursos dados por Sai Baba

{SB 06} (28 de 45 discursos 1966)

39. 11/11/66 Un policía de cada lado

( Impreso en castellano en Mensajes de Sathya Sai, Tomo 05 cap. 55 )

Un policía de cada lado

11 de Noviembre de 1966

Prashanti Nilayam

Dipavali

El Festival de Navaratri se celebra para conmemorar la victoria de la Divinidad (Daivatvam) sobre lo demoníaco (Danavatvam) por medio de la intercesión del poder supremo, Mahashakti, en la forma de Chandi, Durga y Kali. Este día es Dipavali, el Festival de la Luz, que conmemora la victoria de las influencias celestiales sobre las infernales, de la virtud sobre el vicio, como lo simboliza la victoria de Krishna y Sathyabama sobre el demonio Naraka, del impulso hacia lo celestial sobre el impulso hacia lo infernal. El paso del hombre por este mundo es una lucha perpetua entre los impulsos que lo arrastran hacia abajo y los impulsos que lo jalan hacia arriba, es Dharmakshetra, el campo de batalla del Dharma, donde se está librando la batalla de Kurukshetra desde el nacimiento hasta la muerte. La vida es un juego con fuego; hay que aprovechar el calor sin quemarse. Uno debe usar los sentidos y la inteligencia de manera sabia, para lograr la liberación más bien que para dejarse atrapar en sus redes. La alegría que uno ha perdido debe ser recuperada desde la conciencia interna que ha sido cubierta por la oscuridad de la ignorancia. ¿Cómo puede la pulsera perdida en el campo donde se cultivaron las lentejas ser recuperada del recipiente donde después se están cocinando? Busquen la alegría en la visión interna; rectifiquen esa visión y la podrán descubrir allí.

El demonio Naraka en el hombre puede ser destruido centrando siempre la mente en Krishna, que lo destruyó, como se relata en el Bhagavata. La recordación debe ser constante. Si frotan un pedazo de hierro sobre una superficie dura, se genera calor; si continúan frotándola, puede llegar a ponerse roja. Si hacen esto con largos intervalos, el trozo de hierro se enfriará y todo el esfuerzo hecho hasta entonces se desperdiciará; entonces el trabajo tiene que ser repetido una y otra vez. Los hay que ponen un límite de diez mil o veinte mil repeticiones del nombre de Dios cada día y cuando lo alcanzan están contentos; comienzan de nuevo la recordación sólo cuando amanece otro día. Mientras tanto la mente, como una extensión de agua de cuya superficie se ha quitado cuidadosamente un musgo flotante, se vuelve a cubrir de musgo muy pronto y la tarea debe repetirse. La recordación debe ser la fuente invisible de cada actividad del hombre, a cada minuto de su vida durante el estado de vigilia; entonces será la fuente aun durante el sueño, y durante el sueño profundo ayudará al yo a fundirse en el Señor para siempre. Como la madre cuya atención y ansiedad están centradas en el bebé en la cuna, esté ella cerca del pozo o en el establo, en la cocina o en el templo, el hombre también debe mantener su mente a los pies de Dios, dondequiera que se encuentre su cuerpo.

Este estado de constante recordación puede venir sólo a través de una larga práctica; no se adquiere de repente. Así, esfuércense por lograrlo con firmeza. Con Visweshwara (El Señor del Mundo) en su corazón, pueden andar por todo el Vishwa (mundo). Un sacerdote de un templo dedicado a Shiva tuvo que ir un día a un pueblo cercano, por lo cual le pidió a su hijo que hiciera el culto y el Arathi.

El hijo era un novato; mientras hacia el Arathi tenía que mover en círculo el cubo de alcanfor en su mano derecha y al mismo tiempo sonar una campana con su mano izquierda, pero sus dos manos hacían automáticamente los mismos movimientos; ambas se movían en círculo o se sacudían vigorosamente. Se requiere algo de práctica para poder coordinar los dos movimientos diferentes. Así también, un poco de práctica les enseñará a apegarse a los pies de Dios mientras van por el mundo cumpliendo con todos sus de beres y llevando a cabo sus responsabilidades dedicándolos a él.

Desarrollen su salud física, su agudeza mental (shakti) y su inteligencia en descubrir el camino hacia la felicidad duradera (yukti); entonces tendrán apego (rakti), el cual, si es enfocado hacia Dios, se vuelve devoción (bhakti) y promueve desapego (virakti) de todo lo que distrae a la mente lejos de Dios y lleva a la liberación (mukti).

Lakshmi, la riqueza, y su hermana mayor Jyeshtadevi, la pobreza, discutían sobre quién era superior en nivel; se acercaron a los tres dioses, Brahma, Vishnú y Shiva, para que decidieran por ellas, pero ellos no quisieron asumir la responsabilidad de esa decisión.

Se excusaron diciendo que no tenían tiempo de quedarse.

Después, cuando le preguntaron a Narada, éste les recomendó que deberían someterse al juicio de un famoso comerciante de Varanasi. Se presentaron ante él y lo pusieron en un dilema, porque si Lakshmi, la diosa de la riqueza, era disgustada con su afirmación, él sufriría, y no quería ser bendecido por su hermana mayor, la diosa de la pobreza. Así, agradó a ambas al mismo tiempo en su respuesta: «La hermana mayor es bienvenida, encantadora y benéfica cuando se va alejando; la menor es bienvenida, encantadora y benéfica cuando se va acercando». Las dos estuvieron satisfechas al ser declaradas igualmente encantadoras, benéficas y bienvenidas. Pa ra el aspirante, el mundo tiene que ser encantador cuando se aleja de él; eso es todo lo que hay en ello. Ahora consideramos el átomo como importante y el Atma como insignificante.

Ésta es una trágica inversión de valores.

Este sentido del verdadero valor debe influir cada elección que ustedes hagan. La meta es la realización de Dios, la comprensión de la Realidad, de la que todo esto no es sino una apariencia sobrepuesta.

No debe dejarse que esta meta se desvanezca. Mientras ustedes actúen con un ojo en el beneficio de ella para ustedes, tendrán que sufrir la consecuencia y la alegría o la aflicción, volvien do a nacer para soportar a ambas. Una persona que es transferida de una prisión a otra tendrá un policía a cada lado para escoltarla: las buenas y las malas consecuencias de las acciones son los guar dias que conducen al hombre de un nacimiento a otro.

Si ustedes quieren escapar de su vigilancia y evitar la constante migración de una prisión a otra, actúen, pero no calculen los resultados.

Es decir, no se preocupen por las consecuencias; déjenlas a Dios, que impulsó el acto y lo hizo posible. Dediquen el acto, la voluntad, el deseo, todo a Dios.

Samarta Ramadas, cuando era niño, iba por el mercado leyendo libros. Alguien lo reprendió por leer mientras caminaba y le dijo que podría leer al llegar a la escuela, pero Ramadas respondió:

«Para mí, el mundo entero es como una escuela, a la que debo asistir durante toda mi vida. No veo ninguna diferencia entre la escuela donde aprendo algunas lecciones y el mundo donde aprendo otras». La casa es la escuela para las mujeres; la oficina, la fábrica o el campo es la escuela para los hombres. El proceso de aprender dura hasta la muerte y se reanuda al volver a nacer. El flujo de cambio es la esencia, la realidad de todas las experiencias.

Claro está que deben ejercer su propia inteligencia y fijar su fe en el Nombre y la Forma que les gustan. Ustedes saben cómo el padre e hijo que compraron un asno y lo llevaron a casa fueron obligados por las sugerencias de otros a cargarlo y cuando pasaron por un puente, lo perdieron al caer el burro en el río. Primero querían que el hijo lo montara; luego alguien lo criticó por obligar al hombre mayor a caminar; cuando ambos se sentaron en él, otros los criticaron de nuevo y sugirieron que ambos debían llevarlo a casa, y cuando actuaron de acuerdo con esta sugerencia, el animal, asustado, saltó y cayó al río en el momento en que pasaban por un puente. Si escuchan a todos y les entregan su juicio propio, esto es lo que sucede. Tengan un solo nombre y una sola forma para la repetición, la meditación y la recordación; sólo entonces puede echar raíces la capaci
dad de concentrarse.

Se hizo referencia al lazo de amor que los ata a este lugar. Su amor hacia mí y mi afecto maternal por ustedes, ésos son los lazos.

No tengo ningún deseo de mantenerlos aquí en Prashanti Nilayam; sé que ustedes tienen sus deberes y obligaciones con los individuos e instituciones que dependen de sus servicios. Ellos son también míos. Quiero también darles la experiencia de que estoy en todas partes, sin restricción de tiempo, espacio o causa.

Cuando el demonio Narakasura es destruido, es decir, cuando los seis enemigos que arrastran al hombre a la caída –la lujuria, el odio, la envidia, el engaño, la codicia y la maldad– son dominados, entonces la llama de la sabiduría puede alumbrar clara y brillante.

Es con el fin de demostrar esto que en este día se encienden lámparas y se colocan en cada casa para ahuyentar la oscuridad, que es el hogar del mal y del vicio. La verdad vencerá a las fuerzas de la falsedad. Éste es el significado de que Sathyabama sea el instrumento que el Señor usó para destruir a Narakasura. No necesito contarles en detalle las leyendas que se han desarrollado alrededor de Dipavali. Cultiven buenas cualidades, dedíquense a buenas acciones, reúnanse siempre con buenas compañías, éste es el camino para desarrollar la Comunidad de Sai.

Dipavali, 11-XI-66