Discursos dados por Sai Baba – 34. 22/10/66 Vivir en compartimientos

Discursos dados por Sai Baba

{SB 06} (28 de 45 discursos 1966)

34. 22/10/66 Vivir en compartimientos

( Impreso en castellano en Mensajes de Sathya Sai, Tomo 05 cap. 51 )

Vivir en compartimientos

22 de Octubre de 1966

Prashanti Nilayam

Dasara

Una peculiar religión ha aparecido ahora y está ganando influencia entre la gente. Puede llamarse “modernismo” o “novismo” (navinata). Consiste en abandonar lo viejo porque es viejo y enamorarse de lo nuevo porque es nuevo. Se deleita en las cosas fáciles:

descarta las ideas que son difíciles de comprender, las actitudes que son difíciles de aprender, los deberes que sienten pesados, las obligaciones que se consideran molestas. El placer, la vanidad, la efervescencia, éstos son sus rasgos. No reconoce compromisos, ni límites, ni restricciones, ni fronteras. No se inclina ante la edad ni el conocimiento ni ante la bondad o la autoridad.

Desecha todas las instrucciones de los antiguos textos acerca de los ritos, ceremonias, ayunos, votos, adoración, etc. Se ríe de aquellos que practican la moderación y el autocontrol, de los viejos que insisten en la tradición y en el mantenimiento de antiquísimas costumbres. Se burla de las peregrinaciones pues ningún lugar es sagrado o santo en su estimación. No pueden entender la alegría y la iluminación que los buscadores obtienen de la ado ración de imágenes; la desechan como superstición y farsa.

Esta moda ha esclavizado aun a la clase llamada educada, que lleva el uniforme de Occidente, que es la hija mental de Occi dente.

No son suficientemente educados para sopesar los pros y los contras de sus creencias, no tienen ninguna instrucción para dis cernir entre lo que da contento duradero y lo que es sólo fútil y llamativo; han sido arrancados de sus raíces y sometidos a una aumentación artificial, por esto están sujetos a esta enfermedad de la fascinación por las novedades.

La Gran Asamblea de Sabios de Prashanti ha sido establecida con el fin de combatir esta infección. Estos pandits revelarán que el hom bre es una joya preciosa engastada en una caja de cinco partes, un tesoro preservado dentro de las cinco koshas, o envolturas, que son: la del alimento (annamaya), la del aire vital (pranamaya), la mental (manomaya), la de la inteligencia (vijñanamaya) y la de la bienaventuranza interna (anandamaya). Los pandits harán la pregunta:

«¿Por qué vendes este diamante como si fuera carbón? ¿Por qué se rebajan y van mendigando y adulando cuando tienen este invaluable tesoro en su propia custodia?». Cuando los hom bres se degradan y comportan peor que las bestias de las cuales se elevaron, el avatar toma cuerpo y Dios se mueve entre los hombres, advirtiendo, exhortando, revelando, alentando, inspi rando, iluminando y llevando al hombre a su destino. Sirve como el auriga de Arjuna, pues el avatar utiliza cada oportunidad para elevar al hombre y enseñarle el dominio de sus impulsos e ins tintos y aun de su inteligencia. Krishna le dijo a Arjuna: «He decidido asumir un oficio muy importante en la conducción de tu guerra con los Kauravas». Yo también he decidido emprender una gran tarea y estos pandits de la Gran Asamblea de Sabios son los instrumentos que he escogido para ello.

En el Mahabharata, Draupadi, cuando estaba sufriendo en la corte de Virata, le oró a Krishna diciendo: «¿Cómo me puedo someter a la maldad y bajeza que me rodean? Soy hija de la tierra de Bharat, nací en una gran familia con honorables tradiciones, he heredado la incomparable cultura eterna». Ustedes deben vivir esa herencia con el fin de encontrarse a sí mismos.

Hace cerca de nueve siglos, Krishna Misra escribió una obra llamada “Prabodhachandrodayam”, en la cual la virtud es el mo narca, la ecuanimidad es la reina y el rival contra el cual el rey debe librar la guerra es Moha, o el apego. Vedanta Desika compuso una obra similar llamada “Sankalpasuryodaya”, que trata del mismo tema. El rey Viveka (el discernimiento) es allí obstruido a cada paso por el rey Mahamoha, hasta que supera a Vighna, que ha viajado por las cinco regiones de yama, niyama, asana, pranayama y prathyahara(1) y ha encontrado su camino obstruido en todas partes por el efecto de los rituales hechos recta y estrictamente. Prabodha es el principio de la mente (manas-tatva), que ha de ser purificada y sublimada por medio de la disciplina espiritual y el discernimiento. Viertan la mente en el crisol de esa disciplina (sadhana) y derrítanla para que con ello puedan moldear a Dios; entonces cada átomo de la mente será un átomo de la Divinidad.

El mundo está ahora viviendo separado, en compartimientos, con base en raza, religión, color, creencia, casta, convicciones, etc.

Aquellos que cuestionan la validez y el valor de estos compartimientos están ellos mismos en un compartimiento, solos. Los pedazos de metal amontonados siguen siendo pedazos, no se han vuelto uno. El mundo se ha unido solamente en la forma de un montón; no ha sido fundido en el crisol del amor y moldeado en la imagen de Dios. Los corazones de todos los hombres deben ser limpiados del odio. Los discursos y escritos no pueden producir la unidad del hombre; ¿puede el océano calentarse cuando las sel vas están ardiendo?

La felicidad que obtienen cuando son buenos y hacen el bien debe ser suficiente inspiración, suficiente recompensa. Resistan a toda tentación de caer en el vicio, eviten andar por caminos errados, manténganse alejados de las malas compañías. Esto les dará autorrespeto; se elevarán en su propia estimación y no necesitarán inclinar la cabeza ante nadie. Si viven así, esa vida en sí misma es la mejor predicación para mí. Cuando la falsedad y la maldad están campeando por doquier, tómenlo como una prueba a su discernimiento y su paciencia. Los periódicos de hoy son los desperdicios de mañana. A menos que sean de la prensa amarillista, no pueden ganarse ni siquiera unos pocos cobres. Me satisface que algunos de ellos puedan ganarse la vida usando mi nombre.

Deben atesorar su experiencia e ignorar los disparates de personas que no han tenido oportunidades similares o que son verdaderamente malas. Algunos gusanos tienen que perforar la tela; no hacen ninguna distinción porque su naturaleza es lesionar y dañar.

Seda, lana o algodón, barata o cara, imitación o genuina, no pueden distinguir. Sólo dañan, por el puro placer malicioso que derivan del ejercicio de su facultad. Manténganse alejados de tales personas; organicen reuniones espirituales y sean felices como los peces que tienen agua a su alrededor.

Dásara, 22-X-66 (1) Fases de la práctica del yoga.