Discursos dados por Sai Baba
{SB 05} (58 discursos 1965)
25. 01/04/65 Un montón de hombres santos
1 de Abril de 1965
Rajahmundry
Los asuntos del espíritu son asuntos de experiencia. Desprovistas de la corriente subterránea de la búsqueda constante de la experiencia, la divinidad y la santidad innatas en el hombre se olvidan y se ignoran rápidamente. Éstas pueden recuperarse mediante el aprendizaje de los Vedas y un estudio apropiado de los Shastras. Hay hombres que censuran al Vedanta y dicen que vuelve perezosos a los hombres y los anima a huir de sus responsabilidades; pero la primera responsabilidad de cada hombre es consigo mismo; cada uno es la fuente y el centro de toda su atención.
Esta dase de críticas cínicas se ha convertido en una moda en la actualidad; sólo revela la ignorancia y el egoísmo del que las hace. Ellos dicen que los renunciantes (sanyasins) son como plantas parásitas que se alimentan del trabajo de los demás, un conjunto de parásitos ociosos. Pero el condenar la institución del sanyasa sobre la base de unos pocos individuos es equivocado. ¿Quién sino el Señor puede juzgar los impulsos espirituales? Se pueden dejar engañar por la cantidad, la variedad y el costo de las flores, o las lágrimas que fluyen de los ojos, o los himnos cantados por la lengua, o las horas pasadas escuchando historias divinas, que el hombre pueda tener en su haber; pero es el residente intimo quien conoce la autenticidad del sentimiento. En este país, aún ahora, hay incontables hombres y mujeres que son devotos de esa clase. Yo lo sé, porque yo estoy con ellos.
La persona que hablo sobre Thyagaraja se lamentó de que tales santos sean actualmente tan raros. Ellos no son raros. Hay muchos de ellos en la actualidad, vivos y felices. Si los buscan podrán descubrirlos. Busquen la compañía de los buenos, de los buscadores, de los aspirantes, de los desapegados. Entonces verán la luz. Escuchen los discursos sagrados; lean libros sagrados. Su esfuerzo y la atmósfera del lugar los conducirán al éxito. Un lugar santo, un río santo, una compañía santa, un día santo, todos éstos combinados constituyen la oportunidad de una vida; hagan el mejor uso de ellas.
En el presente, los días santos se han convertido en días de fiesta en que se divierten, comen hasta hartarse, salen de paseo, y generalmente se entregan a placeres sensuales que terminan en depresión, enfermedad y discordia. El lugar tiene una sutil y poderosa influencia sobre el hombre. Markandeya sostuvo fuertemente el lingam de Shiva y así el lazo de Yama lo amarró tanto a él como a Shiva; ésa fue la razón por la cual el muchacho se salvó. Esta historia les enseña a estar siempre en contacto con Dios porque no saben cuándo la muerte les arrojará el lazo. Apéguense al Altísimo, llámenlo por cualquier nombre, concíbanlo en cualquier forma. Pero recuerden: sin Dharma no pueden alcanzarlo. No se pierdan por los atajos; manténganse en el camino principal.
Si ceden a los pensamientos inferiores estarán perdiendo el principio eterno (akhanda tatvam). Nunca presten oídos a la maledicencia, a la alabanza. Todos son burbujas en la superficie. Son puras manipulaciones de palabras, la magia del vocabulario, la vanidad del estilo, la danza de las frases. Aprendan los medios de ganar la gracia y lograr la pureza de aquellos que saben: los ancianos, los eruditos que han puesto en práctica su sabiduría. No se desesperen, no vacilen.
La gracia puede borrar al pasado; el esfuerzo perseverante (satprayatna), la buena compañía (sat-sanga) y los hábitos beneficiosos (sadachara), pueden asegurar la felicidad futura. Los tres principios cardinales de la, fe hindú son: creencia en una serie de nacimientos, creencia en los avatares del Señor para el restablecimiento del Dharma y
la regeneración de aquellos que se han alejado de él, y creencia en el karma o la ley de causa, y efecto, el hecho de que cada actividad tiene su consecuencia inevitable y de que el destino humano está conformado por el efecto acumulativo de todas estas consecuencias. El karma es la causa de los nacimientos; el ser individual (jivi) se ve obligado a sufrir otra prueba penosa para liquidar sus cuentas y liberarse tanto del crédito como del débito.
Ustedes podrán preguntar: «¿Cómo es entonces que en esta vida no recordamos ni un solo acontecimiento que nos haya sucedido en vidas anteriores?» Es algo como un hombre que conoce muchos idiomas; cuando habla en tamil ninguna palabra de telugu vendrá a su mente; cuando habla en inglés, sus pensamientos estarán formulados solamente en este idioma. Si olvidan este nacimiento y se concentran en el otro, entonces podrán saberlo. ¡Pero raramente renuncian al apego a esta vida!
En la pantalla de cine, un volcán arroja su lava sobre una casa, una represa se revienta y las aguas que retenía rugen dirigiéndose hacia el mar, inundando enormes extensiones; pero la pantalla no se quema ni se moja en lo más mínimo. La pantalla es la verdad; la película es una ilusión, por más realista que sea, por más genuinos que sean los sentimientos que pueda producir. Sepan esto y, así, dirijan sus vidas de acuerdo con este conocimiento como telón de fondo de todas sus acciones. De esta manera tendrán gran paz y contento.
Con una mente llena de egoísmo y de odio no pueden esperar lograr la paz y el contento. Un árbol que había producido muchas frutas se secó de repente; alguien lo atribuyó al mal de ojo de los que pasaban junto a él. Otros dijeron «Quizá no lo han regado»; pero el dueño aseguro que lo había regado en forma adecuadla. Nadie pudo diagnosticar la razón, excepto un funcionario forestal, que dijo: «Las raíces han sido afectadas por una plaga». Hubo una vez un devoto llamado Radhika que vino a ver al anterior cuerpo, en Shirdi; siempre estaba padeciendo alguna desgracia, pero sólo para aquellos que observaban sus movimientos externos. En el corazón, él era excelsamente feliz. Desarrollen esa felicidad interna; es perdurable, es plena. La semilla del nombre del Señor ha sido sembrada.
Hace ahora dos años que fue organizada la Gran Asamblea de Sabios de Prashanti. Así que pregunten qué ha logrado. Estarán equivocados si pensaron que tengo a todos estos pandits a mi alrededor y que voy con ellos de un lugar a otro para obtener publicidad para mí o para ellos. Yo no necesito ninguna publicidad, ni ellos tampoco. Ellos tienen que conocerse a sí mismos y tienen que ayudarlos a que ustedes se conozcan a sí mismos, es todo. Los Vedas y los Shastras hablan sólo de esto. Pero deben admitir, porque es patente en todas partes, que se ha producido un gran cambio como resultado de esta Gran Asamblea de Sabios de Prashanti. Anteriormente, aun en estos lugares, el público que venía a estas charlas espirituales podía contarse con los dedos de una mano y se podía fácilmente señalar los nombres de las personas que usualmente concurrían. Pero ¡miren el flujo de humanidad anhelante que se reúne ahora! El apetito por el conocimiento espiritual ha aumentado tremendamente.
Esto es algo de progreso. Las semillas han brotado: se han hecho evidentes en el corazón de la gente. Ahora, mediante una cuidadosa atención, se puede lograr la cosecha. La semilla del nombre del Señor se ha sembrado en cientos de miles de corazones; el cuidado de los brotes es su deber, protegerlos de cualquier daño es placer para mí. Estos pandits también deben compartir con el hambriento y el sediento el conocimiento que poseen, la inspiración que sólo ellos pueden dar.