Consideremos los actos que atraen y causan asombro (chamatkara). Ustedes ven una flor. Solo anhelan tenerla en la mano cuando su color o fragancia es atractivo. Entran en el mercado y ven montones de frutas. Si las frutas no son atractivas, no sienten el impulso de comerlas y beneficiarse de ellas. La atracción es la naturaleza misma de lo Divino. Una vez que la persona es atraída, comienza el proceso de transformación (samskara). Sin esto, el hombre permanece inactivo y débil; no tiene dignidad ni personalidad. Un trozo de acero sin valor es transformado, mediante una hábil manipulación y reconstrucción, en un reloj que vale varios cientos de rupias; éste es el resultado del samskara, que lo convirtió en una herramienta útil para indicar el tiempo. Así, mediante la implantación de buenos pensamientos, buenos sentimientos, buenas acciones y buenas emociones, el hombre también puede ser transformado en un miembro noble, eficiente, feliz y disciplinado de la sociedad. Tales personas así transformadas, se comprometerán espontáneamente en la tarea de promover el bienestar humano. Serán promotoras de los ideales de la hermandad del hombre y la paternidad de Dios. – Sathya Sai. (Discurso, 23 de noviembre de 1976).
