Sepan que todo lo que sienten o hacen es una ofrenda a Dios, que fluye hacia Dios. Por lo tanto, sean cuidadosos. No ofrenden malos pensamientos, palabras ni acciones que Él no acepta. Ofrenden, en cambio, lo sagrado y lo puro. Esta es su tarea. Esto les asegurará la autosatisfacción. La autosatisfacción allana el camino hacia el autosacrificio, y el autosacrificio hace que tomen consciencia de Sí Mismos. Todo este proceso se basa en la fe. La autosatisfacción, el autosacrificio y el tomar consciencia de Uno Mismo dependen de la fe. La fe define el anhelo, el anhelo define el fruto, y la acción define la etapa que puede alcanzarse, ya que la sinceridad de la acción promueve la pureza del camino, la pureza del camino determina la validez de la sabiduría, y la verdadera sabiduría es la Divinidad misma. La acción, la conducta y el modo de vida deben ser disciplinados y elevados. ¿Cómo podría descansar contenta una mente abrumada de deseos? ¿Cómo podría dar la bienvenida al sacrificio? Por lo tanto, solo debemos comprometernos en acciones que alienten el desapego y la renunciación. Sathya Sai (Discurso, 23 de noviembre de 1984).
