Mensaje de la Pizarra de Prashanti Nilayam del día 2 de agosto de 2023

164

Las manchas del corazón deben ser lavadas mediante una vida moral y cumpliendo el propio deber. Puede llegar un momento en que nos sintamos cansados y débiles, pero entonces debemos rezar de esta manera: «Señor, las cosas han quedado más allá de mi capacidad. Siento que un esfuerzo más será demasiado. ¡Dame fortaleza, oh Señor!» Inicialmente, Dios se mantiene a la distancia, observando nuestros esfuerzos, como un maestro que se aleja mientras el estudiante escribe las respuestas a las preguntas. Luego, cuando abandonamos el apego a los placeres sensuales (bhoga), y emprendemos buenas acciones y servicio desinteresado, Dios se acerca para alentarnos. Al igual que el dios sol (Surya-narayana), Él aguarda fuera de la puerta cerrada. Del mismo modo que el sirviente que conoce los derechos del amo y sus propias restricciones, Él no anuncia Su presencia ni golpea a la puerta, sino que simplemente espera. Cuando el amo abre la puerta solo un poco, el sol se precipita dentro e inmediatamente expulsa la oscuridad del interior. Cuando Su ayuda es solicitada, Él está presente junto a la persona, con las manos extendidas para ofrecer ayuda. Lo único que se requiere es el discernimiento (viveka) para orar al Señor y la sabiduría espiritual (jnana) para recordarlo. Sathya Sai. (Prema Vahini; capítulo 11).