Para un observador superficial, la vida parece ser una rotación de comer y beber, trabajar y dormir. Sin embargo, la vida tiene un significado mucho más grande, una importancia más profunda. La vida es un sacrificio (yajna). Cada pequeño acto es una ofrenda al Señor. Si se pasa el día en tareas realizadas con este espíritu de entrega, ¿Qué puede ser el sueño sino la inmersión total en la Divinidad (el samadhi)? La gente comete la gran falta de identificarse con el cuerpo. Acumulan una variedad de cosas para el mantenimiento y comodidad del cuerpo. Incluso cuando el cuerpo se pone débil y decrépito por la edad, la gente intenta sostenerlo con diversos medios. Pero ¿Cuánto tiempo se puede posponer la muerte? Cuando llega la orden de Yama, cada uno debe partir. La posición, el orgullo y el poder, todos se desvanecen ante la muerte. Percatándose de esto, esfuércense día y noche, con pureza de cuerpo, mente y espíritu, por tomar consciencia del Uno Mismo Superior, mediante el servicio a todos los seres vivientes. El cuerpo debe ser preservado como un vehículo para este servicio. Recuerden: ustedes no son este cuerpo; ¡este cuerpo no pueden ser ustedes! Sathya Sai (Prema Vahini, Capítulo 6)
