Todos los seres y todas las cosas son divinas, pero ustedes, mediante un análisis inteligente, deben elegir a los seres y las cosas que son de ayuda, y evitar a los seres y cosas que representan un impedimento. Esto es actuar con sabiduría. Tomen como ejemplo la corriente eléctrica, el fuego, o un cuchillo filoso. Son peligrosos si no saben cómo usarlos, pero son beneficiosos cuando saben cómo manejarlos con discernimiento. Pueden ser tanto amigos como enemigos. Así también son los sentidos. Si permitimos que sean nuestros amos, se convierten en nuestros enemigos mortales; si los dominamos, nos ayudan a alcanzar la meta. El hombre debe dominar los sentidos que tratan de llevarlo hacia el mundo exterior. Mientras esté guiado por los sentidos no podrá liberarse del apego a la rueda de la dualidad (placer y dolor, alegría y tristeza, etc.) Los sentidos son obstáculos en la senda del espíritu, que los lleva hacia la consciencia interior, no hacia el mundo exterior. Las aves y las bestias no son afligidas por la sed del espíritu, pero sí lo es el hombre. ¡A él se le ha otorgado este gran regalo del discernimiento, por la gracia de Dios! Sathya Sai.(Discurso 20 de noviembre de 1970).
