Los Kauravas tenían todos los instrumentos para la victoria: riqueza, armas poderosas, aliados, odio fanático por su enemigo, y kama. Pero todos ellos se convirtieron en polvo, ya que nunca prestaron atención a los valores más elevados del dharma. No se equiparon con la gracia de Dios, reservada para aquellos que transitan la senda de la humildad y la paz. Krishna no fue su auriga; pusieron su fe en cosas menores. Cuando los gobernantes tracen planes para la elevación del pueblo y para la formación de los niños del país, quiero que se consulte la antigua sabiduría de esta tierra, aún preservada y practicada por los Pandits. Así se mantendrá la nave en el rumbo correcto. Deseo que el conocimiento encarnado en los Upanishads sea transmitido a todos. La bhakti, o educación dirigida a la devoción, debe tener prioridad sobre la bhukti, o educación dirigida al disfrute, que prevalece hoy en día en la mayoría de los países del mundo. La bhakti es el asakti o anhelo que los impulsa hacia la disciplina espiritual, y que los dotará con aquella sabiduría. Tengan fe y tengan persistencia; así vencerán. Sathya Sai. (Discurso del 13 de abril de 1964)