El beneficio que podemos obtener de cualquier cosa es proporcional a la fe que tengamos en ella. Desde la adoración a los dioses, pasando por los peregrinajes a lugares sagrados y el canto de mantras, hasta la consulta con los médicos, solo obtenemos beneficios de acuerdo a la magnitud de nuestra fe. Cuando alguien pronuncia un discurso, cuanta más fe tengamos en esa persona como erudita y exponente de sabiduría, más clara y directamente podemos llevar al corazón el tema y cada vez más profundamente podemos comprender el discurso. Para que crezca la fe y para fomentar la comprensión, un requisito esencial es la pureza del corazón, o la pureza del kshetra (el campo), o la pureza de chittha (la consciencia). Sin esta pureza, será infructuoso el repentino esfuerzo de la autoindagación o la investigación en el autoexistente Atma mientras nos encontramos en medio de diversos conflictos mundanos y materiales, ya que el esfuerzo no brota de una voluntad entusiasta. Primero, el chittha debe ser retirado del mundo objetivo y vuelto hacia dentro, hacia la percepción del Atma. Sathya Sai (Vidya Vahini, Capítulo 9)
