No es la naturaleza de un aspirante espiritual el buscar defectos en los demás y ocultar los propios. Si alguien les señala sus faltas, no discutan ni traten de demostrar que tenían razón, y no les guarden rencor por ello. Razonen por qué es una falta, y corrijan su propio comportamiento. El racionalizarlo para su propia satisfacción, o para vengarse de la persona que se la señaló, no deben ser las características de un aspirante espiritual ni de un devoto. El aspirante espiritual debe buscar siempre lo verdadero y lo jubiloso, y debe evitar todos los pensamientos relacionados con lo falso, lo triste y deprimente. La depresión, la duda, la presunción, estas características son tan perjudiciales para el aspirante espiritual como Rahu y Kethu. Ellas dañan la propia práctica espiritual. Cuando su devoción esté bien establecida, aquellas pueden ser desechadas fácilmente, si llegan a aparecer. Sobre todo, es mejor que el aspirante espiritual sea alegre, sonriente y entusiasta en toda circunstancia. Sathya Sai (Prema Vahini, Capítulo 63).