Hoy tenemos Akhanda Bhajan (bhajans continuos durante veinticuatro horas, por devotos Sai de todo el mundo). Esto se hace no en beneficio de una persona, una nación ni una comunidad. ¡Es para beneficio de la humanidad entera! Los bhajans que se cantan impregnan el éter en forma de ondas de sonido, y llenan toda la atmósfera. En consecuencia, todo el ambiente se purifica. Respirando en esta atmósfera purificada, nuestros corazones se purifican. Recitar el nombre del Señor es un proceso de tomar y dar. Recordar el nombre del Señor debe convertirse en un ejercicio de compartir mutuamente alegría y santidad. Debe recordarse que los sonidos que producimos reverberan en la atmósfera. Quedan permanentemente en el éter como ondas, y sobreviven a la persona que emitió los sonidos. Hoy la atmósfera está contaminada con sonidos profanos y malvados. Esto resulta en el crecimiento de pensamientos y sentimientos malvados, que conducen a acciones malvadas. Para que la atmósfera pueda ser purificada, debe llenársela de sonidos puros y sagrados. Por eso es necesario cultivar la pureza en los pensamientos, las palabras y las acciones. Sathya Sai (Discurso, 8 de noviembre de 1986)